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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

¿Por qué nos vendemos tan mal los publicitarios?

La publicidad es clave en la construcción de las marcas.

Claro que hay marcas hechas con muy poca publicidad; Zara es el ejemplo español que se cita en casi todos los foros, pero se trata de un número muy reducido de excepciones y la mayoría de ellas pueden discutirse.

En el caso de Zara (que sólo hace algunas páginas endiarios con ocasión de las rebajas) no cabe duda de que sus locales en las mejores ubicaciones de cada ciudad constituyen una magnífica campaña de publicidad Exterior.

Pero hay otro aspecto clave al que me quiero referir hoy: la publicidad juega un papel fundamental en la financiación de los medios. La televisión en abierto o la radio han sido siempre gratuitas porque las pagaba la publicidad; pero ahora tenemos una potente prensa gratuita (diarios y revistas,la marca a la que se acoge este blog es un buen ejemplo) y acceso por internet a una cantidad casi infinita de contenidos por los que el usuario no paga nada.

Sin embargo, la imagen de la publicidad es mala.

Seguimos viendo cómo los medios nos tratan como un mal, necesario pero mal. Sigue siendo muy frecuente ver cómo se da paso a la publicidad casi invitando a que no se vea. Parece que los responsables de los contenidos de los medios no son conscientes de quién paga su sueldo.

Hemos sido capaces de crear marcas potentes, de introducir productos que el consumidor no sabía que necesitaba y hacerlos imprescindibles, de vender ideas, de cambiar el mundo, en muchos sentidos. Pero hemos fallado a la hora de vender nuestro producto: todo esto lo tienes gracias a la publicidad; llega a ti gracias a que, a la vez que te damos a conocer nuestra marca, te estamos pagando los medios en los que te informas y con los que te entretienes.

Quizás haya llegado el momento de hacer una campaña para vender nuestro trabajo.

Esta es la adaptación de un artículo que publiqué en la revista Brandlife hace ya más de un año: en noviembre de 2006. Pero creo que sigue estando plenamente vigente.

15 comentarios

  1. Dice ser al

    Claro los publicitarios creen que todo el mundo gira alrededor suyo…los comunicadores audiovisuales otro tanto de lo mismo, los periodistas son el cuarto poder, los artistas son creadores de sentimientos que es mas importante..cuanta patranha!!!menos mirarse al ombligo y mas publicidad de guerrilla!!! que eso si que vende!!

    14 marzo 2008 | 17:35

  2. Dice ser Histerias

    «… hemos sido… capaces de introducir productos que el consumidor no sabía que necesitaba…». Auténtica frase del marketing, del publicista, aunque creo que ustedes la consideran cierta a pies juntillas existe un pero: si hasta entonces podíamos vivir sin tal producto -el teléfono móvil es un buen ejemplo- ¿qué necesidad es ésa de la que se ha podido prescindir durante toda la historia de la humanidad? Si bien la publicidad no crea el producto, sí la necesidad, sobre todo por imitación de las masas. Mi infancia y adolescencia fueron descritas sin móvil, cuando alguien llegaba tarde a la cita se le esperaba un rato prudencial y luego te ibas, no existía mayor necesidad de llamar o enviar un sms que confirmara que llegarías tarde o que finalmente no acudirías. La publicidad crea vicio allí donde no lo hubo convirtiéndonos en seres absurdamente iguales. La moda en el vestir, en el pensar, en la forma de divertirnos, en lo musical, decoración del hogar, diseño, en lo que es bueno y lo que no, etc. La apertura del régimen trajo una explosión publicitaria que inducía a fumar por todas partes como símbolo inequívoco de progresismo liberal y mire lo que opina hoy la publicidad del asunto. En productos de limpieza parecido, la mujer era ama de casa y con orgullo, ciudadora de sus hijos y esposo trabajador. La publicidad ejerce sobre el individuo la presión necesaria hasta llegar a convertirla en necesidad, bien personal o social, de carácter casi siempre pasajero, pues para mantener vivo el mercado han de modificar dichas necesidades o inventar otras nuevas, que sustituyan y entierren a las ya establecidas.Así que la publicidad es una máquina de generar modas y modos, modelos a seguir y creencias viciosas acerca de lo que son nuestras necesidades.Yo diría que las necesidades del hombre son muy pocas: relacionarse, sobrevivir y reproducirse; todo lo demás… es publicidad.Y sí, es cierto, los publicistas deberían vender mejor su imagen, pero no resulta todo tan gratuíto como parece, pagamos el precio de pertenecer por imposición al público que recibe una publicidad que no solicita. En la tele es cierto que sirve de sustento gratuito, y me parece justo, pero pagas para leer la prensa y va incluída la publicidad; vas al cine y ves publicidad; alquilas un DVD y oh, sorpresita, un montón de publi que no obedece al botón de menú.Desde el cariño, por supuesto, ya que me apasiona la publicidad por su aspecto creativo, de expresión, de manejo metafórico, su influencia, su mensaje, su ironía y últimamente es de lo mejorcito que se puede ver por la tele.

    14 marzo 2008 | 17:36

  3. La publicidad tiene mala imagen poruqe desde siempre hemso tenido a los periodistas en contra, ellos se han puesto la medalla del niño bueo mientras que nos miraban a nosotros por encima del hombro. No creo que hayamos creado necesidades, pero si las hemos descubierto, o potenciado el deseo.Respecto a lo del marketing de guerrilla es cierto que ahora vende, pero porque es la novedad, porque el consumidor se mueve mucho más que antes y es más dificil tenerlo quieto con su familia sentado frente a la tv un viernes por la noche. Sin embargo no olvides que el matketing de guerrilla también es publicidad.

    15 marzo 2008 | 01:09

  4. Dice ser bob

    Toma mi publicidad, a ver si la publicas en tu blog.Quizás esta noticia les pudiera interesar. Se trata de que un calvo español se está haciendo rico gracias a su página web, donde pide que se le compre 1 pelo y él a cambio ofrece un tag a la página web del comprador. La web es http://www.buysmyhair.blogspot.com.

    15 marzo 2008 | 15:26

  5. Dice ser Blank

    No te falta razón, Eduardo, pero conviene recordar que el televidente no piensa en que la factura publicitaria permite la gratuidad de la televisión: el bloque publicitario interrumpe su programa o película y prolonga -a veces mucho- la duración total del evento. En la radio, la publicidad genera «ruido», y frecuentemente los anuncios son malos de solemnidad (me ronda ahora por la cabeza un ejemplo que, en mi opinión, es el colmo de lo casposo).Me interesa el papel de la publicidad en la generación de imagen de marca. Y me gustaría saber hasta qué punto cumple ese objetivo un cierto tipo de anuncio televisivo que resulta espectacular, gusta mucho… y es tan bueno que nadie recuerda la marca que publicita.Un saludo

    16 marzo 2008 | 12:05

  6. Dice ser Ricardo

    En la transformación de la sociedad española de la dictadura a la democracia, los medios de comunicación han sido un soporte clave y de verdad un cuarto poder.Pero eso les hizo ser poco cuidadosos con su financiación (todo vale mientras page).No hace tanto tiempo en una revista dominical se incluian más de 100 hojas anuncio entre 3 articulos y 2 reporajes.Un poco de historia:El fracaso de Felipe Gonzalez cuando intento crear una multimedia centrada en la ONCE y sus aportaciones a Telecinco, Onda cero y el grupo de noticias servimedia fue provocado por la intervención del famoso telefono del lider vasco; el señor Aznar lo volvio a intentar pero esa vez alrededor de Telefonica, finalmente telefonica vendio todo a un editor de verdad. Ahora está pasando algo parecido pero con un editor de verdad en Digital como es el grupo de la SEXTA.Los medios cada día son mas importantes como creadores de tendencia.El gran handicap actual es la satuación de medios.Los 4 grandes periodico gratuitos nacionales y la RED están cambiando el Mercado de una forma tan total que no se parece en nada a tan solo 4 años.La creacion de marca de Zara también tiene que ver con el mejor grupo de escaparatismo del mundo fundado en La Coruña, la escuela (taller de «Lence»)en la que aprendio «Jordi», el jefe de escaparatismo de Zara ha conseguido que haya tres fabricas en La Coruña que desde lamparas, mobiliario y extras para interiorismo hacen más atractivo el magnifico producto que venden, sin olvidarnos del maniqui que la premio nacional de escultura Maria Lendoiro fabrica a medida también en La Coruña.Tampoco nos debemos olvidar como la gestion de tiendas es de lo mas avanzada del mundo y a modo de detalle recordaré como el dia de instauración del euro, todo estaba diseñado y planificado y el cambio provoco importantes beneficios. Todas las etiquetas del mundo se cambiaron y se dice pronto, en aquellas epocas ya eran más de tres mil tiendas en 60 paises.

    17 marzo 2008 | 09:41

  7. Dice ser Justerini

    Algunos de los comentarios te dan especialmente la razón. Sin ir más lejos, Histerias hace una descripción que muchos hemos hecho u oído sobre el uso del teléfono móvil, pero omite una cosa fundamental y añade otra «inexacta»: 1) todas las cosas buenas que el móvil a aportado y que serían responsabilidad del mismo que las malas y 2) decir que el móvil es fruto de la publicidad me parece una pasada…Pero yendo al grano: ¡que cada palo aguante su vela! La mayoría de las connotaciones negativas que tiene la publicidad y que has citado, son fundamentalmente achacables a la publicidad en determinados medios, no en todos.La sensación de intrusismo es fundamental para la mala percepción. Los medios que «cortan lo que me está interesando para meterme publicidad» deben recoger ese guante.Y una «profecía»: en unos años, tendremos (o tendrán los más jóvenes de ahora) tantas posibilidades de «saltarnos» la publicidad, que las agencias de medios se convertirán en agencias de audiencia y tendrán audiencia «en plantilla». Personas pertenecientes a los targets buscados, que recibirán publicidad a cambio de algo: servicios, descuentos, regalos,…

    17 marzo 2008 | 10:29

  8. Dice ser Goliat

    Primero, estoy totalmente de acuerdo con Histerias; es que me he sentido totalmente identificado con esto: «En la tele es cierto que sirve de sustento gratuito, y me parece justo, pero pagas para leer la prensa y va incluída la publicidad; vas al cine y ves publicidad; alquilas un DVD y oh, sorpresita, un montón de publi que no obedece al botón de menú.»Yo hace ya años dejé de entrar a la película de las 18:30 cinco minutos antes, harto de tragarme primero los anuncios de productos variados -quién sería el primero al que se le ocurrió lo de los salones de bodas- y luego los anuncios de otras producciones. Esos 10 minutos de publicidad se habían convertido ya en algo inadmisible, al precio que se estaba poniendo el cine por aquel entonces, así que empecé a entrar a la sala a las 18:35, perfecto para ver el comienzo de las películas. Más tarde deje de entrar al cine, a secas. Ahora voy muy esporádicamente, de acompañante más que de espectador voluntario (los casados ya me entienden).Lo de los DVDs ya excede de lo razonable, prefiero no comentar el tema, y especialmente cuando los compras y quieren comerte el tarro con anuncios que no se pueden omitir, identificando piratería con delincuencia. Insisto: prefiero hacer mutis.Lejos de decir cómo y por qué debería venderse la publicidad como producto en sí mismo, líbreme Dios de especular al respecto, quiero hacer una reflexión acerca de que la televisión en abierto haya sido siempre gratuita porque la pagaba la publicidad. Voy a lo de «siempre» y al caso TVE.TVE nunca se habría mantenido y nunca será capaz de mantenerse sólo con la publicidad. En ese entorno entraron «las privadas» a las que se impuso un mínimo de contenidos y un máximo de publicidad. Y finalmente llegaron las digitales a las que no se ha impuesto ningún mínimo de contenidos -quiero pensar que sea así, o de lo contrario mucha gente tendría que dar muchas explicaciones- ni ningún tope publicitario.Estando donde estamos, sabiendo que las privadas exceden a voluntad los límites de publicidad que tienen permitido porque las sanciones les suponen menos penalización que el beneficio que obtienen al excederse de los máximos de emisiones publicitarias, y esto sin contar los formatos de promociones, de publicidades contextual, subliminal y cuasi-verbal («yo he venido aquí a hablar de mi libro»), deberíamos replantearnos el tema de la publicidad en TVE.Debería exigirse un compromiso de garantía del «interés general» a las privadas a cambio de suprimir la publicidad de TVE. Debería estudiarse un modelo como el de la BBC o cualquier otro, mucho más allá del «trabajo» que se llevó a cabo por parte del «Consejo de Sabios» que le dieron dos capas de barniz a una capa de polvo acumulada durante décadas, y a otra cosa, mariposa. Y debería analizarse por parte del Gobierno la situación de las digitales, y meter mano por Decreto a la situación vergonzosa de las concesiones estatales -no entro ya en las regionales ni locales- del espectro audiovisual.Es normal que con el patio tan revuelto, al menos en televisión la publicidad sea la fea del baile, con la que todos tienen que bailar a ratitos pero ninguno quiere hablar de ella. Quizá lo que está mal ajustado es el precio mismo de la publicidad. Si fuera posible que el factor que determinase lo que es aceptable o no lo es, en cuanto a la carga de publicidad que lleve un contenido, es el ratio de duración entre aquella y este, quizá es que el minuto de spot emitido en mitad del CSI Las Vegas tuviera que pagarse a 7,2 en lugar de a 3,0.Y a lo mejor nos sorprendíamos en cuanto a la elasticidad del mercado publicitario en ciertos medios, como la televisión, sobre todo para algunas marcas que están presentes en esos medios: Coca Cola, La Administración, La Banca…

    17 marzo 2008 | 10:52

  9. Dice ser Adicto

    El análisis que haces es enternecedor. Pero cuando reivindicas el importantísimo papel social que desempeña la publicidad, porque costea nuestros medios de comunicación, no debieras olvidar que en televisión, por ejemplo, la tendencia es precisamente la contraria: canales de pago y pago por visión para que la publicidad no altere el producto de ocio o de cultura que el usuario está harto de consumir mutilado (las canciones con los títulos de crédito de las películas desaparecen del producto) o alterado (cortes publicitarios que dan al traste con el ritmo de un guión y un montaje) o invadido (animaciones con avances o promociones se superponen a la imagen de una película; algo así como si la figura central del Guernica, de Picasso, viera tapado su candil con la pegatina de un botellín).Tampoco olvides que la publicidad irrumpe en los informativos de tal modo que en Antena 3 (por ejemplo) apenas hablan de la Fórmula Uno o de la Moto GP y nos aburren, sin embargo, con la Champions. Esto quiere decir que la publicidad trastoca y desequilibra el rigor informativo de las empresas que dependen de ella. Antena 3 prefiere calentar la Champions porque necesita incrementar su audiencia para que la publicidad entre a raudales. Lo mismo hace La Primera con la Moto GP y Telecinco con la F-1. Es lógico y es lícito; lo aceptamos, pero no pretendáis, además, que lo aplaudamos.Abundo en el ejemplo de la rebaja en calidad que tiene un medio de comunicación dependiente en exclusiva de la publicidad: hay, en todas las cadenas, un 30% de tiempo informativo (sin contar los deportes) destinado a vender un estreno cinematográfico, un restaurante nudista o un Spa con masajes de chocolate. Muchas noticias se quedan en el cajón por culpa de estas tan sospechosamente comerciales.A mí me parece perfecto que la publicidad busque todos los recovecos posibles para inyectar en nuestras mentes la necesidad de un producto. Y en esa lucha sin cuartel le reconozco una fundamental contribución creativa que, sin duda, ha marcado la cultura del siglo XX y marcará la del siglo XXI. Pero de ahí a gimotear por los rincones de tu blog (magnífico, por cierto) y reivindicar un reconocimiento público a las bondades de la publicidad hay un trecho insalvable. Es como si Truman hubiese esperado el Nobel de la Paz por poner fin a la Segunda Guerra Mundial lanzando dos bombas atómicas.La publicidad no es tan generosa ni tan filantrópica, ni falta que le hace. A mí me gusta así: inteligente, embaucadora, atrevida, frívola, transgresora… Me gusta que sus labios carnosos escondan unos afilados colmillos.

    17 marzo 2008 | 19:02

  10. Dice ser Thomas Bernhard

    Seguimos viendo cómo los medios nos tratan como un mal, necesario pero mal. Sigue siendo muy frecuente ver cómo se da paso a la publicidad casi invitando a que no se vea. Parece que los responsables de los contenidos de los medios no son conscientes de quién paga su sueldo.Señor Madinaveitia, no es que se nos trate como a un mal. Es que somos parte del mal.Somos el mensajero idiota que enriquece a los mismos de siempre. Somos un Rosencrantz ególatra.Somos una profesión pagada de nosotros mismos, y ese es el único sueldo para miles de creativos que salvan el culo de sus directores creativos con sueldos que miles de senegaleses rechazarían de plano, porque ellos ya saben que la esclavitud se abolió hace décadas.Somos una profesión en la que los tarados que trabajamos en ella comentamos con tristeza, cuando nos encontramos, cuál es nuestro récord de horas seguidas trabajando sin salir de la agencia. El mío es 29 sin estupefacientes, algo no muy común en la profesión.Esa profesión que «paga» a los medios, según su interpretación torticera y orgullosa, es una profesión en la que se paga poco a la gente y sólo somos mensajeros de idiotas que rigen departamentos de comunicación en empresas, idiotas que ignoran la diferencia comunicativa entre un spot y un tríptico.Una profesión donde agencias punteras y que aparecen en los medios de comunicación como «referentes» tienen a gente trabajando sin contrato por 120 euros al mes en tiquets restaurant, mientras que sus directivos y directores creativos gastan miles de euros en cocaína cada mes.Una profesión que en los 80 se hizo de oro a base de robar dinero a sus clientes al inflar sistemática los presupuestos de producción gráfica y audiovisual y planes de medios.¿Una profesión que paga qué?Por favor.Atentamente,Thomas Bernhard, copy durante 8 años en 3 agencias multinacionales.

    17 marzo 2008 | 19:08

  11. Dice ser Thomas Bernhard

    escribí una entrada, pero me la han borrado….fascinante.

    17 marzo 2008 | 19:31

  12. Dice ser Histerias

    Discrepo en lo comentado por Justerini, tal vez no me expresé bien, pero yo distingo entre las necesidades básicas y las publicitarias. El ejemplo del móvil, por supuesto que ha traído grandes cosas, era para hacer ver que realmente, por necesidad, tal vez lo usaríamos en un par de ocasiones al mes. El móvil surgió como un complemento para los lugares a los que la telefonía fija no llegaba. De hecho, en su primera fase, llevar móvil era seña de pijo presumido, y provocaba más de un gesto torcido. Pero ahí entró la publicidad y creó una necesidad artificiosa de su utilización y no a la inversa, una necesidad que no estaba cubierta. El móvil ha pasado en poco tiempo a parecer imprescindible en nuestras vidas, si hasta los niños tienen móvil. La publicidad es venta, y toda venta persigue un fin, el publicitario es, por encima de todo, crear necesidades, falsas necesidades casi siempre, planteémonos las veces que realmente utilizamos el móvil por imperiosa necesidad o urgencia. Los negocios no hace mucho funcionaban sin móvil, y seguirían funcionando igual. El móvil se ha plagado de parásitos ya existentes, escuchas la radio, haces fotos, navegar por internet o hablar por teléfono, sin más, incluso los sms existían ya en las agendas. Se trata más de una modificación consecuente con la evolución humana y tecnológica que de una necesidad descubierta. Yo tengo un amigo que reniega del móvil y vive súper feliz.Sucede lo mismo con internet, cuyo mayor logro es la fácil capacidad para interactuar, el resto existía ya en los viejos libros, o en la tele o en la radio. Es un formato evolucionado y mejorado, pero tampoco una necesidad; sí lo será cuando, como dije, la publicidad entierre otros logros y deje internet como único medio para realizar muchas gestiones. Las pequeñas agencias de viajes saben del peligro de internet para ellas, por citar un ejemplo. En automoción pasa algo similar, un vehículo propio supone un importante desembolso y mantenimiento. Me dedico a la automoción y lo hablamos a menudo, es más económico moverte en taxi, autobús, tren o avión que en coche, a no ser que sea tu herramienta laboral. Sin embargo la publicidad provoca una necesidad falsa y alguien con el carnet recién sacado corre al concesionario a gastarse unos quince mil euros de media en un coche, más seguro, más carburante, más mantenimiento, más futuras averías, tuning, aparatos de música etc, para ir al centro comercial, a buscar a la pareja y poco más. De igual modo la gran labor publicitaria en la creación del concepto «marca», algo que cala hondo en las sociedades avanzadas y que te impulsa a comprar una camiseta de algodón fabricada en China por 100 euros, pero la firma te otorga una distinción social o proyecta la imagen deseada de tu persona. Todo falso, artificioso, todo publicidad, al 100%, pues tu persona o tu situación social en realidad son las mismas que si llevaras una camiste del rastro o encontrada en la calle. Tanto ha trabajado la publicidad estos y otros millones de ejemplos que nos cuesta desvelarlos. Tanto es así que hoy un porcentaje elevadísimo de jóvenes poseen mejor automóvil que sus padres, cuando no hace mucho eso era impensable. La publicidad vende, crea moda, crea tendencias hasta en el pensamiento y en la forma de ver el mundo, incluso las costumbres alimenticias las están modificando. Empezamos a comer de diseño, en platos que no hay quién los guarde en el armario o que no caben en el lavavajillas. Yo lo tengo claro, puede que me equivoque, la publicidad vende necesidad, no nos descubre ninguna -diré casi ninguna por ser cortés- necesidad nueva.

    18 marzo 2008 | 17:36

  13. Dice ser Justerini

    Estimada/o Histerias,sin ánimo de entrar en muchas polémicas, te diré que te expresaste muy correctamente y entendí precisamente eso que ahora desarrollas.Lo que pasa es que no estoy de acuerdo en el fondo del argumento.Porque que yo sepa, salvo comer y vestirnos, pocas necesidades básicas más hay. El resto de distinciones solo pueden ser absolutamente subjetivas: i.e. lo superfluo para mi puede ser básico para tí y viceversa.El móvil surgió para personas que necesitaban estar con capacidad de comunicación permanentemente. Inicialmente se considero algo pijo, unicamente porque los precios eran realmente elitistas.La publicidad puso de manifiesto montones de usos útiles. ¿Acasó es superfluo que un/a padre/madre de un bebé enfermo pueda estar online para saber si su hijo evoluciona? Y como este se me ocurren cientos de ejemplos.Lo de llamar para localizarse ya son las excrecencias que nosotros hemos creado y echar la culpa a la publicidad sirve solo para lavar nuestras conciencias, pero no es cierto.También funcionaban los negocios antes de existir la fotocopiadora, la impresaora, el PC,… incluso te diría más, antes de la rueda. Este tipo de argumentos me parecen anclados en el pasado.Una cosa no es superflua porque alguien (o muchos) la usen mal. Y de ese uso tengo claro que nunca tendría la culpa la publicidad.De hecho, las propias compañías de móvil se vieron sorprendidas del éxito de los SMS (sobre todo entre los jóvenes) y la publicidad fue a rebufo de ese éxito.El resto del alegato anti-móvil, me parece – con todo el cariño – escuchado a mi abuela y afortunadamente el progreso hace oídos sordos a estos argumentos.Me alegro por tu amigo el «inmóvil» y de su felicidad, pero es tan patológico como el que se siente desgraciado si no lo tiene.Sobre tus argumentos sobre Internet te podría decir cosas bastante similares, porque me suenan a anclaje en el pasado y miedo al cambio.En definitiva, echar la culpa a la publicidad, al móvil, a Internet,… por su mal uso y sus «peligros» no es más que querer lavar la conciencia de uno quitándose las culpas que nos corresponden a nosotros mismos.Un saludo

    19 marzo 2008 | 13:13

  14. Dice ser Histerias

    Je, je, yo no reniego del móvil, ni de internet, como es evidente, ni arremeto contra ellos, me parecen, como dije, evoluciones propias del desarrollo y queda claro que el mal uso siempre, en última instancia, corresponde al particular, libre de ejecutar la conducta que decida. Si bien llevas razón en las cosas que dices, no pretendo argumentar con el afán de desmitificar al móvil, sí a la publicidad en un aspecto, lo mismo con internet o con el producto que sea. Desmitifico la frase de primero de marketing que afirma el hecho de que la publicidad no crea necesidades, digamos que las descubre, o las muestra. No. La publicidad es contratada por las empresas para tratar de vender su producto y todo publicista sabe que si el citado artículo llega a convertirse en necesidad se ha conseguido el triunfo rotundo y el objetivo. Los ejemplos que citas del uso del móvil responden a necesidades puntuales de una familia con problemas, yo puedo vivir sin cuestas, un parapléjico las considera necesarias para moverse, sin duda. Pero como no quiero resultar prolijo con el asunto, decirte que gracias por la charla que, como siempre en este blog, resulta interesante y cordial, como debería de ser la norma. Y hacer hincapié en que para nada reniego del desarrollo, ni de la publicidad, lo cual no es óbice para ver su cara menos amable, su aspecto manipulador y su influencia masiva en generaciones, modas, etc. No es una visión de mi abuela, soy demasiado joven y es casi imposible que pensara como ella, me he criado descubriendo un Amstrad cpc, en los recreativos del barrio, en los billares, mirando con recelo al que, o a los pocos que, tenían moto, después coche, porque no era norma, ni moda, todavía, y en mi adolescencia ya eran muchas las familias que podrían haber comprado un coche a su hijo o una moto. Treinta y un años de cambios concatenados, veloces, aclimatándome a ellos con la misma celeridad que su aparición. Walkman, discman, mp3, mp4, ipod, vídeo beta, vhs, dvd, consolas de primera generación, playstation 1, etc, etc, etc. Me viene a la cabeza la imagen de un compañero que en su cuarto tenía un tocadiscos con un montón de vinilos y eso era la leche, la envidia de todos; pero luego llegaron las cadenas y las minicadenas y los CD,s, y los lectores con capacidad para 3 cd,s, etc, y la única necesidad cierta en todo ello es la comunicación musical, la misma que los juglares cantaban por las aldeas, el resto, el hecho de sentir que ahora se lleva la cadena y no el tocadiscos es papel de la publicidad para contribuir a la expansión y venta del producto desarrollado, mediando para ello en las necesidades individuales. Y no por decir esto prefiero a los juglares ni el tocadiscos, evidentemente, ni arremeto contra el mp4, ni su inventor ni su utilización buena o mala que le demos, para nada, lo uso, lo tengo y lo disfruto, como manda la publicidad y así estoy en la onda de nuestro presente. Por eso te dije que tal vez no me expresé bien. Mi abuela no lo utiliza, pero porque no lo necesita, porque tuvo otra infancia, con otra publicidad que le creó otras necesidades y prescinde de la música, de la radio o de las marcas, sin embargo no se duerme la tía sin leer un poquito de su Biblia, publicidad episcopal, supongo, pero ésta la dejamos para otro día.Eduardo nos podría citar un día algunos ejemplos de productos innovadores lanzados al mercado con grandes campañas de marketing que pretendían hacerlos necesarios, pero que su poca acogida en el mercado, o su mala publicidad, los relegaron al olvido. Muchos serían muy útiles y fracasaron, supongo que la publi no hizo mella en la psicología para crear la necesidad de dicho bien; o la necesidad no era tan grande como la publicidad pretendió.Un saludo cariñoso desde internet, que nos permite relacionarnos de este modo como nunca antes se hizo.

    19 marzo 2008 | 18:28

  15. Dice ser a lo mejor

    Creo que el gran problema de la publicidad es la relación de subordinación que se establece entre el publicista y el cliente. Es decir el cliente tiene la razon y el publicista le besa el culo.El resultado: la creatividad desaparece. Si en los medios de comunicación el noventa por ciento de los anuncios no fueran un castaña, tal vez la gente no los viera como algo tedioso y como el momento oportuno de ir a water, coger algo de picar en la cocina y olvidar que era lo que estabas viendo.

    23 marzo 2008 | 10:27

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