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Esto no es falso

No es fácil ponerse a escribir sobre la belleza de las  Matemáticas tras un fin de semana como el que hemos vivido y que nos ha dejado a la mayoría de nosotros  con un sabor amargo en la boca y, en mi caso, hundida en la más absoluta de las desesperanzas contemplando que en este barco no hay nadie decente al cargo.

¿Su afirmación también, señor presidente? Porque si su afirmación es falsa significa que lo que nos han contado es verdad, ¿no? Nos meteríamos de lleno en una interesante paradoja lógica aderezada de corrupción y delitos, ¿no le parece?

Se ha escrito mucho ya sobre el tema y por gente más docta que yo en materias de política y corrupción, así que voy a seguir con mi plan inicial, hablar de un hombre que nos dejó como legado en sus papeles grandes resultados en muchas áreas de la Ciencia, y no listados de números manchados de ilegalidades y corrupción. Esto que voy a contar no es falso, para variar.

En la entrada del pasado lunes nos hicimos eco de una noticia matemática que se había abierto un pequeño hueco en los medios de comunicación.   Bien es verdad que fue antes de saber para quienes eran los sobres, los payasos y los confetis… Ay, madre… Sigo. Parte de nuestra entrada era una crítica al poco rigor con el que se había presentado tal noticia, pero, al margen de Carl Cowen y Eva Gallardo (quien por cierto se licenció y doctoró en la Universidad de Sevilla, como apuntaba mi profesor durante la carrera, Ramón Piedra, en los comentarios) otro nombre propio destacaba en todas las noticias: el de John von Neumann que había propuesto el problema hace ochenta años. Von Neumann fue una de esas mentes brillantes que, aún rodeado de otras mentes brillantísimas, conseguía destacar por encima de ellas: nacido en Budapest a principios del siglo XX en el seno de una acaudalada familia judía, fue un niño prodigio.

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Sus padres tomaron una serie de decisiones respecto a su educación que podrían suscitar un debate, pero que yo, particularmente, como madre comparto plenamente. Por una parte consideraron que era importante que el pequeño Janos (su nombre original en húngaro) asistiera al curso que le correspondía por su edad, para que se relacionara con otros niños, pero, también contrataron profesores para que potenciara los conocimientos para los que tenía mayor actitud, particularmente las matemáticas. Trataron de satisfacer su curiosidad sin alterar su infancia, sin apartarlo como a un bicho raro. Así, a los quince años comenzó sus estudios de cálculo bajo la supervisión de Gábor Szegő. Éste, maravillado ante las capacidades de su alumno, llegó a llorar en la primera clase que le impartió.

En 1930, después de haber  impartido clase en Berlín le fue ofrecida una de las cinco primeras cátedras en Princeton (Einstein fue otro de ellos) y permaneció en dicha universidad hasta su muerte. Aunque ya antes en su Hungría natal y en Alemania había destacado por su gran versatilidad, puede que fuera a partir de dicha época en la que sus aportaciones fueran más importantes y en numerosos campos: análisis matemático, geometría, teoría de la medida, lógica y fundamentos, dinámica de fluidos, estadística dentro de las matemáticas; mecánica cuántica y física nuclear en física. Además de ello, se considera el creador de la teoría de juegos y unos de los fundadores de las ciencias de la computación (aunque su mente solía ser más rápida que los ordenadores de su época que él ayudo a diseñar). Hizo algunas incursiones en otras disciplinas, en las que dejó su sello: por ejemplo, el premio Nobel de economía Samuelson afirmó que después de que von Neumann se  hubiese dedicado brevemente  a su disciplina, la economía no volvió a ser la misma.

Siendo judío, fue de los primeros que comprendió el peligro que Hitler representaba y se involucró desde muy pronto en el desarrollo de las armas nucleares, participando en el Proyecto Manhattan y, posteriormente en el diseño de la bomba de hidrógeno. Eso no estuvo muy bonito, la verdad, y posiblemente lo pagó… No falta quien afirme que  fue su participación en el desarrollo de armas nucleares y su exposición a radiaciones lo que le condujo a una muerte relativamente temprana, ya que contrajo un cáncer que pudo con él a los 53 años.

VonNeuman1 Al margen de todo lo anterior, también se ha destacado su fuerte personalidad: siempre muy atildado, enfundado en un traje completo incluso en el calor del desierto en Los Álamos y disfrutando de la comida, la bebida y la conversación (le encantaban los juegos de palabras y podía realizar algunos muy elaborados tanto en húngaro, como alemán e inglés) en las fiestas de su casa que llegaron a ser famosas en Princeton. Nunca tuvo problemas en concentrarse y prefería trabajar en el salón de su casa con la televisión encendida o en su despacho con música a todo volumen (para incordio de sus vecinos en el trabajo, Einstein entre otros).

Estoy segura, porque soy optimista, que dentro de un siglo el legado de von Neumann  seguirá vigente, mientras que la basura de Bárcenas y sus amigotes quedará sepultada y olvidada por el lodo del tiempo, por muy única, transparente, limpia que algunas quieran verla

 

 

 

 

Resuelto uno de los «no Problemas del Milenio»

Esta semana pasada, afortunadamente,  una noticia matemática ha aparecido tímidamente entre tanto paro, recortes y corrupción. ¿Afortunadamente? Pues sí, porque es curioso observar  como cada vez que aparece una noticia científica, casi invariablemente se da la circunstancia de que es una buena noticia, al contrario de lo que ocurre con la política, la economía, etc.  Y también invariablemente, la noticia, al igual que la ciencia en España en general, está mal tratada: puede que una cosa sea un reflejo de la otra…

En realidad la noticia es simple: dos matemáticos han resuelto un importante problema, un problema que llevaba ochenta años abierto y que había neumannsido planteado por John Von Neumann. Von Neumann fue uno de esos personajes ante el que cualquiera se siente pequeño: realizó contribuciones importantísimas en física, economía y fundamentales en computación y muchas ramas de las matemáticas. Pues bien, él planteó el siguiente problema (copio aquí la metáfora planteada por los dos matemáticos que han resuelto el problema): supongamos una pelota, es sabido que si movemos la pelota y la dejamos donde estaba inicialmente, básicamente el resultado que obtenemos es el mismo que si rotamos la pelota sobre un eje dado (como el movimiento de rotación de la Tierra): no importa todo lo que moviéramos la pelota, todo lo que hagamos con ella, que si al final la colocamos en el mismo sitio, siempre podremos encontrar un eje de la pelota tal que hacer un giro sobre dicho eje es equivalente a todos los movimientos que acabemos de hacer con la pelota. Este resultado era conocido por Von Neumann y él se preguntó si se podía generalizar a unos entes matemáticos muy utilizados en matemáticas y físicas conocidos como los Espacios de Hilbert (complejos): esa es la cuestión planteada por Von Neumann y es el problema que acaba de ser demostrado por Carl Cowen (Indiana University-Purdue University Indianapolis U.S.A.) y Eva Gallardo (Universidad Complutense de Madrid) y que se ha presentado por primera vez en público por ellos en el congreso bianual que celebra la Sociedad Española de Matemáticas, la RSME que se acaba de celebrar la semana pasada en Santiago de Compostela.  En un lenguaje más formal el problema sería: «¿Es cierto que todo operador lineal y continuo (los movimientos que le demos a la pelota) en un espacio de Hilbert complejo de dimensión mayor que 1 (la pelota) deja invariante algún subespacio cerrado no trivial (el eje de giro al que nos referíamos que siempre deja invariantes, en su misma posición, a los polos)?».

Naturalmente, la noticia tiene tres aspectos destacables: 1) se ha resuelto un problema importante  y potencialmente aplicable. 2) Entre los dos autores hay una española y 3) se ha presentado por primera vez a la comunidad científica internacional en España. El problema es que la prensa ha confundido completamente algunos de los hechos que acabamos de presentar. Veamos:

Primero vi la noticia en Público donde la noticia aparece con este titular totalmente falso:

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Es curioso reseñar que la noticia ha sido editada porque la redacción original era un auténtico desastre, pero aún así el titular permanece y como se puede ver se insiste que se ha conseguido la solución en un congreso matemático en Santiago: falso, la solución se ha obtenido después de mucho trabajo en EE.UU. y en España, en Santiago lo que se ha hecho es presentar el trabajo.

Después vi la noticia en la web de la Cadena Ser:

Captura de pantalla de 2013-01-27 14:04:40

 

Pues no, no es uno de los «Problemas del Milenio». Para quien no lo sepa (el redactor de la noticia entre otros), los «Problemas del Milenio» es una lista de siete problemas propuestos por el Instituto Clay y que sostienen que son problemas abiertos de gran trascendencia en matemáticas y que tienen un premio de un millón de dolares cada uno (solo uno de ellos ha sido resuelto: la conjetura de Poincaré por Perelman, quien no tuvo a bien recoger su premio, él es así… ). Uno de los miembros de dicho instituto, Dick Lipton, afirmó que el problema recientemente resuelto se hubiera merecido ser uno de los «Problemas del Milenio»; puede que sí, pero no era.

Aquí, por ser fieles a la verdad hemos de decir que la Cadena Ser ha modificado la noticia en su web y que ahora aparece de esta forma:

Captura de pantalla de 2013-01-27 14:12:24

 

Amarillismo, pero visto lo visto: aceptable.

El resto de la prensa: nada mucho mejor: o ignoran la noticia o la presentan mal. Mención especial para ABC que coge la idea de los «Problemas del Milenio» y se cree que tal título se le dedica a los problemas de todo el milenio, aunque según el Instituto Clay son los algunos de los problemas más importantes con los que se enfrentaban los matemáticos alrededor del año 2000 (el cambio de milenio):

Captura de pantalla de 2013-01-27 14:14:34 Impagable.

En fin: esto es lo que hay y supongo que todo lo demás es lo que nos merecemos.