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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Los 40 años del EGM

A lo largo del último mes he contestado tres cuestionarios de revistas del sector (Control, El Publicista y El Periódico de la Publicidad) referidos al EGM y a su 40 Cumpleaños. Anuncios se adelantó y me lo pidió antes del verano, artículo que reproduje en este blog.

Voy a intentar resumir los tres de este mes. Espero que no resulte un refrito demasiado indigerible.

Que el EGM cumpla cuarenta años es una de las mejores noticias que se pueden dar sobre el mercado publicitario.

He dicho muchas veces que si no existiera habría que inventarlo.

El EGM es el gran estudio de medios de este país. No sólo es una referencia histórica; es el gran estudio que sigue siendo necesario.

Nunca se valorará bastante el esfuerzo de aquellos pioneros de hace cuarenta años, ni de todos los que desde entonces han (hemos) luchado para mantener viva esa llama que el mercado publicitario necesita y que es la envidia de países que no supieron mantener vivo su estudio multimedia y ahora tratan de recuperar el tiempo perdido.

Ahora hay que afrontar el reto digital y de la movilidad. No se puede perder tiempo, porque el mundo, y los medios con él, avanza muy rápido. Pero estoy seguro de que el EGM estará a la altura de las circunstancias.

La estructura de AIMC como asociación de todo el mercado (JIC) es un gran invento, que hace únicos este tipo de estudios. También está en la base de algunas de las críticas más fundamentadas: es lento en la toma de decisiones, a las que debe de llegar por consenso entre todos. Eso no le impidió generar los primeros datos de internet, y los que siguen siendo referencia.

Las críticas de los medios cuando los resultados de audiencia no son los que esperaban no tienen más valor que el de una pataleta y no merecen ningún comentario desde el punto de vista técnico.

¿En qué aspectos sería mejorable?

Hace ya casi cuatro años la Junta Directiva de AIMC de entonces me encargó un trabajo en este sentido, que realicé con un pequeño grupo de profesionales (María Jesús Solaún, Jaime Agulló, Pablo Alonso y Fernando Palacios, a los que reitero mi agradecimiento). Entonces escribimos una carta a los Reyes: Estudio continuo (tanto en el trabajo de campo como en la publicación de los datos), basado en un gran multimedia realizado mediante entrevistas personales, con incorporación de otros medios y uso de estímulos comparables entre medios. Además pedíamos que la Asociación estuviera al tanto para incorporar cuanto antes las nuevas tecnologías aplicables a la mejora del estudio.

Yo confío mucho en que tanto la AIMC como el EGM tendrán un futuro esplendoroso. El mercado sabe que son necesarios. Han resistido ataques muy duros y se han mantenido a flote. Ahora, de nuevo, vienen tiempos interesantes: es necesario entrar con fuerza en la medición de los nuevos medios (sí, internet, televisión, móviles…esos medios que llevan tiempo ahí, pero cuya medición hay que redefinir). No es de recibo que quince años después del nacimiento de internet y casi diez después de la proliferación de páneles, el mercado no tenga aún las medidas publicitarias que necesita. En el caso de la televisión, si no empezamos a movernos ya muy rápido nos vamos a encontrar en poco tiempo con que casi toda la televisión estará mal medida. Esto no depende tanto del EGM como de una AIMC muy activa.

Pusimos muchas esperanzas en la Mesa Para la Medición Digital, que está haciendo un buen trabajo, pero hace falta apoyar iniciativas reales hacia la medición que necesitamos.

Los datos de audiencia son la clave en el negocio de los medios publicitarios. Tener datos obtenidos mediante una metodología consensuada por todos los actores del mercado, aceptados por todos y que además ofrezcan un cierto grado de comparabilidad entre medios, es fundamental.

Estos datos ofrecen la posibilidad de seleccionar los soportes más adecuados para cada target y además analizar si su oferta comercial se mueve dentro de unos límites razonables.

El EGM sigue siendo la fuente de datos clave para la planificación multimedia.

Los estudios monomedia aportan más información en la línea de las necesidades del respectivo medio. No responden tanto a las necesidades de las Agencias de Medios (que los aceptan en razón del necesario consenso) ni del conjunto del mercado, como a necesidades específicas de cada medio.

Los datos de audiencia son la clave central de un estudio como el EGM. Pero la existencia del resto de los datos ha convertido al EGM en la referencia histórica en cuanto a datos de equipamiento y de algunos consumos. Este es un valor adicional que, por supuesto, es bienvenido.

Un mercado en el que nunca pasa nada

Tomo prestado el título de la campaña de Sackleton que citaba ayer (este vídeo es otro de los que componen la campaña de Miravete).

Pero lo utilizo para referirme a nuestro mercado de medios.

El jueves tuvimos reunión de la Comisión Técnica de la AM, la Asociación de Agencias de Medios.

Yo le había pedido a Luís Petit que pusiera en el orden del día el tema de la compra de TNS por WPP, de la que ya hablé aquí hace más o menos un mes.

Cuando intenté algún tipo de reacción de mis compañeros de Comisión directamente a través del e.mail obtuve la callada por respuesta.

El jueves, ya todos juntos, la respuesta más inteligente fue la de César Galiana: no es que no me interese el tema, pero me siento como si el utillero del Real Madrid opinara sobre la política de fichajes del club. Toda una manifestación de impotencia, que no tendría importancia si nuestros presidentes se estuvieran preocupando por la política de fichajes. O, en este caso, por el desmedido interés de un determinado grupo por las herramientas de medida de los mercados.

Nadie dice nada.

Hace más o menos un año, AIMC cedió a las presiones de algunos medios y transformó el tradicional estudio multimedia por la suma de un estudio multimedia con muestra algo menor y varios monomedia, que al final producen, por fusión, un gran fichero multimedia.

Esto no tiene por qué ser bueno ni malo, pero sí que junto a las ventajas ha producido algunos inconvenientes.

No hablo ahora de los datos de audiencia de revistas, con un cambio de tendencia de una magnitud difícil de explicar desde lo que ha ocurrido en la realidad del mercado.

Ocurren también otras cosas. Cuando se trabaja con el nuevo fichero muchas veces tenemos muestras de un tamaño más que suficiente, pero la realidad es que detrás sólo hay una muestra pequeña. Esto puede engañar a los planificadores y a otros usuarios de los datos.

Nadie dice nada.

Todos sabemos que en internet se puede medir todo. Eso nos vienen diciendo desde siempre.

Pero no conocemos los valores por los que se ha juzgado siempre la validez de las campañas publicitarias. ¿Cual es la cobertura de una campaña?¿cual es la frecuencia? Incluso en muchas ocasiones ¿cual es la audiencia?

Sabemos, sí, cuantos ordenadores han apuntado hacia un sitio. Y lo sabemos, casi siempre, con datos del propio operador.

Eso en un mercado en el que tradicionalmente se ha exigido la presencia de un tercero, Asociación o empresa de medición, para validar los datos, no parece suficiente.

Nadie dice nada.

O sí, ahora acaban de decir algo la Mesa Digital, la IAB y la AIMC. Pero creo que en algún caso con la boca chica.

No sabemos, ni de lejos, cuanto ha invertido un anunciante de nuestra competencia en una campaña en internet. Es complicado de medir, pero se pueden intentar aproximaciones.

Pero a nadie parece importarle. Es más, parece que se quiere impedir un estudio serio para mantener el statu quo del estudio que hace PricewaterhouseCooper, algo que no tiene nada que ver y que, por supuesto, podría mantenerse como análisis macro del mercado.

Nadie dice nada.

Mientras tanto vemos como nuestros compañeros interactivos meten horas y horas para poder hacer seguimientos de campaña que, pese a todo, dejan insatisfechos a los clientes.

Y nadie dice nada.

O como mucho: les pagan por eso.

Lo dicho, en el mercado de medios español nunca pasa nada.

La medición digital está de enhorabuena

Después de más de un año de gestación, la semana pasada se aprobó

El Libro Blanco de las Mediciones Digitales.

Se trata de un trabajo en común entre la IAB, la asociación que agrupa a las empresas con intereses en la publicidad en internet y la AIMC, que es el máximo organismo del mercado para la investigación de medios.

Internet es el medio en que se puede medir todo. Pero la verdad es que tras más de quince años de existencia como medio publicitario, su propio ritmo de evolución ha hecho que hasta ahora el mercado no haya llegado a acuerdos sobre las medidas a utilizar y sobre los organismos encargados de auditarlas.

En general no es bueno que en una transacción las medidas las proporcione uno de los implicados.

Este de ahora es un gran primer paso en la buena dirección.

El Libro Blanco es complejo, porque el medio lo es y porque quiere servir a las necesidades del presente y a las que puedan surgir en un futuro próximo.

Creo de justicia reconocer el trabajo que a lo largo de este tiempo han realizado los miembros de la Mesa, entre los que tengo muy buenos amigos (casi todos lo son).

En especial quiero resaltar a Jaime Agulló, que ha sido el alma de este grupo desde el principio, salvando todos los escollos que se iban presentando. También a otras dos buenas compañeras en Zenith Media, una actual, Mapi Merchante, y otra antigua (bueno, no tan antigua, sólo hace un año que me dejó) Marga Ollero.

Como sé que los tres trabajan muy bien, sé que también en esta ocasión han hecho un buen trabajo.

Así que gracias a los tres (y por supuesto a los otros miembros de la Mesa) y gracias también a Zenith Media, que ha puesto sus horas de trabajo para conseguir llevar a buen puerto algo que nos interesa a todos.