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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Lo imposible: ¿el renacer del cine español?

¿Está muerto el cine? Si pensamos en él como medio publicitario (el enfoque de este blog) podemos decir que casi sí. Cada año mueve menos dinero y no parece que éste vaya a ser una excepción. Las cifras publicadas ayer por i2p vuelven a ser desoladoras.

¿Está muerto el cine español? Si uno se fía de las opiniones de los que se consideran a sí mismos los más patriotas, habría que decir que sí. Si miramos la lista de los Óscars durante los últimos años (desde aquel primero de Garci hace ya casi treinta años, o Trueba poco después, los de Almodóvar, Amenábar, Bardem, Penélope Cruz…) resulta que ¡oh, sorpresa! no hay otra filmografía de habla no inglesa con tanto reconocimiento en la meca del cine como la nuestra.

Otra cosa es que no tenga problemas; la reciente subida del IVA no será seguramente una ayuda.

Pero este último trimestre estamos viviendo un gran momento para el cine español.

El fin de semana de El Pilar se estrenó Lo imposible. La película de José Antonio Bayona consiguió 1,4 millones de espectadores en su primer fin de semana y se situó en el séptimo lugar por número de espectadores a nivel mundial. En la producción participa Mediaset (la matriz de Telecinco). Sería curioso que con todo lo que han protestado las cadenas de televisión por su obligación de invertir en cine, fuese justo el cine lo que ayudara a esta empresa a salvar los números de este año, pésimo en televisión.

Pero eso no fue todo: a Lo imposible se sumaron Las aventuras de Tadeo Jones, A Roma con amor, Blancanieves, El artista y la modelo, 7 días en la Habana,Todos tenemos un plan y Bypass para hacer de ese un fin de semana histórico en el que películas de producción española obtuvieron el 62% de la recaudación total en salas en España.

Lo imposible no sólo está triunfando en España; en el comienzo de su andadura americana ya ha conseguido el emerging visionary award en el Festival de Chicago, y Tom Holland, el protagonista adolescente de la película, el Hollywood Spotlight award, que premia a las jóvenes promesas.

Puede que estemos pasando del cine enfocado a la subvención a otro más centrado en el guión.

Muchas de las películas citadas están aún en pleno periodo comercial en salas. En lo que queda de año se esperan aún un buen número de grandes estrenos (que ya, en su mayoría, no serán españoles). Es una buena ocasión para volverse a plantear el cine como medio publicitario.

Ahora que tanto se habla de engagement no debemos olvidar que el espectador de cine tiene una implicación mucho mayor que el consumidor de cualquier otro medio: ha elegido asistir, se ha desplazado hasta la sala, ha pagado por ello… y si comprende que la publicidad contribuye al mantenimiento de las salas (que vuelven a ser una especie en peligro de extinción) y si la publicidad es de calidad, conseguiremos que nos recuerde.

Ya he contado aquí varias veces que el recuerdo generado por la publicidad en el cine es mucho mayor (hasta 12 veces más en el caso del recuerdo espontáneo) que el que se consigue con cualquier otro medio. Lo demostramos hace casi veinte años con el estudio Lumière y lo ha corroborado AIMC cada vez que ha repetido estudios con nuestra misma metodología.

Hace dos días Bloggin Zenith, el blog de mi empresa, tocó este mismo tema, pero yo ya tenía preparado este post, con un enfoque complementario y creo que sigue teniendo interés. Ya se sabe que uno de los trucos de los publicitarios es repetir el mensaje, por si la primera vez pasó inadvertido.

¿Puede resurgir el cine como medio publicitario?¿puede resurgir el cine español? ¿o el título de la película que nos ha sugerido el post es premonitorio?

Por cierto, el sábado estuve viendo Lo imposible: muy recomendable.

El cine español triunfa en el extranjero

El cine español es pequeñito…y una buena parte de él vive de, para y por las subvenciones. Pero hay otra parte que consigue un buen número de espectadores.

He leído hoy una noticia que me ha sorprendido: el cine español, ese cine tan denostado en España, consigue más recaudación fuera que dentro de nuestras fronteras (90 millones de euros fuera por 80 dentro; 16 millones de espectadores fuera por 13 dentro). La noticia se refiere al año pasado pero, y esto es lo que más me ha sorprendido, no es la primera vez que ocurre. Al parecer es lo habitual.

Y el éxito no lo consigue en Latinoamérica, donde tendría la facilidad del idioma; las mayores recaudaciones corresponden a Francia, Norteamérica (Estados Undicos/Canadá) o Italia.

Las películas que se exhibieron en más países (no sé si también fueron las que tuvieron más recuadación) fueron: Planet 51, distribuida en 39 mercados, Buried en 33, El Secreto de sus ojos en 30, Ágora en 27 y Los abrazos Rotos en 23. Clásicos como Almodóvar o Amenábar, junto a producciones animadas o ideas rompedoras.

¿No deberíamos estar orgullosos de que haya películas de aquí triunfando en un mercado tan cerrado como el norteamericano?

¿Vamos a dejar que el cine se muera?

Hace pocos días se han publicado los datos del Ministerio de Cultura sobre asistencia al cine correspondientes al año pasado.

Como viene siendo habitual en los últimos años, son patéticos.

El cine vuelve a perder nueve millones de espectadores.

Ya sólo quedan 108 millones, poco más de dos asistencias por persona y año.

En cuatro años han desaparecido 36 millones de espectadores. Cada español ha dejado de ir casi una vez al año al cine. O, teniendo en cuenta que ya no llegan a la mitad los españoles que van al cine alguna vez, Los que iban casi cinco veces al año, ahora apenas llegan a tres.

Además el cine español pierde cuota; ahora ya sólo representa el 13,3% de las asistencias.

Pero yo creo que ese no es el problema.

2008 fue un año sin película de Almodóvar ni de Amenábar, los reyes españoles de la taquilla.

Lo que está enfermo es el cine como concepto tradicional; el cine en sala; el cine como experiencia.

Justo cuando más se habla de la importancia de crear experiencias.

Hay quién encuetra en el precio del cine, el cine en sala sale muy caro, la explicación a la crisis.

Pero eso no explicaría el cierre de video clubs y la disminución drástica en la venta y alquiler de películas.

Parece más lógico pensar en las descargas por internet. Ya sé que a Goliat, mi ex comentarista, no le gustaba esta explicación.

Si este fuera un nuevo canal de venta, no sería demasiado grave.

Lo malo es que en algunos de los nuevos canales de distribución no llega ni un euro de retorno a quienes invirtieron en la producción de la película.

Y así probablemente no volverán a arriesgar en nuevos proyectos.

Mientras tanto, el cine como medio publicitario parece estar ya herido de muerte.

La inversión publicitaria en cine cayó un 45,4% en 2008, según Infoadex.

La caída es del 56% si se compara con el año 2003.

Y si las previsiones de Zenith Vigía no fallan, aún nos queda por ver una nueva caída de más del 28% en 2009.

La inversión en cine se extingue.

Yo creo que es una pena.