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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Eurovisión: el rey de las audiencias europeas

Hoy se celebra el Festival de Eurovisión.

España no lo gana desde hace 46 años; seguramente hoy Edurne tampoco ganará.

El festival tiene muchos detractores, hay quien piensa que es hortera, kitsch o incluso freeke. Ha habido participantes, incluso ganadores, para todos los gustos.

Pero también hay grandes fans del festival.

En Eurovisión han participado algunas de las más gandes figuras de la música pop. Sin hacer un gran esfuerzo de memoria me viene a la cabeza Abba, Cliff Richard o Gigliola Cinquetti; desde España han participado grandes estrellas como Julio Iglesias o Raphael y muchas otras más.

Pero no voy a hablar hoy de eso. Este en un blog, básicamente, de medios.

Cada año el Festival de Eurovisión sorprende a algunos por las grandes audiencias que consigue. Para los que seguimos las audiencias no es una sorpresa: Eurovisión es siempre uno de los acontecimientos de mayor audiencia del año.

Es más, creo que Eurovisión tiene potencial para ser ese gran acontecimiento televisivo que necesita Europa; comparable a la Superbowl americana, o a la ceremonia de entrega de los Óscars y que aquí no se termina de conseguir.

Es una competición entre países, tiene unas fases preparatorias en las que cada país selecciona a su representante, tiene una parte en la que se puede vivir la emoción de la evolución de los resultados (las votaciones) y al final tiene un ganador único, que puede ser el rey durante todo el año.

Creo que sólo le faltaría mejorar el sistema de votaciones (quitarle algo de las concentraciones regionales y aumentar una parte de la emoción final) y podría llegar a ser ese gran acontecimiento que nos falta.

Si además se añadieran tres bloques publicitarios de unos ocho minutos (difícil en algunos países, como el nuestro, con limitaciones en las televisiones públicas) uno entre el final de las actuaciones y el comienzo de las votaciones tiene ya adjudicado su sitio natural, pero podría haber intermedios en las actuaciones y en las votaciones, tendríamos también el gran acontecimiento publicitario, con una de las mayores concentraciones de audiencia de cada año; algo que la final de la Champions, el otro gran acontecimiento, no siempre consigue: depende de la nacionalidad de los dos equipos finalistas.

Está claro que tiene un gran potencial. ¿Habrá alguien que lo intente?

7 realidades y 3 tendencias

Esta mañana se ha presentado en el Espacio Fundación Telefónica el 15º Informe La Sociedad de la Información en España (el correspondiente a 2014).

La presentación, en un Espacio abarrotado, ha corrido a cargo de Emilio Gilolmo, Vicepresidente de la Fundación, con introducción de César Alierta, Presidente de Telefónica y cierre del Ministro José Manuel Soria.

Como viene siendo habitual, el presentador se ha centrado el los grandes apartados que se resumen en el título de este post: siete realidades y tres tendencias.

Las utilizaré para este breve resumen.

Vamos con las realidades.

1. Comienza la consolidación de los mercados telco en Europa.

En España Vodafone compró Ono y Orange compró Jazztel. No son movimientos aislados, sino dentro de la corriente general europea.

2. El éxito de la fibra óptica inicia la sustitución de tecnologías de menor capacidad.

El consumo de contenidos en el hogar está impulsando la penetración de la fibra óptica hasta el hogar, que supera ya el 10% de los hogares.

3. La experiencia de consumo de vídeo continúa enriqueciéndose.

Se produce cada vez más desde un alto número de dispositivos diferentes.

4. La regulación experimenta ante los desafíos que generan las nuevas tecnologías.

La realidad de la digitalización va más rápido que la legislación que la regula. Resulta complicado conseguir unas reglas de juego (sobre competencia y tributación) que sean neutrles para todos.

5. Los departamentos IT se transforman para impulsar la evolución tecnológica de las empresas.

Deben tratar de convertirse en facilitadores de la adopción de tecnologías que modernizan y mejoran la economía de las empresas.

6. La administración española impulsa el desarrollo de la economía digital.

Se han promulgado un buen número de leyes que afectan a este tema.

7. Se produce un auge de las comunicaciones cifradas.

Los casos Snowden y NSA han aumentado la conciencia sobre la vulnerabilidad de nuestras comunicaciones. Esto ha hecho que el porcentaje de tráfico cifrado haya pasado del 10 al 50 en un año.

Y las tendencias.

1. El vehículo se convierte en un nuevo espacio inteligente.

La mayor parte de las marcas de automóvil ya han introducido tecnología inteligente en sus vehículos, en algunos casos incluso en modelos de gama baja.

2. El M2M empuja sus límites.

La comunicación entre máquinas, una parte clave del Internet de las cosas (IoT) va adquiriendo cada vez más relevancia.

3. El comercio local se empieza a beneficiar de las TIC.

Si hasta ahora las veían como una amenaza, los comercios de barrio han empezado a utilizar estas tecnologías como nueva arma de venta.

Podríamos decir que en 2014 no hay grandes revoluciones pero sí una fuerte evolución, con crecimientos importantes en muchos aspectos clave de la Sociedad de la Información

El año en que perdí la memoria

¿Ya recuerdas lo que te ha pasado?

No. No recuerdo nada.

¿Recuerdas lo que te pasó ayer?

No. La verdad es que no. Tengo como un hueco en la memoria y no recuerdo nada de ese rato.

Cada vez que entraba un médico o un enfermero eran las mismas preguntas y la misma sensación de impotencia. Por momentos pensaba que si no lo recordaba, nunca me dejarían salir del hospital.

Creo que fue al día siguiente cuando llegó la doctora Escribano y me dijo: no hagas ningún esfuerzo; no te vas a acordar nunca…y no hace ninguna falta.

Pasé ocho días en el hospital y cuatro o cinco más de baja. Luego volví al trabajo. Lo concentré en menos horas para poder hacer una vida más saludable.

Ahora como sin sal (salvo cuando lo hago fuera de casa), procuro andar un buen rato (en torno a hora y media todos los días), hago fotos de mis paseos, intento escribir, aunque no siempre lo consigo…

Mi vida ha cambiado.

Cuando perdí la memoria mi nieto tenía dos meses; ahora tiene algo más de un año; casi anda y no para de chapurrear, aunque aún no se le entiende casi nada. Paso con él mis mejores ratos.

Cuando perdí la memoria mi hija tenía trabajo; ahora es toda una experta en conciliación: ha publicado #mamiconcilia y #papiconcilia y ha lanzado la iniciativa #SalPuntual. Ha salido un montón de veces en televisión y en otros medios y espera que todo eso sea un primer paso en su nueva vida profesional.

Cuando perdí la memoria creo que aún no se había convocado el concurso de Telefónica, un concurso que ganamos, pero que luego nos quitaron y nos dejó con un palmo de narices. Volvimos a ver que hacer el mejor trabajo no es lo más importante cuando otros manejan los hilos de más arriba.

Cuando perdí la memoria quería hacer un homenaje a los panelistas de Vigía y Zenthinela, los dos estudios que diseñé y coordino y que iban a cumplir sus primeras cien previsiones. Aunque al principio parecía que iba a ser casi imposible, ese homenaje se hizo el 26 de noviembre, cuando las previsiones llegaban a 105 y fue todo un éxito.

Cuando perdí la memoria me llegaron cientos de mensajes por Whatsapp, que ya era la aplicación por la que todos nos comunicábamos. Aún no sabíamos que valía 14.000 millones de euros, los que pagó Facebook poco después.

Cuando perdí la memoria España ya era un pozo de corrupción; luego hemos conocido más casos. Entonces aún no habíamos oído hablar de Podemos (yo al menos). Ahora parece que es una alternativa de poder y una esperanza o un revulsivo que hará cambiar las cosas.

Cuando perdí la memoria el Rey se llamaba Juan Carlos y en el PSOE mandaba Rubalcaba. Ahora el Rey es Felipe y el PSOE lo dirige Pedro Sánchez del que yo, ¡seré inculto! no había oído hablar cuando aún no había perdido la memoria.

Cuando perdí la memoria la amenaza terrorista se llamaba Al Quaeda y parecía haberse debilitado. Creo que nadie había oído hablar del Estado Islámico (yo al menos no); los malos en Siria parecían ser los que apoyaban a Al Assad, ahora ya no se sabe si hay buenos…

El año en que perdí la memoria pasaron estas y muchas otras cosas, en el plano personal, en el empresarial, en el nacional, en el internacional… espero que en el año siguiente a mi pérdida de memoria vuelvan a ocurrir muchas cosas que merezcan un hueco en mi deteriorada memoria. Espero, sobre todo, que predominen las buenas.

Eso deseo. ¡Feliz 2015!

Una semana de locos

Últimamente no escribo mucho por aquí.

Y es que no paro. Entre otras cosas de escribir; en otros sitios.

La semana empezó el sábado 22 con la comida de ex colegiales del Aquinas, el colegio mayor en el que viví durante gran parte de mi carrera. Hace unos años se nos ocurrió ampliar hacia otros grupos que hubieran vivido allí por la misma época la reunión que ya hacíamos el grupo de amigos más cercanos. Este año entre la comida y las copas posteriores nos hemos reunido sesenta personas. No es excesivamente complicado, pero la coordinación de toda esa gente, que hago junto con Emilio, otro amigo del grupo más próximo, se lleva su tiempo.

Me había comprometido con Juanjo Ibáñez a enviarle dos artículos (uno largo sobre la evolución de la publicidad y otro corto sobre la aportación de Zenith en investigación) para la revista Investigación y Marketing, que va a publicar el número conmemorativo de sus primeros 35 años. Tenían que estar para el día 25. El corto pude enviarlo a tiempo. Con el largo me cogió el toro y acabé enviándolo el viernes por la noche, con tres días de retraso.

Cuando acometía la redacción de la última parte del artículo largo me entró un mensaje de Pedro Urquidi recordándome mi columna mensual en IPMark; tenía que enviársela ese día, así que me puse con ella y la envié. Una columna es corta y no me llevó demasiado tiempo.

Pero lo mejor de la semana fueron los eventos del miércoles.

Por la mañana teníamos lo que yo llamaba homenaje a los panelistas de Atalaya (los estudios Vigía y Zenthinela con los que hago previsiones de inversión publicitaria desde hace catorce años) y que acabamos denominando El arte de fallar en las previsiones. Tras una introducción de Candi Rodríguez, mi jefa, hablaba yo (conté cómo surgió el proyecto y cómo se ha convertido en una referencia en el mercado. Es un caso de generación colaborativa de conocimiento). El resto del acto miraba hacia el futuro: una impresionante Antonella Broglia expuso como un verdadero tsunami las novedades en tecnología; Nacho Villoch nos contó los obstáculos que se encuentra quien quiere innovar y cómo debemos actuar para sobrevivir a ellos y Pablo Foncillas las propiedades formativas del fracaso, cómo no hay que tenerle miedo: fracasar es la demostración de haberlo intentado. Resultó un acto tremendamente interesante; al menos eso me han dicho muchas de las 160 personas que me arroparon ese día.

Mi intervención era breve y sobre un tema que conozco bien, pero aun así había que prepararla y ensayarla.

Ese mismo día por la tarde mi hija Usúe presentaba un nuevo e.book colaborativo: #papiconcilia en el Centro de Innovación del BBVA. Ahí yo sólo participaba como público orgulloso.

Y este fin de semana, además de terminar y enviar los artículos que ya he mencionado, tenía que escribir el informe sobre el estudio Vigía de noviembre y el resumen que elaboro para la prensa. Al menos esta vez los resultados son buenos y he podido escribir textos optimistas algo que, cuando se escribe sobre la realidad, siempre es más agradable. Esta mañana ya he podido terminarlos.

Para completar la semana de eventos ayer tuvimos la comida de los Herrera, los hermanos de mi mujer y algunos sobrinos, en total diecisiete, nos reunimos para pasar nuestro agradable rato anual prenavideño.

Y, claro, todo eso sin dejar el trabajo normal de cada día.

¿Ha sido o no una semana de locos?

Invertir para crecer

Hace un par de semanas estuve unos días en Paris. Teníamos una celebración familiar y fuimos los cinco a hacer turismo.

Las colas para subir a la Torre Eiffel me impresionaron. Mientras esperaba me pudse filosófico y me dio por pensar en los resultados, también económicos, que 125 años después de su inauguración sigue aportando a París un monumento que inicialmente iba a ser provisional, sólo un símbolo da la potencia de la ingeniería y la industria francesa en la Exposición Universal de 1889.

Ahora, que sólo vemos el corto plazo y estamos en manos de finacieros cortos de vista sería imposible realizar una inversión así. La Europa de los recortes y los ajustes va para atrás mientras damos nuestra producción a países con la mano de obra más barata, entre ellos China, que sí es capaz de realizar potentes inversiones. Europa retrocede (pero ahorra mucho) mientras China invierte y crece.

Justo al día siguiente de mis reflexiones vi en Le Monde un artículo en el que se exponía la idea de solicitar una Exposición Universal en París para el año 2025, que debe servir como dinamizador de las inversiones y, añado yo, como detonante para cambiar una dinámica que nos está llevando a la ruina.

No se trata de gastar por gastar. No se trata de dejar una deuda que tendrán que pagar nuestros descendientes durante las próximas tres generaciones, se trata de invertir en bienes (incluso en símbolos) que produzcan beneficios para nosotros y para nuestros descendientes.

Invirtamos en el futuro.

Si no lo hacemos conseguiremos que Europa siga perdiendo posiciones frente a otras sociedades mucho más dinámicas.

50 años de transparencia en 550 portadas

La OJD fue la primera institución que puso en marcha un estudio consensuado en el mercado de medios. Fue en el año 1964, así que este año se cumple su primer medio siglo de existencia.

Desde entonces OJD ha proporcionado a los medios y al mercado publicitario datos auditados de tirada y difusión de los medios impresos. También fue pionera, en los años noventa, en aportar datos de medios digitales.

Quienes me conocen, quienes sigan con asiduidad este blog, saben que siempre he apoyado los estudios sindicados. Los que nacen del acuerdo entre todas las partes implicadas en el negocio son muy convenientes en un mercado como el de medios, en el que el dato es fundamental en las negociaciones y en la existencia misma del mercado publicitario.

Debemos estar agradecidos a los pioneros que hace cincuenta años se dieron cuenta de la necesidad de una herramienta como ésta y también a todos los que a lo largo de estos cinco decenios han hecho posible que se mantenga y mejore día a día.

Con motivo de este cincuentenario OJD ha creado una web conmemorativa, llamada El valor de la transparencia, en la que, entre otras cosas, pueden verse cerca de 550 portadas de diferentes medios en las que se recogen acontecimientos tan interesantes, y tan dispares, como las muertes de Churchill, el Che Guevara,  De Gaulle, Robert Kennedy, Picasso, Carrero Blanco, Franco o El Yiyo, el crimen de Los Galindos, los atentados de ETA, los estados de excepción y los fusilamientos de 1975, el primer hombre en el espacio, la llegada del hombre a la Luna, la llegada de los Beatles a España, los triunfos de Santana, Urtain, Indurain o el Real Madrid, el golpe de estado en Grecia, la guerra de los Seis Días, el mayo parisiense del 68, la invasión rusa de Checoslovaquia, las bodas de Julio Iglesias, Liz Taylor o George Clooney y tantas y tantas otras noticias. (Es imposible resumir en un post más de 500 asuntos)

Merece la pena visitar la web, no sólo para dar un repaso a la historia de estos últimos cincuenta años; también para ver a todas esas cabeceras que nos han acompañado a lo largo del tiempo y que, en muchos casos, se han quedado por el camino.

Felicidades OJD. Por vuestros 50 años y por la web.

Ha sido un placer.

2014: Un gran año para el cine español

Ayer se cerró el Festival de Cine de San Sebastián. Por primera vez en mucho tiempo una misma película Magical girl, de Carlos Vermut, ha ganado la Concha de Oro a la mejor película y la Concha de Plata al mejor director. A pesar del título (¡cuánto nos gusta titular en inglés!) se trata de una película española.

Hace unos meses, en primavera, una comedia española. Ocho apellidos vascos, de Martínez Lázaro, nos sorpremdió al convetirse en la película española de mayor recaudación desde que se tienen datos. Durante algunas semanas llegó a entrar en el ranking mundial de las veinte películas de mayor recaudación que publica Rentrak. Llegó a situarse como la segunda película de cualquier nacionalidad de mayor recaudación en España, sólo por detrás de Avatar, de Cameron. Al menos ahí la dejé yo; como ha seguido triunfando en los cines de verano, puede que aún haya superado esa marca. Una comedia sencilla, que exagera todos los tópicos sobre las diferencias regionales ha sido capaz de conseguir unos estupendos resultados.

Hace unas semanas se estrenó El niño, de Daniel Monzón. En los primeros fines de semana consiguió recaudar más que Ocho apellidos vascos en el mismo número de jornadas. Se mantiene en taquilla por lo que todo es posible aún. No parece que vaya a batir las marcas de la película de Lázaro, pero está claro que se trata de una película de éxito; en este caso un trhiller de acción trepidante.

También es un trhiller, en este caso un policiaco ambientado en las marismas del Guadalquivir, la película La isla mínima, de Alberto Rodríguez, que ha ganado en San Sebastián el Premio Feroz de la Asociación de Escritores Cinematográficos. Se ha estrenado este fin de semana y ya se puede ver en los cines.

El próximo fin de semana se estrena Torrente 5, de Santiago Segura. Sería toda una sorpresa si esta nueva entrega de las aventuras del zafio y humorístico personaje no volviera a ser un éxito de taquilla.

Aún quedan algunos estrenos más que se espera tengan buenos resultados en taquilla: Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo, Lasa y Zabala, Rec 4,…

Varias películas, de temáticas y géneros variados están consiguiendo que el público vuelva a ver películas españolas en el cine.

Así no es extaño que Ramón Colom. Presidente de FAPAE, muestre su satisfacción ante las perspectivas de nuestro cine: se espera que este año se cierre con una cuota superior al 25% sobre una recaudación total, eso sí, decreciente.

Mi segunda Vuelta al Mar Menor

Ya lo habíamos hecho hace dos años.

El año pasado por estas fechas estábamos en Gredos, celebrando el cumpleaños de mi hermana Ana. Por cierto, El Milano Real, el hotel en el que nos alojamos en Hoyo del Espino, es todo un descubrimiento para quien no lo conoce: muy recomendable. Las habitaciones son fantásticas, la comida aún mejor y todo ello en un entorno que merece la pena conocer.

Cuando hace algo más de un mes mi cuñado Joaquín me planteó volver a hacer este año la Vuelta al Mar Menor (68 kilómetros andando bajo el sol murciano de agosto para rodear la laguna salada costera más grande de Europa) le dije que sí.

Tenía que hacer las gestiones más o menos en secreto porque sabía que este año Maxi, mi mujer, se iba a oponer. Fuensanta, hermana de Maxi y mujer de Joaquín, se encargó de todo. Hasta pocos días antes de venir a La Ribera no lo dije en casa. Hubo oposición, amenazas con llamar a la neuróloga y poco más.

Precisamente por mi incidente de enero, y porque desde entonces he mejorado mucho mi forma física, yo tenía más interés en hacerlo.

Llevo casi siete meses andando hora y media cada día, entre diez y doce kilómetros, y aunque esta marcha sean casi siete veces más (en horas, con las preceptivas paradas, acaban siendo dieciséis, desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche) ese entrenamiento se tenía que notar.

Cuando se iba acercando la fecha, ya de vacaciones, incrementé un poco mi ración diaria, hasta cerca de dos horas y más de catorce kilómetros, intentando hacerlo en horas en las que ya apretase el calor. La mayor dificultad que yo recordaba de hace dos años era justo esa, el calor asfixiante de las horas centrales del día en las que se recorre la parte Norte de La Manga.

Pocos días antes Joaquín se puso enfermo, con fiebre alta. Era una buena disculpa para echarse atrás: si Joaquín no va, yo me quedo. Siempre hay algún momento de debilidad.

Pero la víspera Joaquín mejoró sensiblemente y decidió hacer la marcha, así que no había alternativa.

A primera hora hacía bastante menos calor que hace dos años y aunque en la zona que recordaba como más cálida volvió a hacer mucho, mucho calor, creo que nunca llegó a hacer tanto como entonces (cuando había alarma por exceso de calor ern la zona).

Yo, mucho más en forma, me encontré mucho mejor que la vez anterior. Si entonces empezaba cada etapa con los primeros y me iba descolgando hacia atrás hasta acabar cerca de la escoba, esta vez me mantenía siempre en el primer tercio, con la gente que disfruta más de la marcha.

Joaquín, todo un héroe, con fiebre hasta dos días antes, aguantó hasta la hora de comer, cerca de cuarenta kilómetros, cuando una ampolla en el pie le impidió seguir.

Esta vez el paso de La Encañizada, que los valientes hacen andando con el agua al cuello y los pies hundidos en el lodo, se hizo en barcos. Toda una aventura: hay que llegar andando con el gua hasta más arriba de la rodilla hasta una barca que te acerca al barco en el que se hace la travesía para, una vez llegados al Molino de la Calcetera volver a bajar a otra barca que te lleva hasta la orilla.

Si los escaladores suben a las montañas más difíciles simplemente porque están ahí, en mi caso ocurre algo parecido: necesitaba probarme, ver que, si hay límites, los míos están más allá de esos 68 kilómetros andando.

El consejo de cambiar de calcetines y airear los pies en cada parada es muy recomendable; yo lo hice así. También ponerse protector solar en cada parada (yo lo hice hasta que, a la hora de comer, descubrí que había dejado el bote mal tapado y se había vaciado en mi mochila).

Los daños: perdí una uña del pie cuando aún quedaban más de veinte kilómetros y sufrí un poco para terminar, aunque me puse una tirita y ayer, al día siguiente de la marcha, tenía unas fuertes agujetas. Esta vez, ya con experiencia, las manos no se me hincharon. Hoy ya estoy bien y he podido hacer mi habitual paseo en bici por La Llana.

¿Lo haremos otro año? Si hay una buena compañía, posiblemente sí.

Por cierto, la marcha, con más de 300 participantes y cerca de 500 implicados, que pasa a lo largo de todas las urbanizaciones de la costa del Mar Menor en una de las épocas en las que están más llenas de gente, sería una buena oportunidad para los patrocinadores, creo que no muy aprovechada.

Eurovisión: un fenómeno sociológico

El pasado sábado se celebró el Festival de Eurovisión, uno de los eventos que cada año genera mayor controversia, si no el que más. Y, como casi todos los años, tuvo una repercusión social espectacular.

Hasta hace un par de años teníamos que conformarnos con los datos de audiencia. Eurovisión siempre ha sido uno de los programas no deportivos de mayor audiencia del año. Ahora también podemos analizar la repercusión en las Redes Sociales.

Los datos de Kantar Media no dejan lugar a dudas: la audiencia media de las votaciones se situó en 6.156.000 espectadores, en una temporada en que el programa de mayor audiencia de un sábado cualquiera no suele superar los dos millones y medio. El Festival propiamente dicho se quedó en una cifra menor, tan sólo 5.010.000 espectadores. La audiencia fue creciendo constantemente hasta las diez y media de la noche y a partir de ese momento el dominio fue aplastante, ni el cine ni los programas de cotilleos se aproximaron en ningún momento a la audiencia de Eurovisión.

Los datos son aún más asombrosos si nos referimos a la Audiencia Social, larepercusión en Redes Sociales.

Según Global In Media, una de las dos fuentes de datos presentes en nuestro mercado, en la noche del sábado se produjeron 1.283.925 comentarios referidos al Festival de Eurovisión, una cifra a la que muy pocos partidos de fútbol se aproximan. Para ponerlo en valor  basta saber que ese número multiplica por más de 59 los 21.593 comentarios que recibió Deluxe, el programa más comentado del día anterior o pr más de 17 los comentarios referidos al programa más comentado del día siguiente, domingo, nada menos que el Gran Premio de España de Fórmula 1.

Quienes nos dedicamos a analizar la audiencia siempre hemos sabido que el Festival de Eurovisión era un éxito con una gran repercusión. Ahora las Redes Sociales han venido a reforzar aún más esa idea.

Se trata además, de un éxito de ámbito continental, con repercusión en otros muchos países del mundo. Podría ser también un fenómeno publicitario, lo más parecido a la Superbowl europea (sólo superado por la final de la Champions League) si además fuese un contenedor publicitario. Pero la mayoría de las televisiones públicas no están ya en ese mercado. ¡Una pena!

También podría ser un factor de cohesión europea si con las votaciones no se fomentasen los nacionalismos y las alizanzas regionales excluyentes.

Para quienes se muestran sorprendidos por el triunfo de Conchita Wurst no viene mal recordar que ya en 1998 ganó la transexual israelí Dana Internacional , provocando las iras de los ultraortodoxos de su país.

¿Cómo se mide la audiencia de contenidos audiovisuales?

Ayer me dieron el alta después del incidente que conté aquí y hoy ya he vuelto al trabajo.

Y he vuelto como los grandes toreros: nada menos que en la Plaza de Las Ventas. Arturo Guillén, el Vicepresidente de Rentrak España es un crack y un gran aficionado a los toros. Ha organizado en una de las dependencias de la plaza un evento sumamente interesante sobre el estado del VOD (Video on Demand) que incluía una mesa redonda sobre medición en la que he tenido el honor de participar.

Es un gran honor formar parte de un grupo que, aparte de Arturo y de mí mismo, formaban: Pablo Romero, de YOMVI, Ricardo Villa, de RTVE Interactiva, Joaquín Becerra, de Fox, Niko Muñoz, de Havas Multimedia y Fernando Santiago de AIMC.

Estamos en un momento clave: la realidad del consumo de contenidos audiovisuales ha cambiado mucho en los últimos años, mientras el sistema de medición se ha movido muy poco. Así, cada vez más un sistema que mide bien lo que mide (la audimetría de televisión tradicional mide la audiencia de televisión, en directo, en televisores situados en el hogar principal) se va quedando lejos de la realidad.

Hace ya seis años, en el Seminario de AEDEMO de Granada, Pablo Romero ya marcó la dirección que debería tomar la medición. Hace ahora un año, en Zaragoza, yo mismo insistía en que deberíamos medir la audiencia de contenidos audiovisuales ATAWAD (Any Time, AnyWhere, Any Device: en el momento que sea, donde sea y en el dispositivo que sea). Muchos de los huecos que deja la audimetría tradicional ya se pueden rellenar (algunos con la propia audimetría tradicional) y desde el mercado deberíamos ser capaces de presionar para que la medición sea todo lo completa que permita el estado de la tecnología en cada momento.

Las metodologías de tipo RPD (Return Path Data, que usan los datos generados en los propios dispositivos de visionado) como las que propone Rentrak, son un espléndido complemento a los datos actuales, que puede ayudar a rellenar alguno de los huecos existentes y con ello proporcionar una visión mejor, más completa, de la realidad del consumo audiovisual.

Hace 2.500 años Heráclito decía Panta Rhei: todo cambia, nada permanece, nunca te bañas dos veces en el mismo río. El cambio desde entonces se ha acelerado; en los últimos seis años el panorama audiovisual ha experimentado una revolución. Sin embargo su medición casi no se ha movido. Cada vez más peces, y peces más grandes, se escapan por los agujeros de la red constituída por el sistema de medición.

Estamos viviendo un momento complejo; la crisis económica no ayuda a tomar decisiones que pueden tener un coste a corto plazo, ni siquiera si sabemos que a medio o largo nos traerán beneficios.

Por otro lado el mercado publicitario está sufriendo una perversión del uso de los mecanismos de control (Comités de Usuarios, Consejos de Control) que se dio a sí mismo hace más de veinte años: lo que debería servir de estímulo de los medidores se ha acabado convirtiendo en un freno que trata de proteger el statu quo. Todos somos culpables, pero la parte publicitaria del mercado debería ser capaz de ponerse al frente de los cambios que son necesarios en este momento para medir la realidad actual y no la de hace quince años.

Hace falta un líder (persona o asociación) capaz de ponerse al frente y exigir a los medidores, a los presentes o a los que puedan venir, que tomen las decisiones necesarias para salir del estancamiento en el que nos encontramos.

Eso se llamaba JIC (Joint Industrie Comitee o comisión de todo el mercado) pero un JIC en condiciones, que nuestro mercado no ha sido capaz de crear desde los tiempos del inicio de OJD (hace ahora cincuenta años) o el EGM (hace 46). Necesitamos recuperar el espíritu de los sesenta.

Si la llegada de Rentrak sirve como revulsivo, bienvenida (*) sea.

 

(*) La sala donde se ha celebrado el evento de esta mañana estaba presidida por un retrato de Antonio Bienvenida.