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Todo lo que debes saber sobre los huevos

huevos2El huevo es un alimento que se utiliza en multitud de preparaciones. De hecho, no abundan los productos de repostería que no lleven huevo, por ejemplo. Y qué decir de unos buenos huevos fritos con patatas, o con jamón, chorizo, salchichas…

En casi todos los hogares hay siempre huevos y son pocos los que prescinden de ellos en su dieta, salvo que los tengan contraindicados y no puedan tomarlos.

Cualquier diría que tomar huevos no tiene ningún secreto. Pero hay algunos aspectos que seguro que muchos desconocen. Por ejemplo, a qué atiende la numeración que llevan algunos en la cáscara o cómo saber hasta cuándo puedes consumirse, pues algunas personas confunden la fecha de puesta con la de caducidad.

El huevo es un alimento rico en vitaminas y proteínas que pierde frescura con rapidez, sobre todo si no se refrigeran. Pero puede consumirse sin problema aparente hasta 28 días después de su puesta.

Para saber si los huevos son frescos, debemos comprobar que la yema y la clara sean consistentes, y la cáscara debe estar intacta y limpia. Existe un truco para saber si un huevo está fresco: basta con sumergirlo en un recipiente con agua, y si se hunde hasta el fondo, es que el huevo está fresco. Si flota, deséchalo. Pero, ojo, no te vayas a confundir con un huevo cocido, porque ésos sí flotan.

Los huevos viejos tienen la cáscara más lisa y ganan brillo. Lo ideal es que tengan la cáscara áspera y opaca.

Si una vez abierto, el huevo huele, no lo consumas. Los huevos apenas huelen, la clara debe ser traslúcida y gelatinosa y la yema ha de tener relieve.

La OCU alerta de que los huevos deben conservarse siempre en la nevera con la punta fina hacia abajo. También es conveniente evitar exponer los huevos a cambios bruscos de temperatura.

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LA INFORMACIÓN EN LOS HUEVOS

Los huevos que se venden en las tiendas se clasifican por su calidad, peso y tamaño. Aunque sólo encontraremos en los comercios los de categoría A, que es la mejor. La B no se refiere a que tengan defectos, pero únicamente se utiliza en la industria alimentaria y no se venden en las tiendas.

Por peso:

  • Hay huevos de talla XL, que son los de más de 73 gramos
  • L, de entre 63 y 73 gramos.
  • M, de entre 53 y 63 gramos.
  • P, de menos de 53 gramos.

Si lucen la leyenda “extra” o “extrafrescos”, ésta indica que se han puesto a la venta durante los 9 días siguientes a su puesta.

También tienen un código que indica el tipo de cría de las gallinas que los han puesto: 0 si son gallinas ecológicas, 1 para las criadas al aire libre o camperas, 2 para las criadas en el suelo y 3 para las criadas en jaulas.

Las dos letras siguientes muestran el país de procedencia del huevo y los siguientes números hacen referencia a la granja concreta, que tiene un número para la provincia, otro para el municipio y el resto es la explotación dentro de ese municipio.

En cuanto al color, no importa. Hace años abundaban los huevos blancos, que ahora son más difíciles de encontrar. Predominan los marrones en las tiendas españolas. El color tiene que ver con la raza de la gallina y la alimentación que haya recibido: si es blanca, pone huevos blancos, y si es rojiza, pone huevos rojizos. El color no influye en el sabor y tampoco en la calidad o el valor nutritivo.

Por último, hay quienes creen que los huevos son malos. Y, claro, cualquier alimento consumido en exceso sienta mal. Por esta razón, se debe abusar de tomar huevos, pero, por supuesto, tampoco deben dejar de tomarse.

Es más, tomar un huevo al día ni aumenta el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, ni eleva el colesterol en sangre, como afirman algunas creencias populares. El huevo es un alimento nutritivo, con proteínas en la yema y en la clara, minerales como el fósforo y el selenio y vitaminas A, D, E y K.

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* Fotos: GTRES

¡Qué asco!, el pescado que he comprado está lleno de anisakis, ¿qué hago?

a00509551 1961El anisakis es un parásito del pescado. Suele vivir en el mar y si acaba llegando a tu plato, algo que ocurre en un altísimo porcentaje, y no has acabado con él, puede causarte gastroenteritis, dolor de estómago, vómitos y en casos graves obstrucción intestinal, además de alergia y urticaria, que comienza unos 30 minutos después de haber sido ingerido.

Por ello, si tomas pescado crudo o poco hecho, el parásito puede no haber muerto y aumentan los riesgos. Ojo con el sushi. Si el pescado se fríe bien o se mete en el horno, desaparecen los problemas aunque comas anisakis. Lo que no desaparece es el asco que le suele dar a la mayoría la presencia de esos bichos.

Hace tiempo compre una merluza y cuando llegué a casa empecé a ver gusanos blanquecinos que salían de ella. Efectivamente, me dio bastante asco y fue entonces cuando me informé sobre este parásito.

El primer chasco me lo llevé al enterarme de que es totalmente legal que el pescado se venda con ese parásito y los pescaderos no están ni mucho menos obligados a devolverte el dinero o a cambiarte el producto.

No me resigne
y fui a la gran superficie donde lo había comprado y me dijeron lo mismo, que no están obligados a cambiarlo. Pero lo hicieron, me devolvieron el dinero, porque, decían, es su política si así se lo solicitan los clientes, aunque sea legal. Hubo suerte.

Yo nunca he sido un gran consumidor de pescado, y quizá por eso tardé tanto en saber del anisakis. Lo que tengo claro es que, desde entonces, si compro pescado, antes siempre lo congelo para evitar riesgos, y después lo limpio bien de parásitos.

El 36% del pescado que se vende en España contiene anisakis, especialmente si viene del Cantábrico (50%) y únicamente un 6% del que llega desde el Mediterráneo. El número de alérgicos no es fácil de cuantificar, aunque es más frecuente en el norte de la península.

Lo que dice la ley al respecto es que se puede vender pescado con anisakis y sólo se plantea la retirada del mercado si la infestación es muy evidente, lo cual resulta bastante ambiguo y poco cuantificable. Si tomas las precauciones que menciono, no hay problema, puedes consumirlo, siempre que eludas también el rechazo que produce ver esos parásitos en tu pescado.
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Fotos: GTRES