Escribir es una mezcla de exhibicionismo y pudor, de orgullo y pánico. Enciendes la pantalla del ordenador, miras fijamente a la hoja en blanco. Ella te mira también a ti, inmaculada, incorrupta, burlona. Empiezas a mancharla con tinta electrónica. Borras («vaya chorrada»). Tiras del hilo de tu memoria e intentas sacar por la boca algo que le interese al mundo. Lo vomitas. Ahora palpita sobre la mesa. Limpias la idea, la sierras por la mitad, la envuelves. Piensas de pronto en tu madre y borras la palabra «polvo». Esa idea que salió de mi cerebro será leída por ti, entrará a tu cerebro y conectará con tus propias ideas. Si resulta que las tuyas y las mías son similares pondrás un «me gusta» y se te removerá el corazón. Si no te interesa, cerrarás mi blog o quizás pongas un comentario crítico. Es pura magia que algo suceda entre mi yo de ahora que teclea y tu luego que lee, en la oficina, en casa, en un parque.
También sucede cuando escribes que, en lugar de rebuscar en tu cabeza, tiras del hilo que está en tu estómago para sacar una sensación olvidada (viven todas entre tripas). Sale por tu ombligo, ese órgano muerto gracias al que estás vivo. Ese recuerdo huele a infancia, o a juventud o a pasado. Quizás de tanto recordarlo pierde la línea y se convierte en borroso. A veces los recuerdos se gastan si los usas mucho. Lo destilas e intentas convertirlo en un sentimiento universal. Casi todos lo son: todos nos creemos singulares, todos tenemos miedos, todos queremos querer. Lo pones en negro sobre blanco. Pero ahí en la pantalla es inodoro, indoloro. Serán las palabras que entrarán por tus ojos las que formarán en tu estómago una sopa de letras amarga, o dulce, o insípida, según mi yo ahora escribiendo y tu luego leyendo tengamos o no química y un pasado común. Según si esa sensación te recuerda a aquel verano en Mallorca, a tu padre fallecido, a tu primer amor o te dice «no signal».
A veces sucede que tiras del hilo y sale un agujero.
De los mejores que has escrito.
21 septiembre 2011 | 23:39
el hilo que nos une a todos es el pensamiento guia de nuestro presidente de gobierno. siguelo sin distorsiones ideologicas, y estaras unida a millones por generaciones. quieres que te escuchen, sopla el viento primaveral de su pensamiento guia sin distorsiones ideologicas, y escucharas las voces de millones en el silencio bajo el oscurantismo fachista, y veras la luz del punio de lenin, nuestro salvador, que se eleva iluminando el camino de la revolucion hacia el socialismo pleno.
zapatero es el presidente,
lenin el salvador.
22 septiembre 2011 | 02:14
me gustó mucho…
22 septiembre 2011 | 09:33
Me ha encantado…
22 septiembre 2011 | 09:38
Me ha encantado….pura química, los que escribimos, escribimos por necesidad propia pero no podemos olvidar el efecto en quién lo lee.
22 septiembre 2011 | 11:14
Todos, cada uno de nosotros/as, somos únicos como universos.
Al compartir con otras personas ideas, sentimientos, creencias, etc… y nos conmovemos al conectarnos unos con otros estaríamos creando multiversos.
Saludos.
http://horizontes-manuel.blogspot.com/
22 septiembre 2011 | 12:44
Qué se registren en Erepublik. Los yankies tratan de conquistarnos
http://www.erepublik.com/es/referrer/supersofi
22 septiembre 2011 | 12:53
Típico post/artículo/columnadeopinión que escribe todo periodista a lo largo de su carrera cuando no sabe muy bien qué contar, de qué hablar, etc. Recuerdo haber leído unos cuantos de estos.
Ah! Me ha encantado, por contradictorio que pueda parecer ha habido HILO 😉
22 septiembre 2011 | 18:40
Pantalla frente a cuartilla
Dice LUIS SEXTO
Pablo Neruda era también medio vago, según Matilde Urrutia, la viuda. Sus poemas, por extensos y rotundos que fueran, no le exigían una labor larga, paciente, incómoda. «No trabajaba casi nada. Se sentaba a una mesa y escribía como si le dictaran. En 40 minutos o menos de una hora hacía su trabajo diario.» La oda al abecedario la compuso en una reunión en la casa. Su esposa le recordó que aún no la habían enviado a El Nacional. Y el poeta le dijo: ahora la escribo. «Se sentó a una mesa en la que había gente tomando vino. Llegaba una muchachita y lo interrumpía, llegaba otro amigo que preguntaba algo, y Pablo escribía, escribía. Tomaba un trago y decía ¡salud! Y luego me entregó la oda para que la pasara en limpio. Parece muy elaborada y fue escrita en una reunión.». En esta técnica portentosa, además de un talento pulidísimo, se adivina la previa y demorada cocción mental del poema.
23 septiembre 2011 | 09:35
«Tiras del hilo de tu memoria e intentas sacar por la boca algo que le interese al mundo….», esa es la magia de la comunicación, ahí está el eterno afán del periodista de encontrar una manera de contar lo que ocurre en que penetre en el lector, encontrando el punto de comunión en la vivencia, en la experiencia de la vida.
Es cierto lo del exhibicionismo, y lo del pudor, y la tremenda incertidumbre que puede causar una hoja en blanco, cual toro esperando su lidia. En el argot taurino el lector sería el «respetable» y nunca más lejos de esa consideración debe encontrarnos su omnipresencia.
Ahora más que nunca, en este momento de tecnología social, el hilo que nos une puede más fructífero, más comprensivo, más locuaz, ya que la accesibilidad para que éste se entronque con los miles de seres que a diario nos leemos, nos permite ser conscientes de la versatilidad y contradicción de que estamos hechos.
Te sigo en este maravilloso blog, es un punto más de luz en el inmenso escenario de la red.
Ana
25 septiembre 2011 | 02:50
Por eso somos humanos. Nuestros pensamientos flotan ahora en los ordenadores, y ahora al otro lado del charco un latino lo puede leer.
La invito a leer mis blogs:
http://www.unautistaencolombia.blogspot.com y otros
28 septiembre 2011 | 02:41