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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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¡Trump! Y otra vez fallaron las encuestas

Mi primera reacción esta mañana al enterarme ha sido pensar: ¡qué desastre!

Luego he recordado mi incursión en el tema americano, mi participación en el programa Millennium de hace unas semanas. Aunque todos los participantes estábamos convencidos de que ganaría Hillary, en varios momentos del coloquio Elvira Lindo insistió en que Estados Unidos no es Nueva York, ni California y en la América profunda el discurso de Donald Trump había calado a fondo en los ciudadanos. También Álvaro Longoria nos decía que el americano medio es machista y racista y por tanto Trump estaba acertando con su discurso.

Donald Trump ¿sorprendente? ganador de las elecciones.

Donald Trump ¿sorprendente? ganador de las elecciones.

Me quedó la sensación de que es muy difícil juzgar lo que puede pasar en un país desde la mentalidad de otro muy diferente.

Hoy esa sensación se ha confirmado: Trump gana en electores y en voto popular. Además no habrá contrapoder en las cámaras: los republicanos ganan también el Senado y la Cámara de Representantes.

Aquí se habían mezclado nuestras percepciones (Trump es un maleducado, xenófobo, machista, racista,…) con la imagen que nos han dado los medios (destacando siempre sus exabruptos) y lo que nos decían las encuestas (en todas ganaba Clinton aunque casi nunca por mucha ventaja).

Otra vez han fallado las encuestas: en el Reino Unido no acertaron que ganarían los partidarios del Brexit; en Colombia no acertaron que ganarían los contrarios al tratado de paz y en Estados Unidos no vieron que Trump iba a ser el ganador. Por no hablar de los fallos en España respecto a la magnitud de las victorias del PP y sobre el posible sorpasso de Podemos sobre el PSOE.

Los que de alguna manera nos dedicamos a actividades que dependen de encuestas o estudios que utilizan procedimientos de muestreo tenemos un problema y debemos analizarlo a fondo.

AEDEMO y las asociaciones profesionales del sector son conscientes de ello. La revista Investigación y Marketing dedicó su último número, casi monográfico a analizar este tema.

Hoy he oído que en las encuestas privadas sí salía ganador Trump y sólo en las que se hacían para los medios y se acababan publicando (en unos medios casi unánimemente favorables a Clinton) el resultado era el contrario. Si esto fuera verdad el problema lo compartiríamos con los medios: los profesionales de la investigación sociológica no deberían prestarse a manipular los resultados de los sondeos con el fin de influir en los resultados.

No sé si ha sido así; sería muy grave.

También puede ser que las encuestas no estén bien diseñadas y se dirijan sólo a la parte de la población más fácil de entrevistar y que esos fueran partidarios de Clinton. Pero ¿todas las encuestas?¿todas las empresas de investigación que en este tipo de estudios se juegan una buena parte de su prestigio lo han hecho mal?

La otra posibilidad es que los encuestados mientan. Por saturación o por hartazgo.

Tampoco debería extrañarnos demasiado: si, una vez tras otra estamos dispuestos a votar a políticos que nos mienten ¿por qué no mentir también aquí?

Eso es lo que puede hacer aún más grave el problema.

Nos llevaría a creer sólo los resultados de estudios basados en mediciones mediante aparatos y no en aquéllos en los que lo que se mide sean opiniones, intenciones o recuerdos.

Bernie Sanders, el Obama de 2016

Cuando, a finales de 2007, se inició la precampaña electoral estadounidense en el bando demócrata había una candidata muy destacada. Ya había vivido en la Casa Blanca (como primera dama. ¿Cómo se le llamará al conyuge cuando finalmente haya una presidenta?) y partía con una considerable ventaja en popularidad y en fondos para financiar la campaña. Todo parecía indicar que sería la primera mujer en alcanzar la presidencia.

Pero a medida que se iban acercando las fechas de la campaña fue surgiendo un candidato, un senador de color, poco conocido que, con una campaña magistral en las todavía no muy poderosas redes sociales (básicamente Facebook y MySpace) y con un gran manejo de Internet no sólo consiguió rápidamente una gran popularidad y la formación de numerosos grupos de apoyo, sino que también recaudó grandes cantidades de dinero para financiar su campaña. El conocido slogan Yes we can (Sí; podemos) seguramente también ayudó.

El final es conocido por todos: Obama consiguió la candidatura demócrata y en noviembre de 2008 ganó las elecciones. En 2012 volvió a ganar; en esta ocasión dijeron que su equipo había manejado como nadie el big data.

Para Hillary Clinton puede repetirse ahora la historia. En el verano pasado se le veía como la única candidata demócrata con posibilidades y parecía que iba a arrasar a quienquiera que se opusiera a ella en unas primarias. Pero cuando empezó el contacto con las urnas muy pronto se vio que no iba a ser así. Un candidato poco conocido, el senador izquierdista Bernie Sanders, cobró fuerza en seguida y, transcurridas una buena parte de las primarias la ex primera dama aún no puede dar la batalla por ganada.

Bernie Sanders

Puede que Bernie Sanders no sea finalmente el candidato demócrata; puede que si lo es no gane las elecciones ante un Donald Trump que está despertando los peores instintos de los americanos más reaccionarios. En esos aspectos no sería Obama, pero en el uso destacado de las nuevas tecnologías parece que sí lo está siendo.

Se dice que está haciendo una campaña digital de 10; como se dijo de Obama hace ocho años. Una campaña impecable que se estudiará en las universidades en los próximos años.

¿Qué es ahora una campaña de 10?

Utilizar casi exclusivamente plataformas digitales; centrarse para la captación de dinero en los ciudadanos y no en las grandes corporaciones; los pequeños donantes se involucran mucho más en las acciones del candidato; utiliza la homepage de su web para recopilar datos de sus más de cinco millones de visitantes mensuales para así poder enviarles contenidos diferentes en función de sus intereses. Las Redes Sociales, ahora ya plenamente conocidas y utilizadas por el gran público, juegan también un papel importante; en Facebook se cuentan historias (storytelling) capaces de emocionar a sus seguidores. Por supuesto también utiliza aplicaciones (apps) para móviles, desarolladas específicamente para apoyo de su campaña.

Si algo tienen las elecciones americanas es que siempre nos traen las técnicas más avanzadas de comunicación.

Sea Sanders o no el candidato demócrata (en pocos días lo sabremos; la batalla de Nueva York puede ser la definitiva y ahí Clinton no debería fallar) su campaña será una de las que tendremos que analizar con lupa.