Hace pocos días se anunció que preparan una película sobre la peculiar vida de Andrea Bocelli, y además contará con un casting muy español: Antonio Banderas interpretará al profesor de Bocelli y Jordi Mollà a su padre. También se ha sabido que el propio tenor hará un cameo en su propio biopic.
¿Y quien encarnará a Bocelli en este biopic en ciernes? Pues para un casting de tanto prestigio han fichado a una de las estrellas juveniles de Juego de tronos: Toby Sebastian, más conocido como el príncipe Trystane Martell de Dorne. No está mal la elección ¿no?
El actor británico Toby Sebastian y Andrea Bocelli.
Cuando hacen un biopic de alguien que aún vive, es que sin duda es un fenómeno. Este es el caso de Andrea Bocelli, un auténtico luchador. Fue un niño de origen humilde (sus padres eran agricultores) que creció en la Toscana y que a los 12 años perdió la visión y superó dificultades inimaginables para aprender música en braille.
Todo por llevar a cabo su sueño: ser cantante. Primero se graduó en Derecho en la universidad de Pisa, luego se inició como cantante pop en la discográfica de Zucchero. Sus complicados inicios, su participación en concursos de talento y finalmente su gran oportunidad, cuando Luciano Pavarotti le oyó cantar, se detallarán también en este nuevo filme que lleva por título La música del silencio.
Me picó la curiosidad, quería saber algo más de su vida. Así que indagando de pronto me encontré con esto: ¡su foto con Donald Trump!
El tenor Andrea Bocelli y Donald Trump en Florida (EE UU) en febrero de 2010. (GTRES)
Por extraño que parezca, el tenor y el multimillonario y ahora presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cruzaron sus vidas en 2010, cuando Trump promocionó An Evening with Maestro Andrea Bocelli, un evento especial que tuvo lugar en Florida.
From Donald Trump: Andrea Bocelli @ Mar-a-Lago – Many say best night of entertainment in long history of Palm Beach http://bit.ly/2fNgOz
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 5 de marzo de 2010
Si aún sigue habiendo simpatía entre Trump y Bocelli es difícil de decir, al menos el tenor no se ha pronunciado respecto a la victoria de Trump.
Pero lo cierto es que, con 80 millones de álbumes vendidos en todo el mundo, 12 millones de singles conseguidos solo con la canción Time to Say Goodbye junto a Sarah Brightman (es uno de los singles más vendidos de todos los tiempos) e incluso una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, Bocelli no solo se ha codeado con Trump, sino que tiene muchas y variadas amistades célebres a lo largo y ancho del planeta:
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- El tenor Andrea Bocelli con los cantantes Laura Paussini y Eros Ramazzoti.
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- Con la canadiense Celine Dion. (GTRES)
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- Con el Príncipe Alberto de Mónaco y la princesa Charlene en julio de 2016. (GTRES)
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- Con Sting y Zucchero. (GTRES)
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- Tocando su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, el 2 de marzo de 2010. (GTRES)
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- Con el actor Richard Gere. (GTRES)
Además ha hecho duetos con toda clase de artistas imaginables, desde la mencionada Sarah Brightman pasando por Cristina Aguilera, Celine Dion y Laura Pausini. Memorable el Vivo por ella con Marta Sánchez (¡imposible no acordarse de poyeya!) y otro de los más recientes, con Ariana Grande.
Para llegar tan alto, Bocelli tuvo que pasar dificultades extremas, todo ello lo plasmó en su biografía publicada en 2002 y reeditada con actualizaciones en 2010, en la que se basa la película del mismo nombre.
Imagino que también tocarán su parte sentimental.
Bocelli se ha casado dos veces. La primera, cuando tenía 31 años: fue en 1989 y pasó por el altar con Enrica Cenzatti, a la que conoció cuando cantaba en un piano bar. Tuvieron dos hijos: Amos y Matteo.
Se divorciaron en 2002. y también obtuvieron la nulidad eclesiástica, cosa que nunca deja de sorprenderme habiendo hijos de por medio.
En 2012 se convirtió en padre por tercera vez: nació su hija Virginia. La madre era su nueva pareja, Veronica Berti, con quien contrajo matrimonio dos años después, el 21 de marzo de 2014, día en el que su hija cumplía dos años.
El tenor Andrea Bocelli con su mujer, Veronica Berti, su hija en común, Virgina, y Matteo Bocelli, fruto del primer matrimonio de Andrea, en septiembre de 2016. (GTRES)
Pero no todo ha sido felicidad en la vida del tenor. En 2000 fue investigado por evasión de impuestos, un momento peliagudo que finalmente resolvió en 2003 acogiéndose a una amnistía fiscal.
Ese año 2000 fue particularmente fatídico para Andrea. Su padre, Sandro Bocelli, murió justo cuando él iba a cantar para el papa. El tenor pensó renunciar a la cita pero su madre le convenció para que no lo hiciera, así que cumplió con ese sueño y regresó inmediatamente para enterrar a su padre.
Andrea se define como un ferviente católico, y ha defendido con ahínco la vida de los no-natos, aunque asegura que no está en contra del aborto.
Sus razones son muy personales: podría haber no nacido por consejo médico. Cuando su madre estaba embarazada de él padeció apendicitis. Los médicos advirtieron a la mujer que su hijo podría sufrir graves malformaciones y le sugirieron que le aconsejaron que abortaran. Su madre desoyó esos consejos y tuvo a su hijo.
Tan solo nació con un problema: un glaucoma congénito que le afectó la vista, hasta que la perdió totalmente tras una subida de tensión en un partido de fútbol, cuando era niño.
Andrea siempre se ha sentido conmovido por esa historia y la valiente decisión de su madre, así lo contó con sus propias palabras:
Es todo un ejemplo de superación pero no le gusta hablar de su ceguera en las entrevistas, es algo que le incomoda. «He visto cien veces que más que quien siempre hablan de mi incapacidad«, aseguró en una ocasión.
Nunca deja de luchar y ayudar a los menos favorecidos, porque Andrea Bocelli, elegido en 1998 como una de las 50 personas más bellas de la revista People, es también bello por dentro.
Desde los años 90 ha participado en innumerables iniciativas y eventos filantrópicos. Es presidente honorario de la Fundación Arpa, que promueve la investigación y la formación en el campo de la salud médica, y en 2011 creó su propia ONG: la Fundación Andrea Bocelli, cuyas acciones solidarias dirigidas a superar las barreras creadas por la pobreza, la discapacidad, la exclusión social han sido premiadas muchas veces.
Una de sus iniciativas solidarias más curiosas fue cantar como un indigente en las calles de Nueva York para recaudar dinero a los más pobres. Esto fue en 2015.
De esta guisa, a golpe de guitarra con éxitos como Mamma son tanto felice y Che sará, consiguió recaudar 500 dólares en solo unos minutos. Impresionante.
«Si aún sigue habiendo simpatía entre Trump y Bocelli es difícil de decir, al menos el tenor no se ha pronunciado respecto a la victoria de Trump»….
¿Cómo?
¿Cómo?
¿Cómo?
¿Cómo?
¿Cómo?
¿Cómo?
Disculpa la intromisión, ¿pero que clase de periodista eres?
¿Qué se supone que debe pronunciarse Bocelli sobre la política de los Estados Unidos? ¿en su casa no tienen problemas más gordos que Trump? ¿o debería Trump pronunciarse sobre la opera italiana, esa que no tiene un final feliz ni pacífico?
¿Qué Trump le debe algo a Bocelli o Bocelli le debe algo a Trump como para que se establezca entre ellos un vínculo evidente que nadie conoce con exactitud?
¿Ya lo estamos sepultando a Trump bajo un tumulto de rocas pesadas antes de que haya tomado posesión de su cargo como presidente de su nación y sin que ello derive hasta el momento en ninguna consecuencia?
Cuando Bocelli vino al mundo allá en la década de los 60, su país, Italia, era un desorden político con grandes desigualdades sociales, había desnutrición infantil, mucha pobreza y miseria congénitas, una enfermedad insignificante podía llevarte a la tumba porque las condiciones de vida de las personas pobres eran pésimas, muchos de los progresos que han alcanzado los italianos y de los que disfrutan a día de hoy se los deben en gran parte a la aportación americana. Gratitud y no desconfianza debería expresar Bocelli y el pueblo italiano hacia los americanos. Qué sería hoy de Italia si no fuera por el pueblo americano, vender pescado a los turistas sería su única ocupación.
Trump adolecerá de ser más pasional que cerebral y eso en un dirigente político resulta un grave defecto, etnocéntrico en su visión del mundo, y cree que su verdad es la única que existe, otro defecto muy negativo, y excluyente en sus concepciónes politicas, egocéntrico en su personalidad y un poco fanfarrón pero estoy convencido de que todo eso no es premeditado porque dice lo que piensa y no miente descaradamente como acostumbran a hacer todos los políticos, aunque luego retroceda y no cumpla con su palabra, en ese caso se traiciona a sí mismo primero antes que a nadie, porque no engaña, los que le votaron tampoco son idiotas, los votantes saben perfectamente quien es Trump y ya nadie pone sus esperanzas en ningún político por muy Trump que sea este. a la hora de cumplir sus promesas porque es honesto con su forma de pensar que puede ser la correcta o no serlo pero que posee un poso indiscutible de sinceridad. Y sinceramente creo que tiene bastante razón en muchos de los puntos de su agenda politica aunque no creo que pueda hacer muchas de las cosas que ha prometido, es un empresario que ha creado él solo aunque sin la presión del fracaso y la ruina y con muchísima suerte un gran imperio económico que ha logrado basicamente jugando el juego del monopoli, porque jugar es lo que realmente ha hecho toda su vida pero con sus negocios de la vida real y eso no es muy complicado, no acepta perder al juego que más le gusta jugar porque estará acostumbrado a ganar siempre y eso le hace sentirse competente que es la base de una fe en sí mismo invulnerable, ya veremos si realmente es tan bueno como dice o si su testarudez y fuertes convicciones no resulte un antídoto fatal para los ciudadanos y familias americanas. Quiere volver a formas politicas mas propias del pasado que del futuro, con una mentalidad puramente empresarial y con muy poco de diplomacia politica, puede suponer un reves en el modelo presente de relaciones entre Estados a nivel global con consecuencias imprevisibles.
28 noviembre 2016 | 12:31 pm