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‘No es que la etapa fuera estéril’, de Saint-John Perse (1887 – 1975)

No es que la etapa fuera estéril: durante la marcha de los animales sin acoplamiento (nuestros caballos puros, ante los ojos de los mayores), muchas cosas fueron realizadas en las tinieblas del espíritu –muchas cosas agradables en las fronteras del espíritu- grandes historias seléucidas en el silbido de las hondas, y la tierra entregada a la lucha…

Algo más: esas sombras –prevaricación del cielo en detrimento de la tierra…

¿Jinetes entre tales familias de hombres, donde el odio cantaba a veces como un abejaruco, levantaremos el látigo sobre las castradas palabras de la dicha? Hombre, calcula tu peso en trigo. Un país como éste, no es el mío. El mundo, además de este ondular de hierbas, ¿qué me ha dado?…

ORIGINAL FRANCÉS

Non que l’étape fut sterile: au pas de betes sans

alliances (nos chevaux purs aux yeux d’anés),

beaucoup de choses entreprises sur les ténèbres

de l’esprit- grandes histoires séleucides au

sifflement des frondes et la terre livrée aux

explications…

Autre chose : ces ombres -les prévarications du ciel

contre la terre…

Cavaliers au travers de telles familles humaines, où

les haines parfois chantaient comme des

mésanges, lèverons-nous le fouet sur les mots

hongres du bonheur? Homme, pèse ton poids

calculé en froment. Un pays-ci n’est point le

mien. Que m’a donné le monde que ce

mouvement d’herbes?…

El otro día, mientras trabajaba, escuché -en el microespacio Archivo Sonoro de Radio 5- la primera declaración pública del historiador y político Claudio Sánchez Albornoz el día de su regreso a España, 23 de abril de 1976, tras un exilio de casi medio siglo.

Con una preciosa dicción de antiguo parlamentario inexperto frente los focos y los micrófonos, Sánchez Albornoz (Sánchez Toalla, como le llamaba cariñosamente Vázquez Montalbán) hablaba de sí mismo, el tiempo y su país: «España ha sido para mí todo en la vida. No he salido de España porque he estado toda la vida trabajando en su historia; mi negocio era España, a eso he estado dedicado los 40 años que he estado en el exilio».

El exilio de un historiador cuyo tema obsesivo de estudio es precisamente aquel del que se ha visto obligado a huir. El exilio como tema. Hay tantos ejemplos en el siglo pasado, que no me ha costado decidirme poéticamente por uno.

He elegido Saint-John Perse, forzado a abandonar la Francia ocupada por los nazis. En 1944 le dedicó al exilio un libro entero. Un exilio donde lo individual, su propia biografía, está ausente. El poeta encara su destierro recurriendo a la epopeya universal, implorando al destino humano.

Perse y Albornoz, dos modos diferentes de enfrentarse al mismo drama.

NOTA: Traducido del francés por Agustín Larrauri.

NOTA 2: Podéis escuchar a Sánchez Albornoz aquí.

Seleccionado y comentado por Nacho Segurado (en Twitter: http://twitter.com/nemosegu.)