Ayer hablaba aquí de los resultados de Zenith Vigía. Parece que nuestro mercado publicitario puede estar entrando en una temporada algo más oscura que la anterior.
Es curioso, pero cuando uno publica un estudio con esos resultados no sabe si está contribuyendo a aumentar el efecto devastador de los rumores sobre la crisis.
Todas las crisis, como casi todo en economía, tienen también una componente sicológica: si todos creemos que habrá crisis, al final habrá crisis. Si se extiende el rumor de que un valor va a subir en Bolsa, el valor sube en Bolsa.
Sobre este tema leí hace algunos años un libro magnífico: Un matemático invierte en Bolsa, de John Allen
Paulos, uno de los mejores divulgadores de matemáticas que conozco. El libro está editado en español por Tusquets, en esa magnífica colección de tapas plateadas llamada Metatemas.
Hace unos días un amigo me envió un vídeo que, en clave de humor, explica la actual crisis económica. Es un poco largo, pero merece la pena verlo. Creo que incluye todas las claves.
Otra cuestión que me llama la atención es el curioso comportamiento de algunos panelistas. Como creo haber explicado, Zenith Vigía no es más, ni menos, que el resumen de las opiniones sobre la marcha del mercado publicitario de algunos, casi todos, de los principales actores del mismo mercado.
Bueno, pues cuando publico los resultados siempre hay alguien que me llama para decirme que las cosas están mucho peor (o mucho mejor según los casos) de lo que esos resultados indican.
La información que me ha enviado cada panelista es secreta, pero yo la conozco.
Se sorprenderían si pudieran comparar esas opiniones a posteriori con la información que el protestante de turno me dio en su momento, normalmente dos semanas antes.
¿Tanto nos traiciona la memoria?¿Tanto cambiamos cuando tenemos que justificar unos resultados?