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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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TVE: lentamente hacia su desaparición (II)

Instrucciones para destruir una actividad pública:

1: Hable mal de todo lo público. Los funcionarios son todos unos gorrones que viven a costa del pueblo, sin hacer nada. Eso incluye a los maestros, los policías o los médicos de la sanidad pública. Por supuesto también a los trabajadores de los canales públicos de televisión.

2: Proponga un sistema de financiación imposible, que haga muy difícil la supervivencia.

3: Si la financiación es de verdad imposible ya habrá dado un gran paso: el producto se deteriorará y tendrá al personal desmotivado.

4: Haga que los políticos decidan en contra de los criterios profesionales.

5: Insista: Ya lo decía yo: lo público es malo.

6: No se le ocurra hacer una comparación real con lo privado, no vaya a ser que lo privado no sea tan bueno (*).

7: Si alguien dice que hay cosa públicas mejores que las privadas dígale que disparan con pólvora del Rey; que así cualquiera.

8: Insista en que utilizan más personal (aunque sepa que lo que hacen no es comparable). (**)

(*) Si alguien le dice que Cuéntame o Águila Roja son mejores programas que Gran Hermano o Con el culo al aire llámele antiguo y dígale que el negocio es el negocio y hay que hacer programas baratos y rentables.

(**) Compare una cadena de televisión con toda, o casi, la producción externalizada con un grupo que además de varias cadenas de televisión tiene cinco emisoras de radio, con corresponsalías en muchos países, una orquesta y coro, un centro de formación,…

Ahora se vuelve a hablar de la vuelta de la publicidad a RTVE. Esa puede ser una forma de financiación (que los anunciantes apoyarían sin dudar); podría haber otras, que cada vez serán más difíciles de implantar. Habría que definir también unos objetivos, que podrían llamarse, o no, contrato programa

No dejemos que acaben con la sanidad pública, ni con la educación pública, ni con la televisión pública. Busquemos sistemas de financiación sostenibles y apoyémoslos.

Si no, cuando ya no las tengamos, las echaremos de menos.

Brecht

Primero dijeron que reducirían su publicidad, pero yo no dije nada, porque había demasiada publicidad.

Luego quitaron de golpe toda su publicidad, pero yo no dije nada porque ¿a quién no le gusta una cadena de televisión sin publicidad?

Luego dijeron que la fórmula de financiación propuesta no era legal, pero yo no dije nada: ya encontrarían otra fórmula.

Luego dijeron que iban a reducir en 200 millones la aportación de los presupuestos del Estado, pero yo no dije nada porque había capítulos en los que se podían recortar gastos.

Luego dijeron que era una televisión demasiado cara para estar perdiendo audiencia, pero yo no dije nada porque una televisión pública no hace falta que sea líder de audiencia.

Ahora puedo elegir entre ver Gran Hermano, La Noria, Sálvame o quitar la tele.

Creo que voy a quitar la tele.

Veo que el poema que siempre había pensado que pertenecía a Bertol Brecht en realidad es de Martin Niemeller, pero he preferido mantener el título porque creo que mi error está bastante extendido y puede servir como referencia.

Primero vinieron por los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí, pero para entonces ya no quedaba nadie que dijera nada.

 

Otro mazazo para RTVE

Estos son malos tiempos para todo lo público y muy malos para RTVE.

Hace ya más de dos años que el Gobierno anterior retiró la publicidad de la televisión pública estatal. Eso era malo para el mercado publicitario, cada vez más concentrado en muy pocas manos y por eso se denunció desde este blog. Para el espectador no era ni bueno ni malo; hasta podía ser muy bueno si se encontraba una fórmula de financiación que permitiera a TVE mantener los niveles de calidad conseguidos. Pero para RTVE era muy peligroso: la fórmula de financiación propuesta era compleja y tenía serios peligros de no ser aceptada por Europa. Todavía estamos ahí.

RTVE se ha mantenido estos dos años como líder de audiencia en el caso de la televisión y como líder de calidad percibida tanto en la radio como en televisión como en internet.

Pero el año se cerró con un nuevo mazazo. Ahora ya con el nuevo Gobierno. En el Consejo de Ministros del día 30 se anunció un recorte de 200 millones de euros en su financiación por parte del Estado. Eso pone a RTVE en una difícil situación. Muy posiblemente tendrá que renunciar a la emisión de alguno de los grandes eventos, como los Juegos Olímpicos, que tenía previstos. Hay quién piensa que con el recorte la viabilidad de la cadena es imposible. Podría estar abocada a su desaparición.

La vuelta de la publicidad a la cadena podría ser una solución parcial. Tanto la AEA, asociación de anunciantes, como la AUC, asociación de usuarios de la comunicación, lo apuntaron inmediatamente, de manera muy oportuna. Sería una vuelta en condiciones diferentes a la situación de 2009: sólo bloques cortos, de tres o cuatro minutos, sin interrumpir nunca programas.

En una empresa que desde el pasado verano tiene un vacío de autoridad, al no haberse cubierto el puesto de Presidente, los miembros del Consejo de Administración están divididos. Mientras el actual presidente rotatorio cree que la vuelta de la publicidad es posible, la reunión del Consejo del pasado día 4 parece negar esa posibilidad.

Para el mercado publicitario, la vuelta parcial de la publicidad a TVE sería una buena noticia, incluso si tuviera que pagar más por esa nueva publicidad en bloques más cortos y, por tanto, más eficaces. Esa medida serviría para romper el duopolio de hecho que ha llevado en muchos casos a abusos por parte de las cadenas dominantes. Por supuesto que al Gobierno que decidiera dar marcha atrás en la supresión de la publicidad en TVE se le echaría encima la UTECA, el lobby de las cadenas privadas. Pero la decisión podría tener el apoyo del público si se le explica bien que así se ayuda a reducir el déficit público, algo que nos han vendido que es una de las principales prioridades.

Otra posibilidad que no podemos descartar con los datos actuales es la desaparición de TVE o su reducción a una situación marginal como la que ocupa la PBS, la televisión pública en Estados Unidos. Una televisión más independiente del Gobierno, como la actual, interesa a los poderes mucho menos que una altamente manipulable, como era TVE hace unos años y como siguen siendo la mayor parte de los canales autonómicos. Una televisión más imparcial interesa menos a los políticos en el poder.

Para Periodistas 21 el cambio de modelo es imprescindible. Debería crearse una especie de YouTube de los público, en la estuviera disponible toda la información sobre contenidos sociales, culturales y científicos. Supondría la desaparición de todas las cadenas públicas tal como las conocemos ahora.

Yo creo que, conociendo la deriva que han llevado a lo largo de esta crisis las cadenas privadas principales, en las que el deterioro de los contenidos  (cada vez más baratos y más repetitivos) no cesa, no podemos permitirnos el lujo de dejar caer a TVE, justo cuando ha conseguido ser una cadena de referencia.

Pero nos encontramos ante un problema de difícil solución. La financiación de la cadena va a ser prácticamente imposible si no se cambia la ley actual. También va a resultar muy difícil su gobernabilidad.

En estas condiciones ¿quién va a querer ser Presidente de una empresa así?

Matemáticos en publicidad

Hace ya más de dos meses, a raíz de un comentario de Atenea 1989, prometí que iba a escribir sobre los matemáticos en publicidad. Yo he conocido a muchos y sólo voy a citarles a ellos, pero seguro que a partir de aquí se podría hacer un listado más amplio, en los comentarios o incluso un grupo en LinkedIn. Seguro que tendríamos muchas experiencias que compartir.

Voy con mi catálogo de amigos.

El primero, por supuesto, Carlos Lamas, de quien ya he hablado aquí varias veces. Carlos trabajó muchos años en Nielsen (muchos de los que voy a citar aquí pasaron por Nielsen, una buena cantera) pero cuando llegó a su cenit profesional fue tras su paso por Ecotel, la primera audimetría, y su llegada a AIMC. Para mí es la persona que más ha hecho para que en España la audiencia de los medios se mida con rigor y criterio.

Macarena Estévez es otra de las grandes (bueno, por su tamaño no del todo). Había sido profesora en la universidad cuando yo la conocí, a su llegada a Sofres. Luego estuvo varios años en TMP y Mindshare, a la sombra de Jesús Muñoz, hasta que prefirió salir al sol y montar su propia empresa, Conento. En unos pocos años la ha convertido en una empresa importante , con más de 30 empleados ya, creciendo a buen ritmo en plena crisis. Construye modelos matemáticos para la mayor parte de las grandes empresas que hace publicidad en España (y en unos cuantos países más). Además Maca sigue siendo muy joven y, como no le asustan los retos, estoy seguro de que aún llegará mucho más lejos.

Yo ya había oído hablar de Pablo Alonso cuando llegó a RTVE como becario de la Fundación Empresa Pública (otra gran cantera, por cierto). Pablo era compañero de clase de mi hermana Ana en la Facultad de Matemáticas de la UPV. Lo hizo bien como becario; ya se veía venir que iba a ser un gran profesional, y le contrataron. Cuando yo ya había salido de RTVE él se fue a Universal Media, a trabajar en el departamento de Investigación con Lourdes Zambrano. En Universal estuvo muchos años, llegó a ser el Director General Técnico. De allí salió para poner en marcha la oficina española de OMD, de la que sigue siendo Director General.

Haciendo este recuento me estoy dando cuenta de que ser matemático es una buena condición para ganar premios en el Seminario de AEDEMO de Televisión. Los tres que llevo citados han ganado en más de una ocasión el premio a la Mejor Ponencia.

Antes hablaba de Lourdes Zambrano; fue compañera mía en la facultad y al cabo de los años me la encontré como Directora Técnica en AIMC. De allí pasó a Universal Media como Directora de Investigación (fue la Jefa de Pablo hasta que éste le sustituyó). Pero creo que acabó harta de la publicidad y se fue a la Universidad a dar clases.

Otro compañero nuestro de clase es José Luis García Fuentes. He coincidido poco con él, pero ha hecho una gran carrera, incluso internacional, en Nielsen, donde ahora sigue siendo el Director General.

Muy cerca del mundo de la publicidad está otro compañero nuestro de clase, Roberto Güil, mi mejor amigo. Nos conocemos desde el año 1968, cuando coincidimos en el Colegio Mayor Aquinas. Los dos hicimos Matemáticas y él ha trabajado siempre en empresas anunciantes. Ahora es el Presidente europeo de Combe, una multinacional americana de productos farmaceúticos.

También pasó por Nielsen Marta Sampedro, que llegó muy joven a la Dirección General de Carat Expert. Sigue siendo muy joven y ocupando ese puesto.

Antes que Marta dirigió Carat Expert Maite Rodríguez, que también había pasado por Nielsen. Cuando dejó Carat se fue a TNS, luego hizo una labor impresionante en Conect, la asociación de los canales temáticos de pago y ahora está en Cimec, con Pilar Granados (que también fue compañera mía en RTVE, aunque en este caso no es matemática). Maite además fue Presidenta de AEDEMO.

Otro buen amigo matemático es Luisfer (Luis Fernando Ruiz Bedoya), que en su momento comentaba mucho, con pseudónimo, en este blog. Ahora está en el BBVA, pero también ha trabajado en ODEC, en Cuende, en G+J y en varios sitios más que no estoy seguro de recordar.

Cuando conocí a María José Pérez yo todavía estaba en RTVE y ella acababa de llegar a Publiespaña, la exclusivista de Tele 5. O sea que éramos competidores. Pero siempre nos hemos llevado bien. Luego pasó, poco tiempo, por Equmedia, una agencia de medios, cuando yo ya estaba en Central Media (otra vez competidores). Ahora lleva mucho tiempo en el mundo de las revistas, en Interdeco, que comercializa los títulos del Grupo Hachette.

En Zenith, mi actual empresa, he tenido la suerte de trabajar con Jose Antonio Miranda, que hace unos meses me dejó para irse a trabajar, precisamente, con Macarena. Antes había trabajado en Carat Expert donde, si no me equivoco, coincidión con Marta.

Pero cuando se marchó Jose entró María Rodríguez, que también venía de Carat Expert (es casualidad, lo puedo asegurar) y lo está haciendo fenomenal. Así que sigo teniendo matemáticos cerca.

También empezó en Zenith Media Ángel López Barrado, que había sido ciclista casi profesional. Después de estar un par de años en mi equipo decidió cambiar hacia el mundo de la informática y trabajó en Oracle, para volver luego al mundo de la publicidad en el Grupo Media Planning, en el que ha estado hasta que, hace poco, ha decidido dar el salto hacia Accenture.

No es publicitario precisamente, pero en el mundo de las audiencias y de la programación de televisión (que está bastante próximo) se mueve Jordi Hidalgo, que ha ocupado varios cargos directivos en Canal 9 y ahora es el Vicepresidente de AEDEMO.

Como decía este es sólo un primer intento, hecho todo de memoria, pero seguro que hay muchos más matemáticos en esta profesión.

Cinco años sin Koke

 Ya están terminando mis vacaciones. Hace cinco años, el último día de vacaciones me llamó un amigo para comunicarme la trista noticia: había muerto José Antonio Storch, Koke. A los pocos días Maite Sáez, de Anuncios, me llamó para pedirme un artículo. Lo que sigue es lo que se publicó en esa revista:

Te conocí muy tarde, a finales de los ochenta. Me quedaba poco tiempo en RTVE y tú acababas de llegar a Ecotel. Pero eso no me impidió conocerte casi desde tus orígenes en la profesión. Has sido un gran narrador; daba gusto oírte.

Disfrutabas contando aquellos viajes en un 600 por la España profunda (creo que para hacer el FOESSA) o tus tiempos de sindicalista de cuello blanco en Braun, tus reuniones clandestinas con Juan Luís, que entonces estaba en Gillette, lo que podía transgredir las leyes antitrust, o tu paso por Brasil. Pero contabas con el mismo entusiasmo ese nuevo software que te permitía comprimir un archivo o identificar un bloque de publicidad en una grabación de radio, o cómo clasificar todo tipo de anuncios, o aquellos primeros e.mails en que recibías fotos de tus hijos (¿o eran tus nietos?) desde Brasil o Portugal. Aquí me resultaba más difícil seguirte; siempre he sido un poco negado para las últimas tecnologías.

Te gustaba la historia, la economía, la política; leías mucho y te gustaba provocar a quienes habían pensado como tú pero habían evolucionado en otra dirección, se habían hecho mayores y responsables a lo largo de su vida. Tú seguías pensando que la solidaridad, ayudar a los demás, ser buena persona, merecía la pena.

Decías que tu apellido significa cigüeña en polaco y que de ahí podía venir tu afición a volar. Ésa, la de volar en ultraligeros, era tu gran afición. Como no te conformabas con volar llegaste a presidir la Federación Española de Deporte Aéreo y organizar varias vueltas a España.

Organizar, ayudar, descubrirnos cosas nuevas, ser un gran profesional y un gran amigo; creo que esas características te definen.

No sé si estabas en Brasil cuando Roberto Carlos (el cantante, no el del Madrid) quería tener un millón de amigos; a lo mejor te lo apuntaste como un objetivo. Seguro que lo has conseguido con creces.

Te has ido, pero pienso que sigues ahí arriba, volando por encima de todos estos humos, no sólo del tabaco. Lástima que se te olvidó dejarnos tu nuevo teléfono. Te vamos a echar mucho de menos.

Orbyt, ¿una esperanza?

El viernes estuve en una mesa redonda. Se trataba del curso de gestión de medios organizado por Unedisa, la editora de El Mundo, Marca y tantos otros medios.

Es lo bueno que tiene ser un comodín. Falló alguien a última hora y mi amiga Ana Hernández, que coordina el curso, se acordó de mí (y yo le dije que sí; casi siempre lo hago).

Así conocí a Rosalía Lloret, que ahora es la Directora General de Desarrollo Digital de Unedisa y antes lanzó la nueva web de RTVE, que tanto éxito está teniendo. Le había visto varias veces, en otros foros, pero nunca nos habíamos saludado. 

Rosalía moderaba la mesa en la que también participaba Enrique Lara, de HiMedia, que se llevó el protagonismo explicando qué son las redes publicitarias en internet (no confundir con las redes sociales).

En un determinado momento me preguntaron por un post que publiqué hace más o menos un mes en este blog y que alguno de los alumnos había utilizado en su exposición.

A propósito de la llegada del iPad (ahora ya he aprendido a escribirlo) comenté el lanzamiento de Orbyt, el producto de pago de Unedisa para internet. Yo pensaba que hablar de objetivo cumplido cuando se había llegado a 4000 suscriptores en dos meses quería decir que el objetivo no había sido muy ambicioso y no que se habían alcanzado grandes cotas (si me planteo como objetivo en salto de longitud llegar a saltar medio metro, seguro que cumpliré mi objetivo, pero eso no querrá decir que soy un gran saltador).

Pero parece que no es así.

Yo ya había guardado otra referencia en la que se habla de 10.000 suscriptores conseguidos en tres meses y lo había hecho con el título que ahora estoy utilizando.

Vivimoe en un país en el que no hay tradición de suscripciones a periódicos, así que esas cifras no son ni mucho menos despreciables.

Además, como insistía Rosalía, cada suscriptor del diario en papel supone un gasto añadido porque hay que hacerle llegar diariamente sus ejemplares. Un suscriptor en internet supone un ingreso a coste prácticamente cero. En el caso de los suscriptores que vivan en el extranjero, el ahorro es muy considerable.

Así que sí; a lo mejor Orbyt es un primer paso en el cobro de contenidos por internet y puede representar una esperanza para los editores de prensa, tan vapuleados últimamente.

El asedio

Una baja prolongada da para mucho.

Más aún si es a fecha (de comienzo) fija y de duración indeterminada.

Mi paso por el hospital fue tan breve que no me dio tiempo de nada. Ahora tengo la sensación de que estuve casi todo el tiempo medio anestesiado o disminuido por los calmantes.

Pero el primer día que llegué a casa empecé a leer El asedio, la última novela de Arturo Pérez Reverte.

Conocía a Pérez Reverte como corresponsal de guerra; supongo que todos le conocíamos de eso. Lo fue de forma brillante. Probablemente me lo había cruzado alguna vez por los pasillos de RTVE. Él fue profesor en el primer Máster de Radio de RNE y yo también; en aquella época teníamos amigos comunes.

Mi primer contacto con sus novelas se remonta a La tabla de Flandes, allá por 1990. La empecé con cierto reparo, (otro famoso que se mete en camisa de once varas), pero recuerdo que la devoré rápidamente; en seguida captó mi interés.

Y está claro que Pérez Reverte me ha seguido interesando desde entonces: veo que ésta de ahora hace la número catorce entre mis lecturas del autor en esos veinte años transcurridos.

Me ha pasado lo mismo con El asedio. Me enganchó desde el principio. Se trata de una novela de ambiente histórico: el asedio de Cadiz por los franceses durante el último periodo de la Guerra de la Independencia.

¿Se trata de una novela de género? Sí y no, como tantas del autor.

No se puede decir que no sea una novela histórica: la historia está ahí. El propio asedio, la redacción de la primera Constitución Española (la Pepa) y hasta su proclamación; el telón de fondo de la insurgencia latinoamericana, los negocios con América, tan importantes para la Cádiz liberal; las maniobras de los ingleses, aliados aquí, enemigos allí y tantos otros elementos importantes de aquel momento de la historia.

No se puede decir que no sea una novela policiaca: hay toda una trama de muertes de muchachas, ligadas con el estallido de las bombas lanzadas por los sitiadores franceses. Desde mi punto de vista la parte menos lograda de la novela. La trama tiene algunos elementos entre sobrenaturales y pseudocientíficos que no terminan de cuadrar ni siquiera cuando el asesino aparece por arte de birlibirloque.

Pero también es una novela de aventuras navales, uno de los terrenos en los que Pérez Reverte, que nunca ha ocultado su admiración por Patrick O’Brian, se muestra más cómodo

Y ¿por qué no? también es una gran novela de amor, aunque se trate de un amor que nunca termina de dar el paso definitivo.

Sin duda una gran novel que merece la pena leer.

Eso sí, una novela de más de 700 páginas, que se llevará por delante un buen número de horas del lector. No serán horas perdidas.

Se jubila Juan Luis Méndez

Ayer me llegó el mensaje:

¿Hola querida multitud de amigos!

Hoy salgo de AIMC.

Hoy terminamos larelación laboral que nos unía.

Después de 24 años de ser, de pronto, una firma y ya no es.

Pero, terminada la relación laboral y profesional, afortunadamente queda lo que más vale, lo que de verdad merece la pena, la relación personal. Los afectos.

Por eso quiero agradecerte muy expresamente tu contribución a que este tiempo haya transcurrido para mí pleno de satisfacciones y alegrías, risas y sonrisas.

Y de todo esto me llevo un cargamento.

GRACIAS. GRACIAS. GRACIAS.

Y para cualquier cosa que quieras seguir compartiendo conmigo, a partir de ahora me puedes encontrar en:

(aquí su nueva dirección de mail y sus teléfonos, incluido el móvil, que siempre fue muy celoso de compartir).

Con todo mi cariño, un fuerte abrazo

Juan Luis

PS:- Por favor, haz extensivo esta despedida a quienes a tu alrededor pueda concernir. Seguro que me faltan muchas direcciones de correo. Gracias.

Hecho. Ya lo saben todos ustedes.

Juan Luis es, era, el EGM.

El Estudio General de Medios es el estudio sociológico y de audiencia más importante que se realiza en España y mucho de ello se lo debemos a Juan Luis.

Cuando él llegó, hace 24 años, el EGM todavía era una extraña amalgama, con estatutos de sociedad anónima, heredados de su fundación en plena dictadura, cuando una asociación se podía confundir con un partido, algo que estaba totalmente prohibido.

Los representantes de las empresas asociadas lo eran a título personal y había un problema cada vez que uno de ellos cambiaba de empresa.

Juan Luis creó AIMC como una asociación que realizaría, entre otras cosas, el EGM.

La dotó de órganos que se elegían, se eligen, periódicamente.

Juan Luis es muy minucioso: si lo puedes contar en una hora, para que lo vas a hacer en dos minutos, es su autoparodia preferida. Tiene toda la historia del EGM y de AIMC en la cabeza y sabe hacerla valer cuando hace falta.

Otro de sus méritos fue la contratación de Carlos Lamas. Cuando Sofres llegó a la audimetría española prescindió de muchos de los profesionales que trabajaban en Ecotel. Uno de ellos fue Carlos Lamas, su Director Técnico.

Supongo que los directivos de Sofres se arrepintieron con el tiempo de esa decisión.

Pero Juan Luis vio claro todo lo que Carlos podía aportar a AIMC. Y le contrató.

El nivel técnico y el rigor del EGM y de todos los estudios de AIMC subió varios escalones.

Nunca pensé que Juan Luis se jubilaría antes de tiempo; le gustaba lo que hacía y lo hacía muy bien.

Pero no me ha sorprendido esta decisión. Sé que últimamente no estaba a gusto. Los cambios introducidos en la organización y en su estudio principal en los últimos años no le gustaban.

Nos pasa a muchos.

Conocí a Juan Luis unos años antes de su llegada al EGM. Serían los primeros meses de 1983 cuando llegó a Torrespaña para dirigir el Gabinete de Investigación de Audiencia de RTVE, donde yo trabajaba.

No estoy seguro, pero probablemente no le recibimos bien. Era lo habitual. Cada cierto tiempo llegaba un nuevo jefe, que no siempre sabía algo de investigación o de audiencias, y nos ponía a todos bajo sospecha.

Pero el caso es que muchos años después muchos de los que entonces estábamos en el Gabinete (José Ramón, Matilde, yo mismo, entre otros) nos contamos entre sus mejores amigos.

No siempre pasa con los jefes.

Ese es el mérito de Juan Luis: ha sido capaz de hacer muchos amigos desde posiciones complicadas.

La del EGM lo era.

A finales de los ochenta el ABC de Luis María Ansón le declaró la guerra y era raro el domingo en el que no saliera su foto en las páginas de hueco, siempre acompañada de duros insultos.

Yo me siento orgulloso de contarle entre mis mejores amigos. Además siempre le estaré agradecido. Creo que fue la primera persona que me hizo una oferta de trabajo.

Cuando salió de RTVE hacia el EGM (aún no se llamaba AIMC) me ofreció irme con él. Creo que yo no estaba aún maduro para salir de lo que llamábamos la casa.

Y me quedé aún unos años más.

Luego he compartido con Juan Luis muchas reuniones de Comisión Técnica, durante más de veinte años y he aprendido mucho en ellas.

Como nadie es insustituíble, el EGM seguirá sin Juan Luis.

Pero ya no será lo mismo.

La música del tiempo

Son sólo siete notas, pero eran una de las músicas más conocidas de la televisión.

Repsol patrocinaba la información del tiempo en TVE desde hace casi 25 años.

Cuando empezó ese patrocinio yo todavía trabajaba en RTVE y me parece que hace una eternidad que salí de allí.

Es otra de las víctimas de la arbitraria decisión que el año pasado expulsó a la publicidad de TVE.

Leí hace poco que Repsol había intentado que ese patrocinio fuese indultado, como el toro de Osborne que sigue presente en las carreteras españolas aunque, eso sí, sin marca.

(El toro, uno de los mayores emblemas de la publicidad española, sobrevivió a una ley que prohibía la publicidad en las carreteras.)

Pero no lo consiguieron.

Ahora están en trámites, amistosos nos dicen, para vender a TVE los derechos de esa música, que son propiedad de Repsol.

De momento la música se mantiene como introducción a los programas de información meteorológica.

Puede que durante algún tiempo se siga recordando a Repsol cuando llegue el momento de El Tiempo en TVE.

La verdad es que se lo merecen.

Un patrocinio tan largo y tan consistente debe tener premio.

Ni un minuto más de publicidad en televisión

El mercado de la televisión es seguramente el único en el que las empresas desprecian e insultan a sus clientes.

UTECA, la asociación de televisiones comerciales, se ha hartado de insultar a los anunciantes pese a que son casi su única fuente de ingresos.

También es uno de los mercados en los que las leyes se incumplen más a menudo.

Las televisiones comerciales lo son porque en algún momento el gobierno de turno les otorgó una concesión. Se supone que las concesiones se hacen en las condiciones legales del momento de esa concesión.

Sin embargo nunca han cesado de batallar para conseguir el cambio de esas condiciones.

Ya han conseguido lo fundamental: TVE no tendrá publicidad a partir del próximo enero. Este trimestre ya tiene muy poca.

Ahora están presionando para que se admitan más minutos de publicidad por hora. Con la actual redacción del proyecto de Ley General de la Comunicación Audiovisual podrían emitirse hasta ¡29 minutos! por hora. Eso va en contra de la Directiva Europea, que limita el tiempo de publicidad a 12 minutos por hora.

Pero además va en contra de los espectadores y, sobre todo, de los propios anunciantes que son los que les pagan.

Yo creo que también va en contra de ellas mismas: si abusan de la publicidad perderán audiencia y, a medio plazo, no tendrán nada que vender.

Es difícil de entender.

Estos días se está viviendo un movimiento de protesta en contra de esta medida; circula por internet: puedes firmar aquí.

La protesta también se ha llevado a la calle; el pasado lunes hubo una manifestación en la proximidades del Congreso; aquí se puede ver un vídeo que recoge parte del acto.

Los medios también lo están recogiendo, pero hace falta que este movimiento adquiera una gran dimensión para conseguir que esta barbaridad se pare cuando aún estamos a tiempo.