Casi enteros Casi enteros

Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Entradas etiquetadas como ‘ley general de comunicacion audiovisual’

El riesgo de los patrocinios deportivos

Este mediodía, en mi corto paseo de convaleciente, poco más que la vuelta a la manzana, he visto la campaña de exterior (al menos marquesinas y autobuses) que Master Card ha iniciado con motivo de la final de la Champions que pronto se celebrará en Madrid.

Patrocinar una competición como esa tiene la ventaja de no ligarse a un equipo que puede caer pronto eliminado; en el caso de España ha traído una ventaja añadida: seguir siendo uno de los escasos anunciantes en TVE, con el plus de notoriedad que eso supone.

La publicidad que he visto está en castellano; es lógico porque ahora se dirige al público local.

No sé si cuando se vaya acercando el partido la veremos en italiano y en alemán, dirigida a los seguidores de los equipos finalistas, pero sería lógico ya que es un medio de pago que muchos de ellos pueden usar más en ese desplazamiento.

Será una final sin presencia española. Ni el Real Madrid ni el Barcelona, tan fuertes en la Liga BBVA, fueron capaces de ganar en el momento más importante de la temporada.

Ahora, el domingo, uno de los dos equipos de estratosférico presupuesto cerrará una temporada sin ningún título.

¿Cual era el objetivo de sus patrocinadores al comienzo de la temporada? Seguro que uno de ellos era estar presente en esta final de Madrid. Pero sólo dos equipos llegan; los demás no cumplen ese objetivo y ¿fracasan?

Un asunto que me llama la atención en el tema de los patrocinios deportivos es el auge que han protagonizado en los últimos tiempos las casas de apuestas. Tanto que en algún partido la misma empresa patrocinaba a los dos equipos.

La reciente Ley General de la Comunicación Audiovisual confirmaba una prohibición antigua: en España no se puede hacer publicidad en televisión de juegos o loterías, salvo los de titularidad pública.

Sin embargo casi en cualquier partido de fútbol, al menos uno de los dos equipos lleva como patrocinador a una casa de apuestas y eso no impide la retransmisión.

Además la publicidad estática en los campos de fútbol cada vez está más copada por las casas de apuestas y eso también se emite por televisión.

Como tantas veces en España las leyes están ahí no se sabe muy bien para qué.

Desde luego no para cumplirlas.

¿La hora de la Publicidad Exterior?

He pasado los dos últimos días en Ibiza, en las XIX Jornadas de Publicidad Exterior, invitado por la AEPE, la asociación que agrupa a las empresas del sector.

El número de jornadas de Exterior que se han celebrado casi coincide con el de años que llevo yo a este lado del mercado. Pero para mí esta ha sido la primera experiencia. Antonio Morales me invitó a pronunciar la primera charla de las jornadas.

Hablé, como hicieron algunos otros de los ponentes, de televisión; de la oportunidad que pueden suponer para otros medios, y en especial para exterior, los cambios que se han producido recientemente en el entorno de la televisión.

Es imposible resumir en un post dos días de charlas. Voy a dar aquí los puntos esenciales de mi exposición y dedicaré otro post al resto de las jornadas.

España ha sido tradicionalmente un país de televisión. No sólo desde el punto de vista publicitario, claro, pero el peso de la televisión en nuestro mercado creció y creció hasta suponer casi un 44% de la inversión en publicidad.

Porque era el medio de la cobertura, porque el precio por contacto era bajo, porque se comercializaba muy bien y porque estaba bien medido, con datos actualizados cada día.

Pero eso, que ya había empezado a cambiar con el proceso de digitalización de la sociedad, ha cambiado radicalmente en los últimos meses a golpe de legislación.

En muy poco tiempo hemos visto desaparecer la publicidad de TVE: una disminución drástica de la oferta publicitaria del medio, con el encarecimiento consiguiente y las dificultades para alcanzar las coberturas tradicionales de las campañas de nuestro país.

Se autorizaron las fusiones entre cadenas: disminuye el número de interlocutores con los que negociar. Esto lleva a un encarecimiento, pero también a una mayor rigidez en las condiciones comerciales, lo que disminuye el atractivo de la televisión.

Se autorizó la TDT de pago. Es probable que el número de grandes acontecimientos que pueden acumular grandes audiencias en televisión, disminuya. Otro golpe a la consecución de grandes coberturas.

En la Ley General de Comunicación Audiovisual se autorizó la emisión de aún más minutos de publicidad por hora, lo que va a repercutir negativamente en la eficacia publicitaria de la televisión.

Además ya se ha completado el apagón analógico, lo que ha llevado a la televisión a un alto nivel de fragmentación de la audiencia. Ya son muchos los días en los que la audiencia de los canales temáticos en TDT supera a la de TVE, el líder habitual de los últimos meses.

Eso quiere decir que cerca del 50% de la audiencia de televisión (la de TVE más la de los canales temáticos) o es inaccesible para la publicidad o está sumamente fragmentada y se mide mal con el actual sistema de medición.

Todos estos factores son perjudiciales para la televisión como medio publicitario: ahora los anunciantes están pagando mucho más dinero que hace un año por una publicidad mucho menos eficaz y comercializada en unas condiciones abusivas.

Puede ser el momento para otros medios, entre ellos para la publicidad exterior. Para el medio Exterior la digitalización creciente es muy favorable: aumenta la atención sobre el medio y facilita la flexibilidad en su comercialización.

Por el momento la televisión sigue ganando la batalla, pero su política, excesivamente cortoplacista es muy arriesgada.

Veremos si no acaba saliéndole mal, lo que favorecería al resto de los medios.

Puede haber llegado la hora de la Publicidad Exterior.

Belén Esteban y el culto al cuerpo

El viernes pasado el Congreso aprobó la Ley General de la Comunicación Audiovisual.

La publicidad ahora se limitará a 19 minutos por hora. Otro día hablaremos de eso.

Los medios han recogido también los artículos que prohiben la publicidad de culto al cuerpo.

De nuevo un ataque al negocio publicitario.

Yo espero que la prohibición se limite a los productos de adelgazamiento rápido y a las clínicas de cirugía estética y no, como han recogido algunos diarios a todo el mercado de productos de belleza.

Otra vez la publicidad es la culpable de todos los males.

Un buen amigo, con cargo de responsablidad en una asociación de nuestro mercado, me decía el otro día:

la red, internet, es el bien absoluto; la publicidad es el mal absoluto

. No refleja mal el inconsciente colectivo.

Acabamos de vivir la expectación creada por la operación estética de Belén Esteban, a la que ya he visto llamar la princesa del pueblo.

Ha sido portada, y exclusiva, en revistas, es la reina de un programa de televisión, consiguió plantar batalla a TVE en la retransmisión de las uvas…

…pero lo malo es que haya publicidad de la cirugía estética.

En los años que yo llevo en esto, y ya son muchos, siempre nos hemos peleado porque nuestros productos estuvieran en las noticias o en el contenido de los programas porque sabemos que es una fórmula de comunicación mucho más eficaz…

…pero lo que hay que prohibir es la publicidad que, al fin y al cabo, da de comer y ayuda a mantenerse a los medios.

¿No creen los legisladores que la repercusión de las operaciones estéticas de Belén Esteban y el resto de famosos tendrán más efecto en la sociedad que cualquier campaña de publicidad?

¡Qué mal lo hemos hecho los publicitarios!

¿Qué mal hemos transmitido la importancia de nuestro trabajo!

Ni un minuto más de publicidad en televisión

El mercado de la televisión es seguramente el único en el que las empresas desprecian e insultan a sus clientes.

UTECA, la asociación de televisiones comerciales, se ha hartado de insultar a los anunciantes pese a que son casi su única fuente de ingresos.

También es uno de los mercados en los que las leyes se incumplen más a menudo.

Las televisiones comerciales lo son porque en algún momento el gobierno de turno les otorgó una concesión. Se supone que las concesiones se hacen en las condiciones legales del momento de esa concesión.

Sin embargo nunca han cesado de batallar para conseguir el cambio de esas condiciones.

Ya han conseguido lo fundamental: TVE no tendrá publicidad a partir del próximo enero. Este trimestre ya tiene muy poca.

Ahora están presionando para que se admitan más minutos de publicidad por hora. Con la actual redacción del proyecto de Ley General de la Comunicación Audiovisual podrían emitirse hasta ¡29 minutos! por hora. Eso va en contra de la Directiva Europea, que limita el tiempo de publicidad a 12 minutos por hora.

Pero además va en contra de los espectadores y, sobre todo, de los propios anunciantes que son los que les pagan.

Yo creo que también va en contra de ellas mismas: si abusan de la publicidad perderán audiencia y, a medio plazo, no tendrán nada que vender.

Es difícil de entender.

Estos días se está viviendo un movimiento de protesta en contra de esta medida; circula por internet: puedes firmar aquí.

La protesta también se ha llevado a la calle; el pasado lunes hubo una manifestación en la proximidades del Congreso; aquí se puede ver un vídeo que recoge parte del acto.

Los medios también lo están recogiendo, pero hace falta que este movimiento adquiera una gran dimensión para conseguir que esta barbaridad se pare cuando aún estamos a tiempo.

Rumores, rumores: ¡Cómo están las teles!

Andan revueltos los confidenciales del sector.

Pero ya han conseguido que las noticias salten a los medios más tradicionales.

La última es que Luis Fernández, el Presidente de la Corporación RTVE se va. Se siente engañado porque le han cambiado las reglas del juego a mitad del partido.

Así es como nos sentimos los publicitarios. Yo utilicé la semana pasada esa misma metáfora cuando me hicieron una entrevista en profundidad para un estudio sobre el futuro del audiovisual.

Estábamos jugando un partido de fútbol y a la mitad nos han puesto las porterías en las bandas.

En sólo unos meses se ha suprimido la publicidad en TVE, se han autorizado las fusiones entre cadenas y también la TDT de pago. Se acaba de publicar el Proyecto de Ley General de la Comunicación Audiovisual . Y, por si fuera poco, se lanzan globos sonda con un posible adelanto del apagón analógico.

Y en plena crisis económica.

¿Hay quién dé más?

Otros rumores hablan de la fusión entre Mediaset y Prisa, dos supergrupos de comunicación.

Cuando parecía que la enemistad entre Berlusconi y El País era insuperable, va a resultar que lo de las velinas era una cortina de humo.

Hasta nos cuentan el reparto que ya se habría hecho: Telecinco, Cuatro y la gestión de la publicidad se irían hacia Fuencarral, los canales de pago, la radio, la prensa y lo que quede de Santillana irían a la Gran Vía (con reparto interno entre Cebrián y Manuel Polanco). Lo que no me cuadra del todo es que quedaría de los canales de pago, porque también se habla del alto interés de Telefónica, también Gran Vía pero un poco más abajo.

Por cierto, si todo se concretara de una manera parecida a los rumores, el negocio de la compañía de Alierta habría sido fabuloso.

Se forraron al acudir a la OPV de Sogecable y ahora recuperarían su participación por una quinta parte de lo que ingresaron.

¡Qué gran idea la OPV!

Pero no nos olvidemos de que la fusión entre Cuatro y La Sexta se daba por hecha en julio y se quedó en agua de borrajas.

Otra cosa,y esto no es un rumor. Tristes noticias: desaparece Soitu, la apuesta de Sindo Lafuente por el periodismo en internet.

Si ni siquiera puede Sindo es que las cosas están aún más difíciles de lo que parece.