FOTO: Eneas
Escritor no es simplemente alguien que escribe. Ni de lejos. Porque todos escribimos. De hecho, ahora escribimos (y leemos) más que nunca, o al menos contamos con más herramientas que nunca para escribir: Facebook, Twitter, chats para follar encontrar el amor de tu vida, Whatsapp… Antes nos pensábamos muy mucho cada SMS (a 0,15 céntimos) y ahora ya lo ves, comentamos desde lo poco que nos gustan los lunes, hasta la última ocurrencia de Toni Cantó. Opinamos por escrito acerca de todo, pero no por eso somos escritores.
Ser escritor es, en fin, otra cosa. Y no hablo de extensión (los tuiteros más prolijos escriben el equivalente en caracteres a varias novelas); hablo de sentir, de sufrir cada palabra. Hablo de crear. Hablo de experimentar con el lenguaje. Hablo de sorprenderte a ti mismo escarbando dentro y a tientas. Hablo de mimar lo que escribes como si fuera un hijo. Hablo de darle un sentido global e intransferible a tu modo de construir frases. Hablo de la necesidad de escupir palabras y después limarlas para que encajen. Hablo de buscar intenciones, de agredir conciencias y despertar instintos sin siquiera tocar al lector. Hablo de un amor más íntimo que cualquier amor carnal conocido. Hablo de amanecer pensando en esto y de comer pensando en esto. Hablo de no poder dormir pensando en esto. Hablo de sentirte el más infeliz de los hombres mientras buscas la palabra adecuada. Hablo de ser el hombre más feliz del mundo cuando la encuentras.
Y no es grato, a veces…
02 diciembre 2014 | 21:42
Buenas noches Simp,
¡Que me vas a contar! Yo salgo media hora antes de casa todas las mañanas, llego al trabajo a las 7:30 (entro a las nueve) me voy a desayunar a la cafetería del tanatorio (es la única abierta a esas horas) para escribir. Es el único momento del día que es solo mío y puedo hacerlo. (Tengo un bebe de 16 meses) y es algo que me hace feliz.
Hoy he empezado historia nueva, espero que me de tantas alegrías como la de Martina, pronto la autopublicaré, ventajas del actual mundo en el que vivimos.
Aquí os dejo el enlace por si os apetece leerlo.
http://martinaysucajadezapatos.blogspot.com.es
¡Besos!
02 diciembre 2014 | 21:55
es creación y dolor de parto, a veces con epidural pero casi siempre con desgarro…
02 diciembre 2014 | 22:02
Escritor debe de ser
el que plasma en un papel
una idea, un concepto,
una vivencia propia o ajena,
una invención y por qué no
lo que le sale de adentro
con más, o menos aciertos.
De ahí que de ellos haya,
los del montón, los normales,
los buenos y los muy buenos
y a veces, algún que otro genio.
Cuanto no daría yo
por leer aquellos legajos,
que un mendigo los llevaba
atado entre dos cartones
bajo el brazo durante años,
el legajo lo formaba,
miles de mugrientas cuartillas
que en un pupitre de piedra
que entonces había en el parque
con lápiz de tinta escribía,
lápiz que para que escribiera
tenía que mojarlo en saliva,
Murió en el hospital
y lo que escribió durante años
con su mugrienta vestimenta
seguro que lo quemaron.
Cuánto no daría yo,
por leer aquel legajo.
Yo tengo la convicción,
de que era un escritos
de los buenos, un genio.
02 diciembre 2014 | 23:04
Sin duda, no lo es.
02 diciembre 2014 | 23:05
«Hablo de la necesidad de escupir palabras y después limarlas para que encajen»
Cuánta razón… cuánta…
02 diciembre 2014 | 23:16
Bueno, hoy en dia un escritor es quien tiene un negro que le escriba… El resto… Los demas.
03 diciembre 2014 | 00:12
Todo es demostrable.
Feliz miércoles.
03 diciembre 2014 | 08:48
Cuanto más escribes, más feliz eres!!
http://areaestudiantis.com
03 diciembre 2014 | 09:04
…sí hay mucho escribidor suelto
y hay frases sabias que dícen: díme de qué presumes y te diré de qué careces!
yo solo sé que soy un contenedor de letras, frases, nararciones, poemas , monólogos, efranes, que viven y pululan asu libre albedrío dentro d emí, que apenas ven que me situo ante un folio en blanco o una pantalla táctil vuelan como locas a ponerse en fila india, aunque una sson más listas que otras y se entrecruzan y entremezclan, otras se cuelan, luego llega la algarabía, el enfado y hasta llegan a las manos, cuesta poner orden, sí señor, pero cuando lo consigues te proporcionan una gran «petir mort»… al revés si te resistes, parecen Podemos, en plena mani, y son tal los acúifenos que lían en tu cerebro que más vale que les dás suelta, pues para ellas no eres más que el señor X, hecho un facha lleno d eleyes…
luego cuándo la obra ya está hecha surge el otro problema: ellas son exhiibicionistas, necesitan del contemple y la lectura d ecuantos más mejor y tú el supuesto creador, eres tímido y nada dado a las multitudes… he ahí amigos como cada gran y buen escritor ha sido un grandioso malhumorado y cascarrabias en su vejez, pues: quién teme a quién …¿?
03 diciembre 2014 | 10:35
Habrá que empezar a escribir desde abajo, Desde el principio. Desde la primera letra. Desde el primer error gramatical. Desde el primer tachón.
03 diciembre 2014 | 10:37
Sr. al sur de gomaranto
ese hombre del que hablas era un tal Juan?, delgado y fibroso de mirada perdida, le conocí treintañero en Granada, en uno de los antros de entonces, en que entró para repartir poemas a cambio de una bebida o la voluntá, allá por los años 90 o quizás 88, vagaba preso de sus poemas, no sé si era drogadicto o esquizofrénico pero su letra era profunda y desgarradora propia de quién no puede vivir sin ella..
debió usted de ser valiente e ir al hospital a recoger el manuscrito, …aunque sospecho que esté en manos de cualquier celador que haya quedado preso d esu prosa: váya usted y pregunte!
..en Granada tenemos un jovencito que teclea una olivetti a las faldas de la alhambra, en uno d elos puentecillos medievales del río darro, en el paseo de los tristes,sin levantar la vista de su teclado hasta que la luz se vá, son papelillos doblados que contienen eso sí, en tres palabras más sabiduría que cualquier vida ya vivida… y todo por la voluntá..
serán o no exhibicionistas nuestras letras?
03 diciembre 2014 | 10:43
@ nekane:
Buenas tardes señora,
del escritor harapiento
al que antes hice mención
no sé si era granadino,
yo lo conocí en Gomaranto,
hombre de unos sesenta años
muy delgado de tez morena
tenía el cabello blanco
barba con muy poco pelo,
lo que le daba al señor
cierto aire de asiático.
Dicen que había estado preso
y que era lo que ahora llaman
un represaliado político.
Nunca según se decía
él aceptó una limosna,
ni nadie logró sacarle
de su boca una palabra.
Siempre estaba si no llovía
en el pupitre del parque,
contemplando la bahía
y escribiendo en sus cuartillas.
Debió de morir el pobre
a último de los cincuenta.
Si hubiera vivido en Granada,
ya habría conocido el cielo
antes de que aquí partiera.
Que Dios lo tenga en su gloria
al lado de escritores,
dramaturgos y poetas.
Desde al Sur de Gomaranto,
mi amada y bendita tierra.
Mis respetos y un saludo
03 diciembre 2014 | 13:06
A veces no sólo es escribir, es vomitar tooooooodo lo que hay en el interior, tenga sentido o no. Es una purificación total, una limpieza de alma, de cerebro y de estómago.
Es necesario, muy necesario…
Feliz día y mejor semana, que mañana ya es jueves.
03 diciembre 2014 | 13:56
Cada cual hace lo que puede
Clica sobre mi nombre
Clica sobre
03 diciembre 2014 | 14:02
Sr d Gomaranto esta claro q no hablamos d la misma persona! Pues el los cincuenta no habia nacido yo aun! Y al tal juan q tampoco era d granada solo estaba perdido en ella y d paso ni siquirra se si era andaluz- pues coincidi varios dias con el en los pubs musicales q abundaban antes, un dia desaparecio tal y como llego! …en fin q somos muchos los descarriados por mor d las letras pues cuando salen tand dentro duelen d verdad!!
Manuell donde anda usted hoy? Esperamos su opinion sobre este concepyo pues las musas y usted se entienden muy muy bien
Perdonen errores escribir por movil es dificil!!!
03 diciembre 2014 | 15:29
Esfera Galáctica. Cuaderno de bitácora: El día avanza lentamente y bien porque han divisado el humo de la hoguera hecha ex profeso con tal intención, bien porque han sido encontrados y avisados por Akém y Robbie, los hambrientos y debilitados orutones que habían logrado sobrevivir, van llegando poco a poco a la aldea y participan activamente en la tarea de reconstrucción de las chozas. Algunos de ellos ha confirmado a Akém, jefe de la tribu, la muerte de su esposa, cuyos restos descansan junto a los de los demás fallecidos tras el saqueo de los cemitones.
Nekane, mientras tanto, atiende al fuego y al asado de un par de “renos”. Es algo bastante insólito en la aldea ya que son animales que rara vez se ponen al alcance de las lanzas, única arma de caza de los orutones. Yo los cazo con una ráfaga de pulsos electromagnéticos y simulo luego su muerte por lanza. Sobre parte de las brasas la experimentada cocinera ha extendido una capa de piedras de mediano tamaño suministradas por una veintena de crios, a los que previamente ha ofrecido un poco de chocolate en flor, y que ahora no se separan de ella. Con su cuchillo de pedernal ha troceado uno de los renos y colocado sobre la improvisada parrilla gran cantidad de trozos de carne. Los serios y hambrientos niños aguardan ansiosos que esté asada.
– Amel uketón (falta muy poco), repite Nekane, sonriéndoles.
Tras haber saciado su apetito (al que habían intentado engañar durante muchos dias a base de hierbas, raices, y el escaso nectar de las pocas, aunque enormes flores de la alta montaña, que había sido su “maná” particular), los niños corren, gritan, rien por fin, dando lugar a una auténtica algarabía. La pequeña “Usora”, que ha perdido a toda su familia, no se separa de Nekane; no suelta su mano. Al otro lado del gran fuego que mitiga en parte el frío del poblado, un grupo de mujeres, viudas, lloran la asusencia de sus esposos fallecidos en tan cruel y desigual como absurdo combate, en el que, según Akém, falleció el propio joven jefe de los «cemiton».
Han pasado varios días y un cierto optimismo ha vuelto a Orutón. Robbie ha hecho con pieles un balón y ha iniciado a los pequeños en el “fútbol”, por el que sienten verdadera pasión. Ha formado seis equipos y están practicamente todo el día chicos y chicas, por separado, jugando una “competición”. Ahora juegan los “amog”, cuyo símbolo es un ave rapaz, contra los “durk”, cuyo símbolo es un oso. Tienen su público. Parece que, en efecto, la alegría vuelve al poblado.
Akém se ha llevado media docena de guerreros a las montañas y continúa buscando a otros posibles supervivientes. Su hija le acompaña, junto a Vanesa, y aunque su especialidad en Terra II era la de proveedora, ahora hace las veces de consejera sentimental de Néosen. Sobretodo le habla del “ápuker” (amor), de qué hay que hacer para tener hijos y de cómo hay que organizar la casa para que todo sea más cómodo.
El comandante Dani lleva dos días fuera de la aldea, en paradero desconocido, acompañado de un par de droides. Al poco de confiarme la provisión de alimentos para la aldea, lo vi alejarse hacia el sur, montaña abajo. Es probable que se encuentre ya cerca del poblado de los “cemitón”.
Quería conocer lo mejor posible a los cemitones, sus costumbres, armamento, y también sus necesidades. Según me comentó, el objetivo es trata de evitar guerras futuras, de lograr que los cemitones consideren a los orutones vecinos, respetables, aunque será difícil ya que aquellos consideran a los últimos sin duda, inferiores. Tiene un plan, pero para llevarlo a cabo necesita cierta información, saber si el fallecido jefe de los cemitones tenía un sucesor, un hermano por ejemplo. Si no, su plan consistiría en provocar una situación en la que Akém tome por esposa a su viuda. De esta forma Akém sería el jefe de ambas tribus que pronto pasarían de ser rivales, enemigas, a ser sólo una parte distinta de un todo, estableciéndose rapidamente relaciones comerciales provechosas para ambas, sin recelos de ningún tipo.
El plan era muy simple, y el factor sorpresa fundamental. Consistía en disfrazarse de aspecto lo más fiero posible, pintarse la cara con barro rojo, amordazar y raptar en medio de la oscura noche a la desconsolada viuda, a “Emupa”. De la acción en sí se encargarían los rapidísimos e incansables droides. Después de atarla a un árbol, montaña arriba, no muy lejos de la aldea de los orutones esperarían la llegada de Akém, al que se llevaría al lugar con cualquier escusa, por ejemplo enseñarle nuevas formas de caza, de forma que pareciese casual el hallazgo de la “prisionera”. Los droides, a la espalda del árbol en el que estaba atada tendría que simular una precipitada huida al avistar a Akém, simulando con gritos un gran miedo hacia el jefe de los orutones, dejando claro que era un extraordinario guerrero, muy temido por ellos.
-¡Mira allí!. Parece una mujer muy bella a la que tienen secuestrada por dos fieros guerreros de la tribu de los cara rojas, he oido hablar de ellos. ¿Qué hacemos?-dijo el comandante a Akém.
– Hay que liberarla -indicó Akém.
– Estará hambrienta y tendrá mucho frío- dijo el comandante Dani- Hay que alimentarla, darle algo de chocolate y cubrirla con una piel lo antes posible o morirá.
-Vamos rápido -dijo el comandante, coincidiendo su movimiento hacia los árboles con el inicio de la huida de los “caras rojas”. El comandante dejó a Akém tomar la iniciativa. Los falsos guerreros ya estaban bastante lejos aunque Akém continuaba profiriendo gritos amenazantes hacia los mismos, lanza en alto, mientras Emupa lo observaba con admiración y estupor. A los pocos segundos Emupa y Akém fueron rebasados por el comandante que perseguía a distancia a los falsos secuestradores, con los que se reunió tras de unas rocas, dándoles nuevas instrucciones. Al poco regresaba sobre sus pasos y pudo ver como Akém había soltado a la prisionera y le estaba dando algo de chocolate en flor a la agradecida “Emupa”, rodeándola cariñosamente con una manta de curtida piel de reno.
– Han huido -dijo el comandante- No volverán. Te tienen mucho miedo, Akém.
Poco después estaban los tres rumbo al campamento de los orutones. Por supuesto Emupa no sabía dónde estaba ya que jamás había recorrido los 20 km montaña arriba que separaba su poblado del de los orutones. Todo era nuevo para ella. Le gustaba el precioso aunque gélido paisaje a esas tempranas horas del amanecer y agradeció los rayos del sol, que apareció de pronto detrás de las altas montañas del Este, impactando sobre su frío rostro.
Los droides dando un pequeño rodeo y acelerando el paso, habían llegado una hora antes al poblado orutón, y se habían encargado de preparar a conciencia la choza de Akém para acoger a tan ilustre huesped: camas de pieles, una improvisada mesa, rudimentarias sillas y muchos vívieres sobre la alacena colgante. Los seis lobos de Akém, a modo de centinelas, rodeaban la choza.
Llegado el anochecer el comandante de la Sirenetta estaba absolutament exhausto. Llevaba tres días sin dormir apenas, así que decidió desconectar del todo y se echó sobre el montón de pieles artificiales que uno de los genoides había colocado a modo de improvisada cama sobre el suelo de su choza. Al amanecer lo primero que vió fueron los despiertos ojos de Néosen, a su lado, totalmente desnudos ambos bajo las pieles, y su largo y hermoso pelo sobre su pecho. Estaba hambriento, y sabía porqué. Dejándose llevar por su instinto dió un beso en los labios a Néosen y volvió a cerrar los ojos.
03 diciembre 2014 | 16:49
Nadie ha escrito aún con verdadera tinta,
porque la misma vida es duda y no está escrita,
y aunque nos empape con la luz de todos sus espejos,
seremos siempre prisioneros de sus largos silencios.
Anda, corre, vuela, sufre, goza, odia o ama,
y desnuda tu cuerpo, ¿crees que escribes?
Sólo puedes ser la sinfonía de un sueño.
03 diciembre 2014 | 17:45
Pues yo me considero «escritor», Simp. De hecho, estoy escribiendo un libro (un manual de autoayuda) titulado: Cómo comentar en el blog «Nilibreniocupado» durante más de siete años, buscando intenciones, agrediendo conciencias y despertando instintos.
03 diciembre 2014 | 21:03
No has progresado adecuadamente. No me complace hacértelo saber Daniel. De vez en cuando vengo a leerte, esperando que me asombres, como solías, hace años.
Te has instalado en la profesión, que no en el oficio. Antes le sacabas más partido a cualquier anécdota, te esmerabas más en los juegos de palabras. Ahora ya no juegas; sales al campo, apenas rindes. Faenas de aliño, rondós para los incondicionales, esas barras bravas que te vitorean en su propio interés. Le sacas partido a la titularidad, tú que ibas para crack.
Aún tengo esperanza de vuelvas a ascender a tu categoría. Tira de moviola, revisa tus mejores jugadas del pasado y, a partir de ahí, depura aquel estilo, reinvéntate si quieres. Supongo que estarás de acuerdo conmigo, y no te parecerá mal lo que te digo. Un abrazo desapegado. A ver si un día vuelve ser un abrazo con palmadas en la espalda.
Caught between the longing for love
And the struggle for the legal tender
Atrapado entre el ansia por el amor
y la lucha por la moneda de curso legal.
And believe in whatever may lie
In those things that money can buy
Thought true love could have been a contender
Are you there?
Say a prayer for the Pretender
Who started out so young and strong
Only to surrender.
No seré tan cruel como para traducirlo. Lo dicho, Daniel: un abrazo.
https://www.youtube.com/watch?v=fY0Pg2Gu5uM
06 diciembre 2014 | 09:01