Cinco claves de un Rajoy a la fuga

Así como en el mundial de fútbol todos éramos Del Bosque y aprendimos de estrategias, de pases y de fueras de juego que comentábamos en los bares, hoy todos somos analistas económicos. Cada cual tiene su receta, sus culpables, sus dudas y acusaciones. Es raro que cualquier conversación banal no desemboque en un comentario preocupado sobre cómo se está haciendo, qué se debe hacer o qué están haciendo otros. Es raro no escuchar diversidad de opiniones y discusiones políticas y la palabra Merkel o Keynes como antes se escuchaban discusiones sobre el ladrillo, Letizia o Zapatero. Rajoy cometió ayer uno de los errores de comunicación política más graves desde que es presidente: en ese escenario tan complejo y tenso ha logrado poner de acuerdo a casi todo el mundo sobre su huida y su silencio.

1. Darse la vuelta y marcharse sin dar explicación es de mala educación. Es un pacto de convivencia básico.

2. Plantar a los periodistas es algo que enfada mucho… a los periodistas y poco a la gente, que cree que es la segunda peor profesión (por detrás de los políticos), según algunas encuestas.

3. Pero si no es plantar, sino que es huir de los periodistas, eso enfada a los periodistas… y aterra a los ciudadanos. Escapar connota desprecio, pero sobre todo significa miedo y debilidad.

4. Salir del Senado, esa prestigiosa casa del pueblo, de extranjis por el garaje te convierte en culpable de algo lo seas o no.

5. Esquivar la maraña de micros puede ser normal si eres la Pantoja, está en el imaginario colectivo. Pero si eres el presidente y los mercados te ha dado un revolcón porque no se creen los megarrecortes que acaban de laminar la esperanza de un país, no puedes dejar de dar un mensaje de tranquilidad si tienes la ocasión. Si no lo haces, todo el mundo pensará que es porque tienes algo que ocultar o porque no puedes decir la verdad y no quieres mentir.

A estas alturas nadie puede echarle la culpa a nadie de la crisis ni de que el capitalismo, aquel suflé reventón del horno del consumo, se haya arrugado como un pasa y se haya llevado por delante el trabajo, el dinero y la perspectiva de tantos. Por eso el grave e incomprensible error de Rajoy: cargar con todo eso a sus espaldas al dársela a los ciudadanos. Dar la imagen de sospechoso en su huida. Convertir su aterrador silencio en una maraña de dudas y debilidades.

Foto de Uly Martín, de El País

5 comentarios

  1. Dice ser Nop

    Bueno, no deja de ser la representación de la realidad actual: el pueblo no pinta nada más allá de pagar los correspondientes impuestos. El ganadero no necesita dar explicaciones a su ganado. Pues esto es lo mismo.

    Eso si, cada cuatro años el pueblo demuestra su total estupidez acudiendo a votar tras tragarse las mentiras del partido al que hayan vendido su alma.

    Dicho esto, solo puedo afirmar que la democracia es un fracaso total y absoluto precisamente por culpa del pueblo. Por que el pueblo no solo es tirando a borrico, sino que además no desea hacer el más mínimo esfuerzo para dejar de serlo.

    Así que, si ahora el presi nos da con la puerta en las narices, pues ajo y agua. Haberle echado pelotas antes. Ahora a tragar y morder la almohada, que es lo único que sabemos hacer.

    11 abril 2012 | 13:32

  2. Dice ser srya

    A mi me recordó al capitán del Costa Concordia.. Estoy mucho más tranquilo después de la «espantá».

    11 abril 2012 | 13:35

  3. Dice ser borja

    añlkjdf

    11 abril 2012 | 14:45

  4. Dice ser ole

    Lamentable Mariano Lamentable!!!!!

    11 abril 2012 | 15:54

  5. Dice ser espinete2005

    Lo peor es que la prensa se ha ganado su mala fama en parte gracias a la televisión, periodistas en el famoseo y en tertulias de patio. La radio, sin embargo, mantiene su capacidad informativa, la prensa escrita va a rachas aunque ya muy pocos la leen. El periodismo digital se ha planteado como una promesa de códigos de credibilidad o algo parecido que venga al rescate de su formación.

    Contrasta el titular de esta noticia, utiliza la expresión «huye», y en el desarrollo dice que «ha pedido en dos ocasiones ‘por favor'». Nadie le persigue. Pero ha aprendido a callarse las malas noticias para no tener que mentir. Antes le valía como oposición, ahora está en el gobierno. Mientras tanto, su equipo recorta a cada telediario.

    11 abril 2012 | 16:45

Los comentarios están cerrados.