Fotograma del film Noche en la tierra (1991)
Son muchos los datos que me acercan a cualquier usuario de mi taxi y me dicen, a grandes rasgos, quién es, a quién estoy llevando (soy curioso ergo estoy vivo).
Nada más abrir la puerta suelo fijarme, por ejemplo, en su modo de sentarse, informal o metódico, en cómo se dirige a mí al indicarme el destino (si me trata de tú o de usted, dato importante), si viaja predispuesto a mantener una conversación y en tal caso cual será el tema, por qué ha escogido ese tema y no otro y, sobre todo, para qué, con qué intención: ¿por pasar el rato?, ¿simple cortesía aunque su interlocutor, en este caso, se trate de un completo desconocido al que no volverá a ver?, ¿soltar lastre por no tener con quién?, ¿efecto verborréico del consumo de alcohol o drogas, quizás?
Todos actuamos de un modo u otro por algún motivo (y el que diga lo contrario será porque aún no ha encontrado el suyo). También lo tienen los que deciden permanecer en silencio durante todo el trayecto: ¿cansancio tras un día agotador?, ¿timidez?, ¿abstracción?, ¿pasotismo?
Pero también son dignos de estudio los que aprovechan el trayecto para hablar por teléfono (en voz bien alta o mirándome a través del espejo quienes quieren hacerme partícipe, o hablando en clave o en voz baja los que no). O los que leen el periódico gesticulando o chistando para que seas tú quien «pique» su anzuelo y pregunte primero, o los que te miran fijamente al espejo retrovisor, o los que duermen, o los que sólo miran por su ventanilla a las colegialas de falda corta, o los que sólo se fijan en los coches de gran cilindrada, o las que sólo clavan su vista en los bebés o los niños que caminan de la mano de sus madres, o los que sólo miran por mirar:
Dominantes, sumisos, atrevidos, miedicas, mentirosos patológicos, extrovertidos, introvertidos, salidos, reprimidos, solemnes, herméticos, egocéntricos, altruístas, acomplejados, risueños, cascarrabias, soñadores, bipolares…
De todos ellos, en fin, se saca algo. De todos ellos se aprende algo. Aunque sólo sea para aplicártelo a ti mismo. O no.
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Yo cuando entro en un taxi no hablo huelo, si huele a pipas, a champu, a pies, a ambientador , a plastico y eso me da el impulso para hablar animadamente o para callar para siempre, el olor es importante.
30 noviembre -0001 | 00:00
Ainsssss! estaba deseando que escribieras, me quedé en la cita con la mujer del señor de la cartera, y no pude leer más… como acabó? please…
30 noviembre -0001 | 00:00
…por cierto en la edición impresa de BCN hoy tampoco vienes…
30 noviembre -0001 | 00:00
Interesante meditación, no suelo coger taxis, entre otras cosas porque ni siquiera salgo mucho de casa, pero si que es cierto que las pocas veces que lo hago me gusta hablar el tema es lo de menos, pero me gusta hablar cuando me desplazo, sea cual sea el medio que utilize, me refiero que tengo la costumbre cuando me siento en un vagon de metro el decir «buenos dias» o tardes segun la hora antes de tomar asiento, bueno eso si no veo los cascos que ya de principio me dicen que les importa una mierda si a su lado va a sentarse una persona o un burro, pero si el viaje es un poco largo como por ejemplo un viaje en bus de medio o largo recorrido intentare pegar la hebra con alguien del pasaje, nací cascarrona, y oye ya puestos que hay que pasar un tiempo en un espacio reducido pues mejor pasarlo lo mejor posible ¿no?
30 noviembre -0001 | 00:00
Genial, Mara. Simpalabras.
10 mayo 2010 | 01:04
Por una carrera te hacen el diagnóstico, hay que joderse, y yo pagando a psiquiatras…
10 mayo 2010 | 01:07
A los taxistas os pasa como a los camareros y se os escapa que las personas muy viajadas y las muy servidas tenemos nuestra propia psicología aplicada, es entrar en un taxi, llegar a un hotel, sentarnos en un restaurante o en la barra de un bar y conjeturar con certeza acerca de aquel o aquella que en ese momento trabaja para nosotros. Es como un déjà vu.Quédese con el cambio.
10 mayo 2010 | 01:11
Yo soy de la que siempre pregunto acerca de la historia de las calles, o de Madrid, a mi me gusta escuchar todas las versiones posibles: la ciudad vista por otros ojos, que no los míos, que no tienen «amor de patria» sino la ilusión de enamorada, de una tierra que no me vio nacer….Feliz amanecer… yo, me voy a dormir, que en unas horas tengo que ir a currar.
10 mayo 2010 | 01:14
Justo y necesario. Es una buena filosofía de vida, estar siempre atento a lo que podamos sacar de positivo, a lo que nos puedan enseñar, para seguir creciendo. Dicen que se aprende más de una conversación que meditando.Ale,
10 mayo 2010 | 01:15
Tu psicología de andar por taxi te funcionará en las distancias cortas…por k en las largas deja bastante k desear…P.D.1: Si no me demuestras k existe/existió ese correo del k hablas entiendo k es una invención más…Tienes razón: de todos se saca algo!…
10 mayo 2010 | 01:30
Dani, ha sido casualidad encontrarlo mientras hacía limpieza de disco duro. Estaba en la misma carpeta que Rearviewmirror (qué gozada gritarla a pleno pulmón en el coche con una lagrimita, ya sabes).
10 mayo 2010 | 01:47
Por cierto, para descargar ese corto:http://av.vimeo.com/53912/911/9474269.flv?token=1273449794_efd33b…
10 mayo 2010 | 01:50
La vida sin polémica es una mierda.Si yo supiese que sólo voy a leer comentarios ñoños en tu blog : ya no estaría aquí: pruébalo : el aburrimiento tendría nombre.La polémica es la polémica, y el mal rollo es otra cosa, no hay que mezclar conceptos. Si yo supiese que voy a entrar aquí a leer felicitaciones y saludos cordiales todo el puto tiempo : me aburriría la sección de comentarios de tu blog, no podría evitar resultarme… digamos antinatural? : la polémica acompaña al observador también, la estás usando. En la mayoria de los casos la polémica también acompaña al observado.No creo que poseas más sicología que una frutera, una fotógrafa, una agente inmobiliaria, una camarera…El que es curioso lo es al volante de un taxi y/o detrás de un buen atuendo para vender pisos : no te fíes del que se presenta con la carpeta en mano haciendose el interesante revisando datos asegurándote que es la vivienda «ideal» para tí, es su pose, la misma para todos los clientes . refleja inercia a causa de desinterés porsu trabajo, actuaría de igual forma bajo otro uniforme.Para vender pisos tambien es necesaria mucha sicología, más que para comprarlos : se necesitan unos cuantos datos precisos del comprador que mediante una amena conversación pueden resolucionar y aclarar tu idea de lo que busca e ir sobresegura a por tu porcentaje al mismo tiempo que socialmente se te descubre como una buena profesional : de entrada se sabe que hay clientes » no apto» para tus objetivos, como cuando tu no paras tu taxi frente a alguien que no te gusta, y no me refiero economicamente, son datos que se saben de antemano.Hay que dejarse guiar o la intuición, es inevitable en profesiones con mucho trato con el público.
10 mayo 2010 | 01:57
Yo soy de las que se sienta, habla de usted y termina la frase con un por favor y luego, me dedico a mirar por la ventana mientras cuento cuántos coches rojos van en dirección contraria.Encantada de conocerte,Salomé.salomedevorandocerezas@blogspot.com
10 mayo 2010 | 02:06
…Pero si se trata de describirme cuando entro en un taxi… pues… sí : me siento también, quiero decir que tomo asiento.No sabría decir cómo me comporto en un taxi… depende de las circunstancias y sobre todo del tiempo de trayecto. Normalmente soy conversadora con la gente así es que imagino que si es un trayecto largo pues seguramente acabaría diciendo algo porque me resulta difícil mantenerme callada mucho tiempo cuando estoy rodeada de gente.(espectacular faro, el de Saint-Malo)Buenas noches.
10 mayo 2010 | 02:16
No hay nada más apasionante que el conocimiento humano. Puede sorprenderte, volverte loco, subirte a las nubes, bajarte a los infiernos, decepcionarte sin fin o emocionarte hasta traspasar todos los límites, pero nunca dejarte indiferente. Y esto es lo peor y lo mejor, luego en cada uno/a queda el saber elegir y decidir por afinidad, empatía o simplemente por el disfrute que genera relacionarse con otro ser humano.No se me ocurre otra canción que refleje mejor algunas sensaciones…https://www.youtube.com/watch?v=5XTSZ9TFk7A&feature=relatedBuenas noches 🙂
10 mayo 2010 | 02:25
Me ha gustado mucho el Blog, apareci en el como por encanto y descubri sentimientos ajenos que ya me temia…Todos somos un poco psicólogos, y nos pasamos la vida intentando otorgarle algo de sentido a las conductas ajenas y por ende a las propias….Yo soy una usuaria de taxi despistada, de esas que no saben quien son ni de donde vienen pero que si te abordan es porque seguro que llega tarde….Pertenezco al grupo de los que no saben muy bien que decir porque no están acostumbrados a hablar por hablar, por lo cual término optando por ser educada, correcta y mirar en silencio por la ventanilla….Si lo analizas es extrapolable a la mayoría de las conductas y decisiones que tomo en esta vida.Por cierto tb somo vecinos…
10 mayo 2010 | 04:06
Cuando vivía en Madird cogía taxi a diario, para ir y volver del trabajo. A las horas que volvía no había transporte público y a las que iba no me apetecía cogerlo. No era un trayecto largo, por supuesto…. siempre era un trayecto de 6 euros.Aprovechaba para llamar por tlf, la mitad de las veces a mi padre. No hablaba gritando, hablaba con naturalidad… realmente siempre me molestó el hecho de ser conducida por alguien a quien no puedes verle la cara… por eso si no tenía cara, para mí no existía. Cuando no hablaba por tlf, prefería ir en silencio. Aunque si el conductor me hablaba por supuesto respondía, y si el taxista era de esas personas alegres, entonces si me animaba un poco, pero no más de 10 minutos, por favor.También me gustan mucho los taxistas que me dejan llevar a mi perro en su coche… con ellos siempre hablaba y eran todos muy especiales,,, siempre muy buena gente.Lo que me parece inaudito es que alguien se duerma en el taxi… que fuerte, jajaja.DIFUSIONES SIN MEDIDA: http://difusionesanimalessinmedida.blogspot.com/ADOPCIONES A MEDIDA:http://busco-perrosdeadopcion.blogspot.com/
10 mayo 2010 | 04:57
cuando subo a un taxi, lo único que quiero es que me lleve donde deseo….punto….por cierto, no sube a tu tai nadie normal..??? (todos los descritos tienen su «tara»)
10 mayo 2010 | 07:41
A mi me han llevado taxistas que me hablaban por hablar, que me hablaban porque necesitan pensar en otra cosa y es fácil hacerlo con usuarios de 10 minutos de duración, taxistas con la música tan alta que casi ni podía decirle mi destino, taxistas con friki-taxi del cúal están tremendamente orgullosos (a lo Guillermo Montesinos en Mujeres al borde de un ataque de nervios).Los usuarios necesitamos expresarnos, al igual que los taxistas.
10 mayo 2010 | 08:09
Cuando subo en un taxi soy incapaz de no decir nada. Mínimo en un taxi el típico «como va la noche???»… Un día me dijeron que es normal porque lo que corta es «un cara cara», pero en los taxis, no dejas de hablarle a un cogote y por eso te sueltas más…No me he metido yo buenas risas con ellos… Me acuerdo que una vez le comentaba a uno el Toledo era un buen coche pero lo encontraba horriblemente feo y me dijo «tendría que estar prohibido» y de estas muchas…. Otro que decía que era completamente un oficio ruinoso, otro que me decía que se sacaba 3000 euros cada mes…Creo que hablando el trayecto se hace más corto y si aparte te puedes meter unas buenas risas…Salu2
10 mayo 2010 | 08:39
Si quieres hablar es más barato el barbero , pero si quieres viajar es mejor callarse y asi no entretienes al conductor con tonterias. Aunque pensandolo bien con el barbero tambien es mejor permanecer en mutis no sea que te rebane una orejaClica sobre mi nombre
10 mayo 2010 | 09:14
» Pertenezco al grupo de los que no saben muy bien que decir porque no están acostumbrados a hablar por hablar, por lo cual término optando por ser educada, correcta y mirar en silencio por la ventanilla….»No creo que dejarse llevar por la espontanidad del momento sea asunto de incorrectos y maleducados.El usuario tambien tiene su sicología y capta a la perfección la disponibilidad de un taxista para la improvisación. Los hay que van a piñón fijo y no les interesa nada intercambiar impresiones… y los hay que te piden a gritos una conversación aunque sea fugaz.El sistema taxial londinense es distinto al español, los ingleses en general son menos predispuestos a la improvisación, la mayoría de los taxistas por no decir todos van aislados como ya sabéis, el contacto se hace mucho más complicado, casi todos los taxistas allá, estan cortados por otro patrón mucho más austero… y no es que sen más correctos y educados : en alguna ocasión mi faenita he tenido para preguntar por alguna zona en concreto, es como hablar con una piedra, a piñón fijo van y sólo un taxista una vez en el Soho, nada más montarme y darle los datos, se giró y me preguntó » catalonian?» : «yes, yo know!» le dije emocioná después de días sin toparme con ningún español por la ciudad, cosa harto rara… tuve que excusarme de mi inglés de badalona con aquel señor tan amable cuando empezó a explicarme que le gustaba mucho españa… vaya si me soprendió, no es común encontrar en Londres a un taxista predispuesto al contacto con guiris.Los taxistas de Paris, casi todos turcos, me parecen más abiertos que los ingleses, y los italianos más aún que los franceses. Los holandeses son tremendos para conducir,van a lo loco, bastante deprisa yademás son bastante «secos» en sus intervenciones dialécticas… tal vez sea porque el idioma es más complicado para los guiris, y ellos son conscientes.
10 mayo 2010 | 09:32
yo me he cruzado con mucho taxista que va de listo…
10 mayo 2010 | 09:40
Yo todos los dias hago uso de taxis para ir a trabajar y volver a mi casa, detalle de la empresa para agradecer.Solo hablo con los taxistas si estos no llevan mampara, me parece un trato mas directo, de la otra manera, me considero una presa hablando a traves del cristal.Los hay graciosos, cantarines, cotill@s,secos, agresivos, monotonos, pero sobre todo, hay taxistas q van de «PSICOLOGOS»,Oiga usted, q no me psicoanalice, q no piense q pq una lagrima caiga por mi mejilla es el dia mas triste de mi vida, o si voy hablando por el movil y pongo semblante triste no me han despedido del trabajo, y mucho menos no se piense que porque me subo en su taxi con una sonrisa de oreja a oreja enseñando las mejores de las sonrisas Profiden es porque durante toda la noche me han estado follando sin parar.Los mas osados, no piensan, los mas osados te lo preguntan directamente, y yo que llevo una fortuna gastada en psicologos, les cuento que es lo que me pasa, ojo, me ahorro en medicos lo que no esta en los escritos.Mi vida, un taxi.
10 mayo 2010 | 09:41
Normalmente, siempre tanteo al taxista. Los hay que son más abiertos y les gusta hablar y otros que sabes enseguida que las conversaciones típicas no les interesan o incluso molestan. Si es de los primeros, cualquier tema es bueno para hacer el trayecto más agradable: típicos (tiempo, tráfico, obras en la ciudad, fiestas, etc) y personales (hay taxistas que te cuentan su vida o la de sus hijos, si están al paro, qué estudian, la zona donde viven, política, gustos, etc).Cada taxista, al igual que cada pasajero, es un mundo.Personalmente prefiero el taxista amable, que mantiene una conversación trivial, divertida. Se me hace el trayecto mucho más ameno. Quizás porque yo también soy extrovertida. Entrar en un taxi y estar en silencio todo el trayecto se me hace incómodo y me apetece llegar al destino cuanto antes mejor.
10 mayo 2010 | 09:51
Desde que el hombre es hombre y el mundo es mundo las personas nos formamos teorías de porqué el mundo se comporta de tal forma y las personas de tal otra.Es la única forma que tenemos de manejar el mundo, el tratar de entender cómo funciona.Y por eso mismo, porque lo necesitamos para sobrevivir, TODOS nos formamos teorías que explican el por qué del comportamiento de los demás.Y como lo hacemos de una forma tan natural, a veces no nos damos cuenta de que no tenemos por qué estar en lo correcto.Cuando tratamos de explicar el comportamiento de los demás, se nos olvida muchas veces que somos “juez y parte”. Que todo lo que nosotros hacemos también está siendo interpretado por la persona que nosotros estamos observando y que en gran medida, su reacción no va a depender solo de cómo sea ella, sino también de cómo nuestra conducta la está haciendo sentirse.Y también se nos olvida otra cosa importante que es que de un solo ensayo no se puede sacar una teoría. De una primera impresión no se puede sacar una conclusión, bueno, sí, pero no muy acertada.No obstante, no deja de ser divertido “jugar a los psicólogos”.Personalmente, la situación de ir en taxi me resulta “extraña”. Voy en el coche de alguien que no es ni mi amigo ni un conocido, es un extraño y es SU coche. No sé como conduce, si es agresivo, de esos que van dando frenazos o de los que se cagan en los muertos de todo el que se le cruza,… o si por el contrario es amable.Si es agresivo permanezco callada, mirando el tráfico con cuatro ojos y clavando las uñas en el asiento, si me pregunta algo le contesto e intento no contrariarle por si acaso. Si es amable o simplemente serio me dejo llevar por la situación. De entrada no hablo ¿qué tendría que contarle yo a ese buen señor o señora?, a menos que ocurra algo que llame la atención de ambos (un gran atasco, tormentón, etc..). A veces es el contrario el que inicia la conversación y se la sigo por educación y porque resulta menos violento, más agradable que te lleve un extraño en SU coche si hay una amable conversación de por medio.Saludos
10 mayo 2010 | 10:53
Fratelli yo me encontré muchos catalonians dentro del British Museum…emociona oir hablar catalán allí dentro 😉 Bon dia!!!
10 mayo 2010 | 11:57
Qué guapa es Winona…Un besito.
10 mayo 2010 | 11:58
Feliz semana a tod@s
10 mayo 2010 | 12:07
Muy cierto:p… feliz fin de semana a ti tmb «don psiconductor»
10 mayo 2010 | 12:29
Una historia muy del estilo simpulso, A thousand words, de Ted Chung:http://vimeo.com/2884813
10 mayo 2010 | 12:54
Feliz semana para ti tambien.De todo hay en la viña del señor.:)
10 mayo 2010 | 12:54
Bienvenidos al psicotaxi!!Estoy engachadisimo a tu consulta…digo a tu blog.Pd: yo soy de los que van callados por timidez. Me gustaría ser mas charlatán pero…es lo que hay.Un saludo
10 mayo 2010 | 12:57
Yo también soy de las que tanteo lo que hay. Soy muy transparente asi que en lugar de dejarme psicoanalizar prefiero hacerlo yo. En primer lugar, siempre sentada detras del copiloto, para poder verle mejor la cara. Yo hago las preguntas y espero las respuestas, o si le dejo hacer una pregunta es para ver por donde respira. Vivo en una ciudad no muy grande y con el paso de los años creo que casi conozco a la mayoría, con lo que he llegado a conocer muchos detalles de su vida. Ojo, de la mia, saben que soy mujer y alguno mi nombre, ni un punto mas!
10 mayo 2010 | 13:37
yo soy psicoanalista, y me gustaría analizar el por qué de tu fracaso en la vida..taxista de m…. no nos robes el trabajo
10 mayo 2010 | 13:46
y de esa misma forma el cliente examina al taxista; la radio que escucha, la velocidad; como cambia de marchas….si fuma…el interior del taxi; completamente logico y normal…
10 mayo 2010 | 13:56
Me encanta cuando después de ir hablando a unos ojos a través de un cristal, por fin se giran, y te das cuenta de que esos ojos no pegan en esa cara, o de que lo que parecía un chico joven es un señor entrado en años, o que lo que parecía una chica corriente por su no depilación de cejas es una tía guapísima… a veces preferiría que no se giraran ni para darme el cambio, quedarme con las ganas de saber qué hay detrás de esos ojos.
10 mayo 2010 | 14:27
utilizo muy amenudo el taxi para regresar a casa de mi trabajo por la noche,la gran mayoria son muy agradables y conversadores,deseandome que pase buena noche y que ya es hora de terminar mi trabajo,yo tambien estoy cara al publico y cuando la gente es amable se agradece o no?
10 mayo 2010 | 14:29
Por lo que a mí respecta, lo tengo muy claro: es el taxista el que impone las reglas, tal cual. Sólo tiene una obligación, llevarme a mi destino, y yo otra, pagarle por ello.Como mucho, le saludo amigablemente, porque está en SU espacio, sólo el hecho de pagarle hace que no sea, del todo, una invitada, pero lo soy. ¿Que el tío es muy serio? Se lo respeto, faltaría más, otra cosa es que, o no devolviera el saludo, o me gruñera, o, ¿qué te digo?, que me dijera, «Déjese de saludos, y al grano. ¿Ánde la llevo, tía puta?»No, en un caso normal, no paranormal, pillo que no quiere conversación, pues ya está. Yo no tengo ningún derecho a exigirle que me dé palique ni a dárselo yo.Lo que escuche en la radio, a menos que me ensordezca, no es que lo respete, es que tampoco tengo derecho a respetarlo o no.El taxista tampoco tiene derecho a obligarme a hablar si no es mi deseo, y desconozco si existe ese tipo de especimen, porque como yo siempre estoy por la labor de «darle a la mojarra», si me ha tocao uno parlanchín no ha tenido que presionarme.Porque yo tengo algo muy personal con los taxistas, y me toca mucho las narices que se metan con ellos generalizando, porque además, las críticas son injustas y sin base alguna, puede que haya garbanzos negros, ¿dónde no los hay?, pero afirmo a grandes voces que LA MAYORÍA DE LOS TAXISTAS SON GENTUZA CORRECTÍSIMA Y SUMAMENTE BIENOLIENTE, Y LUEGO HAY OTRA RAMA QUE A ESO LE SUMA EL SER PERSONAS EMPÁTICAS Y SIMPÁTICAS QUE ME HAN HECHO VIVIR MOMENTOS Y CONVERSACIONES FASCINANTES, EMOCIONANTES Y/O DESTERNILLANTES QUE, DE PASO, ME HAN SACADO MÁS DE UNA VEZ DE ALGÚN QUE OTRO ATOLLADERO PSICOPATOLÓGICO.Nunca ninguno me dejó traspasar el límite de lo platónico, eso también es verdad, ¡maldita sea mi suerte!¡Y que no os metáis con los taxistas, coño ya!(El cabronazo éste, ni me dará las gracias ni ná, pero es lo que hay, que aquí hay más de una damnificada,chata, que lo sepas)
10 mayo 2010 | 14:29
Hablando, charlando sin parar como un geiser verval, no había forma de hacerla callar. Los monótonos sies del oyente conductor ametrallado por la verborreante parlanchina, parecían animar el monógolo de la clienta. Gracias a Dios que el trayecto fue cercano y fluido, porque apenas en 5´35 euros casi había repasado veinte años de su vida.-¡ Cobrate 5´50 por aguantar la charla que te he metido !. – Anonadado quedó el taxista cuando el silencio regresó al interior del vehículo sólo roto por el suave relentí del motor.¿Cómo podía ser alguien consciente de ser tan brasas ?
10 mayo 2010 | 14:45
En el fondo todos observamos a todos.Todos somos un poco «voyeurs» y un poco exhibicionistas…Y si de alguna manera, eso tuviera algo de malo, lo más lógico es que las hadas nos hubieran otorgado el don de la invisibilidad…
10 mayo 2010 | 16:05
¿No he leído esto ya?Me gusta ir por la calle fijándome en la cara de los transeúntes, e inventarme historias para sus caras y expresiones, no entiendo como la gente huye de las miradas, siempre me parece que los que miran el suelo y apartan la mirada no es que sean tímidos, sino que tienen algo que esconder.
10 mayo 2010 | 17:23
hablar, pensar, endiosar, vilipendiar, amar, desear, incitar, gozar, pecar, ser, estar….todo eso y mas, es fácil, lo difícil es hacerlo en el momento adecuado y de la forma adecuadatú, taxista ¿sabes del momento y de la forma adecuada?aún no lo sabes, como penitencia reza tres farysnuestros todos los días antes de ponerte al volante y déjate de psicologías proletarias, todavía eres un pequeño saltamontes, se humilde y reza
10 mayo 2010 | 17:34
Hago lo mismo con los familares que viven con tensa espera, unas palabras de alivio, un poco de esperanza, un resultado final. Observo desde como están sentados, hasta si danzan por los pasillos, incapaces de serenarse y permanecer.Siempre busco al más fuerte, al más entero, al que su lenguaje corporal me dice, que puede, que va soportarlo y que también va a ser, el pilar al que se aferre el resto.Al principio, noto mi corazón latiendo en la garganta, cuando por fin hablo y me doy la vuelta, respiro hondo y reordeno cabeza y emociones.Aún no me acostumbro, es duro dar la espalda a esos que como tú, aman, sienten y padecen, cuando acabas de hacerles de mensajero del dolor.Buena tarde Daniel.
10 mayo 2010 | 18:59
Supongo que todos nos observamos, los unos a los otros… sin conocernos, sin preguntar. A mi me pasa igual, no iba a ser menos, pero quizás con un matiz: no tengo tendencia a imaginarme vidas ajenas. En cambio no dejo de preguntarme cómo serán esas vidas, pero sin que ninguna película pase por mi mente. Parece lo mismo pero no lo es. ¿Falta de imaginación? Más bien creo que es pragmatismo, pues casi siempre pasa que lo que nos imaginamos tiene poco que ver con la realidad.Y, si subo a un taxi, espero la reacción del taxista: cómo se sienta, nervioso o no, cómo conduce, habla o no, lleva la radio, nivel de volúmen, me da los buenos días o sólo pregunta «¿A dónde?», me mira por el retrovisor y cómo,… ¿Quién analiza a quién?Feliz semana también.
10 mayo 2010 | 19:19
Puntillitas S.L.¿No he leído esto ya?Me gusta ir por la calle fijándome en la cara de los transeúntes, e inventarme historias para sus caras y expresiones, no entiendo como la gente huye de las miradas, siempre me parece que los que miran el suelo y apartan la mirada no es que sean tímidos, sino que tienen algo que esconder.—–Jajaja, ¡cómo eres!Para tu información te diré que el mirar «descaradamente» es una conducta que casi toda la especie humana interpreta como potencialmente agresiva.Hay dos opciones: o dar una hostia (o cualquier variedad agresiva como «un ¿quieres que te de una foto?») al que te mira así o evitar su mirada.Si no lo crees te planteo un reto. Cuando vayas en coche y te pares en un semáforo, quedate mirando fijamente al conductor del coche de al lado, verás como en el mejor de los casos sale por «ruedas». Intenta no hacerlo en verano que la gente se vuelve más agresiva.Saludos
10 mayo 2010 | 19:50
…ahora k me fijo en lo del fotograma ( por la mañana ando «todavía» más espesa ) me mola la parte de Roma ( a falta de conocerla «in situ» me conformo con verla en taxi ):https://www.youtube.com/watch?v=M6KkYQy1h5U
10 mayo 2010 | 20:12
Puntillitas S.L.¿No he leído esto ya?Me gusta ir por la calle fijándome en la cara de los transeúntes, e inventarme historias para sus caras y expresiones, no entiendo como la gente huye de las miradas, siempre me parece que los que miran el suelo y apartan la mirada no es que sean tímidos, sino que tienen algo que esconder.—–Jajaja, ¡cómo eres!Para tu información te diré que el mirar «descaradamente» es una conducta que casi toda la especie humana interpreta como potencialmente agresiva.Hay dos opciones: o dar una hostia (o cualquier variedad agresiva como «un ¿quieres que te de una foto?») al que te mira así o evitar su mirada.Si no lo crees te planteo un reto. Cuando vayas en coche y te pares en un semáforo, quedate mirando fijamente al conductor del coche de al lado, verás como en el mejor de los casos sale por «ruedas». Intenta no hacerlo en verano que la gente se vuelve más agresiva.Saludos
10 mayo 2010 | 20:39
Perdón por duplicar mi comentario. Me puse a hacer otra cosa y pensé que no lo había enviado.
10 mayo 2010 | 20:41