Hace unos días se publicaron las estimaciones de i2p sobre la inversión publicitaria en los tres primeros trimestres del año y sus previsiones para el próximo año. Ya lo comenté aquí a principios de semana. La revista IPMark destacaba un aspecto que considero muy importante: el peso que representa la publicidad en el PIB está cayendo de forma dramática y ya sólo es del 0,4% (0,45% este año, que caerá hasta el 0,43% en 2012). A finales de los noventa nos acercábamos al 2%, una cifra muy similar a la de los países más desarrollados.
La otra cara de la moneda la recogía marketingdirecto.com publicando un estudio de McKinsey presentado al Parlamento Europeo por las asociaciones del sector publicitario: nada menos que entre el 10% y el 15% del crecimiento económico se mueve con la palanca de la publicidad.
Yo estoy de acuerdo con uno de los argumentos que emplearon:
“la publicidad puede desempeñar un importante papel para la innovación, el desarrollo y la competitividad del continente”
Pero perderemos oportunidades si el peso de la publicidad sigue disminuyendo. Si el 2% en inversión publicitaria movía el 15% de crecimiento, le estábamos pidiendo un esfuerzo de 7,5; si ahora queremos conseguir el mismo efecto con una apotación del 0,4%, le estaremos pidiendo un esfuerzo del orden de 37, o sea cinco veces mayor, juto ahora que sabemos que el abuso y la saturación han hecho que la publicidad sea menos eficaz.
Otra vez un círculo vicioso difícil de romper.