como el sentimiento es lo primero
quien presta atención
a la sintaxis de las cosas
nunca te besará completamente;
ser un completo estúpido
mientras la Primavera está en el mundo
mi sangre consciente,
y los besos son un destino mejor
que la sabiduría
señora lo juro por todas las flores. No llores
-el mejor gesto de mi cerebro es menos que
el aleteo de tus párpados que dice
que estamos hechos el uno para el otro: así pues
ríe, recostándote en mis brazos
porque la vida no es un párrafo
Y creo que la muerte no es un paréntesis
A mí su poesía me parece más lírica que insolente, más seria que imaginativa, más clásica que vanguardista. Es verdad que E. E. Cummings fue insolente, imaginativo y vanguardista, pero también que han pasado las décadas y que lo que entonces parecía una osadía hoy es compañía habitual y hasta repetitiva (misterios del presentismo).
La poesía de Cummings abarca desde sonetos impecables (o más o menos impecables) a estrofas verticales llenas de paréntesis y comas imposibles. Un abanico formal muy amplio -mejor dicho, incatalogable- que tiene la naturaleza, la guerra y el amor como preocupaciones de cabecera.
Cuatro es un poema de amor no demasiado exuberante (para lo que es él) y una atinada clave para comprender su poética: la subordinación de la sintaxis, otros dirían su desprecio, a la emoción y el desconcierto. El otro poema, el publicado a continuación, es un ejemplo extremo de su experimentación y búsqueda del sentido a través de lo mínimo.
s (una
ho
ja
ca
e)
ole
d
dad
NOTA: Traducido del inglés por José Casas
Seleccionados y comentados por Nacho Segurado