Tú a cualquier friki de medio pelo (y que se precie de serlo) que te encuentres por la calle le sueltas que te llamas Íñigo Montoya y te responderá automáticamente: “Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir”.
La Princesa Prometida (The Princess Bride) se estrenó en 1987. Es una de las películas más recordadas y homenajeadas del universo de esta generación extraña, criada entre las hombreras estrambóticas, los chándal de táctel fluorescentes (cuando aún no existían los runners) y, por supuesto, la revolución de las Arcade en los bares, que por cinco duros te libraban de aguantar la sobremesa con la tía Carmen, la que olía raro.
En fin, que el reparto de la película está lleno de caras que seguro que más de uno no puede borrar de su retina, pero que de tan metidos que los tenemos como eran entonces algunos no somos capaces de reconocerlos cuando los vemos en la actualidad. Y ya hablaré de alguno que os vais a llevar un susto (menos de André el Gigante, en paz descanse, por razones obvias), pero voy a empezar por él, oh sí, por el co-prota de la cinta, el mismísimo Westley, aka Pirata Roberts (Cary Elwes), con su bigotín de mosquetero, su pelazo rubio y sus pestañas rimmel free.
Pues he de deciros, queridos todos, que nuestro bien amado Pirata Roberts se automutiló cortándose su propio pie con una sierra. A ver, en la ficción, claro. ¿No? Venga, va, rebobinamos un poquito:
Saw. A secas, ninguna secuela, la primera peli de la saga terribilis de Saw: te vas al vestuario ese de tíos que parece que lleva sin limpiarse… Dos días… Y hay un tipo muerto comiendo suelo y otros dos encadenados. Uno de ellos se corta la pierna para liberarse y huir. ESTE:
¿Ahora sí? ¡NO PUEDE SER! ¿Cómo es que lo dejas siendo un adonis de los siete mares y te lo encuentras de esta guisa? Cary, cari, cariñín, Cary… Quitarse el bigotín guay, porque ya no se llevan los bigotes, ahora somos más de barba escocesa, pero esto es un dejarse horrible. El pañuelo en la cabeza y el uniforme de satén negro te iban más que los chorretones y la tubería.
Ahora en serio, ¿qué ha hecho este chico con su vida?
La Princesa Prometida se estrenó en España en 1987, y Saw en 2004, aunque también participó en la séptima entrega (la última de la saga, en 2010). Entre medias transcurren la friolera de 30 años (como para reconocer al chaval de la sierra) y en este tiempo Cary Elwes, os lo creáis o no, no ha parado. Un vistazo rápido a su filmografía en IMdB basta para ver que cada año ha tenido, al menos, un proyecto. ¿Y por qué no se le ha visto, entonces? Porque en pocos de esos proyectos ha sido protagonista (como en Robin Hood, en el 93), y pocos han tenido un éxito notorio en nuestro país (como Hot Shots!, de Charlie Sheen, en el 91). También ha participado en varias series de televisión, algunas vistas aquí, como Expediente X, pero sin más trascendencia. Cortos, videojuegos y papeles de doblaje completan los quehaceres de este hombre durante estos 30 años.
¿Y su último trabajo? Pues aquí sí os podéis agarrar los machos, porque nuestro Pirata Roberts se vino a hacer puerto a España, en la polémica peli de Fernando Trueba estrenada el pasado noviembre, La Reina de España, donde da vida a Gary Jones.
Con ese currículum de currante discreto en la mochila, es normal que el día que descubres que el tarado valiente que se amputa el pie para escapar del vestuario de la muerte te quedes más p’allá que p’acá. Porque… ¿Por qué, oh, Westley? ¿Por qué has tenido que hacerte mayor de repente? Ahora no habrá Navidad con Princesa Prometida en la sobremesa que no me de un ataque de angustia…
Cabe mencionar que tiene películas pendientes de devolver a un videoclub de Malasaña: https://twitter.com/VidaModernaOML/status/869176528935899136
02 junio 2017 | 9:14 am
Se ha hecho mayor porque todos envejecemos, usted que escribe el artículo también. A lo mejor cuando pase el tiempo usted le dará un ataque de angustia en navidad a alguien con sus arrugas. Lo mismo no le gusta. Las estupideces que hay que leer.
02 junio 2017 | 9:28 am
Para 2) Marta
Venía a decir lo mismo…
Me ha impactado esta gran frase «¿Por qué, oh, Westley? ¿Por qué has tenido que hacerte mayor de repente?»
¡Lo que hay que leer!
Algunas personas no llegarán a viejos, porque se harán el harakiri al ver la primera cana… Qué triste gente y que triste manera de pensar, en la que sólo vale lo que huele a nuevo.
02 junio 2017 | 10:39 am
Entiendo que quien escribe este artículo se cree que es inmortal y no envejecerá nunca (además de tenerse por inteligente, cosa harto discutible).
02 junio 2017 | 10:44 am
Mas vale que hubieras puesto un «ALERTA-SPOILER» anda retra
02 junio 2017 | 11:32 am
Genial el artículo, me encanta La princesa prometida, qué tiempos aquellos! Es evidente que todos envejecemos, pero la autora no lo ha dicho con sorna… como os lo tomáis algunos… una barrita de allbran? un polvo? XD
02 junio 2017 | 5:29 pm
También era el malo malísimo de El coleccionista de amantes, interesante thriller con Morgan Freeman.
02 junio 2017 | 7:14 pm