‘Espacio para un sueño’, de Diego Jesús Jiménez (1942 – 2009)

Escondido repite,

por cipreses y yedras, un pájaro su canto.

Celebra la mirada

una batalla con el tiempo esta tarde de otoño

incendiada de nieblas. Y pensando en la Historia

-una nube de polvo en el paisaje,

las piedras estañadas por los tonos azules

que ha dejado la lluvia en las almenas- ves derramarse el tiempo.

En la antigua arquería, los fragmentos

de una inscripción indescifrable, poco a poco, se han ido convirtiendo

en pequeños reptiles disecados: belleza aniquilada

que aún deslumbra a tus ojos. Es el tiempo

que, como los ríos, huye

-rehén de sus espejos-, al obsesivo espacio de cuanto no ha vivido.

Si debemos morir, ¿por qué la vida,

sobre cualquier lugar de la memoria, continúa esperándonos?

Aletargados por el sol, decoran el silencio

cuantos signos contemplas.

Tan sólo purifica

la calma vegetal que respiras, el canto del jilguero

que la enramada oculta. Así habitas su edad

llena de sufrimiento; la geometría invisible de su música eterna.

Los malvarreales, centinelas de acequias

y de ruinas, la claridad de humo

de esta tarde de octubre, edifican el reino que contemplas.

No sabes ya si vives,

o si sueñas o has muerto y no te has dado cuenta. En sus altares

lo irremediable de la Historia es venerado. Nace de las orillas de un infinito océano

la luz cansada de cuanto te deslumbra. No otra cosa difunde

su corazón ahora, que no sea la muerte

que continúa latiendo.

El domingo falleció Diego Jesús Jiménez, “premiadísimo poeta”, como destacan las necrológicas. No había leído nada de su obra, y estoy aprovechando la incómoda noticia de la muerte de alguien a quien no conocías (y quizá debieras haber conocido) para curiosear alguno de sus libros.

Hoy, los apresurados resúmenes sobre el poeta y su poesía, dan cuenta de “una voz propia y singular”, “un verso lleno de quiebros y brillos” y “un verdadero demócrata y un extraordinario escritor”.

El poema seleccionado pertenece a su libro Itinerario para náufragos, publicado en los noventa y por el que obtuvo varios de los galardones más importantes de poesía, entre ellos el Gil de Biedma, el Nacional de Poesía y el Nacional de Crítica. Yo, como soy de digestión lenta, aún no tengo una opinión -ni formada ni deformada- sobre el poema, aunque espero que a vosotros os guste.

NOTA: Quien quiera, en esta página de la Universidad de Chile podrá leer artículos académicos sobre él y también una selección de poemas de sus principales libros.

Seleccionado por Nacho Segurado, comentado por EFE.



4 comentarios

  1. Dice ser Manuel Machado (Silo)

    Duerme… duerme.Duerme en la orilla blanca,Mientras yo en la negra.Donde las neblinas se levantanY los lamentos se quiebran.Tú duermes en la orilla verde,Yo en la orilla pálida y seca.Donde están los recios cipresesQue altivos me retan.Duermes entre sabanas blancasEn una cama con sedasYo entre las ramas brancasQue cada noche me esperan.Mis ojos te vieron primeroEn los sueños navegantesNavegando en unos velerosY tu imagen de estandarteYo de soldado guerreroCon un machado cortante.Tu duerme sin preocuparteYo duermo y no entiendo.Donde duermo no hay fuegoMi cuerpo rila y tiembloVen a calentarme con tu cuerpo.No quiero ser inmortalQuiero ser el tiempoMejor deseo ser atemporalQue todo lo primero.Hoy como ayerEscribiendo poesíasTengo que creerEn lo que siempre creíaEscribo a diarioUn poema de amor¿Y sabes de donde lo saco?¡Del desamor!Me sacas del quicioY me vuelves locoTienes el vicioAl que yo no toco¡Del desamor!Frutos de mi vidaTres mujeresQue el alma te quitanY no te mueres.Soy constructor de hogarPero todos se me derriban¿Cuánto podría contar?¿Uno? ¡Más toda mi vida!Que mal me sienta la vidaQue bien las mujeresTodas me dejo una heridaPero ninguna me duelen.Yo pájaro carpinteroEn cada árbol un hogarNo soy el marineroQue en cada puerto…Pero un día me embriagoCon ceguera de locurasY voy, y me emborrachoPara quedar como una cuba.El amor empedernidoQue intoxican labios¿Cuántos amores he tenido?No sabría…¡No sabría contarlo!Pero nunca fue asíPorque fueron platónicosPero nunca desistirHasta que fueron oníricos.Al sentir el amor en sueño.Nunca deje de soñarQue amor más placenteroQue son más que de verdad.Manuel Machado Guerrero2009

    14 septiembre 2009 | 13:06

  2. Dice ser antonio larrosa

    Sin duda era un gran poeta , un desconocido en una época pocosensible al poema. Que Dios lo tenga en su gloria , ahora que se le acabó de derramar su tiempo.

    14 septiembre 2009 | 16:40

  3. Dice ser Celebes

    No lo conocía. Se ha ido joven. El poema que se lee en este post es una maravilla.Descanse en paz.

    14 septiembre 2009 | 17:03

  4. Dice ser anónimo

    Era un gran poeta y mejor persona, comprometido siempre con los más desfavorecidos. Descanse en paz.

    16 septiembre 2009 | 10:31

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