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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Entradas etiquetadas como ‘Norberto Gallego’

¿Cuánto cuesta una mentira?

Volkswagen nos ha engañado.

En palabras del Senador Bill Nelson:

Volkswagen anuncia sus coches diésel como diésel limpios o, dicho de otra manera, respetuosos con el medioambiente. Sin embargo, al contrario de lo que dicen, los coches diésel de Volkswagen y Audi no estaban diseñados para ser ni limpios ni repetuosos con el medio ambiente

Sus coches serán igual de buenos que antes, pero ya no le vamos a creer. Esa imagen de fiabilidad y seriedad alemana construída a lo largo de más de setenta años se ha ido por el sumidero.

Leía esta mañana al experto en tecnología Norberto Gallego: No es la calidad de los productos Volkswagen lo que está en discusión, sólo la ética de sus directivos.

También he leído que han tenido que provisionar 6.500 millones de dólares para hacer frente a las indemnizaciones que tendrán que pagar. También se habla de una multa de 18.000 millones de dólares, sólo en Estados Unidos

Es todo un signo de nuestros tiempos: toda una estirpe de directivos ha olvidado la ética. Y así nos va.

El otro signo de nuestro tiempo es el valor de los intangibles: el valor de una marca como Volkswagen, construido a lo largo de muchos años se viene abajo en unas pocas horas. Es mucho más, mucho peor, que las tremendas pérdidas experimentadas por el valor en Bolsa (en las primeras 48 horas perdió el 37% de su valor). Y es mucho más difícil de recuperar.

¿Cuánto tendría que invertir ahora la marca, en tecnología y en comunicación, para recuperar ese valor perdido? Es difícil de calcular, pero me atrevería a decir que ese valor ya nunca se recuperará del todo; siempre quedará el poso de la desconfianza que ahora se ha generado.

La salida a Bolsa de Facebook

Ya han pasado dos semanas desde la salida a Bolsa de Facebook y se va generalizando la impresión de que ha sido un fracaso. En varios sitios he llegado a leer: desde la salida a Bolsa Mark Zuckerberg ha perdido cuatro mil millones de dólares (o la cantidad que correspondiera a la cotización de ese día).

Ese me parece un primer error: Zuckerberg ha ganado en todo caso un montón de dinero con la salida a Bolsa; quienes han perdido son los que, creyendo que la cotización de la acción seguiría subiendo, compraron a 41 dólares y ahora la ven por debajo de 30. Facebook tiene ahora mucho dinero para invertir en investigación, en mejoras de su producto o para comprar las aplicaciones que necesite para conseguir rentabilidad. Por ejemplo para mejorar su posibilidad de incluir publicidad en su versión para móviles, que confesó como una de sus debilidades poco antes de la salida a Bolsa.

Quienes tampoco perdieron, seguro, son los causantes del desaguisado, los bancos colocadores que calcularon un precio que se ha demostrado irreal. El siempre acertado Norberto Gallego lo contaba así en su blog.

Una red con cerca de mil millones de usuarios en todo el mundo que han declarado allí voluntariamente sus gustos y aficiones tiene sin duda un gran valor, pero lo tendrá mucho más cuando clarifique su modelo de negocio. Parece que, en plena crisis del mercado publicitario ese modelo no puede basarse sólo en publicidad. Al menos no sólo en la explotación de sus formatos iniciales, los botones de la columna de la derecha en los que casi nadie reparaba.

No suelo creer en conspiraciones, pero me llamó mucho la atención que justo la semana anterior a la salida a Bolsa, General Motors, uno de los mayores anunciantes del mundo y también uno de los mayores anunciantes en Facebook comunicara que dejaba de hacer publicidad en esa red social. Es una noticia que se ha comentado poco y, al menos hasta donde yo he podido ver, no en relación con la caída de la cotización.

Las razones de esa retirada son pueriles: no obtenía los beneficios esperados; vender más coches. La relación directa entre hacer publicidad en Facebook (o en cualquier otro sitio) y vender coches es algo que no resiste el menor análisis (o, mejor dicho, que sólo con buenos análisis se puede llegar a determinar la aportación de cada acción).

Algunos analistas piensan que el uso que estaba haciendo General Motors de su inversión en Facebook era inadecuado y lo comparan con el trabajo de compañías como Ford o Mercedes, con una utilización mucho más adecuada de la nueva comunicación más interactiva que propicia el mundo 2.0.

También se ha publicado que la razón por la que General Motors retiró su inversión de Facebook fue que la red no admitió las presiones para introducir nuevos formatos e incluso admitir el patrocinio de toda la compañía por parte del fabricante de automóviles. Podría ser, pero nadie me quita de la cabeza que la oportunidad del anuncio pudo favorecer a algunos especuladores.

No creo que Facebook vaya a desaparecer pero, como dice Enrique Dans en su blog, esa y otras redes sociales ya nos han mostrado su necesidad. Si desapareciera sería sustituida por otro producto mejor.