Ya hemos hablado de José Agustín Goytisolo como abanderado de toda una generación poética (José Ángel Valente, Gil de Biedma, Ángel González, Francisco Brines, Claudio Rodríguez…). Este poema tiene una rara aportación en el mundo de la poesía: tiene suspense. Es la definición cabal de una profesión, una de las más viejas de la humanidad, contada de manera equívoca, donde nada es lo que parece.
Su profesión se sabe es muy antigua
y ha perdurado hasta ahora sin variar
a través de los siglos y civilizaciones.
No conocen vergüenza ni reposo
se emperran en su oficio a pesar de las críticas
unas veces cantando
otras sufriendo el odio y la persecución
mas casi siempre bajo tolerancia.
Platón no les dio sitio en su República.
Creen en el amor
a pesar de sus muchas corrupciones y vicios
suelen mitificar bastante la niñez
y poseen medallones o retratos
que miran en silencio cuando se ponen tristes.
Ah curiosas personas que en ocasiones yacen
en lechos lujosísimos y enormes
pero que no desdeñan revolcarse
en los sucios jergones de la concupiscencia
sólo por un capricho.
Le piden a la vida más de lo que ésta ofrece.
Difícilmente llegan a reunir dinero
la previsión no es su característica
y se van marchitando poco a poco
de un modo algo ridículo
si antes no les dan muerte por quién sabe qué cosas.
Así son pues los poetas
las viejas prostitutas de la Historia.
Seleccionado y comentado por Manuel Saco
Así sois.¡Quien pudiera!Saludos, maestro.Salieri
06 julio 2009 | 20:37
Su profesión es la más antigua del mundo,Aquí en el Sur de Gomaranto se ven pocas.Pero si subes un poquito más arriba,al borde del camino hay tantísimas,que no comprendo como puedan trabajar todas.,y sacar de que vivir aunque allí estén catorce horas.Cada cual con menos trapo, con menos ropas,normalmente lo que llamáis un tanga.Que es un trocito de tela diminuto,con una cinta, que le hará sobaduras en el culo,y dos lacitos que a la cintura atan,.que tapa muy poco tan poquito,la verdad que no le tapa nada.Y pienso yo que si no se lo pusieran,quizás estarían más cómodas y menos rozadas.Yo salgo muy poco de mi retiro,Pero cuando subo a Gomaranto,me da pena de ver a esas mujeres,bajo el sol que poraquí, nos quema tanto.A veces se montan en un coche,para hacerle un servicio a un cliente.Otras se meten con ellos entre las cañas,y allí sobres la tierra se las apañan.Tienen que soportar el rigor del tiempo,y los clientes que habrá de todo,Unos serán algo más educados,otros seguramente muy groseros.Algunos irán algo más limpios,otros posiblemente más que puercos.Y todo eso lo tienen que aguantar,por ganarse con su cuerpo, el sustento.Les tengo mucha compasión y pena,y por supuesto muchísimo respeto.Son las trabajadoras del amor,más que del amor, son las del sexo.AL Sur de Gomaranto….07 de julio de 2009.
07 julio 2009 | 13:21