FOTO: @simpulso
Ayer fue un día raro. Me vino en sueños un relato y decidí quedarme en casa escribiendo (¿qué sucedería si toda la humanidad se volviera de repente gay?) hasta que llegó la hora de acudir a mi cita de los martes en la Cadena SER y dejé el relato y salí con mi taxi fuera-de-servicio dirección Gran Vía. Se cumplían diez años de los atentados del 11M, así que en la tertulia hablamos del tema en profundidad. Escuchándome a mí mismo a través de los cascos (mi propia voz amplificada, relatando aquel fatídico día), conseguí desdoblarme y duplicar mi rabia. Pero luego entrevistamos a Andy&Lucas (foto) y esa rabia se transformó en asombro. Necesitaba digerir tamaño carrusel de emociones, así que al salir de la radio no pude evitar meterme en un bar y apretarme casi de un trago una jarra doble de cerveza. De tapa, el camarero me puso un plato de choricitos fritos que os juro que parecían penes pequeños sin circuncidar. Estaban ricos, por cierto.
Después saqué el taxi del parking y en la misma Gran Vía subieron dos gafapastas. Tomaron asiento, me indicaron su destino y comenzaron a hablar de sus cosas. De cine, para más señas. El más callado era montador profesional. Llamó mi atención algo que le dijo el otro: «Sabes perfectamente que un buen montador es capaz de convertir un mal rodaje en una buena peli. Tus ‘postpro’ (postproducciones) han conseguido salvar el culo a más de un director mediocre».
Hablaron de montar planos en un orden distinto al marcado por el director para darle otra visión a la historia, o incluso mejorarla. Hablaron de la importancia de cortar, pegar y alargar o acortar escenas, y aquello me pareció fascinante.
-Ojalá pudiéramos hacer eso con nuestra propia vida -dije metiéndome en su conversación.
-¿Perdón? -soltó el montador.
-Hacer lo que tú haces pero con la vida. Cortar y alargar escenas de nuestra propia vida, o cambiarlas de orden a nuestro antojo -dije.
-Joder. Eso sería una historia cojonuda. «Desmontando la vida» en una peli. Metacine -dijo el otro.
-Hazlo. Dale una vuelta. Escribe una sinopsis sobre eso -le dijo el montador al otro.
El caso es que, ahondando en el tema, acabé comiendo con los dos, montador y guionista, en un bar de Moratalaz. Anotamos ideas en servilletas y bebimos mucho. Así que ayer apenas hice una carrera con mi taxi. Y dado mi estado etílico tuve que dejarlo ahí aparcado y llamar a un teletaxi. Y en la radio del taxi que me llevó a casa sonaba, lo juro, Andy&Lucas.
Se cerró el círculo de lo indescriptible. Supongo.
11 marzo 2014 | 23:52
Eres la pera, me encantas.
12 marzo 2014 | 07:54
Desde luego sería genial poder cortar y alragar escenas de nuestra vida. Pero mira cómo se cerró el círculo en la tuya, sin ayuda de guión! 😉
http://areaestudiantis.com
12 marzo 2014 | 08:53
k razon http://j.gs/3WcM
12 marzo 2014 | 08:59
Lo primero es tener en cuenta que hasta que no se rueda algo no se puede montar. Como cuentas, el montaje es postproducción. Alargar o acortar escenas es algo que ya hace nuestro cerebro. El montaje de una vida ya se hace, se llama recuerdos. Hasta los hay que lo plasman en un libro al que llaman Memorias, Autobiografía o cosas similares. Uno no se acuerda al final de los días tediosos. Se acuerda de los buenos o de los malos y el propio recuerdo los distorsiona, altera y reordena. Esa es la peli de tu vida, la del montador profesional de tu cabeza tras años de vivencia, no la de facebook, que a tanta gente gusta, que sólo con edulcorados buenos momentos. Pero eso es como la vida misma, son más taquilleras las comedias románticas vacías que las que tratan sobre una vida. Y vaya, que si ese supuesto montaje no se hiciera en los recuerdos sino que se hiciera sobre la vida misma, cargándote los malos momentos, lo que te quedaría sería ni más ni menos que esa peli de facebook. Además de que la vida duraría un jodido suspiro.
12 marzo 2014 | 09:29
Si toda la humanidad de repente se volviera gay…los tíos ibáis a pasarlo peor que nosotras que somos mayoría y además al ser tantas íbamos a poder elegir mejor…
¿Chorizos fritos que parecían penes? Uaaah…yo veo todos los días chorizos con corbata que parecen humanos, aunque dudo que lo sean…
12 marzo 2014 | 10:44
» De tapa, el camarero me puso un plato de choricitos fritos que os juro que parecían penes pequeños sin circuncidar. Estaban ricos, por cierto » …
No quiero ni pensar lo que te parecerían las típicas tapas que ponen en el pueblo de mi mami – que yo siempre cambio por patatas fritas, morro o chorizos – …sus famosas ancas de rana, puaghhhhhh…pocos choricitos o butifarras te han cocinado a ti…
No he escuchado nada de Andy y Lucas peroooooo…un respeto…Seguro que han vendido más copias de su música que tú de tu libro » Nilibreniocupado » …por lo tanto…un respeto por los chavales…
P.S.: Si eran gafapastas auténticos hubiesen usado el término epítome…esos iban de divos y son cinéfilos de tercera división…
P.S.2: Tienes un serio problema con los prepucios circunstinciados…o como se diga…
12 marzo 2014 | 10:46
Que grande el post de hoy!! Me ha hecho pensar en cómo sería una post-pro de mi vida.
Muy chulo!! (el post, no mi post-pro)
12 marzo 2014 | 12:08
Se cerró el circulo, corte y descapulle total.
Me gustan Andy&Lucas,y hoy me caen bien.
12 marzo 2014 | 15:36
El verdadero reto sería montar el trayler de nuestra vida. 2.880 fotogramas (un par de minutos, mamá) para mostrar nuestras carencias, virtudes y las fotos de la primera comunión ¿Qué no, Simp?
Sobre Andy y Lucas, mejor no opino. Alguien que se hace pasar por Andy, llamándose Andrés, no me da muy buen rollo. Es algo parecido al que te da los «buenos días» por Whasapp con un «good morning»
12 marzo 2014 | 20:37