Pongamos las cartas boca arriba

Hoy es el último día del año, así que seguramente a muchos les tocará cena familiar, repaso de tópicos y discusión de en qué cadena se ven las campanadas. Para esos momentos, no están mal cierto arsenal de chistes o pasatiempos y me gustaría proponer uno que puede hacer pasar buenos ratos, porque su solución parece imposible y, sin embargo, es bien simple:

Ingredientes: una baraja de cartas (da igual española o francesa, incluso da igual el que no esté completa: digamos que al menos 30 cartas estaría bien) y gente con ganas de aceptar un reto.

Preparación: se cogen diez cartas del mazo (da igual que se vean, da igual que todos sepan cuales son: se pueden escoger las diez primeras, por ejemplo) y se les da la vuelta de tal forma que todas las cartas del mazo estén mirando hacia la mesa y esas diez hacia el techo. Ahora se meten esas diez cartas en el mazo de tal forma que sigan estando al revés que las otras y a continuación podemos cortar y mezclar las cartas tanto como queramos. Al final del proceso tendremos una baraja con la mayoría de las cartas mirando hacia la mesa y diez cartas perdidas entre todas que están mirando hacia arriba.

El reto: miramos fijamente al cuñado más odiado, a ese que se cree tan listo y le proponemos que con los ojos vendados sea capaz de realizar la siguiente operación: dividir el mazo original en dos mazos de cartas, digamos que mazo A y mazo B  y conseguir que tanto el mazo A como el mazo B tengan el mismo número de cartas boca arriba.

Si nuestro cuñado no es capaz de cumplir el reto, nosotros podemos decir que lo vamos a cumplir no solo con los ojos cerrados, sino sin tocar las cartas y dándole instrucciones a ese niño de cinco años que hay en todas estas reuniones, para que sea el niño el que complete el reto y así el escarnio sobre el odiado cuñado sea más completo.

En este vídeo explico qué es lo que hay que hacer, así puedes pensar un rato para tratar de encontrar la solución y no la desvelo directamente aquí; pero lo que sí dejaré sin responder es la razón por la que siempre funciona: son matemáticas muy elementales y me gustaría que pensarás en ellas y que des la explicación en los comentarios.

¡Ah! Se me olvidaba lo más importante:

 

3 comentarios

  1. Dice ser Carla

    Feliz 2013, dejo el problema para el año que viene.

    Carla
    http://www.lasbolaschinas.com

    31 diciembre 2012 | 11:57

  2. Dice ser Inma

    Muy bueno… llegue tarde, pero igualmente lo pondre en practica con mis niños del cole. Feliz año !!!!

    13 enero 2013 | 9:46

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