Archivo de la categoría ‘Alimentación’

¿Qué llevan los kebabs?

gtres_a00358391_021Llegaron las pizzas, las hamburguesas, los chinos y desde hace unos años nos hemos acostumbrado también a los kebabs.

Están buenos y son baratos, ésas son sus principales armas. Cuando llegaron, empezaron siendo de cordero, como los originales. Sigue habiendo algunos, pocos, pero la mayoría de los que se venden son de ternera y pollo. O eso dicen.

OCU analizó hace unos meses kebabs de ternera de 25 establecimientos de Madrid y encontraron de todo: mucho pollo, poca ternera, algo de carne de caballo y pavo e incluso algo de contaminación fecal.

Para empezar, un kebab con patatas y un refresco aporta tres cuartas partes de la energía diaria necesaria. Luego es una auténtica bomba calórica.

Pero con los datos de OCU en las manos, las opciones de que te encuentres carne de otros animales son bastante altas. Únicamente en uno de los kebabs que analizaron había sólo ternera. En el resto había también pollo, caballo o pavo, y en seis concretamente, la mayoría de la carne era de pollo, la de ternera apenas se apreciaba.
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¡Y un jamón! (pero que sea el que tú quieres)

U239983Parece ser que a algunas personas que no están acostumbradas a ver jamones, generalmente extranjeros, obviamente; eso de que haya una pata de un cerdo colgando de un gancho les llama mucho la atención y les echa bastante para atrás a la hora de consumirlo, a partes iguales. Pero cuando se lo pones ya cortado en un plato, para muchos de ellos la cosa cambia.

Aún recuerdo a mi amigo Leandro, argentino de Rosario, cuando llevaba apenas dos meses en España, hace años, y me decía: “No sé cómo podés comer carne cruda. Sos como los neandertales”. Se refería al jamón, y ocho años después es uno de sus manjares favoritos.

La primera vez que Leandro probó el jamón hasta me costó convencerle. Se lo metió en la boca, lo saboreó como sin querer hacerlo y tardó en dar su brazo a torcer, pero lo hizo: “¡Sorprendente, es rebueno!”.

Pero claro, Leandro había probado su primer jamón, y éste era ibérico. El siguiente que tomó lo compró por lonchas en una tienda y aquello ya no era lo mismo. Así que le conté, que con el jamón pasa como con el mate: que hay bueno y malo.

El Gobierno español cambió hace poco más de un año la norma que regula el jamón ibérico  y llenó las piezas de colores. Prohibió las alusiones o imágenes de bellotas o dehesas en jamones que no lo sean, como pedía la OCU; reguló incluso las hectáreas de pasto de cada cerdo ibérico en las dehesas, e incorporó al etiquetado cuatro colores dependiendo del tipo de pieza.

La norma es válida tanto para el jamón, como para la paleta, la carne y la caña de lomo ibéricos, y así se pretendía acabar con los señuelos engañosos, pues antes se vendían como jamones 100% ibéricos de bellota piezas que no lo eran.

Los colores quedaron repartidos en negro, para los productos 100% ibéricos de bellota; rojo, para las piezas de bellota ibérica; verde, para cebo de campos ibéricos; y blanco, para los de cebo ibérico.

NO TODO ES JAMÓN IBÉRICO
Pero el jamón ibérico es caro y escapa a los bolsillos de muchos consumidores, y para encontrar un buen jamón no hace falta gastar lo que no podemos gastar. Dentro de lo que denominamos jamón curado encontramos muchas variedades, entre ellas el propio ibérico.

Si quieres comprar un buen jamón curado lo básico es distinguir en primer lugar entra jamón (pata traseras) y paleta (delantera). Los jamones pueden superar los ocho kilos de peso, mientras que las paletas suelen estar entre 4 y 5 kilos. Las paletas curan antes, pero tienen más tocino que los jamones.

Las variedades de jamón curado (jamones y paletas) se distinguen entre ibéricos, cerdo blanco y duroc, y dentro de éstos hay variedades en función de la elaboración: En los ibéricos, las cuatro variedades que ya he citado; en cerdo blanco hay Gran Reserva, Reserva, Bodega y Baja Curación; y como Duroc sólo hay una variedad, y recibe ese nombre.

En un jamón ibérico, el hueso de la pata es más largo que en el jamón blanco y la forma más estilizada. La pezuña suele ser oscura y la grasa funde con facilidad a temperatura ambiente, lo que puede provocar que el jamón gotee, sobre todo si es de bellota.

Los jamones blancos debe indicar el tiempo de curación, y a mayor curación, más calidad. En ocasiones, los jamones de larga curación se denominan grasos, puesto que únicamente las piezas con una elevada proporción de grasa soportan bien un reposo prolongado.

CÓMO CONSERVARLO

Cortarlo bien no es fácil, pero con algo de maña se puede aprender.  Lo que sí resulta más fácil es comprar un buen jamón curado y conservarlo. Basta con tener en cuenta algunas cuestiones que nos permitan distinguir entre unas variedades y otras.

Se debe conservar el jamón en casa en un lugar fresco y oscuro, cubierto con un paño de cocina limpio. El corte se puede tapar con corteza o tocino.

Si se tantea el jamón con un pincho de metal o de madera para ver el grado de maduración, se debe cubrir el orificio con manteca. De no hacerlo, pueden entrar insectos y depositarán huevos, que agusanarán el jamón y nos quitarán las ganas de comérnoslo.

Para evitar la presencia de ácaros, que también estropean el jamón, se puede frotar la pieza con aceite. Y, ojo, la presencia de puntitos blancos en el jamón no debe preocuparnos. Son cristales de tirosina, signo de que la curación es la adecuada. Y recuerda que la temperatura ideal para cortar el jamón ha de ser entre 20 y 25 grados, y nunca debe servirse frío, pues no sabrá igual.

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* Fotos: Feria del Jamón Ibérico en Madrid (GTRES)

Siete dudas sobre la alimentación de los niños

A00661229_199Nos preocupa la alimentación, especialmente si se trata de la de los más pequeños. Pero a veces no sabemos muy bien a qué atenernos si no supervisamos todo lo que comen. En el cole, por ejemplo. Lo cierto es que hay multitud de creencias populares sobre la alimentación que no tienen justificación ni argumento alguno y el boca a boca suele ser mal consejero en estos casos, porque como consumidor informado y responsable que soy, he comprobado que casi siempre nos lo creemos todo. Varios ejemplos.

¿Es peligroso tomar panga?
Gracias a los análisis de OCU comprobamos que en las muestras de filetes de panga había contaminantes, concretamente un herbicida tóxico y mercurio. Aunque la cantidad estaba dentro de unos límites admisibles, contaminantes sí había, por lo que no es conveniente abusar de este tipo de pescado, especialmente en la población más sensible: niños y embarazadas. La OCU recomienda tomarlos sólo de manera ocasional, como mucho cada dos semanas. Además, el panga es un pescado que contiene la mitad de proteínas que la mayoría y muy pocos ácidos grasos Omega 3. Su sabor es similar al mero o la merluza, pero el panga es más barato y gusta más a los niños porque no tiene espinas. Cuidado.

Las defensas no desayunan
Al margen de que circulan por Internet varios bulos que aseguran que si tomas Actimel o Petit Suisse poco menos que te mueres, conviene matizar varias cosas. Obviamente, un bulo es un bulo, es una información falsa. Pero la verdad es que tomar un Actimel es simplemente leche fermentada más un organismo llamado lactobacillus casei inmunitas, exclusivo de Danone. Tanta exclusividad es más marketing que otra cosa, porque Actimel es equiparable a cualquier yogur del mercado, pero tiene un precio mucho más alto. Tres productos de estos equivaldrían a un simple vaso de leche.

¿La leche de vaca es mala?
Hablar de consumo de leche de vaca resulta bastante polémico últimamente, pues existe un activo grupo de personas contrarias a la ingesta de leche, que suelen ampararse en que los humanos no tenemos por qué ser mamíferos toda la vida. Es muy respetable, e igual opinan algunas entidades contrarias a los lácteos. Eso sí, el argumento de que la leche tiene muchos gérmenes y produce enfermedades no es válido. La seguridad de la leche que se consume en España está más que garantizada y no existe ningún fundamento científico que relaciones consumo de leche con enfermedades. Otra cosa es que la leche siente a cada uno mejor o peor. Para los niños, la leche y sus derivados desde luego, es recomendable y necesaria.

Mi hijo sólo desayuna un vaso de leche
También ocurre mucho. Pero la verdad es que el desayuno debería ser la comida más importante del día, cuando sólo un 5% de los niños españoles toma un desayuno completo a base de lácteos, cereales y frutas, que sería lo más correcto. En cualquier caso, si el niño está desganado al levantarse, puedes darle un bocadillo para que se lo tome a media mañana. Pero no un bollo.

¿Es malo el chocolate?
Para los niños el chocolate no es lo mejor y no debe tomarse a diario. Y no sólo el chocolate, tampoco es aconsejable abusar de la bollería y los dulces. Deberían tomarse sólo de manera ocasional porque a esas edades se están formando los hábitos alimenticios y no debemos acostumbrar a los más pequeños a esos productos.

No hay manera de darles fruta
Que los niños no quieran tomar fruta es un problema frecuente. Pero deben tomarla cada día. Si no la quieren de postre, no importa. Puedes habituarles a tomarla en otros momentos, como en la merienda. Normalmente los niños prefieren los plátanos y las mandarinas, porque son fáciles de pelar. Intenta que también para ti comer fruta sea un acto normal y no algo excepcional. Con ello ya habrás ganado mucho.

¿Y las verduras?
Con las verduras ocurre como con las frutas, que no suele atraer a los niños. Los purés pueden ser tus grandes aliados para que tomen verduras, y también puedes ponérsela en el arroz, como en la paella; en tortilla o en ensaladilla. Prescindir de las patatas como guarnición y apostar en su lugar por las verduras también puede ser una buena alternativa.

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* Fotos: GTRES

Bebidas energéticas y alcohol, una bomba en tu organismo

Hablábamos en la entrada anterior de los ‘complementos para deportista’ ilegales y del ‘mercado’ que generan en Internet esos productos, que en demasiadas ocasiones resultan, cuanto menos, peligrosos.
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Hoy os voy a hablar ahora de otros ‘productos’ que sí son legales, pero no por ello dejan de ser peligrosos: las bebidas energéticas. Estas bebidas llevan tiempo de moda, sobre todo entre los más jóvenes, además de por sus evidentes efectos vigorizantes, por los reclamos que los asocian con los deportes extremos, la aventura y el riesgo.

Pero riesgo conlleva también una ingesta excesiva de ellas. De hecho, hay marcas que ofrecen en una sola lata, el equivalente en cafeína a 14 cafés. Eso sin hablar de otros ingrediente, como la taurina, un aminoácido que interviene en la formación de la bilis y que está de manera natural en la carne y el pescado.

Tomar demasiadas bebidas energéticas es peligroso, sobre todo por el contenido en cafeína. Una ingesta inferior a 400 mg es segura, aunque en los adolescentes debe reducirse a 100 mg diarios. Sin embargo, hay bebidas que con tomar sólo una, ya se superan esas cifras. Y hay otras que no reseñan la cantidad de cafeína que contienen en el etiquetado o lo enmascaran en letra súper pequeña.

LA MEZCLA EXPLOSIVA

Pero más preocupante resulta la mezcla de bebidas energéticas y alcohol, y en ocasiones con drogas, como han puesto de moda algunos jóvenes. Combinar alcohol y bebidas de estás está, por desgracia, a la orden del día cada fin de semana. Un médico del Samur, Alfonso Morán, define así las consecuencias de esta mezcla explosiva: “El alcohol es un neurodepresor y las bebidas energéticas son neuroestimulantes. La cafeína camufla el efecto del alcohol y así parece que no están tan borrachos como están. Pero el efecto del alcohol y sus niveles en sangre son los mismos que sin tomar la bebida energética. Se produce una falsa sensación de control y ahí está el peligro. Esta mezcla es absurda. Su único objetivo es lograr más resistencia al alcohol para aumentar el consumo”.

Esta mezcla de bebidas energéticas y alcohol puede provocar euforia, depresión, deshidratación, hipertemias, arritmias, taquicardias, broncoaspiración respiratoria por vómito incontrolado y, lo peor, parada cardiorespiratoria y la describe de manera muy gráfica Alfonso Morán, que se ha encontrado con casos de intoxicación en demasiadas ocasiones: “La sensación de sufrir muerte inminente es característica por la frecuencia cardiaca tan alta y la gran presión en el pecho, pues se siente que va a explotar. Generalmente nos requieren en accidentes de tráfico causados por conductores imprudentes bajo los efectos de esta combinación”.

INCOMPATIBLE CON LA CONSCIENCIA

Alfonso Morán nos describe uno de esos accidentes, en los que uno no se explica cómo llegan vivos algunos jóvenes a casa: “Hace unos meses atendimos un choque fronto-lateral entre dos vehículos, con dos pacientes muy jóvenes fallecidos, tres atrapados muy graves, y otros dos más leves. El conductor causante dio un índice de alcoholemia veinte veces superior al máximo permitido, prácticamente no era compatible con el estado de consciencia, pues era una cifra más propia de un coma etílico. Conducía bajo los efectos de esa combinación letal y no había señales de frenada en el asfalto”.

Ya lo sabes, si decides tomar bebidas energéticas, hazlo con moderación y no las mezcles con alcohol, pues la mezcla produce una falsa sensación de control. Toma estas bebidas únicamente de manera ocasional, porque no son refrescos ni bebidas isotónicas.

* Foto: GTRES

¡Qué asco!, el pescado que he comprado está lleno de anisakis, ¿qué hago?

a00509551 1961El anisakis es un parásito del pescado. Suele vivir en el mar y si acaba llegando a tu plato, algo que ocurre en un altísimo porcentaje, y no has acabado con él, puede causarte gastroenteritis, dolor de estómago, vómitos y en casos graves obstrucción intestinal, además de alergia y urticaria, que comienza unos 30 minutos después de haber sido ingerido.

Por ello, si tomas pescado crudo o poco hecho, el parásito puede no haber muerto y aumentan los riesgos. Ojo con el sushi. Si el pescado se fríe bien o se mete en el horno, desaparecen los problemas aunque comas anisakis. Lo que no desaparece es el asco que le suele dar a la mayoría la presencia de esos bichos.

Hace tiempo compre una merluza y cuando llegué a casa empecé a ver gusanos blanquecinos que salían de ella. Efectivamente, me dio bastante asco y fue entonces cuando me informé sobre este parásito.

El primer chasco me lo llevé al enterarme de que es totalmente legal que el pescado se venda con ese parásito y los pescaderos no están ni mucho menos obligados a devolverte el dinero o a cambiarte el producto.

No me resigne
y fui a la gran superficie donde lo había comprado y me dijeron lo mismo, que no están obligados a cambiarlo. Pero lo hicieron, me devolvieron el dinero, porque, decían, es su política si así se lo solicitan los clientes, aunque sea legal. Hubo suerte.

Yo nunca he sido un gran consumidor de pescado, y quizá por eso tardé tanto en saber del anisakis. Lo que tengo claro es que, desde entonces, si compro pescado, antes siempre lo congelo para evitar riesgos, y después lo limpio bien de parásitos.

El 36% del pescado que se vende en España contiene anisakis, especialmente si viene del Cantábrico (50%) y únicamente un 6% del que llega desde el Mediterráneo. El número de alérgicos no es fácil de cuantificar, aunque es más frecuente en el norte de la península.

Lo que dice la ley al respecto es que se puede vender pescado con anisakis y sólo se plantea la retirada del mercado si la infestación es muy evidente, lo cual resulta bastante ambiguo y poco cuantificable. Si tomas las precauciones que menciono, no hay problema, puedes consumirlo, siempre que eludas también el rechazo que produce ver esos parásitos en tu pescado.
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Fotos: GTRES