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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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¿Cuánto te costaría Internet sin publicidad?

Queremos tener todos los contenidos de Internet gratis, sin publicidad y que las empresas que nos dan todo eso no trafiquen con nuestros datos. ¿Estamos en el País de Nunca Jamás, de Peter Pan?

Estos días se está comentando mucho el informe Adblocking goes mainstream (Bloquear la publicidad se hace mayoritario, en traducción aproximada) realizado por la empresa Page Fair, con la colaboración de Adobe. El pasado día 9 Enrique Dans, @edans, seguramente el bloguero más influyente de España, lo comentaba en su blog.

Según el estudio, que es la continuación de otro realizado hace un año, los navegadores provistos de software de bloqueo de la publicidad son ya 144 millones en todo el mundo, una cifra espectacular, pero no tanto como su evolución: en un año ha aumentado un 167%, es decir que casi se ha triplicado.

Dans señala que una gran parte de la publicidad presente actualmente en Internet es molesta, y apuesta por una autorregulación del sector. El problema es que los sistemas de bloqueo no distinguen entre publicidad molesta y publicidad grata, aceptable, por lo que toda se bloquea, sin dar oportunidad a las buenas prácticas. La solución propuesta por AdBlok Plus (que las marcas que lleguen a compromisos que eviten esa publicidad molesta sean incluidas en una lista blanca que pase el filtro) parece un tanto ingenua.

Otro gran influyente en temas de tecnología, Antonio Ortiz, @antonello, en su blog Error 500, se preocupa por el porvenir de los medios ante la situación que puede llegar a producirse. Mientras las personas que bloqueaban la publicidad eran un 1% no había por qué preocuparse; el problema se producirá cuando ese porcentaje llegue al 13 (ahora estamos ya en el 5).

¿Qué ocurrirá con los medios (que se financian con publicidad, no nos olvidemos) cuando los usuarios, en una gran proporción, la bloqueen? Antonio propone dos soluciones: la publicidad integrada en los contenidos (que ahora llaman nativa) y el pago directo a los medios. Pero aunque el estudio de PageFair habla de un 29% de usuarios dispuestos a pagar por contenidos @antonello no lo cree realista. Yo tampoco, al menos en España. Y la publicidad integrada corre el riesgo de situarse en la frontera de lo aceptable si no se identifica claramente como algo separado del contenido editorial del medio.

Hace unas semanas la empresa ebuzzing presentó un estudio sobre este tema en el Reino Unido. En el estudio, realizado por la empresa Censuwide, un 98% de l0s encuestados declaró que no estaba dispuesto a pagar por una Internet sin anuncios. En los casos en que existe una versión premium sin publicidad el 77% de la población nunca paga por ella. Ebuzzing calculó que, en el Reino Unido, cada usuario debería pagar 170€ al año para mantener una Internet con los mismos servicios que la actual.

Creo que las cifras no son extrapolables directamente a España, donde pagar por los medios ha sido siempre un fenómeno muy minorotario. Lo más probable es que el porcentaje de quienes no están dispuestos a pagar sea aún más alto.

Recordemos que cuando Whatsapp anunció que iba a cobrar 89 céntimos de euro al año casi se monta una revolución. En muy poco tiempo se nos había olvidado que antes de la llegada de esta herramienta para mandar mensajes SMS, pagábamos por cada mensaje una cantidad comparable a esa.

Una empresa como Spotify (la plataforma de streaming con mayor volumen de suscripción a nivel mundial) que ofrece música a gusto del consumidor a cambio de escuchar publicidad y tiene una versión premium a un precio muy asequible tiene, según cifras no oficiales, un 25% de usuarios premium a nivel mundial, pero un porcentaje mucho menor en España.

Si queremos seguir recibiendo de forma gratuita los contenidos que disfrutamos ahora en Internet tendremos que estar dispuestos a recibir a cambio publicidad. Otra cosa será que exijamos a los anunciantes y a los publicitarios que encuentren y utilicen fórmulas que sean lo menos molestas que se pueda.

En todo caso, siempre podemos recordar que si el producto que usas es gratis es porque tú eres el producto.

El futuro de la publicidad (2)

Ayer me pasé todo el día en IFEMA en la jornada The future of advertising, en la que tenía una ponencia. El comienzo se retrasó, así que, una jornada que ya iba cargada de ponencias, se alargó, para mi gusto, demasiado. Pero el conjunto fue muy interesante. Escuchar no menos de diez intervenciones con diferentes puntos de vista sobre dónde estamos y hacia dónde vamos en nuestro negocio tiene un evidente interés.

Por el estrado pasamos gente más veterana en el negocio, como Félix Muñoz, Mónica Deza, Juan Valera o yo mismo y estrellas emergentes como Miguel del Fresno, Sixto Arias, Javier Recuenco o Gaby Castellanos. Incluso hubo un nativo digital puro: Tom Varsawsky, el hijo de 16 años de Martín Varsawsky.

Si alguien que no supiera nada de nuestra cultura, del negocio publicitario y de los medios  tuviera que sacar conclusiones sólo a partir de lo que se escuchó ayer seguro que pensaría que la Televisión es algo antiguo, que pertenece al pasado y ya desapareció. La publicidad, aquello que las marcas hacían para comunicar sus novedades y vender sus productos, también desapareció hace mucho. Ahora son los consumidores (todos dotados de las últimas novedades tecnológicas: no tienen televisión, pero su consumo audiovisual es muy elevado, todo él en diferido y a través de dispositivos como el móvil 4G, por supuesto de pantalla táctil, el iPad 2 o la última videoconsola, si es que tiene pantalla) los que hablan acerca de las marcas y se las recomiendan, o no, a otros consumidores, sus amigos. Lo hacen a través de redes sociales o de teléfonos móviles, con los que capturan códigos bidi, o realidad aumentada mediante los cuales las empresas les ofrecen descuentos y todo tipo de ofertas.

Esas marcas que no hacen publicidad son capaces, sin embargo, de conocer perfectamente a cada uno de sus usuarios, incluidos sus estados de ánimo, los lugares en los que están en cada momento y sus más íntimos deseos. Así consiguen enviarles en cada momento las ofertas personalizdas de los productos que precisamente entonces, desean o precisan. Las personas ya no reciben ningún mesaje innecesario o no deseado.

Las empresas conocen perfectamente qué opinan los consumidores acerca de sus productos y servicios, ya que compañías especializadas analizan todos los mensajes que circulan por la red y son capaces de valorarlos casi instantaneamente. Así, si se trata de una minicrisis pasajera no actuarán, ya que internet no tiene memoria. Pero ¡ay de tí si metes la pata en algún momento! Internet te perseguirá siempre, porque tiene una memoria infinita.

Si la Televisión ya no existe como medio publicitario ¿qué decir de los Diarios o la Radio? de la Radio nada, por supuesto. Sólo alguna mención a Spotify, especialmente en su versión pagada para no tener publicidad. Los periódicos (‘ah! pero los periódicos en papel ¿han existido alguna vez?) se harán con una estructura mucho más pequeña y ágil, porque las inversiones de antaño no se justifican. Pero eso sí, algunas grandes marcas de prensa sobrevivirán, aunque tendrán que convivir con las nuevas pequeñas marcas constituidas por periodistas y blogueros. (Gumersindo Lafuente, dixit).

Claro que la frase que más éxito tuvo en Twitter fue la que citó Gaby: La publicidad del futuro es como el sexo, sólo los perdedores pagarán por ella, una frase que ella misma atribuyó a otra persona (John Bond, gracias Javier por el soplo en Facebook) pero que se convirtió en trend topic como cita de Gaby Castellanos. Me quedé con las ganas de preguntarle si su agencia Sr Burns trabaja gratis.

Salvo un corto periodo de tiempo, el que hablé yo, ese supuesto visitante que desconocía nuestro mercado se habría marchado de IFEMA pensando que la medición de los resultados era algo del pasado o bien algo que la publicidad nunca se había planteado.

En resumen, un congreso interesante y que, como todos los que versan sobre el futuro, dejó más preguntas que respuestas. Muchos temas sobre los que pensar.

¿Cual es el futuro de la publicidad? Reinventarse en un mundo en permanente cambio cada vez más acelerado.

Hoy he oído por la radio, ese medio del pasado, que Mónica Deza, ponente ayer, ha sido elegida como una de las diez mujeres más influyentes de España. ¡Enhorabuena, Mónica!