Durante mucho tiempo Miriam Díaz-Aroca fue uno de los rostros más presentes en televisión, una presentadora amable, cariñosa, muy niñera y carismática, y al mismo también demostró ser una mujer sensual y atractiva.
Yo la recuerdo especialmente como presentadora de Cajón desastre y de Un, dos, tres… a finales de los 80 y principios de los 90. Fue su gran momento: en 1991 Pedro Almodóvar la llamó para interpretar a una locutora para sordos en Tacones lejanos y al año siguiente Fernando Trueba le ofrecería el que sin duda fue el papel de su vida: Clara, la joven viuda de Belle Époque.
En la década siguiente continuó actuando en series como La casa de los líos , ¡Ala… Dina! y Mis adorables vecinos, en 2006 incluso participó en ¡Mira quién baila!.
La televisión fue sin duda su gran medio pero es tirana con las mujeres que dejaron atrás su juventud, y eso que Miriam se conserva fenomenal a sus 54 años, sigue tan guapa como siempre, si no más. A las pruebas me remito: