Este domingo 20 de mayo se han cumplido exactamente 30 años del estreno de Willow, película emblemática de los años 80. Por eso me permito recuperar este viejo post, publicado originalmente el 1 de junio de 2017.
Valga el aniversario como recomendación cinematográfica. Si no la habéis visto, ya sabéis lo que tenéis que hacer.
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Cuando me propusieron hacerme cargo de este blog, me alegró infinitamente el tener la oportunidad de poder hacer un trabajo TAN divertido y, por otro lado, me dio un vértigo terrible pensar que tengo que hacerle el relevo a Ana Velencoso, que ha hecho tan buen trabajo durante todo este tiempo que ella ha estado al frente y que se ha despedido de vosotros hace sólo un ratito. No va a ser nada fácil, y he de reconocer que yo no podré hacerlo como ella. Porque no soy ella, básicamente, y creo que el cambio de estilo es algo que, sí o sí, va a verse. Sólo puedo cruzar los dedos, esperar que os guste y, Ana, desearte todo lo mejor. Seguro que te echaremos muchísimo de menos.
Yo lo que quería era estrenarme en el blog con uno de los grandes interrogantes que nos persiguen a muchos niños de los ochenta… «¿Qué fue de Elora Dana, la niña de Willow?» ¡Pero ya está hecho! Porque, como digo, Ana hacía muy bien su trabajo… Pues vamos bien 🙁
PEEEEEEERO soy una mujer de recursos (pobres, pero recursos), así qué… ¿Qué fue de Willow? ¡Empezamos!
“Mis películas favoritas hablan de un hombre pequeño enfrentándose al sistema y esta vez decidí enfocarlo de una forma más literal”
(George Lucas)
En 1983, Lucas conoció a un joven de 13 añitos llamado Warwick Davis, que se metió dentro de la piel de un ewok -literalmente- durante el rodaje de El retorno del Jedi. Dicen que escribió Willow para él. Y nos regaló a todos nosotros uno de los peliculones de nuestra infancia. Gracias, George. Snif.
Willow cuenta la historia de un pequeño campesino, felizmente casado, padre de dos hijos (a pesar de tener sólo 18 años entonces), amante de la vida tranquila y prestidigitador patético aficionado que, de pronto, se arma de valor para ayudar a la princesa Elora Dana (por cierto, ¿qué fue de Elora Dana?) a cumplir su destino de acabar con el reinado de la malísima bruja Bavmorda. Una fantasía épica a la altura de superproducciones de la época como Krull o Dentro del laberinto (en la que, a propósito, Warwick también apareció como soldado Goblin). Algo así como El señor de los anillos de nuestra niñez (el film, claro, que el libro ya lo teníamos). También una pasarela a la fama para Val Kilmer, al que disfrutamos haciendo de joven, guapo y arrogante Madmartigan («Peck. Peck. Pepepepepeck» Horas de risas con aquello). Ay, Val… El día que te escriba un post me van a faltar pañuelos para tanta lágrima…
En fin, volviendo a Warwick: ¿qué hizo después de ser el gran Willow?
Después, «tuto o muete». Lee el resto de la entrada »