Una mañana de diciembre de este año, María Martín salió a quitar la nieve de la puerta de su casa. Con 93 años y viviendo sola en un pueblecito de la sierra no era la primera vez. Aquel día hacía la ronda por el valle del Lozoya un equipo de Telemadrid en plena alucinación meteorológica. A falta de isobara a la que entrevistar, los periodistas se pusieron a grabar cómo limpiaba María y a preguntarle las obviedades convenidas. Fue la primera alteración del invierno; la segunda, días después, fue un amago de infarto. Hoy, desde que salió del hospital con vagas promesas sanitarias, la mujer vive con su hija y sus nietos en el pueblo vecino al suyo, que es también el de mi familia.
María ha cumplido 94 años este septiembre. Yo la conocí en agosto. Durante unos días vi cómo caminaba con su bastón, a pasos cortos y rápidos, y cómo subiendo la cuesta se protegía del calor con un pañuelo azul y un sombrero de paja. El primer día que hablé con ella me maravilló su voz y su manera precisa y sencilla de expresarse. Su salud -dictadura moderna que no afecta a su biografía- es exhuberante; y su apetito y su memoria, “sin igual en el pueblo”. Como es natural, los nonagenarios no tienen abuela.
“Te acordarás de mí mientras vivas”, me dijo. Acababa de grabar en mi teléfono cómo recitaba, con verbo relampagueante, el Romance del conde Olinos. Seguí grabando. Tres romances más. María me decía “empiezo, empiezo” y yo “espera, espera, cuando le diga”. Miraba con sus ojos azules fijos a la pantalla y empezaba, claro, cuando le daba la gana. “Eso es todo lo que sé”, se disculpó tras regurjitar el último verso de La loba parda. Ese modesto todoloquesé lo había aprendido con 16 años. Cuatro años antes, me informó, de que los mozos de su pueblo despeñaran las campanas de la iglesia y cuatro después, hubiera sido una pedantería informarle yo, de que Menéndez Pidal publicara Flor nueva de romances viejos.
NOTA: Vídeo grabado en Canencia de la Sierra (27-8-2010)
Nacho S. (Twitter: @nemosegu)
QUE HISTORIA MAS ENTRAÑABLE,SEGURO QUE LE DIO VIDILLA HA ESTA VENERABLE ANCIANA,POR LO MENOS UN DÍA
20 septiembre 2010 | 18:44
Que adivinanza mas larga, ¿Que puede ser? a ver, … digamos,… ¿la galiina?
20 septiembre 2010 | 18:52
Me ha emocionado, cuando era pequeño lo cantó una compañera del cole, mientras yo tocaba la flauta. tengo una tia que es poeta, y por desgracia se le ha ido la cabeza por su edad, pero canta y recita canciones y poemas de su niñez a la perfección en sus ratos de lucidez.
me ha conmovido de verdad, gracias.
20 septiembre 2010 | 18:52
Se me olvidó, es poeta y escritora, con mas de catroce libros publicados, maestra jubilada, Maria Petra Baviano, en un pueblo de badajoz, Navalvillar de pela.
Buen dia a todos.
20 septiembre 2010 | 18:55
Preciosa labor de recuperación de la literatura oral, felicidades. La pena son las muchas bibliotecas orales como ésta de María que desaparecen sin que nadie haya recogido el relevo de la transmisión. Su muerte son como incendios de miles de libros únicos.
20 septiembre 2010 | 19:02
Admirable labor la de la recuperación de nuestro folklore. Seguid así.
http://www.irmedeviaje.com
20 septiembre 2010 | 19:26
Esta señora es un portento espero que viva muchos años, y yo que la vea recitando versos tan bonitos como este de hoy-
Clica sobre mi nombre
20 septiembre 2010 | 19:31
Gracias, César. Tienes razón. Me recordaba, salvando las distancias, a aquellos hombres-libro de la novela de Bradbury. Es increíble el cambio mental. Nosotros ya vivimos sin la incertidumbre que supone olvidar definitivamente porque todo alrededor recuerda por nosotros. En cambio, para personas como María tener buena memoria era media vida.
20 septiembre 2010 | 19:31
Lo recita como una oracion es tierno
20 septiembre 2010 | 20:07
Romance:
Caminaba el conde Olinos por un camino de pinos
cuando encontró a cien doncellas putas putas todas ellas,
se folló a las 99 y la ultima dijo conde Olino, conde Olino, la puntita nada más, de eso nada, la meteré toda ella y los cojones detrás….
Estaba la princesa con las tetas en la mesa rascandose el chumino con un tenedor fino …….
20 septiembre 2010 | 20:46
Estas coplillas las cantaban nuestras niñas al jugar a la comba… un juego al que ya no se juega, pero en fin, eran bonitos los romances que se sabían de memoria y que se pasaban de boca en boca, de madres a hijas…
20 septiembre 2010 | 23:15
Qué entrañable, la verdad es que ha sido un post muy emotivo.
21 septiembre 2010 | 12:07