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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Preguntas postelectorales

No soy un especialista en política pero, por aquello de los números, me apasionan las elecciones, más aún éstas, que han tenido un resultado tan complejo y, por tanto, tan interesante.

No creo que, por sistema, deba gobernar la lista más votada, salvo que hubiera dos vueltas. Debe gobernar quien consiga más apoyos. Tenemos muchos casos tras estas elecciones, pero el de Barcelona es muy claro: Barcelona en Comú tiene 11 concejales de 41; si no consigue llegar a acuerdos tendrá una oposición de casi las tres cuartas partes del consistorio, lo que le hará muy difícil gobernar.

Hemos entrado en una nueva era, en la que hablar con quien tiene ideas diferentes, negociar, pactar, cobra una importancia que, hasta ahora, sólo había tenido en algunas comunidades autónomas. El reciente ejemplo de Andalucía no es el mejor precedente.

Se me plantean un buen número de preguntas, que pongo aquí por si algún lector tiene las respuestas; también me gustaría ver más preguntas en los comentarios.

De cara a las elecciones de fin de año:

¿Qué le perjudicaría más al PSOE: apoyar a Ahora Madrid o aceptar el apoyo del PP para gobernar?

¿Qué le perjudicaría más a Podemos: apoyar al PSOE en Castilla La Mancha o no hacerlo y dejar que gobierne Cospedal?

¿Qué le perjudicaría más a Ciudadanos: apoyar al PP o no hacerlo donde otras coaliciones den el poder a la izquierda?

¿Qué le perjudicaría más al PP: cambiar de estrategia o no hacer nada?

¿Está a tiempo el PP de cambiar de candidato?¿Existe un candidato con más posibilidades que Rajoy?

Y centrándonos en las elecciones del domingo:

Si los tripartitos o pentapartitos entre partidos de izquierda propiciaban la inestabilidad ¿por qué un tripartito de ideas opuestas como el que propone Aguirre va a generar estabilidad?

Foto: 20 Minutos

Si, como parece, la propuesta de frente antiPodemos, se extiende a otros lugares, entonces ¿no era una boutade de Esperanza?

¿Por qué es peor ser el quinto partido en Navarra que el sexto en Barcelona?

¿Por qué da la sensación de que muchos políticos no se enteran? Si ya estábamos hartos del y tú más ¿por qué creen que nos pueden conquistar con el pues a tí te ha ido aún peor?

¿Por qué dimiten en diferido quienes no se han atrevido a decirle al jefe en directo que se han equivocado?¿Por qué el jefe mira siempre para otro lado?

¿Qué ha pasado con el proceso soberanista; sale reforzado, como dicen algunos o se ha dado un batacazo considerable como piensan otros?

¿Es muy diferente la situación actual de la de 1979 cuando coaliciones de izquierda llegaron al poder municipal? Entonces también, para algunos, se iba a hundir el mundo.

Podría seguir y seguir, pero me saldría un post demasiado largo.

¿Quién me puede dar las respuestas?

Este año podemos

Todas las previsiones parecen estar de acuerdo: la inversión publicitaria crecerá este año, en el mundo y en España.

Después de una dura travesía del desierto que ha llevado a nuestro negocio, y a la economía nacional, a unas cifras impensables hace tan solo unos pocos años, 2014 se ha cerrado con crecimiento y 2015 apunta buenas maneras.

Estamos en año electoral. Por ello se reducen las retenciones en el IRPF, se devuelve a los funcionarios la paga que se les quitó en 2012, se moderan las subidas de precios y se mantienen algunos estímulos económicos como el Plan PIVE. Todo eso libera algo de dinero para el consumo y la industria publicitaria apoyará este empuje.

Pero es año electoral. Las elecciones europeas del año pasado nos trajeron la sorpresa de un nuevo partido que desde entonces no deja de crecer en las encuestas.

Sabemos que ha crecido apoyándose en los medios de comunicación (Televisión e Internet sobre todo) pero no conocemos su postura sobre la publicidad, vital en una sociedad de consumo que Podemos cuestiona.

Pronto habrá elecciones en Grecia. (*) Si se produce el esperado triunfo de Syriza empezaremos a tener una información algo mejor. Si Podemos consigue alguna cuota de poder en las autonómicas ya veremos algo más.

Pero pase lo que pase estamos experimentando los efectos de un importante revulsivo contra la corrupción.

La solución, a final de año. Mientras tanto, podemos crecer.
(*) Este post reproduce la columna que escribí para la edición en papel de la revista IPMark. Desde entonces ya hemos visto que triunfó Syriza y que las reacciones de los mercados no han sido tan duras como en principio se esperaba. También sabemos que la Administración Pública aumentará su inversión en publicidad.

Una nueva realidad (y III)

…La publicidad tiende  exagerar los movimientos de la economía, por lo que se podría esperar para 2015 un crecimiento mayor de la inversión.

Si la nueva situación trajera pasos hacia una Cataluña independiente, el mercado publicitario se resentiría. Si en la nueva situación vemos el triunfo de Podemos en alguna circunscripción tendremos un ensayo de lo que podría ocurrir en un panorama político no ya nuevo sino novísimo. Está por ver cuál sería la actitud ante la publicidad y los medios de un partido que ha crecido básicamente apoyándose en algunos medios (Televisión e Internet, sobre todo).

Los anunciantes de Zenthinela esperan un crecimiento de la inversión que se situará en el entorno del 2%; los medios panelistas de Vigía, algo más optimistas, sitúan el incremento de la inversión algo por encima del 3%; la previsión que hemos enviado desde Zenith a nuestro grupo se sitúa algo por encima del 5%, con crecimientos superiores a esta cifra en Internet (incluido Móviles) y Televisión y ya sin caídas, o sólo caídas muy leves en algún caso, en el resto de los medios.

Hablamos mucho de que la Televisión lineal, la de siempre, la que se ve en el televisor y a la hora en que la cadena lo está emitiendo, está de capa caída, pero los datos de audiencia no lo reflejan más que en una medida mínima. Lo que sí parece extenderse es el fenómeno de la multipantalla, con lo que puede suponer de problemas en la atención, tan importante para la publicidad. Zenith ha realizado un estudio, que publicará en los primeros meses de este año, con el que analiza con rigor este fenómeno.

El lanzamiento por parte de Kantar Media de herramientas de medición de la Televisión Social es también una noticia muy interesante.

Por otra parte convivimos con una Televisión de audiencia cada vez más fragmentada, lo que dificulta la planificación de las campañas, aunque todavía permite alcanzar coberturas casi universales.

El panorama internacional

En el plano internacional las últimas previsiones del Grupo ZenithOptimedia sitúan el crecimiento de la inversión publicitaria a nivel global en el 4,9% (una cifra no muy diferente de las publicadas por otros grupos). Europa Occidental y Central crecerá un 2,4%. España y otros países de los que durante los últimos años nos han considerado periféricos tendrán ahora un crecimiento superior a la media de la región. Un efecto curioso del cambio de tendencia: dejamos de ser apestados (periféricos o PIGS) y volvemos a ser europeos.
El mal momento económico de Francia e Italia y un crecimiento menor de lo esperado en Alemania han tenido esa sorprendente consecuencia.
Internet es el medio de mayor crecimiento a nivel mundial: se espera un crecimiento anual medio del 15% hasta 2017 (la publicidad Móvil podría crecer a un ritmo del 38%). La Televisión sigue siendo el medio que concentra mayor inversión (el 39,6% del total en 2014) pero crece algo menos que la media del mercado y perderá algo de peso en los próximos años: en 2017 podría ser sólo del 37,4%.
El mayor crecimiento corresponderá a Latinoamérica (se espera un 13%) y Asia del Sur, región a la que ZOG llama Fast Track Asia, (China, India, Indonesia, Malasia, Pakistán, Filipinas, Taiwan, Tailandia y Vietnam) que crecería a un 10,1%.
China es ya el segundo mercado publicitario del Mundo, sólo por detrás de Estados Unidos.
Este año se ha frenado el crecimiento de Europa del Este, debido a la crisis de Ucrania, pero se espera que si se normaliza la situación vuelva a tener un peso importante en el crecimiento del sector a nivel mundial. Se produce aquí un efecto curioso: la generalización del fracking, que ha hecho bajar los precios del petróleo, pone en dificultades a la economía rusa, lo que le impedirá (o dificultará) presionar a Ucrania y a la UE con un gas que necesita vender para no desequilibrar aún más su balanza de pagos. En cualquier caso Ucrania, y sobre todo Rusia, no han contribuido este año al crecimiento de la inversión publicitaria mundial.
Todo parece indicar que el año 2015 será bueno para la publicidad, en España y a nivel internacional, y que la economía, dentro de esa nueva dimensión a la que se ha visto abocada, crecerá de nuevo, aunque lo más probable es que tarde más de quince años en recuperar el tamaño que tenía en 2007.

Este post es la tercera y última parte de un artículo que se ha publicado en la edición en papel de la revista IPMark.

Y tú más ¿es una buena estrategia?

Nunca un partido a la izquierda del PSOE había tenido posibilidades de gobernar, igual que ninguno a la derecha del PP conseguía apoyo entre los votantes. Ahora las dos cosas podrían ocurrir.

¿Cómo puede ser?

Ayer vi que se celebraba el primer cumpleaños de Podemos. Un partido que en tan solo un año ha conseguido ser la sensación en las elecciones europeas, en las que obtuvo cinco diputados, y en las encuestas, en las que se codea con los dos grandes partidos como una alternativa posible más.

¿A qué se debe este éxito?

En una sociedad que ha sufrido mucho y que no entiende las prioridades que han establecido sus dirigentes (¿por qué salvar a las bancos antes que a los ciudadanos?¿por qué si entregas la casa que pusiste como garantía del préstamo aún sigues debiendo al banco que se equivocó al valorarla?…) Podemos ha puesto sobre la mesa los problemas que preocupan a la gente. Otra cosa es, como dice Miguel del Fresno en este artículo, que tenga la solución a esos problemas. Pero eso parece que, al menos de momento, no es lo importante.

Los dos grandes, acostumbrados a combatir entre sí mediante la estrategia del y tú más han decidido aplicar al nuevo competidor la misma medicina. ¡Craso error!

En lugar de buscar en sus propios errores (y tratar de corregirlos) el motivo del empuje del nuevo partido, tratan de encontrar sus puntos débiles: una beca dudosa ( de 1.800 euros al mes) de uno de sus dirigentes, o las dudas sobre las adjudicaciones en un ayuntamiento por parte de la novia de otro dirigente (concejal de IU, por cierto) son todas las armas que han encontrado. Lógico: poca corrupción se puede encontrar en un partido que aún no ha tocado el poder.

Así, sin estrategia, están viendo cómo la intención de voto a los partidos alternativos crece y crece cada día y entonces volvemos a otro argumento clásico: las únicas encuestas que yo me creo son los votos que se introducen en las urnas el día de las elecciones.

El PP sigue confiando en que las mejoras económicas que ya empiezan a producirse en el ámbito macro lleguen a una mayoría de la gente (algo poco probable antes de las elecciones) y el PSOE sigue atacando las reformas del Gobierno, que han aumentado el desempleo y precarizado el empleo.

Pero si sigue creciendo el descontento puede que esas encuestas en las que nadie cree acaben reflejándose también en los resultados electorales.

El bipartidismo puede estar tocando a su fin.

¿Y tú más?¿No hay otra estrategia?

El Gobierno, las cadenas de televisión y Podemos

El viernes pasado, en la tertulia en la que participé en Capital Radio, alguien preguntó si pensábamos que la publicidad volvería este año a TVE. La respuesta me salió del alma; no lo pensé demasiado y dije (minuto 27:37 a 27:50):

habrá o no habrá publicidad en TVE en función de los intereses del Gobierno y de cómo quiera presionar a las otras cadenas para que traten mejor o peor a Podemos.

Supongo que es políticamente muy incorrecto, pero me temo que yo soy así.

Pero veo que no soy el único que lo piensa.  Leo en El Confidencial un artículo en el que se habla de la pax audiovisual que estaría planteando el Gobierno en un año tan cargado de elecciones como el que vamos a vivir.

Una primera fase sería una nueva regulación sobre el espectro radioeléctrico que evitara la supresión de ocho canales más y la convocatoria de un nuevo concurso. La segunda, mantener la vuelta de la publicidad a TVE como espada de Damocles.

El Gobierno lo quiere todo. Escoró hacia la extrema derecha los informativos de TVE (lo que les ha hecho perder su liderato en audiencia…y seguir cayendo); tienen a su favor a las cadenas cabeceras de cada grupo (Tele 5 y Antena 3). Pero no les vale; necesitan también las segundas cadenas (Cuatro y La Sexta) o al menos que no alimenten al peligro en que, desde su punto de vista, se ha convertido ya Podemos.

Así que esa pelota sigue en el tejado. Y seguramente seguirá ahí.

¿En qué se parecen Podemos y Uber?

El miércoles pasado los taxis de una buena parte de las grandes ciudades europeas, entre ellas Madrid y Barcelona hicieron huelga para protestar por la competencia desleal que sufren por parte de Uber, una aplicación que permite a diferentes usuarios compartir un vehículo para realizar un mismo trayecto. Se encuadra dentro del concepto de economía colaborativa, ahora tan de moda.

Creo que mucha gente, yo entre ellas, no habíamos oído hablar de Uber hasta esta semana. Ahora ya quedarán muy pocas personas en ese estado de ignorancia.

No sé cómo reaccionarán las personas que fueron víctimas de esa huelga: ¿odiarán a Uber o bien odiarán a los taxistas?

Me encontré en el pasillo de la oficina a una persona que había venido de Barcelona para llegar a una reunión a las 9:30 y no había conseguido llegar a nuestra sede (de muy difícil acceso en transporte público colectivo) hasta cerca de las 14:00. Ruth, una amiga que viajó ese día a Barcelona, me decía que se había arreglado allí bastante bien entre Metro y autobuses y sólo había perdido una de las cuatro reuniones que tenía planificadas.

La campaña gratuita de comunicación que los taxistas europeos regalaron a Uber me recuerda a la que una gran parte de los medios españoles (entre ellos la mayoría de los que tienen una orientación editorial hacia la derecha, o sea no muy próxima a la ideología del partido) hicieron para Podemos en los días anteriores y posteriores a las elecciones europeas. Utilizando todo tipo de calificativos (y en muchos casos descalificaciones muy extremas) no dejaron de hablar de un partido que, como Uber, mucha gente desconocía.

Hace ya muchos años se decía aquello de que hablen de ti aunque sea bien. Pero parece que algunos no conocen esa lección elemental de comunicación.

¿Podemos fiarnos de las encuestas?

Una vez más, las encuestas preelectorales han fallado y esto puede perjudicar seriamente el prestigio de las encuestas en general. Esto resulta muy preocupante para quienes, directa o indirectamente, desarrollamos nuestra actividad profesional en el campo de las encuestas por muestreo y las estimaciones a partir de muestras pequeñas.

Pero ¿han fallado las encuestas o lo que ha fallado es la cocina?

Normalmente los resultados que se publican no son los que se extraen directamente de las encuestas. Coloquialmente se denomina cocina a las modificaciones que se introducen en los resultados obtenidos.

Hay dos tipos de cocina:

1. El que trata de corregir los efectos de la ocultación de voto en función de la experiencia en encuestas anteriores . Se sabe por esas experiencias que las personas de determinadas ideologías tienen tendencia a contestar menos o a declarar al encuestador una opción distinta a la que realmente piensan votar. Esta cocina es perfectamente legítima y, en condiciones normales, mejora los resultados obtenidos.

2. El otro tipo es el que modifica los resultados obtenidos para favorecer los intereses de quien encargó la encuesta. A la vista de las diferencias que se encuentran entre los resultados publicados por medios de ideologías contrapuestas, este tipo de cocina también es muy habitual. Desde mi punto de vista es absolutamente ilegítimo. Los resultados de una encuesta se pueden interpretar desde diferentes puntos de vista, pero no se deberían manipular.

En teoría las elecciones europeas, que se desarrollan en circunscripción única para toda España, son las más fáciles de estimar. No hacen falta tamaños de muestra tan grandes como cuando se trata de estimar los resultados en 52 circunscripciones.

Pero en esta ocasión existía una complicación adicional: se presentaba un buen número de partidos para los que no se disponía de datos anteriores. ¿Hasta qué punto los encuestados exageraban u ocultaban el voto a Podemos, Vox o Ciudadanos, por poner un ejemplo? La cocina buena, la 1, no tenía armas para corregir esas posibles desviaciones.

Siempre recuerdo mi única presencia en una noche electoral durante mi etapa en RTVE. Fue en las elecciones autonómicas vascas de 1990; la única vez durante mis quince años de permanencia en la casa en que la exit poll, la encuesta que se hace a la salida de los colegios electorales, se encargó desde el Gabinete de Investigación de Audiencia (que éramos los expertos en estudios sociales) y no desde Informativos. El trabajo de campo lo hizo la empresa Metraseis, una de las más prestigiosas en aquel momento, ahora absorbida por la vorágine multinacional.

Cuando en la tarde electoral, en Torrespaña, fuimos recibiendo los resultados de la encuesta cundió el pánico: Unidad Alavesa, un partido que se presentaba por primera vez, obtenía 3 escaños. Nadie sabía muy bien qué representaba el nuevo partido; todos los ojos se volvían hacia mí: un alavés podría aclarar las dudas. Pero yo no sabía mucho más que los otros. Al final se decidió informar de la entrada de UA en el Parlamento Vasco, pero atribuyéndole sólo un escaño.

Cuando se conocieron los resultados finales se vio que la encuesta había dado en el clavo, algo que nunca supieron los que sólo conocieron los resultados de la encuesta a través de la información emitida. Para la opinión pública, aquella encuesta falló.

No tengo información suficiente para juzgar lo que ha ocurrido en esta ocasión, pero me temo que una buena parte de los errores se debe mucho más a la cocina que a las encuestas. Demasiados partidos nuevos y demasiado cambio en la aceptación de los dos partidos dominantes como para que la experiencia de los cocineros ayudara a mejorar el guiso ofrecido.