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Sin Nadal la Copa Davis es menos

Espero que no se me entienda mal.

Ganar la Copa Davis es toda una hazaña del equipo español de tenis.

Ganarla con Nadal lesionado y además en Argentina, tiene todavía mucho más mérito.

Pero normalmente Nadal arrasa en las audiencias de televisión y esta vez no ha sido así.

Estoy viendo las curvas de audiencia de estos tres días de final.

Ayer sí.

Ayer La 1 mantuvo una media de casi tres millones y medio de espectadores a lo largo de varias horas. En el último minuto del partido de Fernando Verdasco superó, por poco, los cinco millones. Eso le proporcionó un 26,5% de share a lo largo del partido y un 20% en el total día. Son cifras ya poco habituales y le proporcionaron el liderato claro del día.

Pero ni el sábado ni el viernes, cuando había menos esperanzas pero también mucha emoción, los resultados de La 1 fueron tan claros.

El partido de dobles no alcanzó en ningún momento los cuatro millones de espectadores y en el total día la cadena se quedó en un 16,5% de share, a casi un punto del líder Antena 3.

Pero mucho peor fue el viernes. El primer partido, el de Ferrer, no llegó al millón y medio de audiencia media y se quedó en un 14,6% de share. El segundo, el de Feliciano fue aún peor, se quedó en un 13,9% de share y en 1.372.000 espectadores de media.

La 1 no pasó del 13,5% de share en el total día. A más de cinco puntos de Antena 3, en un discreto cuarto lugar.

¿Qué habría pasado con Nadal en la cancha?

Esto es hacer audiencia ficción, pero estoy seguro de que cualquiera de los tres días los partidos habrían pasado de los cinco millones de espectadores de media y de que La 1 habría liderado claramente los tres días del fin de semana.

Eso no pudo ser.

Pero la ensaladera ya está de nuevo en España.

El tenis como disculpa

Ayer estuve en el Telefónica Arena viendo un partido de tenis. Robredo ganó en tres sets al italiano Seppi, a quién no conocía.

No es raro. No soy un experto en tenis y no voy mucho más allá de Federer, aparte de Nadal y el resto de la armada española.

Pero el tenis es sólo la disculpa.

Desde hace varios años, la empresa para la que trabajo desde hace casi 18 años, tiene un palco en el Master de Tenis de Madrid.

Es una buena manera de pasar un buen rato con clientes o con otros colaboradores, lejos del ajetreo del día a día.

En el palco caben siete personas, cada día hay dos sesiones y el torneo dura nueve días.

Hay que establecer un complejo sistema de rotaciones para quedar bien con el mayor número de clientes y que todos vayan con el acompañante adecuado por parte de la empresa que invita.

El lugar está un poco a desmano, en la Casa de Campo, y generalmente hay que soportar algo de atasco antes de llegar.

Pero luego merce la pena, aunque sólo sea para contemplar la magnitud del evento.

Un buen número de empresas disponen de stands. El símbolo de Mercedes adorna los extremos de la red. Tras la polémica del primer año se ve ya natural que las recogepelotas, perfectamente uniformadas y muy ordenadas al hacer sus cambios de guardia, estén patrocinadas por Boss.

Pero quizá lo más llamativo sea el despliegue de restaurantes de todo tipo en los que se puede disfrutar de una comida diferente.

Cada palco tiene la mesa asignada en un restaurante. Nosotros estábamos en el indio.

Pero como funciona por el sistema de autoservicio, uno puede, simplemente con andar un poco, elegir otro tipo de comida (italiana, japonesa, alemana y un largo etcétera) o mezclar varios estilos, cada uno a su gusto.

Un grupo, con una cantante que interpretaba clásicos franceses (Edith Piaf, Jacques Brel…) amenizaba la fiesta.

Todo ello adornado con una verdadera fortuna en flores.

Un evento espectacular…

…y además hay tenis.

Hoy debuta Nadal.

El espectáculo irá a más.

Nunca he ido el último fin de semana, cuando se juegan las finales, pero estoy seguro de que debe de ser impresionante.