‘Escultura líquida’, de Luis Muñoz (1966)

Si todo terminara aquí, si todo se cerrara,

de golpe, como un cepo, no lo lamentaría.

Suena una hebilla en la otra hebilla

encima de la colcha.

Luego, los cuerpos de tormenta, el suyo

que es un ciclón de seda, el mío

que es un tronco volcado

y esa intersección de memoria y olvido,

de afirmación y nada, de posesión y fuga,

de planos sobre planos sobre planos.

Para Luis Muñoz (Granada, 1966) la poesía se reduce a dos palabras: indagación y conversación. Indagación sobre el mundo y su conciencia y conversación con el pasado (la tradición) y el mundo contemporáneo. Con estas premisas no es extraño que en sus libros el recurso a lo narrativo (Camisetas, Postales en un sobre), lo cotidiano (Ocho de la mañana) y lo cernudiano (Lisboa) sean constantes. Algo de todo eso hay en Escultura líquida, un poema de amor compuesto de materiales de desecho de la realidad, mezcla de ruidos característicos y geometría.

NOTA: Escultura líquida pertenece a Correspondencias, publicado en la editorial Visor en 2001.

La foto ha sido tomada de la dirección http://www.luismunoz.org

Seleccionado y comentado por Nacho Segurado.



2 comentarios

  1. Dice ser antonio larrosa

    No tengo nada que alegar : Lo declaro poeta de alto nivel.Clica sobre mi nombre

    23 septiembre 2009 | 11:46

  2. Dice ser Nacho Sánchez

    Imprescindible si queremos hablar de calidad en la poesía contemporanea.Estilo propio, rigor y la capacidad de conmover son algunas de sus características

    25 septiembre 2009 | 19:59

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