Chica conoce a chico en Twitter. Intercambian menciones (respuestas simpáticas a tuits ocurrentes). Llegan los DMs. Más DMs. Deciden agregarse en Facebook. Chica ojea las fotos del chico (le resulta interesante). Chico pincha en el álbum “Verano 2013 Ibiza con amigas” de la chica (se centra en su figura en bikini y en el piercing de su ombligo). Empiezan a chatearse. La primera noche, cuarenta minutos. La segunda, hora y media. La tercera, deciden quedar. Ella es de Madrid, él de Fuenlabrada. Ella vive con sus padres. Él vive solo, en el piso que en su día compró con su exnovia. Para mayor comodidad de ella, acuerdan quedar en el Mercado de San Miguel de Madrid. Él se acerca en coche y lo mete en el parking de la Plaza Mayor. Ella acude en Metro. Al verse a las nueve treinta en la puerta del mercado, se reconocen enseguida. Deciden tomarse unas cañas y picar algo en los puestos del mercado. El encuentro cara a cara parece funcionar. Las cervezas ayudan.
Después de cuatro o cinco cañas con sus pinchos, deciden pasarse al gintonic en un local más apartado. Y al segundo gintonic, se besan. Y al cuarto gintonic, pasadas ya las tres de la madrugada, el chico propone a la chica dormir en su casa. En Fuenlabrada.
—Venga, vale. ¿Cómo iremos?
—En mi coche. Lo tengo ahí mismo, en el parking.
—Ni hablar. Bebiste demasiado.
—Tranquila. Yo controlo.
—En serio. No insistas. Olvídalo.
Al final el chico, por no dejar su coche toda la noche en el parking, decide marcharse solo a casa. Por el camino, le paran en un control de la A-42, y cuadruplica la tasa de alcoholemia permitida. Le quitan en carnet, se lleva el coche una grúa, y el chico queda a la espera de vérselas con un juez.
La chica, por el contrario, toma un taxi de camino a casa. Mi taxi, para ser exactos. Tal vez movida por el alcohol, se arranca a hablar conmigo sin parar. Me cuenta toda su historia con aquel chico: que la cosa, en un principio pintaba bien, pero que al final la cagó comportándose como un niñato por culpa de lo del coche. Llegamos a su casa, se marcha, y en esto se deja olvidado el móvil en mi taxi. Caigo en la cuenta poco después de arrancar, cuando me sorprende un pitido en el asiento trasero del taxi. Me giro y encuentro su iPhone. El pitido corresponde a un Whatsapp del chico. Lo abro y leo: “Menudo putadón, tía. Acaban de trincarme en un control de alcoholemia. Multaza con juicio, sin puntos, y encima se llevan el coche (emoticono triste)”.
No puedo evitar hacerme pasar por ella y le contesto: “Te jodes, por niñato. Si hubiéramos pillado un taxi, ahora me tendrías en tu cama (emoticono de berenjena, emoticono de boca abierta)”.
Al instante llama la chica a su mismo móvil. Contesto: «Sí, sí. Aquí lo tengo. Doy la vuelta y regreso a tu portal en dos minutos». Me acerco de nuevo a su casa y le entrego el móvil. La chica me da mil gracias y se marcha. No sé qué pensará cuando vea el mensaje que envié en su nombre. Tal vez se lo tome con humor, tal vez justo lo contrario. Me pueden las formas, lo sé. Y lo siento.
Nota: En mi defensa diré que me reí bastante.
¿Tú en el lugar de ella te cabrearías al ver el Whatsapp que envié en su nombre? #espregunta
13 octubre 2014 | 21:13
Hola Simp!
Pues yo supongo que me lo tomaría bien, pero tengo años y experiencias previas. Me valdría más el capote, que la intromisión a la intimidad.
Contarte que he terminado el relato. Ahora lo reescribiré y los convertiré en novela y la autopublicare. Veremos que tal. ¿Cómo va el tuyo?
https://martinaysucajadezapatos.blogspot.com.es
Saludos!!
13 octubre 2014 | 21:34
Nen…Este post TAN CHORRA parece escrito por un@ negrit@…quizá por tu Sra. esposa…Puffff…
13 octubre 2014 | 21:43
Esas cosas no se deberian hacer… pero es que somos demasiado curiosos los seres humanos!!!
13 octubre 2014 | 22:34
Yo, en ese momento, borracho y todo,
hubiera cogido un taxi, para beodos,
y ya en su casa, y de amor loco,
un bocado en el cuello y otro en el coco
le habría pegado; como muy poco…
13 octubre 2014 | 22:42
Creo que bebió en exceso
y se hizo acompañar
para vencer resistencias
ya que al no conocerla
no podía calcular
si sí o si no en ese momento
estaba la joven… dispuesta.
Es un grave inconveniente
que los humanos actuales
hayamos perdido la capacidad
de interpretar los olores
y más, el de las feromonas.
La chica bebió quizás
un peco más que debía,
pero el instinto de conservación
es lo último que perdería.
Por eso no quiso montarse
en el auto con uno que estaba
más que bebido… mamado.
Hizo bien de no ir a su casa,
así no expuso su vida
con un conductor borracho,
ni en la cama lo más seguro
un etílico… gatillazo.
13 octubre 2014 | 23:26
Sin duda les pusiste en la obligación de terminar lo escrito ja, ja
salu2
http://alicantegusta.com/editorial/15-editorial/1239-caradurismo-.html
14 octubre 2014 | 08:26
La respuesta es buena. Pero esas cosas no se hacen!!!
http://areaestudiantis.com
14 octubre 2014 | 08:59
Hoy no me ha gustado Dani…
nada de nada!, además entrometido y sin respetar la propiedad ajena…
y para más inri sin foto… con la pregunta de ayer, me refería a si puedes colgarte una foto escogida sin más…pero alabo tu buen gusto en casi todas!
nosotras antes siempre ligábamos así, conducíamos bebidos y ni un rasguño, claro no había controles de alcoholemia, solo contra etarras y los pocos polis estaban tan acojonaos que apenas nos paraban,claro también había un par de locos al volante bebidos y sin beber y eran los que se mataban o los desafortunados,no hay que olvidar nuestras antes, únicas carreteras comarcales, llenas de curvas y sin mantenimiento alguno, o sea no te convenía correr porque igual había un piedron en medio! íbamos despacito y con todos los sentidos puestos en la carretera, pero bebidos, como se bebía antes, sin perder el sentido total.. claro, tampoco había que pagar a tanto poli, ni había tantos medios de transporte…
en cualquier caso tu historia no podía acabar bien tanto uno como otro hubiesen terminado defraudándose, cuando se vá tan deprisa es porque te has inventado casi toso el uno del otro… y eso no es veraz, conduce a ninguna parte.
y no retendo tener razón eh?, pues para gustos colores… cuento algo…
sabési que jacinto benavente admiraba a valle inclán?…pues en una tertulia lo estaba haciendo público y alguien se atrevió a decirle: pues él no opina lo mismo de usted, a lo no tardó en contestar don jacinto: pues igual estamos equivocados los dos!
ja,ja feliz martes
14 octubre 2014 | 10:13
La vida es demasiado corta para tomarsela en serio, arriba esos emoticonos!
14 octubre 2014 | 10:41
Moooolaaaa, pero Daniel, una berenjena???
Para hablar d porrascazos la mazorca siempre.
No se como me tomaría lo del piponeo en mi móvil, lo mismo una hostia te llevabas, o lo mismo no,,,, vete a saber.
Feliz martes.
14 octubre 2014 | 12:04
Una suplantación de personalidad no es buen chiste.
18 octubre 2014 | 11:35