Séis y cuarto de la tarde, carril central del Paseo de la Castellana. Justo en el sentido opuesto a mi semáforo en rojo, un VW Polo se cruza en seco para cortarle el paso a un carísimo e impecable BMW (el cual, supongo, le habría hecho alguna pirula previa). El del Polo (hombre de unos cuarenta años) se baja en dirección al otro conductor (hombre de unos sesenta, porte elegante), abre su puerta, se abalanza sobre él y comienza a inflarle a hostias con una furia que a todos nos deja perplejos. Pero también me sorprende la reacción de los demás conductores: absolutamente nadie hace nada. Nadie sale del coche para intentar separarlos. Sólo observamos absortos cómo el tipo del Polo continúa fostiando con creciente rabia al impávido gentelman del BMW. Instantes después llegan dos Agentes de Movilidad los cuales, en lugar de apresurarse a separarles, se acercan temerosos sin saber cómo actuar hasta que el del Polo les ve venir y decide parar por sí solo. Instantes después se abre el semáforo. Miro a la usuaria de mi taxi, ella levanta los hombros, y continuamos la marcha sin mediar palabra.
Analizando el incidente en su conjunto, me cuesta creer que aquella situación se diera a partir de una simple disputa entre dos conductores. Sin duda, en el comportamiento enloquecido del tipo del utilitario había algo más. Tal vez aquello fuera el detonante de una ira acumulada a lo largo de todos estos años de crisis y desánimo que acabó canalizando, precisamente y no por casualidad, contra un hombre de más alta escala social. Tal vez me equivoque, pero en aquella paliza noté cierto sabor a lucha de clases, a venganza cuerpo a cuerpo de un obrero machacando a hostias al señorito intocable que estrena coche caro.
A menudo nos preguntamos qué más tiene que pasar para que se produzca un estallido social de dimensiones cósmicas. Pero visto lo visto, es posible que el estallido en cuestión no llegue a presentarse de forma organizada y grupal, sino que ya se está viendo a partir de pequeños y aislados detonantes: el estafado por las Preferentes que en un arranque de ira acuchilla al director de su sucursal bancaria, el parado que aprovecha una disputa de tráfico para desatar su furia… Y lo curioso es que el resto, precisamente por no hacer nada, ya se está posicionando. En cierto modo creo que nadie salió de su coche para separar al hombre del Polo porque, en el fondo, el otro tipo estirado exhibiendo cochazo no nos dio ninguna pena. Y esa falta de sensibilidad colectiva ya es algo. Y ese algo empieza a dar miedo.
No es la primera vez que presencio reacción tan desmesurada, y algo me dice que no será la última.
04 junio 2013 | 00:06
Nadie se ha hecho rico trabajando honradamente.
04 junio 2013 | 00:21
Llamar a la víctima de una agresión «impávido gentelman del BMW» y justificar, según nos convenga interpretarlo, al hijo de la gran puta violento que le infló a hostias, eso sí que da miedo, imbécil. Y no hacer nada tú mismo por impedir la agresión pero achacárselo a los demás, resulta muy cobarde e hipócrita por tu parte. Si «el obrero» que te has sacado de la manga hubiera matado al del BMW, ¿sería un asesino y estaría justificado un escrache contra él, porque sí que habría motivos reales para llamárselo, o sería, el asesino, víctima de «un conflicto» y convendría dialogar con él?
Mi agresividad meramente verbal tiene criterios de lucha de clases, tú tienes diversas ocupaciones remuneradas, yo ninguna, así que te jodes, majete.
¿Miedo? ¡Ya te digo!
04 junio 2013 | 00:25
Pero no estoy de acuerdo. En que lado estás tú?? tú estás en el lado que le baila el agua al sistema tal y como lo han impuesto. Ahí estás dando pábulo a la discusión que no lleva a nada y alimenta la salsa rosa política, un entretenimiento muy cool. No intentes hacernos creer que estás en el barco de los que están cabreados y, de verdad afectados, porque eres de los que se lo llevan calentito y ganan más que si no hubiera nada de que discutir. O quien sabe si hace unos años te hubieras lanzado al cotilleo de los famosos. Con eso no digo que no lleves en parte razón, a menudo pienso que entre tantos que no tienen nada que perder, alguno, en vez de o antes de suicidarse la va a liar parda. No estaría justificado, pero sería normal.
04 junio 2013 | 00:56
pues que denuncie el garzon,ya que es tan finolis
04 junio 2013 | 02:58
alberto
04 junio 2013 | 03:01
Hay que tener pocas luces para escribir un artículo como este justificando un acto violento.
04 junio 2013 | 06:41
Nada debe justificar
ninguna de las violencias,
ni la violencia machista
tampoco la feminista
en ninguna de sus facetas,
sea física o psíquica.
Hay otra violencia
que también es denigrante
por lo tanto censurable
que también debieran ser
de oficio… justiciables.
Como la violencia del paro,
la violencia del hambre
la violencia hacia hombres
que no siendo culpa suya,
por no encontrar trabajo
no tiene para sus hijos
ni lo más indispensable,
algo de comer, co mi da.
Esa violencia como todas
también debe ser contenida,
pero a ver si a todos esos
que son millones por cierto
que se levantan cada día
sin trabajo, sin dinero sin comida.
A ver cómo se les convence?
¿Qué tengan paciencia?
Eso es lo que hace unos días,
les pedía, el bien pagado Presidente
como… solución a sus vidas.
La violencia que genera
las injusticia sociales
nunca son justificables
¿Pero a ver quién contiene
a millones que a sus hijos
de comer no pueden darle?
No a la violencia a hostias
No a la violencia verbal
y también hoy grito yo:
-No a la violencia social.
04 junio 2013 | 07:53
Miedo das tú…con este tipo de post…
Ni siquiera llamarías al 112 …Ay pobres de los parados…con eso vale todo ( ? ) pero como tú estás al margen con el taxi, el 20m(ierdas), la TV, la SER, etc…Agonías deja algún puesto para otro k en la declaración de la renta te van a » sablar » … Como dice muy claramente MM tú NO estás en ese bando …La violencia NO está justificada…por muchas pirulas con el coche k te hagan …Con post como este tú mismo te reflejas…
@l resto: Buenos días !!!
04 junio 2013 | 08:02
La violencia NUNCA está justificada, y menos por una pamplina como ésta. Para eso está el 112. Si crees que te ha hecho algo tan grave, llama a la policía y denuncia. En ese bmw podría ir una familia con niños pequeños.
Esto ha existido siempre y no tiene nada que ver con la lucha de clases. El del polo seguramente será un niñato poligonero, medio drogata, con problemas importantes de inferioridad y con una cultura tan escasa que tiene que recurrir a la violencia para defender su postura. Es lo que tiene este país de analfabetos y traumatizados.
Espero que lo empapelen bien y se le quiten las ganas de volver a hacer el imbécil.
04 junio 2013 | 08:14
El que a hierro mata a hierro muere. No puedo estar de acuerdo con la violencia. Alguna vez yo le ejercí y aún me arrepiento de haberlo hecho; incluso pedí disculpas y no me fueron aceptadas. El que ejerce la violencia se violenta consigo mismo para los restos. Estoy muy de acuerdo con Gomaranto: tener a medio país en la indigencia también es violencia; que me parece que no existiría si se crease más dinero en Europa, pero parece ser que los países poderosos quieren tener una moneda fuerte, tan fuerte como cuando no existía la Europa unida que tenemos hoy, cuando a mi juicio se debería buscar la paridad con el dolar. ¿Unida?. También estoy de acuerdo con la crítica que MM hace de la pasividad del ciudadano medio cuando se ejerce la violencia: todo el mundo mira para su propio ombligo. La violencia está ¡siempre! mal. Hay otros mecanismos para resolver los problemas.
04 junio 2013 | 08:46
Posiblemente el bmw cerró al polo al esquivar a un taxista calvo que va escribiendo historietas y no presta atención al tránsito.
04 junio 2013 | 08:50
Mira, tonto del culo, ¿cuál es la base del problema? Que nos están endeudando, a nosotros y hasta a los tataranietos de quienes los vayan a tener, y cada vez más, es una bola de nieve imparable, bueno, se podría parar, o lo podríamos parar, o les podríamos parar, el del Polo junto al del BMW, que a lo mejor es un autónomo que está a punto de vender el coche porque la Administración, las administraciones, no le pagan lo que le deben desde ya ni se acuerda, pero, eso sí, el IVA se lo cobran las mismas administraciones, religiosamente. Porque esas administraciones, plagadas de enchufaos inútiles, que forman parte de la puta Casta -que esos son el problema, no los funcionarios de carrera-, necesitan pasta a raudales, para ellos, y como no hay, pues hay que pedírselo a Uropa, tan mala ella, así que lo que sangran a los curritos, en realidad es para ir pagando los intereses de la deuda monstruosa que marea, y lo que te rondaré morena, así que nos sangran para pagarse sus lujos, no para solucionarnos nada.
¿Cuáles son las comunidades autónomas más endeudadas, más irresponsablemente gastadoras?
Cataluña, o sea, CiU.
Valencia, o sea, el PP.
Andalucía, o sea, el PSOE, Izquierda Unida, Comisiones Obreras y UGT.
La Casta, y el pastel bien repartido, de buen rollo entre ellos. Pasa que los del PP son gilipollas, hasta cierto punto, porque se dejan «fostiar» y en ocasiones fostiar sin comillas, pero lo dan por bueno, dado que este sistema les garantiza su parte en la rapiña. ¿Y quiénes son los encargados de fostiar selectivamente? ¿Indignados espontáneamente? ¡No me digáis!
¿Alguien me puede explicar por qué los duques de Mangarín están tan ricamente en Barcelona sin que nadie les moleste ni les escrachee, cuando su domicilio se lo sabe ya hasta El Tato, pero van los Príncipes de Asturias, encima, a lametearles el culo, y los abuchean, no reprochándoles el latrocinio de su puta familia (Curiosamente, no el de la pareja porque, al menos hasta el momento, no les han pillao en ninguna) sino gritándoles «¡Volveos a España!»?
Mercenarios y los tontos útiles que les siguen, señalando blancos para evitar que el del Polo y el del BMW unan sus fuerzas, se interpongan en modo barrera para cortar el paso al del coche oficial que no ha pagado él y que vaya a pie, o en bicicleta. Y sin tocarle un pelo, como debe ser.
Pero no, claro, es vital que nos demos de hostias entre nosotros para que ellos puedan mantener su chiringuito. Y está muy bien, pero que tengan en cuenta que juegan con fuego.
La justificación de la violencia que se está generalizando y ampliando cada vez más en esta sociedad enferma y esto de respetar las normas, incluso las más básicas de convivencia, según nos pete, nos puede acabar saliendo muy caro a todos, porque a todos, a cualquiera, en cualquier momento, nos puede llegar a fostiar alguien armado con un listado de razones para hacerlo.
Eso sí, dedicarse a la agitación y la propaganda, o sea, la profesión de agitpropero, la sabe remunerar muy bien La Casta, incluído El Cuarto Poder.
04 junio 2013 | 08:56
A mí lo que me da miedo es que ya justifiquemos cualquier tipo de violencia.
http://areaestudiantis.com
04 junio 2013 | 09:00
Un día de furia
Título original Falling Down
Año
1992
Duración
112 min.
Sinopsis
En Los Ángeles, durante una jornada especialmente agobiante a causa del calor y del colapso del tráfico, de repente, un ciudadano normal se rebela de manera violenta y destructiva contra todo lo que lo rodea. Bill Foster (Michael Douglas) no es más que un hombre corriente que supera como puede las frustraciones de cada día y que lo único que quiere es regresar a casa. Un oficial del departamento de policía (Robert Duvall) intentará poner fin a su violencia y agresividad. (FILMAFFINITY)
04 junio 2013 | 09:08
29-04-10
Acuchilla a 29 niños en una escuela en China
Un hombre en paro armado con un cuchillo ha herido a 29 niños y a tres adultos en una guardería del este de China. Es la segunda agresión de este tipo en 24 horas y la tercera en un mes, según fuentes oficiales locales.
Los 29 niños apuñalados en la escuela de Taixing, una ciudad de la provincia de Jiangsu, se encuentran estables, según ha precisado el responsable municipal M. Zhu.
Una agencia china de noticias había informado de que cinco de los heridos estaban «en estado crítico, tras el ataque perpetrado por un hombre de 47 años».
«Los cinco heridos graves se encuentran en estado estable. Nadie ha muerto», ha dicho M. Zhu.
El presunto agresor, Xu Yuyuan, irrumpió en la clase armado con un cuchillo de 20 centímetros con el que atacó a los niños, la mayoría de 4 años, según relata la agencia oficial de noticias. Dos de las profesoras y un guarda que han intentado detener al asaltante también han resultado heridos.
Otro ataque el día anteriorLa víspera, un profesor de baja desde 2006 por problemas mentales, había herido a una quincena de niños y a uno de los cuidadores en una escuela primaria de Leizhou, en la provincia de Guangdong. Chen Kangbing, de 33 años, también utilizó un cuchillo antes de saltar por la ventana, aparentemente para suicidarse, según el China Daily. Ha sido detenido.
Cinco de los niños heridos estaban graves, pero todos se encontraban hoy estables, según un responsable del hospital de Leizhou, citado por Chine Nouvelle.
El drama se produce el mismo día de la ejecución en la vecina provincia de Fujian de un hombre condenado a muerte tras haber matado a ocho escolares un mes antes y haber herido a cinco, también con arma blanca.
Zheng Minsheng, un antiguo médico de 41 años, apuñaló a los niños el 23 de marzo, frustrado por los fracasos de su vida profesional y afectiva. Acababa de separarse de su pareja, según los medios chinos. Durante el juicio reconoció haber «matado intencionadamente» y todas las apelaciones contra su pena de muerte fueron rechazadas.
04 junio 2013 | 09:12
Bueno, despues de haber sufrido dos accidentes, ambas colisiones por detrás, y perder tiempo, dinero y salud puedo contar algo.
Estoy harto de que se idemnize a las victimas con una mierda de cantidad, que las compañías racaneen ayuda y asistencia, que las penas por las lesiones sean inexistentes o ridículas y que te traten de dar por siniestro el coche que un energúnemo te ha destrozado.
Me da asco la actitud mezquina de las compañías, a mi Mutua Madrileña me ha llegado a coaccionar para no hacer uso de la libre elección de abogado a la que tengo derecho, pero podría hablar de otras… MMT, Catalana Occidente, Reale, BBVA Seguros… que he tenido que padecer.
Y desde luego lo mejor es la actitud de los conductores, en mis accidentes ambos trataron de darse a la fuga, en lugar de auxiliarme.
He tenido que ver como a un amigo le mató un desaprensivo a un familiar y se arregló todo con 60.000 Euros de idemnización y el conductor libre.
Ser un hijo de puta al volante sale muy barato en España.
Si tienes cámara instalada en el coche, haz como yo, si ves un acoso víal, saca un rato para denunciarlo. La próxima victima puedes ser tú o los tuyos.
04 junio 2013 | 09:18
Y, otra cosita. Este párrafo: «Dos Agentes de Movilidad, los cuales, en lugar de apresurarse a separarles, se acercan temerosos sin saber cómo actuar»…¡HIEDE!
¿Separarles? ¿No deberías decir «separar a la víctima de la mala bestia»? ¿Separarles? No era una pelea, sino una agresión a un «impávido», agresión física y la tuya, mofándote de la víctima.
Y, ¿temerosos? ¿Quizá por miedo a que el público circundante los apedreara por su «brutalidad policial» y por reprimir el ejercicio legítimo de la libertad de expresión de «el obrero» en lugar de optar por «el diálogo entre las partes»?
De verdad, ¡pero qué asquito!
04 junio 2013 | 09:29
Estoy con los que dicen que la violencia NUNCA está justificada, pero…
En mis años de conductor, no se si por casualidad, o por que me fijo más, o por lo que sea, pero resulta que la mayoría de los abusos al volante que he visto han sido producidos, o bien por «niñatos» de coches tuneados (¿De dónde sacan la pasta?) o por gente con BMW, Audi, y otras marcas «premium» (aunque, curiosamente, los conductores de Mercedes suelen ser más «tranquilos»)
Con el tiempo he llegado a la conclusión, no se si acertada o no, de que esta gente se cree con más derechos al volante ya que han pagado más por su vehículo (y probablemente más impuestos) y por eso se creen con derecho a cruzarse delante tuya, ocupar dos carriles, adelantarte y frenar, etc., etc., etc. …
Hoy por hoy, como esté en un semáforo o en una rotonda, lo primero que hago es ver si hay algún «premium» cerca, para tenerle un ojo echado, y luego, si hay algún «niñatillo», por 3/4 de lo mismo…
Como taxista, ¿Tú que opinas??
04 junio 2013 | 09:32
Me parece vergonzoso que justifiques un acto de violencia con la lucha de clases, puesto que a lo mejor el señor del bmw lleva toda la vida ahorrando para ese coche y porque un «señor» ,por llamarlo de alguna forma, se le crucen los cablen y empiece a golpearle, ya podria pagar su ira con quien tiene la culpa de su desgracia, el congreso de los diputados esta lleno de ladrones, que no tienen ninguna benebolencia de quitarte el sueldo, despedirte o cualquier cosa que se te ocurra. Pero es mas triste aun que nadie se acercara a ayudarle, si hubieses sido tu, ¿te habria gustado que te fuesen ayudar? pues ya sabes toma nota
04 junio 2013 | 10:03
No hay nadie más clasista que un izquierdoso. Se pasan el día pensando en esos términos.
04 junio 2013 | 10:23
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Función GPS: el apoyo
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Comunicaciones Bluetooth: ayuda
Almacenamiento Teléfono:
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Libros electrónicos: La ayuda TXT, PDF, Excel, PowerPoint, Word format navegación, etc
La función de radio: apoyo a la función de radio FM
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04 junio 2013 | 11:07
Conozco unos cuantos de esas guisas, la mitad van siempre colocados, si no de una sustancia, de otra, y van haciendo barbaridades en la vía publica, autopistas, etc….
Mejor saber con quien te metes y a quien defiendes, o sales mal parado.
04 junio 2013 | 11:12
@carpe. No se escribe sablar.
Es sablear.
1. tr. coloq. Sacar dinero a alguien dándole sablazos, esto es, con petición hábil o insistente y sin intención de devolverlo. U. t. c. intr.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
04 junio 2013 | 11:17
Supongo que esa reaccion violenta sale de la parte irracional que, creo, todos llevamos dentro.
Por eso no hay explicacion o justificacion razonable ante estos actos.
Y me imagino que Dani, se refiere a este tipo de agresion, que se alimenta de contener muchas putadas, a nivel personal, y que explota cuando uno menos se lo espera.
No se si me explico…..
04 junio 2013 | 11:48
el mundo está fatal de los nervios!!!!!!!
04 junio 2013 | 12:57
La gran respuesta está escondida en el magma del desconcierto. Nadie da crédito a lo que ocurre. Muchos elucubran, analizan y psicoanalizan el presente y sus estertores, pero la mayoría desbarran. No por ignorancia, sino porque lo que ocurre pareciera que ocurriera más allá de la verdad, más allá de lo posible e imposible. Sí, hay manifestaciones, protestas varias, cabreos generalizados, encierros, caceroladas y convocatorias de todos los colores. Incluso la conciencia social ha despertado del letargo posmodernista. Cierto. Todo se sabe, todo está dicho sobre la desdicha de este presente inmundo: millones de parados, recortes crueles, sueldos, pensiones y subsidios de saldo; muertes, EREs y suicidios por desahucios; usureros que van de banqueros beatos, millonarios filantrópicos que doblan su fortuna, enfermos que se pagan la ambulancia hacia la muerte y políticos cínicos que instigan a la austeridad ajena ganando 150.000 euros al año sin que se les mueva el músculo de la vergüenza. Y también vendedores de palabras que actúan como dosis de arsénico. Nunca tan pocos engañaron a tantos y les cobraron por ello. Todo está dicho, por activa y por pasiva. Sabemos lo que pasa y por qué nos pasa. Sabemos la verdad más íntima de este escandaloso funcionamiento del mundo, de este girar enrevesado de la historia, de esta vuelta atrás en busca de una protección personal que nos libre de la vista asquerosa que ofrece la realidad. Lo sabemos todo. Y sin embargo algo, en lo más profundo de nuestra luminosidad, nos impide hallar la luz. La luz para entender por qué Los Miserables no se representan ya entre nosotros, por qué el estallido social se hace esperar tanto, por qué la toma de La Moncloa no se ejecuta de inmediato, por qué tardamos tanto en actuar contra ellos. Sobran razones. Sus sustracciones y raterías las han realizado en nombre del libre mercado, pero en realidad las han hecho en nombre propio. ¿O es que acaso la ciudadanía no es rehén de ellos?, ¿O es que acaso no hemos sido secuestrados por manos blancas ensangrentadas de avaricia y vicio político?
Todo está dicho. Todo ocurre de manera insondable sabiendo que el futuro imperfecto espera el descenso a los infiernos de la austeridad. Y ustedes se preguntarán cuándo despertaremos, hasta cuándo, hasta dónde vamos a aguantar tantas líneas rojas sobresaltadas. Incluso sabemos que podemos aguantar más. Mucho más. Sabemos por los expertos, que la familia es el gran amortiguador social del desencanto, que la economía en negro, blanquea y purifica las penurias económicas de cinco millones de parados, que los abuelos y abuelas están frenando la rebelión porque ellos y ellas están sosteniendo las barricadas que aún no se han levantado. Creemos que todo es irreal, que no es posible, y quizás por ello entendemos que no tiene ningún sentido fatigarse en demostrar lo contrario. Sabemos que el miedo, el miedo a perder lo que se tiene, sea poco o nada, es muy paralizante, incluso autodestructivo. Es ese miedo social de quien, sabedor de su pasado desahogado, no desea arriesgar más de la cuenta. Y asume los ajustes y recortes como un mal menor. Eso lo sabemos. Son leyes sociológicas, lógicas del comportamiento, dinámicas privadas de la conducta social. Pero aún así nos preguntamos por qué. Si todo está a punto para el desembarco, si tenemos la evidencia de los hechos, si sabemos, con nombres y apellidos quien ha causado esta hecatombe, si están ahí, con acusaciones en firme, por qué no actuamos.
Me gustaría saberlo a ciencia cierta. Pero sé que la verdad ha sido secuestrada hace tiempo. Aunque algo intuyo. Vicente Verdú, en el artículo publicado en El País titulado «La fertilidad del miedo», adelanta algo. Dice que «las protestas se disuelven en las aguas amargas de la cólera efímera», como si esa rabia que nos inunda ante tanto despropósito fuera incapaz de concretarse en algo brutal y colectivo, en un empuje contorsionado, como lo fueron otras revoluciones que alteraron el orden del mundo. Es verdad. Pero el mismo autor, tal vez sin darse cuenta, creo, aporta la respuesta, la gran respuesta incapacitante de nuestra cólera efímera. Dice que en la «Red, en la radio, en Cáritas, en Médicos sin Fronteras o en la tendencia de la multicaridad se siembra la luminosa acción de auxiliar al otro». Eso es. Es en el ámbito de nuestra privacidad caritativa donde encontramos el consuelo ante tanta desazón. Es en nuestro gozo o desgozo interno y privado desde donde operamos. En la absoluta soledad despolitizada de nuestra privacidad desconectada de los otros. Porque desprovistos del nosotros revolucionario no podemos provocar ni convocar ninguna revolución. Porque estamos sometidos a la tiranía de la privacidad de los múltiples actos de palabra, obra y omisión que ejecutamos cada día. Sin darnos cuenta, nuestros actos solo tienen un destino, nuestro propio yo. Porque el nosotros social ha sido pulverizado, ha dejado de existir, los demás están ahí, con sus penas, ictus, desajustes, despidos, recortes, subsidios de miseria, disfunciones, exclusiones, amenazas, soledades, pobrezas, precariedades y destinos sin presente. Pero no están con nosotros. Porque ya no forman parte de él. Así van surgiendo iniciativas que buscan, con las mejores intenciones, supurar las heridas de la gente y paliar las desgracias diarias. Pero alejadas de la solución colectiva. Como si reconociésemos desesperanzados que solo la nueva asistencialización puede sufragar nuestros males. Y eso nos aleja de la revolución colectiva.
Si me preguntan, ¿entonces qué tiene que ocurrir para que esto cambie, para que salgamos a la calle y actuemos en serio? Les diré que tiene que pasar tiempo. Para reconstruirnos como nosotros revolucionario. O, que quien nos dirige no controle la tensión del arco de la historia. Rajoy sabe que ya no hay líneas rojas que le impidan llevar a cabo su holocausto social. Y lo sabe Merkel y los dirigentes mundiales y quien manda en el Fondo Monetario Internacional. Lo saben en el Banco Central Europeo y también los gánsteres de la banca española y mundial, y los terroristas económicos que alteran los mercados. Lo saben. Por eso juegan. Porque hay algo que tienen controlado: el miedo social y colectivo a la pérdida del presente, el justo y necesario engaño a través del gobierno de las palabras, que es como decir que es de noche cuando en realidad han bajado las persianas y el absoluto dominio sobre los poderes que pudiendo hacer algo, no hacen nada. La justicia, la democracia y las instituciones políticas han sucumbido a la mentira, la traición, la apostasía y la corrupción. Han dejado de servir para lo que se erigieron. Para atender a los ciudadanos, hoy convertidos en clientes. Si usted Sr. Rajoy controla esto, sabe que tiene vía libre para convertir el Estado en una tripería. Salvo que; salvo que un día, una chispa, una voz, una gota de sangre, un fulgor, una muerte, un grito, una consigna, incluso un poema estimule una reacción en cadena, como si todos estuviéramos encerrados en ese bosón de Higgs y provocáramos un colosal choque de partículas. Entonces, aupados por el nosotros contagiado de venganza, devolveríamos a la historia su función. Hacer girar el mundo. Y es que la historia no se repite, pero fabrica constantes. Y lo que es cierto es que Rajoy juega en esta vida como si la historia hubiera firmado su defunción definitiva. Pareciera que está poniendo a prueba la ductilidad de los españoles. Pero ignora que la historia es incontrolable y que quizás un día su elipsis estalle sin aparente causa ni justificación. Quizás entonces el rumbo gire bruscamente
Paco Roda es profesor de la Universidad Pública de Navarra
13/01/13
04 junio 2013 | 13:55
Exacto. El funcionamiento del mundo es escandaloso, pero así ha sido siempre, y lo seguirá siendo. Las protestas se disuelven en las aguas amargas de la cólera efímera… Ahora suenan voces de protesta por todas partes, porque los afectados somos nosotros, no los otros; los que hemos dormido en los laureles de la comodidad muelle, mientras otros, en lugares remotos, o a la misma vera, las pasaban canutas… Se diría que nos lo hemos buscado con creces, a fuerza de volver la vista a otro lado… Desgraciadamente, desconfío de que se produzca ese despertar colectivo y plural revolucionario, instalados como estamos en un quietismo pesimista e individualista, o en un individualismo quietista y pesimista. Mis dudas razonables tengo sobre la voluntad de la gente de ponerse a cambiar el mundo. Ojalá.
En cuanto a los estallidos coléricos, y las enajenaciones mentales a que conduce la desesperación en un momento dado, a un individuo concreto y de forma aislada, qué decir… no me sorprende. Lo verdaderamente sorprendente es la cantidad de quina que somos capaces de tragar.
04 junio 2013 | 16:26
@Ninet:
¡ Gracias ! …aunque lo entrecomillé 😉
04 junio 2013 | 17:01
De todos modos no podemos pensar en pegar a toche y moche a alguien porque parezca rico. Por ejemplo: Mi padre, a punto de jubilarse, ha ahorrado toda su vida para comprarse un mercedes. Le gusta vestir ropa elegante. No tiene muchas prendas pero las que tiene son buenas. No es rico. Ha sido un currante toda su vida. ¿Ha de pagar por ello?
Creo que nos faltan datos sobre esa pelea.
Saludos!!
04 junio 2013 | 17:05
El incidente como lo cuentas pasa a ser tan normal en mi pais como el tuyo, recorro la ciudad a diario en mi taxis y ese actuar es moneda corriente, la gente vive muy agresiva y cada vez se maneja peor.
Un beso desde argentina colega
04 junio 2013 | 20:30
Cualquier tipo de violencia física (o verbal, que por aquí pululan día sí y día también) jamás debe ser justificada. Yo, a esa gente que utiliza la agresión física (o verbal, repito, que por aquí pululan día sí y día también), si no fuese porque detesto cualquier tipo de violencia utilizada como argumento o desahogo, les machacaba la cabeza con un bate de béisbol tipo Robert de Niro haciendo de Al Capone a las órdenes de Brian de Palma en los «Intocables de Eliot Ness». Y que conste que estoy en contra de la violenta, eh!
PD: Creo que se me ido el comentario de las manos, Simp, y a mí también me da miedo.
04 junio 2013 | 21:25
¿Cómo puede ser que nadie hiciera nada?. Ya no digo ayudarle en su venganza, pero unos simples gritos de ánimo al del Polo hubieran estado bien.
05 junio 2013 | 07:32
Seguro que se estaba imaginando que el conductor del BMW era Rajoy…
05 junio 2013 | 12:45