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«General, tu tanque es más fuerte que un coche», de Bertolt Brecht


General, tu tanque es más fuerte que un coche.

Arrasa un bosque y aplasta a cien hombres.

Pero tiene un defecto:

necesita un conductor.

General, tu bombardero es poderoso.

Vuela más rápido que la tormenta y carga más que un elefante.

Pero tiene un defecto:

necesita un piloto.

General, el hombre es muy útil.

Puede volar y puede matar.

Pero tiene un defecto:

puede pensar.

Hace unos días me encontré, por casualidad, con el poema «Hay muchas maneras de matar», de Bertold Brecht. Ya puesto a recordar poemas de uno de mis ídolos de juventud, he revisado hoy viejos libros suyos y he recuperado este poemita que me impresionó sobretodo mientras hacía la mili en tiempos de la ominosa dictadura del general Franco.

Me gustaría compartirlo con todos aquellos que, alguna vez, han tenido un fusil o una ametralladora en sus manos.

Seleccionado y comentado por José A. Martínez Soler

´Muchas maneras de matar´, de Bertolt Brecht

Hay muchas maneras de matar.

Pueden meterte un cuchillo en el vientre.

Quitarte el pan.

No curarte de una enfermedad.

Meterte en una mala vivienda.

Empujarte hasta el suicidio.

Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo.

Llevarte a la guerra, etc…

Sólo pocas de estas cosas están prohibidas en nuestro Estado.

Me he topado, por casualidad, con este poema breve y lapidario de Bertolt Brecht.

Ironías de la vida: el poeta no incluyó la manera en que él mismo pudo haber sido muerto (o asesinado) por la policía política de la Alemania del Este. ¿Sabremos algún día quien le mató?

Un alto dirigente de la Stasi recordó más tarde que, desde el hospital, el poeta había amenazado con denunciar ciertos abusos del régimen comunista y al día siguiente murió de un ataque al corazón.

Le faltó poner:

…pueden meterte una sobredosis de tu medicación para provocarte un ataque al corazón.

A Brecht (a quien leíamos a escondidas durante la dictadura franquista) le debo muchas emociones juveniles. Nunca olvidaré el efecto desestabilizador, y luego clarificador, que me produjo la lectura de la «La vida de Galileo» o los latigazos emocionales que nos proporcionaba «Madre coraje«.

Aprendí mucho de él, sobreto todo acerca de las virtudes del disimulo para sobrevivir en tiempos de turbación tal como hizo, con éxito, el sabio Galileo frente al tribunal del Santo Oficio de la Inquisicón. El propio Bertolt Brecht quiso imitar a Galileo Galilei (así se salvó del tribunal del inquisidor Joseph McCarthy en EE.UU.) pero al final lo hizo, como se ve, sin éxito. Fue un gran dramaturgo, pero para mi fue un gran orientador y un excelente poeta.

Seleccionado y comentado por José A. Martínez Soler