FOTO: Universallyspeaking
Supe que era infiel por un detalle: justo antes de dejarle en su casa, se abrochó el primer botón de la camisa y se anudó la corbata. Pasaban las once de la noche, y en el trayecto en mi taxi llamó por teléfono a su mujer. Apenas dijo: «Sí, se alargó la cosa. Por la fusión, ya sabes. Llegaré en diez minutos». Luego caí en la cuenta de que no mentía, o tal vez escogiera adrede la ambigüedad de esas palabras para intentar redimirse, o al menos camuflar su culpa: Habló de una fusión. Podría ser la fusión de dos empresas, pero también la fusión de dos cuerpos. Y con lo de «Se alargó la cosa», pues eso. Sin comentarios.
Y luego, como digo, llegó el sutil detalle de sacar la corbata del bolsillo de su americana para anudársela alrededor del cuello. Como si el nudo de la corbata le ayudara también a anudar la más formal de sus dos vidas. Después, seguramente, subiría a casa, y besaría a su mujer al mismo tiempo que volvería a desanudarse la corbata. Parece mentira el contenido visual que demuestran ciertos gestos tan aparentemente simples. Aflojarse el nudo de la corbata es otra forma de decir: «Bien. Por fin en casa». Luego está el nudo o la maraña en la conciencia, pero eso va por dentro y no se aprecia a simple vista.
La vida en versión BETA, amigos…
27 mayo 2014 | 21:17
A la mayoría de la gente la conciencia no le molesta ya por ser «infiel». Están más allá de consideraciones morales. Es lo que hay 😉
27 mayo 2014 | 22:00
Muy bueno. Nada que envidiar a J. j. Millás.
27 mayo 2014 | 22:13
A@ simpulso:
.
Estás recién estrenado,
bueno, puede que de reestreno,
en todo caso… en rodaje,
sin abolladuras ni arañazos,
con el depósito a tope (lleno)
y el cigüeña engrasado
pues… chorrea el lubricante
por arriba y… por abajo.
El pomo de la palanca
siempre lo llevas enfundado
por si hay que cambiar
y para no tener que hacer
eso de… la marcha atrás.
Y con tanto traqueteo,
con tanto para y arranque
como aún te queda tiempo
para pensar lo que puede,
que llegue… pero más adelante,
(aunque no siempre sucede)
el cambiar de asiento, de taxi.
El pensar en la fusión,
que algunos llamarían trío,
yo creo que es, un ”redúo”
ya que el conducir a dos distintos,
solo se puede hacer uno a uno.
Nadie tiene tan larga… las piernas
para conducir a un tiempo
dos taxis aunque estén muy juntos,
tampoco… montar dos yeguas,
que han de estar separadas.
Un saludo y…
a conducir noche y día,
mientras lo permita el cuerpo,
ya con los años vendrá
el obligado descanso.
A cumplir y a disfrutar,
es lo que se decía en mi tiempo.
27 mayo 2014 | 22:29
Muy bueno, pero déjate de fusiones entre cuerpos que yo con un cuerpo como esté ya tengo de sobra: http://goo.gl/WWUeSj
27 mayo 2014 | 23:01
Genial! Por cierto, que pereza eso de llevar una doble vida.
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
27 mayo 2014 | 23:22
Y no se puso la alianza en tu taxi ??? Raro…rarooooo…Ese tiene más de una querida y todavía no iba a casa…
27 mayo 2014 | 23:51
En el fondo ha sido sincero, sí, jajaja.
28 mayo 2014 | 00:49
Me encantó………..
28 mayo 2014 | 07:15
Q perspicaz, si hubiese sido una mujer la q hace la llamada desde tu taxi, diría, cielo, embrago y llego en cero » coma», mi coma como tu alargó, sin comentarios.
Feliz miércoles.
28 mayo 2014 | 07:18
jajaj pues sí.
Genial para empezar el miercoles con ganas.
Un saludo a todos!!
28 mayo 2014 | 09:31
Estoy con la opinión de #maría.
Les hay muy capaces de llamar a su mujer desde la misma cama que comparten contigo.
‘Salgo ya para casa, el encuentro ha ido muy bien’….jejejejeje y yo no lo dudo 😉
28 mayo 2014 | 13:20
Yo también estoy con la opinión de #maría.
Tu frase es buenísima, de verdad.
Y sabes que: si tú no quieres participar en el jueguecito, no ya de ser infiel tú mismo sino de participar en una infidelidad hacia otra persona, porque no te parece ético, te pueden hundir la vida (Sí lo sabré yo, que también hay mujeres por ahí que son unas «santas» (me parece que esto no es cuestión de sexos, sino de la especie humana, pero no lo sé, habló desde mi propia experiencia porque los tíos no me gustan)).
28 mayo 2014 | 14:36
Yo escuchaba unos tacones acercándose a mi exnovio mientras hablaba con él por teléfono. Lo que escuchaba del susodicho después… en fin, que se me han quitado las ganas de conocer a nadie.
28 mayo 2014 | 16:47
Bueno, tampoco dramaticemos. Es sólo una cuestión de tiempo; este, tarde o temprano, acaba con las infidelidades.
28 mayo 2014 | 20:26