Gloria Fuertes (Madrid, 28 de julio de 1917-27 de noviembre de 1998) fue la poetisa de los niños, pero también una excepcional mujer, que dejó una extensísima obra también para adultos.
Nació en una familia humilde, pero su incuestionable curiosidad y su fuerza de voluntad la llevaron lejos. Comenzó sus estudios oficiales con diplomas de Taquigrafía y Mecanografía, Gramática y Literatura así como en Higiene y Puericultura en Instituto de Educación Profesional de la Mujer, y más tarde cursó estudios de biblioteconomía e Inglés en el International Institute.
Trabajó como contable y bibliotecaria y organizó la primera biblioteca ambulante infantil, que recorría pequeños pueblos.
Entre 1961 y 1963 vivió en los Estados Unidos gracias a una beca Fullbright, que le permitió dar clases en varias universidades estadounidenses. «La primera vez que entré en una universidad fue para dar clases en ella» dijo la propia Gloria Fuertes.
Saltó a la popularidad (aunque era extensamente conocida y había sido premiada en numerosas ocasiones) gracias a su participación en los programas de TVE Un globo, dos globos, tres globos y La cometa blanca, en la década de los 70.
Les dejo un precioso e intimista poema en el que la poetisa se define a sí misma.
Isla Ignorada
Soy como esa isla que ignorada
Late acunada por árboles jugosos
-en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de NADA,
sola solo-.
Hay aves en mi isla relucientes
Y pintadas por ángeles pintores,
Hay fieras que me miran dulcemente,
Y venenosas flores.
Hay arroyos poetas
Y voces interiores
De volcanes dormidos.
Quizá haya algún tesoro
Muy dentro de mi entraña.
¡Quién sabe si yo tengo
diamante en mi montaña,
o tan sólo un pequeño pedazo de carbón!
Los árboles del bosque de mi isla
Sois vosotros, mis versos.
¡Qué bien sonáis a veces
si el gran músico viento
os toca cuando viene del mar que me rodea
A esta isla que soy, si alguien llega,
Que se encuentre con algo es mi deseo
-manantiales de versos encendidos
y cascadas de paz es lo que tengo-.
Un nombre que me sube por el alma
Y no quiere que llore mis secretos;
Y soy tierra feliz -que tengo el arte
De ser dichosa y pobre al mismo tiempo-.
Para mí es un placer ser ignorada,
Isla ignorada del océano eterno.
En el centro del mundo sin un libro,
SÉ TODO, porque vino un misionero
Y me dejó una Cruz para la vida
-para la muerte me dejó un misterio-.
Seleccionado y comentado por Israel Álvarez
Fuente: Fundación Gloria Fuertes