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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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¡Viva la Pepa!

Había oído hablar de La Pepa como una de las pioneras de la investigación en publicidad en España. También de su dureza en las reuniones en las que defendía con todo tipo de argumentos sus conclusiones.

La conocí personalmente cuando llegué al lado de la publicidad, a Central Media, allá por el año 91. Los dos trabajábamos para Renault; yo desde Central Media que acababa de ganar el que sería su principal cliente y el motor de su fuerte crecimiento en aquellos años; Pepa desde Lintas, una de las dos agencias creativas con las que trabajaba la marca francesa de automóviles. Supongo que para ellos también era uno de sus principales clientes.

Renault tenía por aquella época una maravillosa costumbre: las reuniones de los martes. Cada mañana de martes en los locales de la Avenida de Burgos nos reunía a todas las agencias (creativas, de medios, de marketing directo, de relaciones públicas, digitales, de…) que nos poníamos al día de lo que estábamos haciendo cada uno y, más importante aún, nos ponía a pensar en lo que había que hacer; a veces a muy largo plazo. De allí salieron grandes ideas para el que era entonces líder de inversión y notoriedad publicitaria. No sé si se adelantaba a su tiempo o si eran residuos de otros tiempos pero no he tenido un cliente igual, con el que se trabajara más a gusto. Muy duro y exigente, ¡claro!, pero sabiendo valorar el trabajo bien hecho.

En esas reuniones conocí a la Pepa.

Josefina Martínez Gastey agradeciendo su nombramiento.

Efectivamente era dura. Si algo había fallado en una campaña y no había funcionado todo lo bien que se esperaba, ella siempre tenía argumentos para demostrar que el problema no era de la creatividad (la parte que correspondía a los equipos de su agencia) lo que acababa llevando la responsabilidad a otras partes, casi siempre los medios. Por supuesto las razones, como casi siempre en investigación, eran discutibles pero sus razonamientos siempre eran muy fuertes. Mi equipo la temía.

Pero entre nosotros siempre nos entendimos. Ella defendía su papel con argumentos de investigadora, igual que yo hacía con el papel de mi gente.

Como fueron grandes años para Renault, en los que todo, o casi, funcionaba bien, no tuvimos grandes problemas.

Con el tiempo Lintas perdió la cuenta de Renault; Central Media, que por entonces ya se llamaría Zenith, la mantuvo unos años más cuando la agencia creativa era Tiempo BBDO (allí conocí a Fernando Herrero, el actual Presidente de la Academia) y pasé a verla con menos frecuencia.

Siempre he sentido por ella un gran respeto. Desde que estoy en la Academia de la Publicidad siempre la proponía para que fuera elegida como Miembro de Honor. Cumplía dos de las condiciones que, desde mi punto de vista, se echaban más de menos entre los académicos: es una persona de investigación y una mujer.

Por fin este año ha sido una de los seis elegidos. Es la segunda mujer (tras Isabel Yanguas) y la primera investigadora, si no me equivoco (Julián Bravo presidió AIMC al final de su carrera, pero fue muchas cosas más que un investigador).

Cuando vi a Josefina Martínez Gastey en la entrega de los diplomas de la Academia me hizo mucha ilusión. Está fantástica en sus espléndidos ochenta años. Le dí un fuerte abrazo; me encantó que se acordara de mí y pronunciara bien mi apellido y charlamos unos momentos.

Josefina, La Pepa, como la constitución de 1812, ¡una grande de la investigación y de la publicidad!

¡Enhorabuena, Pepa!

¿Por qué escribo?

Escribo porque me gusta. Porque siempre me ha gustado. Y podría dejarlo aquí.

Soy uno de esos matemáticos a los que siempre les ha gustado escribir. No somos una especie tan rara como se podría pensar.

Todo parte, claro, de la lectura. Desde muy pequeño soy un lector compulsivo, que lee todo lo que cae en sus manos, o en sus pantallas, y siempre tiene unos cuantos libros abiertos, sin terminar, pero se plantea el reto de terminar todo lo que empieza. Y si te gusta leer es bastante fácil que te acabe gustando escribir.

Cuando trabajaba en RTVE y tenía que hacer informes sobre los datos de audiencia del EGM primero, luego también de Ecotel, me planteaba el reto de encontrar siempre algo nuevo que contar y siempre, también, alguna forma nueva de contarlo.

En aquella época ya escribía en algunas revistas especializadas como Mensaje y Medios, Telos, Anuncios o Campaña.

Al llegar a Zenith (que entonces, a principios de los noventa, se llamaba Central Media) una de las tareas que me encomendaron fue revitalizar unos cuadernos que ya existían: los CM Informa. Al principio lo escribía yo todo; los convertí en mensuales y tuvieron cierto éxito. Trabajar para todos los medios me permitía abrir mucho el abanico de temas. Ahora los Zenith Informa, sus sucesores, salen tres o cuatro veces al año, ya no los escribo yo (aunque sigo redactando un artículo introductorio). Son unos cuadernos mucho más profesionales, muy bien diseñados y siempre se busca la colaboración de profesionales expertos en el tema al que se dedica cada número.

Conocí a Arsenio en el primer Congreso de Prensa Gratuita que se celebró en Valencia a comienzos de este milenio, en el que expuse una ponencia con gran éxito de público: no me tiraron tomates, pero casi me echan los perros. Luego nos volvimos a ver en otras ocasiones, casi siempre porque yo daba una charla. Al salir de una en la que el que había hablado era él, me propuso escribir un blog en 20 Minutos. Lo dudé al principio pero cuando nos volvimos a ver e insistió, me decidí a intentarlo. Casi Enteros cumplirá pronto sus seis primeros años.

Llevo casi toda mi vida profesional dedicado a la Investigación de Medios y ese, el de los Medios, es el tema central del blog, aunque no quiero cerrarme a otros temas, estén relacionados o no con la Publicidad y el Marketing. Esa es la razón por la que elegí el nombre del blog y por la que firmo mis comentarios como Más que medios.

Me gusta hacerme la ilusión de que con lo que escribo aporto algo a los demás, especialmente al sector publicitario en el que me muevo.

Cuando este fin de semana me convertí en abuelo, Carlos, un antiguo compañero de los tiempos de RTVE, me decía en un tuit: Ahora ya se te puede llamar el abuelo de la investigación en España.

No sé si empecé a escribir el blog con algún objetivo, pero si estoy consiguiendo transmitir a mis colegas más jóvenes algo de mi experiencia, tendrá sentido.

He visto que alguno de mis colegas blogueros dicen que escriben por dinero. No es mi caso, pero no me importaría, sobre todo si sigo escribiendo en los próximos años cuando, ya jubilado, lo necesite más.

Escribo porque me gusta.

Las diferencias sociales se acentúan con la crisis

Seguramente todos lo habíamos intuido. Aunque cuando se busca a los culpables de la crisis se apunta siempre hacia los especuladores, que no suelen ser pobres,  todos sabíamos que los grandes perjudicados son los económicamente más débiles, los grandes beneficiados ya eran ricos antes de la crisis y por eso las diferencias sociales aumentan. Pero cuando un estudio lo confirma, parece que las intuiciones toman más fuerza.

El martes Concha Gabriel, de Cimop, nos presentó la edición correspondiente a este año del estudio Atlas Marcas. Se trata de una explotación especial del estudio AIMC Marcas.

Hace ya muchos años, cuando yo llevaba poco tiempo en Central Media, pusimos en marcha un estudio, basado en el EGM, al que llamamos Atlas. Utilizando una técnica  estadística, el análisis factorial de correspondencias múltiples, el equipo de Fernando Conde nos ayuda a proyectar sobre mapas de dos dimensiones toda la casi infinita información de ese estudio. La ventaja de este tipo de análisis es que tiene una gran estabilidad estructural y si se hace un análisis dinámico, comparando los mapas de años diferentes, se pueden ver claramente las tranformaciones que experimenta la sociedad.

Hace algunos años decidimos realizar en años alternos el mismo análisis a partir de los datos del estudio AIMC Marcas. Tiene una ventaja (el estudio recoge muchísima más información y permite analizar casi todos los sectores productivos) y un inconveniente (por la metodología del estudio sólo se incluyen personas de clases medias; la clase media más amplia, pero sin los extremos; ni clase alta ni clase baja).

En esta ocasión el estudio nos ha permitido identificar algunos de los cambios que se han venido produciendo en los últimos años, como consecuencia principalmente de la crisis.

Como las clases bajas están sufriendo más la crisis se está acentuando la diferencia entre los grupos más extremos, los de mayor y menor poder adquisitivo. A la vez se refuerza la dimensión más vinculada al patrimonio, frente a los años en que la formación tomó más peso.

Se retrasa el momento en el que se alcanza el cénit profesional, a la vez que la estabilidad se constituye en el elemento diferncial más importante.

El presentismo, la preponderancia del corto plazo está adquiriendo una influencia cada vez mayor. Aumenta la planificación y la aversión al riesgo.

Se produce un repliegue hacia el interior de uno mismo, de la familia y del hogar, como espacio protegido.

El precio adquiere tanta fuerza que se lleva por delante los escasos avances que habían tenido en nuestro país los productos ecológicos y los saludables. A cambio gana peso el bricolaje: lo que se puede hacer uno mismo no se encarga fuera. Además la decepción con la TDT ha hecho que retroceda la fascinación por la tecnología y no se crea en la innovación como solución a los problemas.

Se ha perdido la confianza en los medios como fuentes de información. Ahora son sobre todo entretenimiento, a la vez que se utilizan para reforzar la propia opinión.

En algún sentido se mira hacia los productos españoles como una manera de ayudar a salir de la crisis.

Una visión bastante pesimista de la actualidad, confirmada por un uso diferente de un estudio que comparte todo el mercado publicitario.

Murió Claudio

El sábado murió Claudio Martínez, un grande de la investigación de audiencia y, sobre todo, para mí, un amigo.

Ayer yo estaba en Antequera, donde había acudido para la boda de mi sobrino José Antonio, y al despertar ví que tenía un gran número de llamadas perdidas. Hasta cuatro personas habían intentado ponerse en contacto conmigo para darme la mala nueva. No he podido acudir a ninguno de los actos de despedida. Este artículo sólo puede ser una mala sustitución.

Conocí a Claudio hace ya muchos años. Yo trabajaba en RTVE cuando a mediados de los ochenta, por diversas circunstancias, hubo que hacer un estudio de audiencia de radio en la Comunidad de Madrid, que tuve que dirigir. Cladio acababa de llegar a la Cadena SER, creo que procedente del Grupo Zeta. Fue un estudio en el que participaron todos, desde las grandes cadenas a las emisoras más pequeñas, algunas de ellas con pocos años de vida. Nos reunimos muchísimas veces a lo largo de los dos años que duró.

Claudio represento en el estudio a la Cadena SER, que entonces no era tan grande como ahora, aunque sí tenía una importantísima historia detrás. Ahí surgió una excelente relación profesional, que se reforzó cuando compartimos mesa en la Comisión Técnica de AIMC y acabó convirtiéndose en una gran amistad.

Miro hacia atrás y veo que salvo un breve paréntesis, a comienzos de los años noventa, en que Claudio trabajó en Saatchi & Saatchi y yo ya estaba en Central Media (dos empresas del mismo grupo) siempre hemos defendido intereses diferentes; casi siempre opuestos; pero incluso cuando teníamos que pelearnos, nos llevábamos bien. Y pienso que justo cuando estábamos en el mismo grupo puede que tuviéramos menos relación.

Comíamos juntos de vez en cuando, una o dos veces al año, pero hablábamos mucho más. La última vez que nos vimos, hace poco más de dos semanas, en la asamblea de AIMC, hablamos de quedar para charlar largo y tendido. Ya no podrá ser.

Claudio fue un grande de la aplicación de los datos de audiencia. Gracias a él los datos de audiencia ayudaron a hacer una mejor radio y seguramente la radio ayudó a hacer mejores datos de audiencia. Creo que muchas de las características de la radio española actual (y no sólo de la SER) tienen mucho que ver con la interpretación que Claudio hacía de los datos. Por supuesto que la SER le debe mucho a Claudio, algo que, en mi opinión, no le reconoció del todo. Fue Director Comercial y de Marketing, pero estoy seguro de que en algún momento esperó llegar más alto. Desde luego, se lo merecía. Seguro que una visión más técnica como la suya y no tan política como ha tenido siempre, no le habría venido mal a la cadena.

Con 72 años y su mala salud de hierro, Claudio no se había jubilado del todo; creo que nunca lo habría hecho. Él tenía que estar siempre al tanto de los datos de audiencia, de los estudios que se hacían y los que se debían hacer; no podía pasar sin dar su opinión, siempre acertada.

Claudio era argentino, creo que descendiente de asturianos (en un comentario su hermano Jorge me rectifica: eran gallegos). Aunque llevaba aquí muchísimos años, más de la mitad de su vida, nunca perdió (supongo que no quiso perderlo) el suave acento de allí. Tenía un gran sentido del humor; ácido en ocasiones, pero siempre afilado y certero. Era un gran ponente, al que gustaba escuchar  y un gran polemista, con el que daba gusto charlar y discutir.

Además del cariño, nos teníamos un gran respeto profesional.

Claudio, te voy a echar de menos.

Al bajar de la patera

Mis primeros contactos con internet se remontan al año 1994. Tener a Jaime Agulló en mi equipo ayudó mucho: él parecía saberlo todo acerca del nuevo ¿medio?

En Zenith (todavía Central Media) apostamos muy pronto por esa novedad. Ya en el verano de 1996 organizamos un curso en la UIMP en Santander, que se llamó Nuevos medios, nueva publicidad. Uno de los momentos cumbre del curso iba a ser la confección en directo de la portada de El Periódico, uno de los patrocinadores. Como no podía ser menos, con aquellas conexiones y aquel ancho de banda, la cosa falló. Pero el curso fue un gran éxito, por los ponentes y por el número de asistentes, que además preguntaron un montón y fueron siempre muy activos. Además lo pasamos muy bien. Jesús Aranda, que fue el Secretario, tuvo mucho que ver.

El curso se repitió, con un título parecido (añadimos la financiación) y con Jaime Agulló como Secretario, al año siguiente. Volvió a ser un éxito, aunque ya no era tan novedoso.

También de un curso es mi primer recuerdo, o el más intenso, de la revista Interactiva. Corría el verano de 2000 y Zenith Media organizó otro curso; esta vez con la Complutense y en El Escorial. Yo era el Secretario del curso y Enrique Bustamante el Director. La proximidad a Madrid hizo que casi nadie se quedara por allí, así que la parte lúdica que habían tenido los de Santander, que todos recordábamos con cariño, desapareció. Pero Javier San Román, de Interactiva, no faltó a ninguna de las sesiones, hizo muchas preguntas y entrevistó a varios de los ponentes. El nivel de los ponentes había sido muy alto, pero el grado de colaboración de mis compañeros (Zenith atravesaba entonces una de sus primeras transiciones) fue muy bajo. Me quedó la sensación de que sólo Interactiva nos había salvado del naufragio. Luego he colaborado con la revista varias veces con artículos.

A todo esto ya se había fundado ZIS (Zenith Interactive Solutions) la actual ZED Digital, como una empresa diferente y en un edificio diferente. Hacía falta gente nueva. Los de siempre teníamos que mantenernos lejos. Jaime Agulló se fue a Terra; yo dí unos de mis primeros pasos atrás.

Pero Internet ya había entrado en nuestras vidas; el e.mail ocupaba una parte creciente del tiempo de trabajo y nos facilitaba mucho las cosas. Tanto que a comienzos de 2001 se me ocurrió utilizarlo para poner en marcha una investigación muy sencilla, entre amigos, para prever la evolución de la inversión publicitaria. Eso acabó siendo Zenith Vigía, que está a punto de cumplir su ola número 50 y es ya una referencia del mercado. El año pasado le dimos un hermanito: Zenthinela, que ya lleva siete olas. No sé si hay muchas investigaciones anteriores que utilicen el e.mail; yo me siento orgulloso de la idea.

También me siento orgulloso de que mi equipo, sin ser interactivo, haya llevado a cabo ya tres estudios sobre la publicidad en el móvil (más de 12.000 entrevistas en total), un estudio sobre el mundo de los blogs, tan pronto como en 2007; un estudio sobre redes sociales en 2008 y el gran estudio Net Radar, sobre eficacia publicitaria basada en el recuerdo y utilizando la técnica del eye tracking.

Personalmente mantengo un blog (Casi Enteros) desde hace dos años y medio y cuento con varios cientos de amigos digitales tanto en Facebook como en LinkedIn.

No está mal para ser un inmigrante llegado, eso sí, en una de las primeras pateras.

Este artículo se publicó en el número conmemorativo de los diez años de la revista Interactiva

La huelga del Metro y la publicidad

Siempre he sido partidario del transporte público. En el Metro siempre se sabe cuanto tardas y puedes llegar más o menos sudado (o sobado, incluso estrujado  en hora punta) pero te ahorras el estrés del coche y los atascos.

Hasta ahora, después de trabajar treinta y cinco años, había tenido la suerte de poder acudir a mi trabajo en transporte público…a veces hasta andando, todo un lujo en una ciudad grande como Madrid. Nunca ha sido la razón fundamental para elegir la empresa en la que trabajar, pero sí era un elemento que valoraba. Probablemente si Central Media hubiera estado en Las Tablas nunca habría cambiado de trabajo.

Pero esa suerte, ese lujo, se me acabó la semana pasada, como comentaba en mi anterior post.

Así que toda esta semana he ido a trabajar en coche. Para colmo a partir del segundo día comenzó la huelga del Metro, así que he tenido mi ración añadida de tráfico, de atascos y de estrés.

Mi nueva situación en la oficina, entre Juan Lamesón, el Director de compra de Exterior y Merche Moreno, la Directora de Compra de Televisión, me hace muy complicado trabajar aunque supongo que con el tiempo me iré acostumbrando. En toda la semana no he conseguido sacar adelante el informe del estudio Zenthinela de junio, algo que en meses anteriores me llevaba una mañana; pero ya digo que a todo se acostumbra uno.

Pero todo tiene sus ventajas. Nunca había estado tan al día de lo complejas que pueden llegar a ser las negociaciones en un medio como la televisión y siempre es bueno enterarse de algunas cosas.

Por ejemplo los daños colaterales de la huelga del Metro. Si no fuera por mi nueva situación no sé si habría caído en la cuenta de que los exclusivistas que llevan las campañas que se exponen en el Metro tendrán que devolver dinero proporcional a los días en que el subterráneo no se abrió, o en todo caso renegociar esas campañas. Así que no sólo Metro tendrá pérdidas por esta huelga.

Estoy seguro de que mi vida, la profesional claro, va a ser mucho más interesante a partir de ahora. Menos productiva, de momento, pero más interesante.

Ya contaré aquí lo que sea contable.

¡Ah! ayer al mediodía todo el Grupo Vivaki, del que forma parte la empresa en la que trabajo, se reunió para celebrar con un aperitivo la llegada al Parque Empresarial Vía Norte. Quiero pensar que fue un momento feliz para casi todos. Gracias a este traslado hemos conseguido salvar múltiples puestos de trabajo.

O eso dicen.

Valerio Lazarov

Ayer murió Valerio Lazarov.

Había nacido en Rumanía, pero fue uno de los grandes de la televisión en España.

Primero en TVE, que le trajo a finales de los sesenta. Luego contra TVE, cuando dirigió los comienzos de Tele 5 y por fin en el terrenos de todos, pero muy cerca otra vez de TVE desde la productora Prime Time.

No conocí personalmente a Lazarov, aunque estuve a punto dos veces.

En el último trimestre de 1990, el primer año de las privadas, yo seguía en TVE, pero decidido a salir de allí.

Me llamó Manolo Villanueva, a quien no conocía, pero que era el Director de Programas de la incipiente Tele 5. Valerio te quiere conocer.

Y allí me fui una tarde al piso 35 de Torre Picasso y conocí… a Manolo Villanueva. Valerio no podía esa tarde, pero quería que le enviara mi curriculum.

Le envié uno muy extenso, escrito a mano porque alguien me había dicho que lo prefería así. Y me olvidé.

Entonces empecé a negociar con Central Media y, tras un largo tira y afloja, acabé yéndome allí.

A los pocos días me encontré con Villanueva y me comentó que no se habían olvidado pero que no era su prioridad.

Le conté mi nueva situación.

Estalló el escándalo de ABC y los audímetros y en la nueva situación me encontré elegido como primer presidente del Comité de Usuarios de Ecotel.

Una periodista de El País me hizo una entrevista que no gustó a Lazarov. Y me convirtió en su chivo expiatorio. Hizo unas declaraciones explosivas acusándome de favorecer (no sé en qué, no tenía ningún poder) a TVE.

Curioso. Yo había salido de allí, sin pena ni gloria, después de quince años. Él había sido una estrella en la cadena pública.

ABC, entonces muy próximo a Lazarov, me dedicó un par de fotos explosivas en sus páginas de hueco.

La situación no tenía sentido.

Central Media era uno de los clientes más importantes de Tele 5.

Se buscó un acercamiento.

Quedamos para una comida en un restaurante de la zona de AZCA.

Pero a esa comida acudió López Cid Fuentes, el Secretario General de Tele 5, un hombre ciego al que acompañaba una mujer lazarillo, que no tomó parte en ninguna conversación.

Una situación muy incómoda.

La comida terminó bien.

Tele 5 y Lazarov dejaron de atacarme…y eso fue todo.

Seguí sin conocer a Valerio.

Veo que ya no le conoceré.

Descanse en paz el rey del zoom televisivo.

La Torre Espacio era una fiesta

Ayer jueves se celebró en la planta 18ª de la Torre Espacio la fiesta de cumpleaños del EGM y de la AIMC. 40 y 20 años respectivamente.

Todo un acontecimiento para los que nos hemos dedicado a la investigación de medios.

Ayer ví a casi todos los amigos que he hecho a lo largo de los años en esta profesión.

Creo que, siguiendo la broma de los EFI, estreché más manos y dí más besos que hace una semana.

Fue un acto sencillo. Tras una introducción de Carlos Lozano, el actual Presidente Ejecutivo de AIMC, nos dirigió la palabra Agustín Casado, Presidente de la Asociación (y mi jefe, o el jefe de mi jefa, en estos momentos). En un breve discurso resaltó la importancia del EGM y los principales hitos que han ido jalonando su recorrido.

Luego llegó el momento de los saludos, las charlas y los reencuentros.

Allí estaba Merche García, la más veterana de la Asociación (no la mayor, por supuesto). Me hizo mucha ilusión encontrarme, después de muchos años, con Lourdes Zambrano, compañera de clase y antigua Directora Técnica, puesto en el que le sucedieron Begoña Cerezo y Carlos Lamas, a quién veo más.

O con Julián Bravo, el primer Presidente Ejecutivo, al que sigo teniendo mucho cariño y he seguido viendo de vez en cuando.

De la gente de AIMC también estuve con Juan Luís Méndez, que fue mi jefe hace muchos años en RTVE y que sigue siendo un buen amigo; con Fernando Santiago, también viejo compañero de mis tiempos de RTVE, José Andrés Gabardo, Nacho, Víctor o Julio, con los que he compartido muchas horas en los tiempos de Comisión Técnica.

También charlé con muchos antiguos compañeros. De los tiempos de RTVE, José Ramón Rubio, María Jesús Solaún, Matilde Barrio, José María Moix o Pablo Alonso.

De los tiempos de Central Media o Zenith Media, José María Casero (que fue durante ocho años Presidente de la Asociación), José Carlos Gutiérrez, Fernando Rodríguez.

Actuales compañeros de Zenith o de Optimedia estaban Maite Palacio, Jaime Agulló, Silvia Malumbres, Mapi Merchante o David Esquinas.

Antiguos compañeros de Comisión Técnica, aparte de algunos de los que ya he citado, estaban María Lizarraga, Pedro Molina, Ana Orsikowski, Juan Luís Gil, Paz Álvarez, Ana Hernández, Carlos Pelayo, Claudio Martínez, Miguel Ángel Durá, Raul Domingo, Fernando Palacios, José Manuel Sierra o Teresa Osma.

Compañeros de otras agencias de medios, además de algunos de los que ya he citado, saludé a Jesús Muñoz, Rafa Urbano, Raquel Ortega, Carmen Montero, Lorenzo Ruiz, Carmen Novo, Anna Eisselberg, Marta San Pedro, César Galiana, Marta Sáez o Javier Herreros.

También ví a algunos profesionales que están o han pasado por TVE, pero con los que yo he coincidido en otros ámbitos: Yolanda Marugán, Mario López, José Manuel Eleta o Juan Menor.

Profesionales de los medios especializados en publicidad saludé a David Torrejón, Manolo Luque, Esther Valdivia, Daniel Campo, Nacho González, Juanjo Moreno, Luís Palacio, Miguel de Haro, Manolo Carbajo, Pepo, Cristina o Antonio Cano.

De otros medios estuve con José Antonio Martínez Soler y Arsenio Escolar, de 20 Minutos, Pedro Mayenco, Luis Fernando Ruiz, Laura LLamas, Carlos Bravo, Carlos Ramos, Ágata Romo, Fernando Carrión, Raquel Pérez, Raquel Beato, Marta Castán, Maite Rodríguez, Mar Camps, Mar González, Marc Basté, Silke Vollmann, Cristina Gonzalo, Joaquín Frías, Jordi Catalá, Eduardo Medrano y la gente de Local Media.

De institutos de Investigación saludé a LLuis Fatjó, Maite Rodríguez, Patricia Sánchez, Julio Vidosa, Ricardo Cuéllar, Camilo Arias, Jorge Clemente y Miguel Ángel Navas, además del Director de Ipsos, que me presentó Pedro Molina pero cuyo nombre no recuerdo ahora.

De ODEC, el centro de cálculo que ha tabulado siempre el EGM y tantas y tantas encuestas que hemos hecho, echamos de menos a Pepe Pellicer (se los hace coincidir) el alma de todo este tinglado. Pero no faltaron Luís Pistoni, Julián Sánchez, Sergio Guerrero, Ana Gallardo, Mariano Martín, Alfonso González.

Estuve también con Alicia González, una gran amiga, ahora consultora, con Lidia, de la AEA , con Rafa Peña, con Benito Rodríguez y seguramente con alguno más.

A pesar de todo estoy seguro de haberme olvidado de algún nombre de las personas con las que sí estuve… y de haberme quedado sin saludar a otras personas a las que ví de lejos en algún momento y luego se me despistaron.

Al final nos entregaron una bolsa con el libro resumen de estos cuarenta años y dos revistas, Brandlife y El Periódico de la Publicidad, con páginas conmemorativas del evento.

Al final también, un ligero regustillo amargo, entre tantos ratos buenos: ni en el libro, ni en las revistas hay un mínimo recuerdo personal. Mis casi 25 años en Comisión Técnica; mis dos en Junta Directiva; mis dos conferencias en Encuentros de Investigación; mi año 2005 de esfuerzos ímprobos para hacer una propuesta de reforma que no interesó a nadie…no han dejado ninguna huella. Al menos ninguna huella en las publicaciones conmemorativas.

¡Qué poco duran los recuerdos en esta profesión!

Me prometiron fotos del acto para este blog. En cuanto las tenga, las colgaré.

Un gran publicitario

El panorama publicitario está muy agitado en esta vuelta de vacaciones. La posible privatización de Telemadrid, la probable desmembración de Zeta, la necesidad que tiene Prisa de desprenderse de Sogecable, la omnipresente crisis…

Pero una de las noticias que más están llamando la atención es la vuelta al ruedo publicitario de Ángel Riesgo que acaba de fichar por DDB tras dieciocho años en el Grupo Consultores que él mismo creó.

Conozco a Ángel hace mucho tiempo, lo que no quiere decir que lo conozca mucho.

Veo que cuando llegué a Central Media él acababa de irse de BSB, que entonces era una empresa del mismo grupo. Eso explica que tuviera allí muchos amigos. Y que ahora tengamos muchos amigos comunes.

Creo que Ángel tiene muchos amigos y ha conseguido un gran respeto, en este mercado en el que ni una cosa ni la otra son muy generales.

Por mi parte le tengo un gran respeto; suelo compartir casi todas sus ideas cuando habla de esta profesión que compartimos y me gustaría pensar que dentro de nuestra no muy profunda relación, somos un poquito amigos (al menos lo somos en alguna de esas redes sociales de las que he hablado aquí ya un par de veces).

Este año toca Estudio Consultores, como llamamos al Estudio de Agencias y de Agencias de Medios, una de esas citas que teníamos cada dos años, aunque había ido dejando cada vez más peso a César Vacchiano. Eso es parte de esa obra que va a seguir ahí.

He compartido también alguna conferencia, compartiendo mesa o siendo moderado por él. Siempre recuerdo su afán por encontrar explicaciones científicas a nuestro trabajo, buscar la fórmula de la Eficacia publicitaria, a la que se ha ido aproximando con los Premios Efi, otra de sus obras en Consultores, que quedará ahí.

Me acuerdo también de la única vez que he trabajado cerca de él. El Gremio de Editores se había puesto en contacto con nosotros, era a finales de los noventa, pero creo que ya nos habíamos convertido en Zenith Media.

Hicimos unos estudios cualitativos sobre el mercado del libro y a partir de ahí desarrollamos con Consultores toda una estrategia para el fomento de la lectura.

Por esas cosas que tiene la vida, cuando se trató de llevar a los medios aquellas partes de la estrategia que lo necesitaban, la campaña salió a concurso y Zenith no pudo hacerla.

Para mí fue bastante frustrante.

Pero estaba hablando de Ángel Riesgo. Trabajar con él fue la parte buena de esa aventura.

Ángel, te deseo toda la suerte del mundo en esta nueva etapa.

El Sol: Premios a los amigos

Me gustaría pensar que no tengo enemigos. Al menos para mí nadie lo es.

Así que cuando me entero del triunfo en El Sol, el Festival de San Sebastián del que hablé hace poco, de una campaña de Ikea, me alegro mucho por David Martín, ex compañero, amigo, del que hablé aquí hace algún tiempo (los nombres que se repiten; por cierto, aún ví otro David Martín en este mercado, consultor de Nedstadt).

Conoce el Palmarés

Cuando el premio de Medios se lo lleva Ymedia (llegar y besar el santo) una agencia donde tengo muchos antiguos compañeros y además por una campaña para ING que yo creo muy inteligente, también me alegro mucho por todos ellos.

Hace muy pocos días, coincidiendo con el inicio de El Sol se celebró un encuentro (al que, lamentablemente, no pude asistir) entre los miembros de la antigua Central Media. Los organizadores lo llamaron Bodas de Oro de los Condes de Peñalver (en esa calle estuvo durante muchos años la agencia). Seguro que hubo muchos momentos entrañables.

Allí, en la Central Media de los años noventa, se reunió un equipo de profesionales de primerísima categoría, que ahora están distribuídos por casi todas las grandes agencias de medios españolas, en muchos casos ocupando los cargos más altos del organigrama.

Además se vivía un buen ambiente y se crearon relaciones muy duraderas.

Bueno, pues eso, que me alegro de que este Sol haya salido para tantos buenos amigos.