Un hombre se dejó una maleta olvidada en el maletero de mi taxi, así que abrí la maleta por ver si contenía información que pudiera llevarme a él. Apenas encontré ropa arrugada, calcetines, calzoncillos, un neceser con artículos de aseo, y un solo zapato del pie derecho metido en una bolsa de tela. Aquello me extrañó sobremanera, ya que el hombre, estoy seguro, subió y bajó del taxi normalmente, con sendos pies; pero rebuscando en un bolsillo interior de la maleta, encontré la foto de una mujer de cuerpo entero, a la que le faltaba la pierna izquierda. Pensé entonces que aquel zapato derecho podría ser un símbolo de unión entre los dos, una suerte de equilibrio cósmico entre ambos, por muy lejos que se encontrara el uno del otro.
Dejé la maleta en la oficina de objetos perdidos con mi número de teléfono y a los dos días recibí la llamada de una tal Carmen, dándome las gracias. Reconocí esa voz de inmediato: era el mismo hombre que olvidó su maleta en mi taxi, imitando la voz de una mujer. En fin, fascinante.
Feliz desequilibrio a todos.
28 septiembre 2014 | 22:21
Para aguantar en esta sociedad de mierda hay que estar un poco desequilibrado http://goo.gl/ddaFKn
29 septiembre 2014 | 00:17
Juan compañero del trabajo
años juntos codo a codo
sudando tinta en el tajo
en el fondo de la mina
picando o mamposteando.
Cada día al terminar
juan entraba en el chigre
y entre bromas y pitorreo decía:
Ya con el beber cumplido,
guaje, por favor un cristal
y el camarero le servía
un generoso baso de sidra
que, con parsimonia bebía.
Si alguien entraba con él,
(yo lo hice varias veces)
y el camarero le decía:
-Juan, un cristal… como siempre?
Él, presto le respondía
-Un hombre es un cristal
y dos hombres…media botella.
Había siempre en el chigre
un socarrón abuelete
y una vez le preguntó:
¿Si un hombre es un cristal,
y dos hombres media botella,
que cosa es, medio hombre?
y Juan muy serio le inquirió:
-Usted me lo pregunta a mí?
-Sí, sí, yo te lo pregunto a ti.
-Pues, medio hombre es…
¿de sidra? Sólo un culín.
Después de varios cristales
y algún que otro culín
se le encendía el rostro
y en voz baja entona
una cancioncilla de allí:
Ya estoy silicosu,
ya la tengo encima…
…y a cobrar las mil quinientas.
Tengo sueño
y los ojos, se me cierran.
como si hubiera bebidos
algunos culines de sidra
Mañana lo intentaremos
a ver si sale otra cosa.
29 septiembre 2014 | 00:18
Rep..
Juan compañero del trabajo
años juntos codo a codo
sudando tinta en el tajo
en el fondo de la mina
picando o mamposteando.
Cada día al terminar
juan entraba en el chigre
y entre bromas y pitorreo decía:
Ya con el beber cumplido,
guaje, por favor un cristal
y el camarero le servía
un generoso baso de sidra
que, con parsimonia bebía.
Si alguien entraba con él,
(yo lo hice varias veces)
y el camarero le decía:
-Juan, un cristal… como siempre?
Él, presto le respondía
-Un hombre es un cristal
y dos hombres…media botella.
Había siempre en el chigre
un socarrón abuelete
y una vez le preguntó:
¿Si un hombre es un cristal,
y dos hombres media botella,
que cosa es, medio hombre?
y Juan muy serio le inquirió:
-Usted me lo pregunta a mí?
-Sí, sí, yo te lo pregunto a ti.
-Pues, medio hombre es…
¿de sidra? Sólo un culín.
Después de varios cristales
y algún que otro culín
se le encendía el rostro
y en voz baja entona
una cancioncilla de allí:
Ya estoy silicosu,
ya la tengo encima…
…y a cobrar las mil quinientas.
Tengo sueño
y los ojos, se me cierran.
como si hubiera bebidos
algunos culines de sidra
Mañana lo intentaremos
a ver si sale otra cosa.
29 septiembre 2014 | 00:26
Un hombre, una mujer, un taxi, una maleta,
un recuerdo que huye hacia el olvido,
una voz que finje, una treta del corazón,
un latido, una pasión, una lujuria, un rugido,
un dolor, un juego de dos, algún suspiro,
me llevarán hasta ese páramo o ese valle
de mis sueños y tus sueños compartidos.
Bonito post.
29 septiembre 2014 | 00:28
En esta vida, quin no cojea, ranquea… da igual con que pierna, ni zapato.
29 septiembre 2014 | 09:57
Antes se pilla al mentiroso que al cojo
29 septiembre 2014 | 10:41
La soledad es el principio fundamental del Universo. Venimos solos y solos nos iremos. Un trocito diferencia llaamdo vida donde compartir, y no slanzamos trastos a la cabeza. No aprendemos. Ni siquiera en el lapsus que se nos otorga para compartir, abandonamos la soledad del alma que nada fría entre egoísmos, temores y avaricias.
29 septiembre 2014 | 17:01