Casi enteros Casi enteros

Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Entradas etiquetadas como ‘el pais’

La rigidez nos mata

A finales del año pasado, hace ahora un par de semanas leí en El País una noticia curiosa: Nacer a final de año influye en las notas.

Según el artículo, el hecho de que el sistema educativo español tenga en cuenta el año natural de nacimiento perjudica a los nacidos a final de año, que han de convivir con personas que son casi un año mayores y que, por tanto, tienen un grado de maduración más alto. Esto se nota sobre todo en los más pequeños.

Yo estoy seguro de que el razonamiento es adecuado y que se puede aplicar a un porcentaje grande de personas. Pero el contrario también funciona. Conozco muchos más casos, pero voy a contar el que me afecta más de cerca: el mío.

Nací en enero; cuando estudiaba con los de mi edad era de los mayores de la clase.

Aprendí a leer, muy pronto, en el colegio de las Carmelitas donde estudié hasta los ocho años. Allí aprendí también muchas cosas más.

A esa edad entré en el Instituto Ramiro de Maeztu de Vitoria (en el edificio donde ahora está el Parlamento Vasco) en lo que entonces se llamaba escuela preparatoria. Allí nos preparaban para hacer el ingreso de bachillerato. Ese año me examiné de ingreso y saqué matrícula de honor (la calificación más alta que había en aquel momento). Pero como no cumplía diez años (la edad reglamentaria) hasta el año siguiente, tuve que repetir curso.

Siempre he tenido la sensación de que aquel fue un año perdido innecesariamente desde el punto de vista de mi formación. ¡Con la falta que me habría hecho después, cuando ya me encargué yo de perder otros años!

Creo que entonces me perjudicó la rigidez del sistema, que puso una regla administrativa por encima de la lógica. Seguro que a muchos de los nacidos en diciembre les vendría muy bien estudiar con los nacidos el año siguiente, pero no se trata de cambiar las reglas: si se establece una línea de separación siempre habrá alguien que esté en la frontera. Lo lógico es que se atienda al estado de madurez y de preparación de los alumnos. Que pasen curso si están preparados y que esperen si no lo están. ¿No creen?

 

La rigidez es lo que nos mata

 

Jornal do Brasil abandona el papel

Ayer leí en El País una entrevista muy interesante a Rosental C. Alves un experto brasileño en medios y en tecnología que ha hecho buena parte de su carrera en el Jornal de Brasil. Se trata de un periódico con más de ciento treinta años de existencia.

El Jornal do Brasil ha sido noticia a lo largo del verano por su decisión de abandonar el papel y centrarse sólo en su edición digital. La semana pasada se concretó esa decisión y se publicó el último número en papel.

Podría tratarse de una buena noticia. Justo hablando de Brasil podríamos pensar en la cantidad de árboles de la selva amazónica que se van a salvar por esta decisión. Se habría tratado de una buena noticia si fuera una apuesta clara por la red innovadora frente al papel anticuado, si fuera una apuesta por un negocio boyante y no una medida desesperada de supervivencia.

El Jornal do Brasil hace tiempo que había dejado de ser un negocio rentable en papel, pero todavía está muy lejos de ser un negocio rentable en Internet. Así que la decisión de cerrar la edición en papel ha supuesto la pérdida de un buen número de puestos de trabajo.

Aún así no es seguro que la edición digital pueda sobrevivir.

Y estamos hablando de un país, Brasil, uno de los emergentes BRICs, que no se ha visto golpeado por la crisis, o sólo muy levemente.

Yo espero que acabe siendo un negocio rentable. En la entrevista a Alves se apuntaba que ya va llegando el momento de poner en valor la publicidad en internet. Ese podría ser el camino para la rentabilidad de los medios electrónicos. Pero no parece que, al menos aquí, haya llegado el momento de las subidas de precios.

Los medios, como hemos visto tantas veces, están en una encrucijada. Es importante no equivocarse en las decisiones y en el momento en que se toman.

De ello puede depender la supervivencia de las empresas.

Pataleta de la SER

Leo en El País que la SER demandará a la COPE por competencia desleal.

En los medios ha sido una de las noticias del verano. Lo comenté aquí hace algunas semanas: la mayor parte del equipo de Carrusel Deportivo se ha ido a la COPE. Fue un post que interesó: provocó 40 comentarios y aumentó el número de visitas al blog.

Pero volviendo a la demanda: tal como se expone la noticia, suena a pataleta. Varios profesionales de deportes de la SER han sido fichados por la COPE. Seguro que hay más dinero por medio (lógico, casi nadie cambia de trabajo por menos dinero) pero casi seguro que no es sólo eso (casi nadie se va de una empresa en la que está muy a gusto sólo por dinero).

Según El País (que no hace falta recordar que pertenece al mismo grupo que la SER) la demanda es por competencia desleal, comportamientos carentes de escrúpulos y falta de ética empresarial.

Si leemos unos párrafos más abajo se nos informa de que según la SER los contratados por la COPE dejan la cadena no por voluntad propia sino por no renovárseles el contrato…otros tenían abiertos expedientes disciplinarios e iban a ser despedidos por la gravedad de los comportamientos objeto de sanción.

¿En qué quedamos?¿Es competencia desleal o les están haciendo un favor al contratar a quienes iban a ser despedidos?

En otro de los párrafos se nos hace saber que la intención de la radio de los obispos era desmantelar la redacción de deportes compuesta por más de 600 profesionales, pero escasamente ha logrado fichar a un reducido grupo de 20 personas entre técnicos, productores, becarios y colaboradores. Entonces ¿una demanda por fichar a algunos becarios? ¿Tiene sentido?

Y continúa: para ello la COPE ha prometido contratos que multiplican por cuatro los salarios más elevados del mercado, en un momento en el que la emisora obispal se encuentra en pérdidas y sometida a un ERE para despedir a 200 trabajadores.

De todos es conocido que la crisis económica tampoco ha tratado muy bien al Grupo PRISA; la mayor parte de sus empresas también están sometidas a EREs.

Seguro que hay muchas más razones, pero la verdad es que, al menos tal como lo cuenta El País, el asunto me resulta incongruente.

¿No será una pataleta?

Pasatiempos

Durante muchos años compré el periódico cada día; al menos uno y lo leía de pe a pa. Con el tiempo cada vez me resultaba más difícil leerlo, pero seguía comprándolo.

Hace un par de años, con ocasión de una subida de precio, me paré a pensar en cómo era mi relación con los diarios, que muchas veces se convertían en una obligación pendiente que tenía que cumplir por las noches, con las noticias ya pasadas. Dejé de comprarlo cada día. Lo conté aquí y me causó algún problema.

Pero sigo comprando diarios los fines de semana, cuando tengo algo más de tiempo. Y en vacaciones compro dos cada día: la edición de Álava de El Correo, el periódico con el que aprendí a leer y otro, normalmente El País, pese a que en agosto se declara en huelga de contenidos caídos.

En vacaciones mi madre está conmigo. Va a cumplir noventa años en noviembre y tiene una cabeza excepcional. Por cada libro que leo ella lee dos…o tres. Realmente no doy abasto para proporcionarle toda la lectura que necesita porque además no puedo darle libros muy gordos. No es que no pueda seguirlos: se le cansan los brazos.

Pero eso sí, cuando cada día terminamos nuestra lectura de los periódicos, la suya más extensa, la mía más larga, empezamos con los pasatiempos. Ella es la reina de los crucigramas, se lo sabe todo, aunque cada verano, al comienzo, le cuesta acostumbrarse al humor de las definiciones de Mambrino, que es quien firma los crucigramas de El País.

Entre los dos descubrimos los siete errores o las palabras y las frases ocultas en las sopas de letras y al final me deja pelearme a mí solo con los sudokus…creo que son demasiado modernos y no he conseguido aficionarle.

Así transcurre nuestra buena media hora. Mi madre dice que La Ribera (donde pasamos las vacaciones) le sienta muy bien. Yo creo que ese rato de tareas compartidas forma parte de la medicina que le mejora.

Rumores, rumores: ¡Cómo están las teles!

Andan revueltos los confidenciales del sector.

Pero ya han conseguido que las noticias salten a los medios más tradicionales.

La última es que Luis Fernández, el Presidente de la Corporación RTVE se va. Se siente engañado porque le han cambiado las reglas del juego a mitad del partido.

Así es como nos sentimos los publicitarios. Yo utilicé la semana pasada esa misma metáfora cuando me hicieron una entrevista en profundidad para un estudio sobre el futuro del audiovisual.

Estábamos jugando un partido de fútbol y a la mitad nos han puesto las porterías en las bandas.

En sólo unos meses se ha suprimido la publicidad en TVE, se han autorizado las fusiones entre cadenas y también la TDT de pago. Se acaba de publicar el Proyecto de Ley General de la Comunicación Audiovisual . Y, por si fuera poco, se lanzan globos sonda con un posible adelanto del apagón analógico.

Y en plena crisis económica.

¿Hay quién dé más?

Otros rumores hablan de la fusión entre Mediaset y Prisa, dos supergrupos de comunicación.

Cuando parecía que la enemistad entre Berlusconi y El País era insuperable, va a resultar que lo de las velinas era una cortina de humo.

Hasta nos cuentan el reparto que ya se habría hecho: Telecinco, Cuatro y la gestión de la publicidad se irían hacia Fuencarral, los canales de pago, la radio, la prensa y lo que quede de Santillana irían a la Gran Vía (con reparto interno entre Cebrián y Manuel Polanco). Lo que no me cuadra del todo es que quedaría de los canales de pago, porque también se habla del alto interés de Telefónica, también Gran Vía pero un poco más abajo.

Por cierto, si todo se concretara de una manera parecida a los rumores, el negocio de la compañía de Alierta habría sido fabuloso.

Se forraron al acudir a la OPV de Sogecable y ahora recuperarían su participación por una quinta parte de lo que ingresaron.

¡Qué gran idea la OPV!

Pero no nos olvidemos de que la fusión entre Cuatro y La Sexta se daba por hecha en julio y se quedó en agua de borrajas.

Otra cosa,y esto no es un rumor. Tristes noticias: desaparece Soitu, la apuesta de Sindo Lafuente por el periodismo en internet.

Si ni siquiera puede Sindo es que las cosas están aún más difíciles de lo que parece.

Rebelión contra los medidores

Hace unos días Luis Palacio, el Director de Intermedios, una de las personas que más saben de esto de los medios, me ponía sobre aviso: una buena parte de las grandes cadenas de televisión se aliaban para buscar un nuevo sistema de medición que recogiera mejor la realidad actual: la televisión ya no se ve como antes, tenemos pantallas y sistemas de distribución diferentes.

Cada vez se ve más televisión de una manera diferente a la tradicional. Lo tradicional se mide más o menos bien, pero cada vez se nos queda más parte sin medir.

Lo mismo puede decirse de internet; no se mide lo que el mercado necesita.

Este sábado el diario El País recogía la noticia: se busca una alternativa para medir audiencias.

Las compañías de medios quieren datos fiables de su público y han creado el CIMM (Consejo para las Mediciones Innovadoras de los Medios).

Todo esto ocurre en Estados Unidos.

El mercado español parece un poco más dormido. De momento.

Pero esta semana también me he enterado de que Jaime Agulló ha vuelto a la mesa para las mediciones digitales de IAB y AIMC. Espero que para quedarse. Espero que sea la locomotora que le hace falta anuestro mercado.

No estamos en condiciones de perder mucho tiempo.

23 F: Anatomía de un instante

Se dice que el 23 F es uno de esos momentos que han quedado grabados en la historia particular de cada uno.

Otro clásico es la muerte de Kennedy, ahora tan actual.

Todos sabemos qué estábamos haciendo cuando nos enteramos.

Yo estaba en la cama con gripe cuando oí por la radio de algún vecino que algo raro estaba ocurriendo en el Congreso.

A partir de ese momento estuve pendiente de la televisión, sin sonido, y de dos aparatos de radio sintonizados con emisoras diferentes.

La preocupación era evidente; además de lo que le pudiera ocurrir a España y su incipiente democracia de la que tanto esperábamos, tanto mi mujer como yo trabajábamos entonces en RTVE y alguno de sus edificios había sido tomado por los golpistas.

Sólo cuando oímos el discurso del Rey volvimos a la cama, aunque mantuvimos las radios encendidas.

Javier Cercas, que ya se había acercado a la historia reciente con Soldados de Salamina, entonces en forma de novela, dedica un ensayo de casi quinientas páginas a desmenuzar ese instante clave de la vida de España.

Ha sido otra de mis lecturas del verano. Compré el libro en la Feria, donde el autor me lo dedicó.

Es curioso: un libro sobre un hecho conocido, del que ya sabemos casi todos los detalles (yo leí en su momento el libro de Pilar Urbano y las crónicas sobre el juicio que publicó Martín Prieto en El País) mantiene el interés página tras página, sin que decaiga en ningún momento.

El estilo puede recordar por momentos a Proust, por su minuciosidad o a Javier Marías, por la búsqueda de todas las posibilidades y los matices sobre el pensamiento de cada cual. Pero es siempre Cercas, el Cercas de los libros de ficción más que el de los artículos de prensa, pese a que aquí el tema esté más cerca de lo habitual en prensa.

El eje central del libro son las imágenes de televisión con Suárez y Carrillo sentados y el general Gutiérrez Mellado forcejeando con los asaltantes.

Pero en el libro no hay héroes (sí, quizás, villanos) hay políticos cumpliendo con su papel. Algo que ahora puede parecernos extraño.

Vemos los tres golpes que confluyeron en el que finalmente se produjo; vivimos cada momento de su evolución, el futuro de España siempre en el filo de la navaja y la irresponsabilidad de tantos.

Desde mi punto de vista, un libro admirable.

Crisis en el negocio de medios

El pasado 28 de abril se celebró en un hotel de Madrid una jornada bajo el título Los medios en la crisis y la crisis de los medios. Tuve el honor de compartir estrado nada menos que con Jesús Martínez Rioja, Director del diario Expansión y Juan Luís Cebrián, Consejero Delegado de PRISA, Director histórico de El País y académico de la lengua.

Nuestra mesa se centró en los medios impresos. Este artículo resume mi intervención.

Los medios viven un momento de profunda crisis estructural, un cambio provocado por la fuerza de tres factores concluyentes: la digitalización, la globalización y la convergencia. En los últimos meses a esa crisis estructural se le ha superpuesto una profunda crisis económica.

Es conveniente pararse a reflexionar sobre los efectos de estas crisis superpuestas, porque si algo sabemos con seguridad es que la crisis económica pasará. Pero casi con el mismo grado de seguridad podemos decir que cuando pase la crisis el negocio de los medios será muy diferente del que conocíamos hace pocos años. Nuestro trabajo, el de todos los que nos dedicamos de una manera u otra a este negocio, es luchar para que sea mejor que antes.

La digitalización ha cambiado el valor de la información. Ahora tenemos al alcance de un solo click una información casi infinita, de manera prácticamente instantánea, a un coste prácticamente nulo y casi en cualquier formato.

Pero esa información está ordenada según unos criterios, los del buscador, que no tienen por qué coincidir con los nuestros. Aquí es donde el valor de las marcas de información cobra mayor importancia.

La globalización hace que los efectos de un hecho en cualquier parte del mundo puedan extenderse muy rápidamente a lo largo de todo el mundo. Lo hemos vivido recientemente con la crisis económica o con la nueva gripe A.

La convergencia entre informática, telecomunicaciones y medios de información ha abierto un panorama nuevo: Un vídeo musical en la versión digital de una revista en internet ¿es radio, es televisión, es revista, es internet, es otra cosa o es una combinación de todas ellas?

Por último, la crisis económica está golpeando muy duramente al mercado publicitario, la fuente de ingresos más importante de la mayor parte de medios de comunicación.

La actual crisis publicitaria es la más grave que se ha producido en España desde que existe un mercado publicitario relativamente maduro, un momento que no podemos llevar mucho más allá de los años ochenta, la denominada década prodigiosa.

La inversión publicitaria en medios cayó un 11% en el año 2008 y podría caer otro 17% si se cumplen las estimaciones del panel Zenthinela correspondiente al mes de abril. En estas condiciones el mercado perdería en sólo dos años más de 2100 millones de euros, un 26,5% de su volumen del año 2007.

Estos resultados pueden representar una verdadera catástrofe laboral tanto para el sector propiamente publicitario, los diferentes tipos de agencias, como para los medios de comunicación que cuentan con la publicidad como su principal medio de financiación, que llega a ser casi exclusivo en algunos casos (la radio, las televisiones privadas en abierto o los diarios y las revistas gratuitos).

Además la publicidad ha venido perdiendo desde el año 2000 peso relativo en la economía. En los países con una economía de mercado más avanzada, la publicidad suele representar aproximadamente el 2% del PIB. En España llegó en el 2000 hasta un 1,94%. Eran los tiempos de las salidas a Bolsa de grandes compañías, el inicio de la competencia en las telecomunicaciones y el lanzamiento de compañías digitales que terminó denominándose burbuja de internet. En el año 2008 ya sólo representaba un 1,36% y todo parece indicar que este año aún reducirá más su participación.

Por otra parte, la participación de los medios gráficos en la tarta publicitaria no deja de disminuir. Si hasta el año 2003 superaba a la televisión, ahora está ya más de 11 puntos por debajo.

Y aquí es donde nos encontramos sumidos en una fuerte contradicción.

El consumidor se ha acostumbrado a disponer gratis de los contenidos a través de internet; además un uso abusivo de la publicidad, especialmente en televisión, ha hecho que la publicidad se rechace en gran medida; la instauración de cánones por compra o uso de aparatos es altamente impopular y además se hace necesaria una tarifa plana más barata para la generalización del acceso a la banda ancha.

Los números no salen.

Se está generalizando un discurso, especialmente en el mundo digital, que habla de publicidad aceptada (incluso solicitada) por el usuario; publicidad que involucre o que enganche, publicidad de experiencias. Es un discurso interesante, pero por el momento no mueve suficiente dinero como para pagar todo lo que la sociedad necesita que la publicidad pague.

El negocio de los medios no es el único que ha cambiado radicalmente a raíz de la digitalización. Hoy día se hacen muchas más fotografías que nunca, pero no se venden rollos. Nunca había habido tantas personas que viajaran, pero vemos menos agencias de viajes que nunca. Las grandes discográficas están en crisis, pero nunca se había oído tanta música. Las salas de cine sólo aguantan los fines de semana, pero el consumo audiovisual no para de crecer. Nunca habíamos recibido tantos correos…ni tan pocos sobres. Los hogares sin teléfono fijo empiezan a ser numerosos pero nunca se había hablado más…Seguro que veremos grandes cambios en el mundo de los medios.

Si la publicidad va a ser, y tiene que serlo, quien mantenga la mayor parte del negocio de la generación de contenidos, creo que va siendo hora de que hagamos saber al ciudadano el papel tan relevante que juega. La publicidad no es sólo un importante motor de la economía, es también quién hace posible que recibas gratis, o a un coste reducido, todos los contenidos de los medios. También de internet.

La sociedad de consumo está en deuda con la publicidad. Es el momento de reconocerlo y de paso ayudar a los medios a encontrar su nuevo camino.

Nota: Este artículo se publicó recientemente en la revista de la APD. Resume la charla que dí en el Hotel Eurobuilding en día 28 de abril, festividad de San Prudencio, Patrono de las tierras de Álava. Lo que quiere decir que si hubiera estado en mi pueblo, habría sido fiesta.

Cerrado por vacaciones

Puedo asegurar que no tuve nada que ver con los atentados de 11S.

Hasta dónde yo sé, creo que no soy el culpable de la crisis económica que afecta al mundo.

Por no tener, no sólo no tengo una hipoteca subprime, ni siquiera una de las normalitas que tiene todo el mundo.

La primera vez que oí hablar de Bernard Madoff fue cuando estalló el escándalo.

Hasta hace poco tiempo pensaba que tempoco tenía nada que ver con la crisis que afecta a los medios de comunicación y al mercado publicitario. Pero ahora tengo mis dudas.

Creía que no tenía nada que ver con la crisis de los diarios, pero parece ser que todos los dedos apuntan hacia mí.

La deuda de PRISA es un asunto que se me fue de las manos: me enteré de la OPA sobre el total de Sogecable cuando se enteró casi todo el mundo y por el medio que se enteró casi todo el mundo, o sea cuando lo leí en el periódico. Seguramente en El País.

Pero parece que alguien ha encontrado un nexo de unión entre los problemas de los medios y los posts que yo escribía en este blog.

Así que me despido.

Fue bonito mientras duró.

Muchas gracias a los lectores que lo han visitado cerca de 200.000 veces; muchas gracias a quienes han comentado más de 2.000 veces.

Espero que no sea una despedida definitiva. A lo mejor un día puedo escribir desde una posición más independiente.

Hasta entonces, un fuerte abrazo a todos los que me habéis dedicado algo de vuestro valioso tiempo.

El mito del target comercial

En el principio de la televisión privada en España, un técnico del departamento de marketing de Publiespaña analizó las características de los espectadores de Tele 5 y vio que eran mayoritariamente personas de 16 a 54 años, de clases sociales media y alta y que vivían en poblaciones de más de 10.000 habitantes.

Y vio que el target era bueno.

Y lo llamó target comercial.

Y, como Publiespaña ha marcado las reglas del mercado publicitario durante muchos años, el target comercial se ha impuesto como target de referencia.

Eran tiempos en que las personas de mayor poder adquisitivo vivían en núcleos urbanos y tenían menos de 45 años.

Pero hete aquí que, las desgracias nunca vienen solas, quien tiene ahora más espectadores de target comercial es Antena 3 y que Cuatro, casi una recién llegada, también es fuerte en ese público.

Y alguien en el Grupo Prisa se da cuenta.

Y en El País de hoy Rosario G. Gómez, toda una clásica de las analistas de televisión, escribe un artículo sobre este tema.

Resulta que el target comercial ha dejado de ser patrimonio de Tele 5.

Pero aún hay más. Hace poco más de una semana, RTVE presentó un estudio que ha realizado junto con dos amigas mías, Pilar Granados, de Cimec y Macarena Estévez de Conento.

En el estudio se define el target Premium, formado por los mayores de 45 años.

Son las personas que ven más televisión, las que tienen una actitud menos crítica hacia la publicidad y, libres ya de hipotecas, tienen en muchos casos un mayor poder adquisitivo.

¿Sustituirá el target Premium al target comercial como objeto de deseo de los anunciantes?

No es seguro, pero no le falta lógica.