Casi enteros Casi enteros

Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Entradas etiquetadas como ‘Kantar’

Tele 5 volvió a dominar la audiencia en 2017

Como cada año, puntual a su cita, Barlovento ha publicado hoy día 2 de enero el informe sobre la audiencia de Televisión durante el año pasado. Un informe, por cierto, que en los últimos años ya anticipa unos días y publica en la última semana de diciembre a sabiendas de que unos pocos días no van a cambiar ni siquiera en una décima comportamientos consolidados durante todo un año.

El informe es muy completo, incluso recoge el parón que ha sufrido la inversión publicitaria durante 2017, al que ya hemos hecho mención en este blog en varias ocasiones.

Algunos datos destacables son:

Tele 5 vuelve a ganar, un año más (y van seis consecutivos) la batalla de las audiencias. Pero se queda en un 13,3% de share, algo más de un punto por debajo de lo que consiguió el año pasado. Es un mínimo histórico: nunca la cadena líder lo había sido con un registro tan bajo.

Antena 3 mantiene la segunda posición, a un punto del líder pero pierde medio respecto al año pasado.

La 1, tercera, es la única de las grandes que recupera audiencia (tres décimas) y se sitúa en un 10,4%.

 

De los veinte programas más vistos del año hay dos (las campanadas de fin de año y el Festival de Eurovisión) que no son retransmisiones de partidos de fútbol.

El consumo de Televisión medido por Kantar se sitúa en 240 minutos por persona y día. Es el tercer año con mayor consumo medido. Pero eso se debe a la inclusión por primera vez del consumo de invitados (que se incorporó en marzo). Si se considera sólo el consumo de televisión lineal de los residentes en el hogar se produce una caída de seis minutos respecto al año anterior.

El consumo de televisión es cada vez más diverso: la televisión de pago supone ya el 22,3% del total. Llega a cerca de 15 millones de personas.

También crecen los abonados a opciones no medidas por Kantar. Pese a los avances que ha ido aportando el medidor en los últimos años desconocemos una parte creciente de la audiencia, que se puede sospechar protagonizan los grupos más activos, y en muchos sentidos más interesantes, de la sociedad.

El sistema de medición oficial del mercado cada vez se deja fuera un mayor número de fenómenos. El mercado lo sabe; sabe a quién benefician esas deficiencias pero no hace nada para reducirlas.

Kantar no es el único responsable.

La medición y el dinero

Andamos otra vez con serias dudas, o con fuertes críticas para ser exactos, sobre el medidor de Internet.

Pronto va a hacer dos años de la resolución del concurso convocado por IAB y AIMC para recomendar un medidor de audiencia como estándar del mercado.

Se llegó a ese concurso porque los actores del mercado no estaban satisfechos con el producto que recibían de los medidores existentes. El mercado, la profesión, por medio de la mesa formada para ello, se decantó por ComScore y le encargó una serie de tareas, con sus correspondientes plazos.

En el concurso hubo otros dos participantes: Kantar, que sobre el papel tenía la ventaja de haber podido proporcionar al mercado datos conjuntos de televisión e Internet pero, según tengo entendido, hizo una presentación demasiado teórica y Nielsen, que llevaba más de diez años siendo el principal operador en medición de audiencia de Internet y que, probablemente por eso mismo, concentraba un alto nivel de críticas. Tras perder el concurso, Nielsen nos sorprendió a comienzos de este año anuciando su retirada del mercado español de medición de Internet.

Las críticas actuales a ComScore se parecen mucho a las que se venían haciendo a Nielsen: deficiente atención al cliente y lentitud para llevar a cabo los nuevos desarrollos que exige un mercado en continua evolución. En los dos casos el origen de las críticas es el mismo: un reducido equipo local y tener sus oficinas centrales, donde se deciden las prioridades de los desarrollos, tan lejos como en Estados Unidos. Eso, unido al menguante peso del mercado español, produce estas lamentables consecuencias.

¿Se solucionarían estos problemas con un nuevo concurso y un nuevo operador? Sinceramente, creo que no. El problema de la medición de Internet no se solucionará mientras no nos lo tomemos en serio y lo ataquemos en su raíz.

Queremos que la medición de Internet tenga al menos la misma calidad que hemos conseguido al cabo de muchos años para la medición de la televisión tradicional. Olvidemos ahora que la televisión ya no es lo que era y que muchas de las nuevas modalidades se escapan a la actual medición. Eso daría para otro artículo.

Estos días, cuando se empiezan a preparar los presupuestos del año que viene dan para comparar y para meditar.

La inversión en Internet ocupa ya el segundo lugar entre los medios y para muchas compañías, entre ellas la mía, representa más de la mitad del volumen que se dirige a la televisión.

La televisión que se ve en el televisor del hogar principal es un medio muy consolidado; su medición sólo necesita leves retoques. Los grandes desarrollos de su medición y análisis se hicieron hace ya casi dos decenios.

Internet, en cambio, es un medio en permanente evolución, en el que siempre aparece algo nuevo que habría que medir y además tremendamente fragmentado. Visto así parece que medir Internet, para lo que aún hay que desarrollar los softwares adecuados, debería ser más caro. Lo es.

Sin embargo si comparamos el dinero que dedica el mercado español a financiar la medición de la audiencia de Internet con el que dedica a la medición de la audiencia de televisión resulta que Internet sale perdiendo por goleada. Luego, eso sí, si queremos tener algunos elementos esenciales de las campañas de publicidad como la cobertura o la frecuencia (algo que en televisión se incluye en el paquete básico) lo acabamos pagando aparte.

Mientras no abordemos seriamente este problema lo más probable es que no lo solucionemos.

Me gustaría que los medidores se tomaran en serio Internet.

Me gustaría que los medidores de Internet se tomaran en serio a España, un país en el que Internet es ya el segundo medio por inversión y con una importancia relativa creciente.

Pero me temo que si no nos lo tomamos en serio nosotros mismos, si no estamos dispuestos a invertir en la medición lo que se necesite para hacerla bien, lo más probable es que no nos tomen en serio y los problemas no se solucionen.

Podemos poner en marcha otro concurso; podemos cambiar de medidor, pero si no estamos dispuestos a pagar para que el producto mejore, el producto no mejorará, o lo hará muy lentamente.

Ya sé que en la situación económica que atraviesa España este no es el mejor momento para plantear este problema, pero si no estamos dispuestos a pagar el valor de las cosas podremos quejarnos todo lo que queramos, podremos plantear nuevos concursos, podremos buscar nuevos medidores pero, sinceramente, no creo que solucionemos nuestro problema.

¿Como se mide la audiencia de televisión? (2)

Hace ahora un mes, cuando hablé del rescate de los mineros chilenos, Pedro Moreno preguntaba en uno de los comentarios cómo se mide la audiencia de televisión.

Ya me ocupé de este tema en diciembre del año pasado, pero realmente daría para muchos posts.

El secreto está en conseguir una muestra de hogares representativa de la población. El tamaño de la muestra ha crecido poco a poco y en estos últimos tiempos ha llegado a 4625.

Es un tamaño más que suficiente (es uno de los cuatro o cinco mayores del mundo, y España no es uno de los cinco países mayores) para medir la audiencia de cadenas nacionales de un cierto tamaño, pero la fragmentación creciente de los últimos años está haciendo que se necesite una muestra cada vez mayor.

¿Cómo funciona el sistema de audimetría? Hace poco se ha colgado en YouTube un reportaje en el que se ve un hogar en el que hay instalados audímetros. Refleja bien (y respetuosamente) algunos de los principales aspectos: cómo se selecciona la muestra, cómo se instala el audímetro, cómo se declara la presencia ante el televisor y cómo se remunera a los panelistas.

En principio no es un tema que se deba colgar en internet (supongo que en algún Consejo de Control de Kantar se tratará si eso es una acción perturbadora). Pero ya está colgado y no creo que revele secretos que perjudiquen a la medición. Es un vídeo divulgativo que al final pone el dedo en una llaga dolorosa: muchos puestos de trabajo dependen de los datos de audiencia.

No sé por qué creo que volveré a tratar este tema más adelante.