‘Luz de invierno en el Gianicolo’, de Martín Lopez-Vega (1975)

Estropeó todas las fotografías, aquella luz de invierno

sobre los árboles del Gianicolo: demasiado intensa

como para quedar bien fijada.

Lo mismo ocurre con los momentos

en exceso felices: la memoria no consigue después

interpretarlos adecuadamente,

otorgarles la luminosidad precisa.

Quedan en la fotografía cosas que no están en ella:

los racimos de muchachas americanas

camino del bar Gianicolo,

el cañonazo de las doce en homenaje a Garibaldi,

mis manos, dos partes de mi cuerpo que no me agradan

-sus dedos como ramas de un árbol demasiado cansado

de buscar en vano la ternura.

Queda esa luz que acaricia el lomo de los días

y que niega al recuerdo de aquella colina

esa intuición misteriosa:

allí es imposible

prever el olor que rodeará nuestras sepulturas.

Lo escribe en su combativa poética: «La literatura no es más que un intento de reconstruir el libro de instrucciones que nadie nos da cuando nacemos». Y confiesa: «Me gustan los poemas que son radiografías». Y exige: «Poesía útil que ayude a vivir». Martín Lopez-Vega es un poeta de los que a mí personalmente nunca me defraudan, porque combinan la nostalgia del buscador de pérdidas, la lengua recta y clara (que como él mismo apunta, es también una invención, como la barroca) del comprometido con la realidad y el punto de hiel de quien espera y espera siendo lúcido.

A veces, uno piensa

que busca una respuesta y lo cierto

es que aún no ha encontrado siquiera la pregunta.

Una pregunta que hoy podría ser tal vez

cuál es mi sitio, y el tuyo,

esta mañana de fines de septiembre,

y de qué somos bandera.

NOTA: Extraído del volumen Última poesía española (ed. Marenostrum)

Seleccionado y comentado por Nacho Segurado





10 comentarios

  1. Dice ser porlajeta güeb

    muy belloGracias por el aporteLa mejor güeb de internete

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser peckinpah

    «… el libro de instrucciones que nadie nos da cuando nacemos…»¡muy bueno!

    07 diciembre 2009 | 13:26

  3. Desde luego muy, muy buenohttp://www.xpertnet.es

    07 diciembre 2009 | 15:11

  4. Dice ser Antonio larrosa

    No he comprendido casi nada , asi que voy a enfrascarme un poco más en la lectura de estos poemas.Clica sobre mi nombre

    07 diciembre 2009 | 15:12

  5. Dice ser antonio larrosa

    Eso de prever el olor que rodea nuestra sepultura es muy triste ¿No?Lo demás sigo sin entendrelo aún . voy a echarle otra lectura.Clica sobre mi nombre

    07 diciembre 2009 | 15:15

  6. que bueno, de veras que me gustóLos viajes baratos a Santo Domingo

    07 diciembre 2009 | 15:19

  7. Dice ser antonio larrosa

    Me rindo , es superior a mi escaso entendimiento sobre fotografia, Garibaldi y las chicas del bar ese.Clica sobre mi nombre si no lo has hecho anteriormente , y no digas a nadie lo malo que soy escribiendo , por favor.

    07 diciembre 2009 | 15:19

  8. Qué bonito y qué será del futuro en la tierrahttp://el-futuro-de-la-tierra.blogspot.com/

    07 diciembre 2009 | 16:05

  9. Dice ser libros

    En cada libro hay un poco de su autor y un poco del lector, que llega a través de la interpretación particular de cada uno.http://libros.tel

    07 diciembre 2009 | 17:31

  10. Dice ser antonio larrosa

    Por el bien de todos los animales racionales y los demás(Que muchas veces son mejores pongo lo siguiente a ver si se enteran los que se han de enterar.APRENDA A SOLUCIONAR LA CRISIS EN QUINCE DIASDurante un viaje del IMSERSO, logré reunir a cierto número de ancianos que fui conociendo y consideré muy importantes para sondearles en una conversación informal entre amigos a fin de conocer sus opiniones sobre la preocupante crisis que nos afectaba.Con el encarecimiento de los combustibles fósiles, en todo el planeta saltaron las alarmas comerciales e industriales originándose una crisis de diversa consideración, siendo más notable en los países prósperos, precisamente los que más se apoyan en estos productos para desarrollar sus actividades industriales y mercantiles de todo tipo. Ante este grave dilema se pensó que si el precio de los hidrocarburos retornaba a los niveles anteriores el problema quedaría resuelto. Sin embargo pese a que tras diversas reuniones de los mandatarios más importantes del mundo con los responsables de los países productores de petróleo, y el precio fue rebajado, incluso hasta más que antes de la crisis, esta no solo no se detuvo si no que aún se incrementó alcanzando limites desconocidos en la historia, y que si bien en algunos países no eran gravísimos, en España resultaban intolerables.En el momento en que estoy escribiendo, el paro obrero ya rebasa los cuatro millones de desempleados.El crack en la construcción, principal motor de nuestra economía, ha propiciado el desplome de todos los varemos, y cada día quiebran o cierran empresas y toda clase de negocios, habiéndose creado una psicosis terrorífica de magnitud imprevisible.Ante tal cuestión el gobierno no parece encontrar solución a este desequilibrio y como hacen en otros países, considera que todo es la consecuencia de que los bancos han llegado a un limite de liquidez por haber concedido créditos a la construcción a la industria y a la compra de viviendas y otros bienes materiales, muchas veces sin estudiar las garantías de los recurrentes.Lo cierto es que el gobierno, como se ha hecho en otros países, a facilitado a los bancos ingentes cantidades de dinero, para que puedan dar créditos a los empresarios con dificultades financieras para proseguir con sus proyectos y abordar los nuevos. Pero los financieros no dejan circular el dinero alegremente y no prestan estos recursos si no ven que los empresarios reúnen los requisitos que garanticen su devolución.Llegados a este punto, muchos son los que dan su opinión del porque de tan lamentable panorama. En efecto, infinitas son las opiniones que se vierten por todos los cauces que hoy existen, desde el boca a oreja, a la televisión, pasando por los periódicos, radio e Internet. Como la crisis es mundial las opiniones son múltiples y las hay para todos los gustos, aunque la mayoría se inclinan por culpar al sistema financiero internacional y a los políticos, especialmente a los corruptos.Hasta aquí, sabemos que la crisis es mundial, pero como nosotros, por lo que debemos interesarnos es por nuestra situación, obviaremos el problema de los demás países y nos centremos en solucionar, o al menos controlar lo que pasa en nuestra casa y los vecinos que se preocupen de lo suyo. Si, ya sé que el asunto nos concierne a todos y todo eso, pero insisto que cada cual ha de luchar desde el lugar que le corresponda.Aquí voy a tratar de exponer la idea que tenemos las personas mayores que poseen más experiencia sobre este tema, y lo haré partiendo de algunas conversaciones mantenidas entre algunos de nosotros.No voy a nombrar a ninguno de los interlocutores, tan solo los mencionaré como amigos.Ante mi invitación para hablar, el primero en hacerlo es un espigado hombre, de tez morena marcada por los surcos que le han infringido ochenta años gozando del sol de Andalucía.–Yo creo que la crisis ha sido provocada por el egoísmo de los poderosos, los que tienen el mando y el dinero en sus manos los que han llenado el país de zánganos, de parásitos, pues antes había medio millón de funcionarios y ahora hay más de tres millones, con tantos ministerios y tantas autonomías, que se nutren de grandes sueldos y que después disfrutan de esplendidas pensiones vitalicias —Aseguró el jubilado andaluz.Pues yo opino que la culpa la tiene la juventud que no piensa en estudiar, ni trabajar, que solo quiere disfrutar de todo sin arrimar el hombro, que cree que no se debe comprometer con nada y que sus padres o el gobierno ha de cargar con todo. – Apuntó otro anciano vasco.Aquí es cuando entró el pastor uno de los más viejos, diciendo: Parecéis tontos, no exponéis nada que no esté dicho mil veces, yo tengo la completa seguridad de que toda esta situación la han ocasionado los inmigrantes falta de control de todos los gobiernos que se han sucedido desde que entramos en el mercado común y en la OTAN.Los reunidos somos cuatro y nos quedamos un poco asombrados de la manifestación del que llamamos “El pastor” porque entiende mucho de ganado, pero es medio analfabeto. — Le pregunto:¿En que te basas para decir eso?Parece mentira que tú seas el que me hagas esa pregunta, cuando en cierta forma tu narración fantástica “El sistema “, casi lo explica todo.–Pues no le veo el parecido—Le contesto.–Hombre, la cosa se parece, porque en tu relato los inmigrantes son los que hacen cambiar las costumbres y conducen al país a la ruina.¿Y? Le inquiero con ironía, añadiendo: eso es una hipótesis irreal, que en nada se parece a la situación que estamos padeciendo. Además, si mal no recuerdo en esa narración fantástica, son extraterrestres y no inmigrantes.–Pues desde mi punto de vista es muy parecida, pues estoy convencido de que desde que entramos en la Comunidad Económica Europea y se cambiaron las normas o leyes que protegían nuestros productos, poniendo barreras a la invasión de los fabricados en países extranjeros, desde que se terminó la protección a la mano, de obra autóctona y también se perdió el control de la salida de capitales, esto se ha hundido.–Verdaderamente no te comprendo, los inmigrantes nos han ayudado con su trabajo y nosotros hemos ganado gran prestigio al entrar en el Mercado Común, además, ten en cuenta de que como los españoles apenas tenemos hijos ,ellos serán los que nos paguen las pensiones en el futuro– Apuntó el andaluz.–Pues mira, yo no soy racista ni político ni nada, pero os explicaré mi idea de otra forma a ver si me entendéisTodos estamos expectantes a ver por donde nos sale el pastor al que consideramos un patán comparado con nosotros, un ingeniero retirado vasco, un ex alcalde andaluz y yo, un escritor, malo, malo. Y prosigue el pastor.–Antiguamente teníamos trabajo para siempre, para toda la vida, pero empezaron a venir inmigrantes porque con el dinero conseguido aquí en cinco años en sus países de origen se convertían en millonarios y podían adquirir bloques de viviendas y alquilarlas y vivir de rentas el resto de sus vidas, o bien hacer grandes negocios, pues el dinero europeo multiplica allí miles de veces su poder adquisitivo. Quiero decir que el trabajo que aquí teníamos por hacer en cien años ellos lo han liquidado en veinte, ahora, las costas, los valles y las montañas están llenas de hoteles, casas y edificios de apartamentos y ya no queda trabajo ni para nosotros, ni para ellos que aún siguen viniendo creyendo que esto es el paraíso.Apenas se da un respiro para continuar:–Y por si eso fuera poco el país se ha llenado de chinos que han copado miles de negocios, como, restaurantes tiendas de productos orientales, bares, etc. Y además, también los indios paquistaníes, marroquíes y etc., han montado sus negocios de forma parecida. Y sobre la fuga de divisas os contaré una experiencia personal de aquella época para que veáis la diferencia del control que antes había y el descontrol actual.En aquel tiempo, quise enviar tres mil pesetas a mi hermano a Suecia, pues en las vacaciones se descuidó y se quedó sin dinero para el regreso. Estaba apurado y me llamó por teléfono a cobro revertido, pues no tenia ni para una llamada telefónica ni para un bocadillo; fui rápidamente a correos a enviarle esa pequeña cantidad a una lista postal que me dijo y en correos me informaron que eso no se podía hacer, que eso era considerado como fuga de divisas y que tendría que llenar un formulario explicando el motivo de tal cuestión. Que este formulario iría a la policía, y que al menos tardarían tres días en concederme el permiso si no tenía antecedentes penales y lo consideraban razonable.Menos mal que mi hermano pudo aguantar comiendo manzanas de los árboles que habían plantados por las calles (Que allí era típico) y durmiendo en algún portal helándose de frío pues era invierno.Sin embargó ahora el dinero sale a punta de pala, las arcas no me extraña que estén vacías y las cuentas en números rojos.Viendo el cariz que está tomando la conversación, decido interrumpirles diciendo:–Bien, bien, Todo lo que decís está muy bien y eso no es nada que alguien ignore, se ha dicho una y mil veces y es de dominio público. Pero creo que seria más importante saber que opina cada uno para solucionar esta situación. Imaginemos que nosotros somos los que debemos aportar ideas para corregir el desequilibrio existente, en pocas palabras vencer la crisis, mejorar la situación social.En ese momento otro jubilado, un gigantón de dos metros, esgrimiendo unos grandes bigotes al estilo de los antiguos mosqueteros, con mirada de tigre y barriga prominente, que en una mesa contigua estaba leyendo un periódico, dijo: les estoy escuchando y si me dejan intervenir quisiera aportar mi granito de arena en este tema tan interesante.–Nos parece bien, mientras más seamos, más reiremos, como dice el refrán.Hable usted, diga lo que piensa, si tiene alguna idea para terminar o aliviar la crisis, pues ya hemos discutido su origen y como está actualmente.–Soy militar retirado, general de ingenieros, y sé que siempre, en toda la historia las crisis se han resuelto con guerras. Una crisis como la actual en la que sobran obreros y todo está hecho, siempre se ha solucionado con una buena guerra en la que desaparece media humanidad y se destruye todo lo que se pueda. Después, cuando los que la han provocado y controlado lo consideran suficiente, hacen la paz y entonces ya hay trabajo de sobras para los obreros sobrevivientes para reconstruir lo destruido y hasta pueden admitir trabajadores de otras tierras,( pero controlando los que hagan falta y no permitiendo que vengan todos los que quieran, incluidos maleantes. Por mis estudios y experiencias sé que no existe otra altenativa y estoy seguro que llevamos camino de entrar en una guerra mundial, pues mundial es la crisis,–Espero que no tengamos ninguna guerra, mi general, solucionar conflictos con sangre es mala solución, — le contesto al intruso, sonriendo, a lo que me contesta, también esgrimiendo una sonrisa de cine.– Ya veremos, ya veremos.– ¿Alguien tiene alguna otra opción menos bélica?—Les pregunto a los demás contertulios.El vasco me interpela con la siguiente pregunta: Y… ¿Usted que opina?–Hubiera querido dejar mi opinión para cerrar esta conversación, pero ya que me lo pregunta le diré que mi opinión es que debemos arrimar el hombro, trabajar todos con talante y como alguien dijo: dejar las crispaciones para otras cuestiones, hay que afrontar los malos tiempos con buena cara, con optimismo. Estoy seguro que tarde o temprano esta crisis será historia, pues no hay mal que dure cien años, el tiempo todo lo cura.–Pues mira que si tenemos que esperar cien años….Responde el vasco, y añade tras un lapsus…Pues yo creo tener una solución estupenda para terminar con esta crisis y que todos los españoles vivamos como reyes de bien. —Aseguró poniendo cierto énfasis en su afirmación,después de estudiar nuestros semblantes que más bien presentaban el gesto mal disimulado de los escépticos, empieza a hablar : Yo tengo un familiar que es funcionario y vive de puta madre; tiene un pisazo de doscientos metros cuadrados, varios coches lujosos, un mobiliario de escándalo y un chalet en la sierra y otro junto al mar también de película. Así que he pensado que el gobierno tiene mucha razón al poner tantos funcionarios, demostrando que así va mejorando el nivel social y la calidad de vida de muchísimos españoles Esta actuación tan encomiable ha sido muy criticada por los partidos de la oposición, pero, está claro que la intención del gobierno es que algún día todos los españoles seamos funcionarios y como usted señala en su relato “El sistema” , la crisis no nos afecte, y todos sin exclusión, ni de raza, creencias, o estatus seamos millonarios y felices con todos los derechos y ninguna obligación como se hace actualmente con mi pariente el funcionario.La carcajada es unánime y el vasco nos mira enojado, y exclama: Bueno, yo la verdad es que me he creído la historia que usted, Larrosa, cuenta en su web y había pensado que poniendo ciertos arreglos era una solución muy buena, pero en fin, ya me suponía que no me creerían. A ver que ideas tenéis vosotros, tíos listos.El militar con aplomo digno de un buen general alega:– Yo creo que con una buena guerra…..–No insista mi general, — le interrumpo tratando de no herirle en su espíritu guerrero:– Creo que su idea está anticuada y que hoy podemos buscar otras soluciones.–No es posible ser más ingenuos. ¡Adiós señores¡—Y con evidente desprecio, el militar coge su diario y se va ,desapareciendo por un, pasillo que conduce a otro salón , donde seguramente contará alguna batallita a sus veteranos compañeros.Desaparecido el general, el pastor de nuevo hace otra intervención.–Mientras hablaba el general, he estado pensando una nueva forma de combatir la crisis.¿ A ver que os parece?Todos lo miramos esperando algún nuevo desvarío.–He pensado que como los países que nos hacen la competencia invadiéndonos con sus obreros y con sus artículos a precios imposibles de superar, lo que se debería hacer es desvalorizar la moneda hasta ponernos a su nivel, o sea que nuestros sueldos y precios de las cosas fueran aproximadamente los del año1950.Naturalmente, para eso nos deberíamos desvincular de la Unión Europea y volver a nuestra moneda, la peseta, o que el euro bajase a esos niveles comparativos.Ahora no nos reímos, pero el ex alcalde andaluz le pregunta.– ¿Y como pagaríamos el petróleo, el gas y demás materias primas y manufacturas si nuestro dinero no valdría nada?–Eso es solo una idea de arranque que se debería estudiar, contesta el pastor algo molesto, añadiendo.–Piensen que bajando los precios el turismo y nuestros fabricados se pondrían otra vez en cabeza y además, seguramente se frenaría la invasión de inmigrantes, pues ya no les resultaría tan rentable venir a trabajar aquí.La tertulia, se prolonga durante un buen rato y ante las subidas de tono, especialmente del pastor manchego, muchas personas se han ido acercando para escuchar y aunque alguno intenta meter baza no se renueva ninguna opción de las ya estudiadas así que como moderador decido aplazar las conclusiones para el día siguiente a la misma hora.Esa noche no pude conciliar el sueño y para aliviar el insomnio me incorporé del lecho y me fui a escribir algunas ideas basándome en todo lo dicho por el consejo de ancianos. Durante más de una hora estuve escribiendo y escribiendo, y rompiendo papeles, hasta que el cansancio me venció y me quedé dormido.A la hora convenida del día siguiente me sorprendí al ver la gran cantidad de personas, espectadores que esperaban, rodeando la mesa donde ya me esperaban los otros tertulianos. No comprendí porque me recibían con una estruendosa ovación. Tomé asiento y pregunté al ex alcalde andaluz:– ¿Qué pasa aquí?—creo que alguien ha propagado que usted va a dar una conferencia sobre como hay que luchar contra la crisis.–¿Cómo? ¿Qué yo voy a dar una conferencia?—Exclame sorprendido. —Eso dicen, así que tendrá que ponerse las pilas si no quiere que lo arrastren hasta la piscina y lo bañen vestido y todo, pues eso es lo que ha dicho el general. Ahí lo tiene.Miré donde el pastor me señaló y en efecto el general allí estaba saludándome con una reverencia y una sonrisa irónica. En ese instante me hubiera gustado estar a cien quilómetros, pero pensé: este no se ríe de mí, ahora haré una breve exposición del tema y asunto concluido.Me puse en pie saludando a los presentes y dije: Buenas tardes: Me alegro mucho de que estén aquí para hablar de la crisis, pero lamento que ya esté todo discutido por nosotros, no obstante me he permitido hacer unas reflexiones sobre lo que ayer hablamos y les comunicaré a ustedes las conclusiones a las que he llegado que naturalmente solo son eso unas conclusiones personales. Después si alguien tiene alguna objeción o pregunta sobre el particular le estaré muy agradecido de que las formule. Para empezar les debo advertir de que lo que aquí se trata solo son conjeturas sin ánimo de criticar a nadie ni de poner por encima de nadie nuestras opiniones que al fin y al cabo tan solo son eso unas meras opiniones surgidas de una conversación entre amigos. Así que vamos a ello.Ayer se habló exclusivamente de la crisis que nos afecta solo a nosotros los españoles y no voy a mencionar ni señalar quien dijo una u otra cosa, solo me limitaré a exponer las conclusiones a que como moderador de esta mesa, he llegado, si son o no acertadas eso lo dejo a la consideración de ustedes.Alguien afirmó que para arreglar las crisis están las guerras. Yo creo que ya no se ha de tomar ese camino, que los ejércitos están muy bien para salvaguardar la paz de los pueblos y que para eso son las alianzas entre distintos países, las fuerzas armadas modernas están para garantizar el bienestar social.Otro aseguró que los culpables de esta situación eran los inmigrantes, que habían hecho el trabajo de cien años en diez. No faltó tampoco el que alegó que ningún gobierno de esta nueva época había puesto control en la inmigración, ni tampoco en la fuga de divisas tanto de inmigrantes como de españoles, especialmente corruptos con alto poder sobre la economía nacional.Las opiniones anteriores no son nada fuera de lo que la mayoría de las gentes conoce y opina por doquier, pero también he de mencionar otras hechas por una persona muy singular que nos alegró la tarde con sus sorprendentes intervenciones rebosantes de ingenio.Tal persona dijo que el que el creciente numero de funcionarios era una excelente estrategia hecha por los distintos gobiernos y autonomías para conseguir que al final todos los españoles seamos funcionarios y podamos vivir como marqueses sin dar golpe como hace un familiar suyo que es funcionario.Luego tan bien expuso la peregrina idea de devaluar nuestra moneda a los niveles de los años 1950.Quiero que sepan que si alguien quiere saber todo lo que ayer hablamos aquí, tendrá que visitar mi web http://www.antoniolarrosa.com Pues todo este asunto lo voy a publicar allí.Ahora y ya para terminar les voy a explicar a las conclusiones a que he llegado como ya dije anteriormente.En este país como en todas partes hay mil problemas y se necesitaría escribir un libro así de gordo solo para mencionarlas. Aquí solo hablamos de uno que se llama crisis y que no es poca cosa.Para enmendar la crisis hay que tomar unas medidas muy rígidas, severas y a rajatabla, aquí la situación es tan crítica que no vale emplear paños calientes.En primer lugar se tiene que poner coto a los problemas que la inmigración nos engendra. Deberán controlarse los contratos a inmigrantes como se hace en todo el mundo y cuando estos queden concluidos los inmigrantes deberán volver a su país. Se expulsaran a todos los delincuentes especialmente a los encarcelados pues no está el país para mantener a estos indefinidamente. Tampoco se permitirá que nadie envíe al extranjero más del 25% de su sueldo. Estas medidas no son en absoluto racistas, muy al contrario, pues al inmigrante trabajador y bueno una persona se le apoyará siempre como a cualquier ciudadano español, ni más ni menos, y me reafirmo en que ni menos ni más.Sobre la fuga de divisas, además de lo expuesto para los inmigrantes se controlará todo el dinero que ganen los personajes más importantes para que no lo ingresen en paraísos fiscales y esto debería hacerse sancionando de manera tan eficaz y disuasoria, de modo que a nadie le queden ganas de delinquir ni defraudar al erario públicoSobre la carestía de la vida que perjudica a la entrada de turistas, también se deberían establecer controles de precios máximos a fin de evitar los abusos que espantan al visitante.Y en este punto pienso que como es muy difícil devaluar la moneda al nivel de los años cincuenta, pues eso conllevaría separarnos del Mercado Común Europeo, expongo a continuación una solución intermedia.Cuestión importantísima es la de entrada de productos manufacturados especialmente de China, cuyos precios son tan bajos que los empresarios nacionales no pueden competir y han de cerrar sus empresas. Sugiero que esos productos deberían estar cargados con un impuesto de entrada de tal manera que el mismo valiese el doble o el triple y así la diferencia seria menor, y el gobierno ingresaría una importante suma de dinero que seria empleado entre otras cosas para dar créditos a las empresas más desfavorecidas y lo necesitasen.Eso es todo de momento, seguiré pensando en estas cosas, porque creo que es lo que debemos hacer, pensar en soluciones. Hablar de que sabemos que hay crisis es fácil, lo difícil es exponer remedios y si alguien se molesta que me perdone pues no es mi intención incordiar a nadie.Creo haber demostrado que se puede aprender en quince días a solventar una crisis de esta naturaleza, si se toman las medidas que expongo en este breve tratadoFin

    08 diciembre 2009 | 15:02

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