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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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No me da la vida

Hace algún tiempo oí a mi hija esa expresión: no me da la vida.

Queremos hacer tantas cosas, hay tantas posibilidades, que siempre nos quedamos a mitad de camino.

Lo pensaba esta mañana, al ver todo el tiempo que llevo sin actualizar este blog. Ahora hace doce días; pero entre los dos posts anteriores transcurrieron veinte. Y no es que no lo intente; acabo de contar veinte boradores en los que guardo material o artículos medio escritos, que acaban perdiendo actualidad y ya nunca verán la luz.

Pero, claro, hay que trabajar, que eso es lo primero y luego, en los ratos libres, escribir el blog, participar en debates en LinkedIn, mantener Twitter actualizado, a Facebook ahora le hago poco caso,…ahora Zenith también tiene un blog (Bloggin Zenith) en el que intento participar…

…y preparar charlas, escribir artículos, participar en Conferencias…

…en junio di dos charlas casi seguidas, una en la Jornada de Mkt y AEDEMO dónde hablé de cómo llegar al consumidor 3.0 (que cuando intenté contar aquí me quedé a medias) y otra en Vitoria, en CARVI, a la que sí hice referencia en mi post anterior.

En las últimas semanas he salido a viaje por semana: el ya citado de Vitoria, la boda de una sobrina en Murcia (la vuelta me impidió ver el triunfo de la Selección en la Eurocopa), la Conferencia de Patrocinios de Infinit C en Oviedo la semana pasada (que merecería también un artículo…) y esta tarde salgo hacia Palma de Mallorca, donde me han invitado a Taleny_ya, un congreso sobre innovación que promete ser muy interesante.

Estoy deseando que lleguen las vacaciones, a ver si puedo desconectar.

¡Ah! que no se me olvide tuitear que he escrito este post.

Publicidad, Sí

El próximo jueves se entregan los Premios EFI, los que premian la eficacia de la publicidad. El año pasado fui miembro del Jurado de esos premios; una experiencia muy interesante.

El jueves va a ser un día intenso. Como tantas veces ocurre, coinciden varios actos que se dirigen, más o menos, al mismo público. Yo estaré por la mañana impartiendo una ponencia en el Encuentro Internacional de Investigación de AIMC. Esta vez se trata de la investigación de Internet; vienen ponentes muy importantes de otros países y la nuestra, hablaré con Mapi, es la única ponencia española. Ya hablé en el primer encuentro, allá por 1994 y en el de hace seis años.

Este año los organizadores de los Premios EFI han decidido que no sólo se celebre la Gala de entrega de los premios sino también una jornada de conferencias sobre eficacia que, claro, coincide en el tiempo con el encuentro de AIMC. ¿Casualidad?¿Alguien piensa que se dirigen a públicos radicalmente distintos? Yo reconozco que no lo entiendo; estas coincidencias no benefician a nadie. Quizá es que se convocan demasiados actos en nuestro mercado.

El caso es que en mis paseos de fin de semana he visto varios muppis anunciando los Premios EFI y en ellos se hacía referencia al movimiento Publicidad, Sí que las asociaciones publicitarias pusieron en marcha hace algunos meses.

Hace unas semanas, en una de esas en las que se me acumularon demasiados eventos, participé en una reunión de trabajo sobre este tema, la aportación de AEDEMO (la asociación de profesionales de la Investigación de Mercados) y de Aneimo (la asociación de empresas de la misma actividad) al movimiento en apoyo de la publicidad. A lo largo de mi vida he encargado muchos estudios cualitativos basados en grupos de discusión; también he participado en alguno (más en entrevistas en profundidad que en grupos, pero también en algún grupo). La experiencia es curiosa, sobre todo cuando, como en este caso, se supone que todos éramos expertos (e interesados) en el tema.

Hoy me ha llegado un resumen de lo que hablamos ese día.

La actitud ante la publicidad está polarizada. Quienes la apoyan piensan en su aportación para que los medios masivos sean gratuitos (o al menos más baratos en algunos casos); reconocen el valor de la publicidad creativa o que informa sobre productos nuevos (que muchas veces se llega a viralizar a través de Internet); la publicidad creíble y relevante beneficia a las marcas y estimula a la economía, tan necesitada en estos tiempos. Además facilita la adopción de nuevos valores.

En el polo opuesto se rechaza la publicidad intrusiva y sobre todo el abuso en forma de saturación. Cada uno rechaza la publicidad que no le aporta nada. Todavía hay mucha gente para la que la publicidad es manipulación.

Estamos atravesando un momento de grandes cambios en la relación entre los ciudadanos y la publicidad (y las marcas). La llegada de Internet ha propiciado un nuevo tipo de comunicación, con la posibilidad de que los consumidores interactúen y respondan a las marcas. La publicidad (o como se acabe llamando; en el grupo se habló de la inadecuación de la palabra para la nueva situación) ha de adaptarse al nuevo paradigma.

Vivimos tiempos de cambios y la publicidad no es ajena a ellos. En muchos casos ha ayudado a provocarlos, pero ahora puede verse desbordada.

Todo un reto para los profesionales.

Estoy en Twitter como MadinaED. Sígueme si crees que digo algo interesante.

Thinking Party

El viernes estuve todo el día en el Círculo de Bellas Artes donde se celebraba la segunda edición de la Thinking Party de la Fundación Telefónica.

La Thinking Party es uno de esos eventos que nadie que esté interesado por la innovación o simplemente por saber dónde estamos y hacia dónde vamos, se debería perder.

El formato había cambiado ligeramente desde la primera edición, que fue algo más tecnológica (friki según me comentaban en los descansos algunos de los asistentes). Hubo alguna charla menos y cada charla duraba algo más (19 minutos este año por 15 el año pasado).

Pepe de la Peña, con el apoyo de Javier Nadal, ha conseguido poner en marcha un evento sumamente interesante, que espero que se siga consolidando. Este año se presentaba como colofón del ciclo de conferencias Entendiendo los cambios. Libros, ideas y autores en Fundación Telefónica, en el el que siete autores internacionales han dado conferencias relacionadas con sus libros y, siempre, con los cambios que vive nuestra sociedad. He asistido a algunas (el horario, las 12:30 de la mañana, era complicado para quienes trabajamos en el extrarradio) siempre del máximo interés.

Ya desde la presentación se vio que la jornada iba a ser interesante. Pepe de la Peña, físico de formación, hizo una presentación muy inteligente sobre los diferentes aspectos de la realidad, basada en algo tan simple como el botijo. El final, con la aplicación del efecto termodinámico del botijo a la gestión empresarial (cuando las cosas van mal en un departamento o en una empresa los elementos más dinámicos se van y va quedando una empresa, o un departamento, cada vez más frío, más estático y con menos posibilidades) me pareció una formulación sumamente inteligente de algo que muchas veces hemos vivido en nuestras carnes.

La jornada comenzó con la charla de Fernando Álvarez, Ejercicios para cambiar el punto de vista. Fernando es un coach que pone su foco en nustra capacidad para superar los límites que nos imponemos a nosotros mismos. Se trata de no poner el foco en lo que percibimos como límites y creer más en nuestras posibilidades para superarlos. Ya había escuchado a Fernando en alguna otra ocasión, creo que en Innosfera. Su discurso es siempre motivador.

Pau García Milá es un emprendedor catalán que acaba de cumplir 24 años. Todo un crack. Había oído hablar de él pero nunca le había escuchado. Pau fundó con 18 años y con un amigo la empresa EyeOs, que se dedica a un tema ahora tan actual como el cloud computing. Merece la pena oirle contar su diálogo con el encargado del Registro Mercantil, cuando con 18 años y el pelo teñido de azul decidió formalizar como empresa un trabajo que ya estaba haciendo a nivel personal. O el momento en que hace dos años asistía en la sede de Microsoft en Seattle a la presentación del producto de cloud computing de la empresa de Steve Ballmer. Los dos minutos en que el presentador comparaba su producto para dejar claras las ventajas respecto al de EyeOs. Cómo el ego de Pau crecía y crecía hasta necesitar que abrieran la puerta trasera para que no estallara el local donde se celebraba la presentación y cómo en los 10 últimos segundos de esos dos minutos el ego se desinflaba al comprobar que el nuevo producto realmente era mejor y que Microsoft gasta en papel higiénico más que yo en pagar la nómina de mis 40 empleados. ¡40 empleados con 24 años cumplidos la pasada semana! Pau acaba de publicar un libro titulado Está todo por hacer.

Entonces llegó el turno de Jesús Sánchez, un cocinero que ha conseguido una estrella Michelin para su restaurante El cenador de Amós, situado en Villaverde de Pontones, en Cantabria. Jesús nos hizo ver diferentes aspectos de la cocina y de la importancia de la creatividad utilizando trozos de películas ambientadas en la cocina y en restaurantes, Una presentación amena y, de nuevo, interesante.

Como se trataba de presentar la realidad desde diferentes puntos de vista a nadie nos extrañó que el siguiente ponente fuera Pablo Herreros, un primatólogo (sí, un especialista en nuestro parientes los primates). A partir del comportamiento de diferentes tipos de monos, que pudimos ver en vídeos, nos demostró que el comportamiento altruista es innato en nuestra especie y en nuestros antepasados desde hace cientos de miles de años. Tenemos que cuestionarnos los modelos al uso porque no podemos dar por hecho que todo es competición y agresividad.

Tras un primer descanso Miguel Nonay habló sobre el tema Un mundo por cambiar. Miguel, afectado desde su infancia por una poliomielitis, que le ha llevado a una silla de ruedas 45 años después de lo que le pronosticaron los médicos, se ha dedicado toda su vida a romper los límites artificiales que impiden a alguna personas hacer lo mismo que los demás hacen. Su tesis es que un edificio accesible o una habitación de hotel sin barreras es igual de buena para todos, también para los que no tienen limitaciones físicas. A partir de esa idea quiere convencer a los empresarios de que creando espacios accesibles amplían sus posibilidades de negocio: es mejor que todos puedan venir a que sólo puedan venir el 90% (suponiendo que ese sea el número de personas sin limitaciones físicas).

Javier Taboada habló sobre La música y el arte como medio. Javier es un educador que se declaró indignado, quincemayista y vallecano. Cree en la educación como medio para cambiar las cosas; él y un grupo de personas que componen Magni, se han dedicado a integrar a jóvenes en riesgo de exclusión. Para ello tratan de detectar los centros de interés de los alumnos para acercarse a ellos desde ese punto de vista. El resultado puede ser la confección de un periódico, con todas las secciones creadas por alumnos o la realización de un espectáculo. Al final la motivación habrá crecido y el riesgo de exclusión desaparecido. Como la jornada no podía dejar de proporcionarnos sorpresas, la charla terminó con dos componentes de Magni, que estaban mezclados entre el público, interpretando un rap.

El plato fuerte de la jornada iba a ser Jorge Wagensberg, un científico y divulgador del que ya he hablado aquí en alguna ocasión. Pero el conferenciante se puso enfermo y hubo que buscarle un sustituto, que fue nada menos que ¡José Manuel Sáncez Ron! No sé cómo habría sido la conferencia de Wagensberg, a quien admiro un montón (he leído varios de sus libros y casi todos los de la colección Metatemas, de Tusquets, que él dirige; pero Sánchez Ron nos ofreció una magnífica visión personal, y científica, del mundo. La interdependencia de la ciencia y la tecnología para hacer avanzar al mundo; la importancia de las matemáticas para entender el sentido del mundo. En su exposición no faltó la teoría de la relatividad general, la física cuántica, el principio de incertidumbre, su anuncio de que la biología molecular transformará la vida y su particular homenaje a Darwin. Para Sánchez Ron el siglo XXI será el de la interdisciplinariedad, algo muy acorde con el programa de la thinking party.

Carlos Luna, de Angulas de Aguinaga, trató el tema Reinventar una empresa: el punto de vista de la innovación. En menos de 20 años las capturas de angulas se redujeron hasta el 10% de lo que eran en los años 70. Los pescadores, en lugar de hundirse en la desesperación, pusieron su capital y sus esfuerzos en buscar una solución. De ahí nació en 1991 un nuevo producto, La gula del Norte, considerada por los puristas una traición a nuestra cultura, o un atentado gastronómico. Pero el tiempo, y una magnífica campaña de comunicación (en la que, por cierto, siempre ha participado Gestión de Medios, la empresa de Zenith en San Sebastián) hicieron de ese producto, y de los que vendrían después, un gran éxito. Para Luna la fórmula del éxito es I+D+i+Mk (lo que no se comunica no triunfa). Nos puso sobre aviso: muchas innovaciones no funcionan, pero también, utilizando una frase de Wayne Gretzky nos dejó claro que hay que intentarlo: uno falla el 100% de los disparos que no hace.

La parte seria de la thinking acabó con la intervención de Antonio Castillo. Su ponencia Mirando atrás, el destilado de la experiencia. Vivir tres revoluciones tecnológicas, fue una interesante y divertida trayectoria por la historia de las telecomunicaciones, desde Graham Bell hasta nuestros días. Se confesó avergonzado de ser feliz al haber podido dedicarse toda la vida, con considerable éxito (esto lo digo yo), a una profesión encontinua evolución, que le ha ayudado a mantenerse permanentemente al día. Como no soy capaz de recoger aquí casi siglo y medio de historia me limitaré a algunas anécdotas. Strowger, el inventor del teléfono de dial, era uno de los dos enterradores de una población de Texas; el otro estaba casado con la operadora de teléfonos local (la necesidad agudiza el ingenio).  Cuando las reuniones se convocaban con copias hechas con papel carbón no podía convocarse con copias legibles a mas de tres o cuatro participantes, lo que las hacía manejables. Cuando la convocatoria se empezó a hacer con fotocopias la cosa se empezó a desmandar, pero el precio de cada fotocopia aún ponía un límite. Las reuniones se hicieron absolutamente inmanejables desde el momento en que se convocan por e.mail. Una última; la frase de una sevillana: pero tú ¿qué necesitas: un teléfono o un detó?

La jornada terminó con la actuación del humorista Leo Harlem, con su visión de El mundo desde el humor y una fiesta, en la planta quinta del Círculo (a la que no me fue posible asistir).

Internet, derechos de autor y derechos sin más

He dejado pasar unos días desde que el Congreso tumbó la llamada Ley Sinde; mientras tanto he tratado de leer algo más para ver si entendía las diversas posturas. Y he encontrado algunos artículos que voy a enlazar desde aquí. Hay muchos más; es un tema muy polémico, pero confieso que no entiendo muy bien las posturas más extremas.

Tengo más amigos entre los defensores a ultranza de internet sin limitaciones, que han llevado contra las cuerdas a la Ley Sinde que entre los autores y los defensores del copyright. Creo que internet no tiene sentido sin los enlaces; internet es lo que es gracias a que podemos enlazar con otros contenidos. Pero creo también que los autores, los creadores, tienen derecho a cobrar por su trabajo, a vivir de él. Así que cuando veo a los líderes interneteros  salir en defensa de los ladrones de derechos, de los portales de descargas gratuitas que se lucran con contenidos de otros (y esa es la sensación que dan cuando despotrican en los medios contra los cierres administrativos de ese tipo de sitios) no consigo entenderlo bien.

Yo estoy a favor de la libertad en internet; pero esa libertad no puede ser la libertad para robar. Y defender al ladrón (o al perista, que vende lo que han robado otros) frente al detentador de los derechos no me parece lo mejor para el futuro de internet.

Está claro que el canon fue un error (no tiene sentido que yo tenga que pagar a otros autores por un soporte en el que voy a grabar algo que yo mismo he creado; o algo por lo que ya he pagado antes).

Está claro que el modelo de negocio que se basaba en cobrar por cada copia (un dinero que en su mayor parte iba a un intermediario) no se puede mantener con el estado actual de la tecnología.

¿Entonces?

Entonces hay que buscar otras soluciones. Y esas soluciones no se encuentran desde posturas encastilladas como las que han venido manteniendo hasta ahora los dos bandos en disputa.

Por eso creo que la reunión que Alex de la Iglesia (aquí la versión de Alex de la Iglesia) y miembros de la Academia de Cine mantuvieros con algunos de los líderes de internet (Víctor Domingo, Julio Alonso– que lo cuenta aquí– y otros) puede ser un paso en una dirección interesante. No entiendo por qué no se había intentado antes.

De los artículos que he leído, el que me parece más completo y más ponderado es éste de Javier San Román, el Director de la revista Interactiva. Recomiendo su lectura, aunque resumo sus ideas principales por si el tiempo escasea: 1. El defensor de la libertad de expresión pierde argumentos cuando para defenderla quiere acallar al que opina de otro modo. 2. Los creadores tienen que saber defenderse de quienes les roban, pero la mejor manera no es dejar esa defensa en manos de pretendidos creadores que en realidad no lo son, o lo son de una obra escasa y de escasa calidad. 3. Las operadoras deberían dejar claro cual es su papel en todo esto y si se están lucrando con el tráfico generado por la piratería y 4. Los políticos deberían dejar claro cual es su postura sobre este tema y defenderla independientemente de otro tipo de intereses (aquí al autor le sale una vena ingenua). La conclusión: hay que definir el nuevo modelo de mercado para la creación.

También me pareció interesante el artículo de Nacho Escolar en el que trataba de calcular el dinero que se puede estar moviendo en las páginas de descargas gratuitas y analiza el caso de seriesyonkies.

El artículo de Enrique Dans, uno de los gurús de internet, se centra más en la crítica del modelo vigente de derechos de autor y a la llamada industria cultural, que en su posible evolución de cara al futuro, pero aporta un punto de vista interesante.

Por último una información: la Ley Sinde no ha muerto a su paso por el Congreso; podría revitalizarse y acabar saliendo adelante si en el Senado se adapta de manera que partidos ajenos al PSOE la puedan apoyar (y casi todos están de acuerdo en defender los derechos de los creadores). Esperemos que sea un paso adelante en el que ganemos todos. Ni el todo gratis ni la piratería son las mejores soluciones para que internet crezca como a todos nos gustaría; claro que los cierres arbitrarios de sitios tampoco lo serían.

La publicidad funciona

El post de ayer generó un debate interesante. Estaba contestando con mi propio comentario a los que habían comentado, pero he visto que iba a convertirse en un comentario demasiado largo.

Además he visto en el IPMark de hoy un artículo sobre un estudio de Kantar Worldpanel según el cual las treinta marcas de gran consumo que crecieron más en estos momentos de plena crisis y caídas en las ventas aumentaron su inversión publicitaria.

O sea que la publicidad funciona.

Por cierto que, en algún momento de mi vida he trabajado para siete de esas marcas. No está mal.

Pero vuelvo con los comentarios al post de ayer. Me gustaría desatar un debate entre publicitarios sobre lo que hacemos y lo que transmitimos sobre nosotros mismos y sobre nuestro trabajo. No es muy habitual cuando toco temas serios, pero esta vez no ha estado muy lejos.

Evidentemente, sé que tenemos un problema; de ahí la serie de artículos que he dedicado desde hace tiempo a este tema. Cuando leo a Diana: me daría vergüenza tener un hijo publicista (aunque a mí me gusta más llamarnos publicitarios) me da mucha pena y me confirmo en que algo, muchas cosas, estamos haciendo mal.

Y, claro, cuando uno tiene el honor de recibir hasta cuatro comentarios de alguien como Sergio Rodríguez, a quien no conozco personalmente, pero respeto un montón, no puede quedarse callado. Sergio tiene razón: hemos abusado mucho; hemos saturado de publicidad cualquier medio o cualquier lugar en el que pueda ponerse (y muchos en los que no) así que a lo mejor nos merecemos lo que nos pasa. Pero yo no me resigno. Creo que esta profesión todavía está a tiempo de dignificarse.

Puedo estar de acuerdo con Alt: lo que está en crsisis es la sociedad. Pero sin irnos a maximalismos, estamos en una sociedad capitalista de consumo; nos puede no gustar (a mí no me gusta) pero si no tenemos otra, al menos cumplamos sus reglas. Y si para que se mantenga hay que fomentar el consumo, no pongamos la zancadilla a quienes ayudan a fomentarlo. Sí; ya sé que es todo un cúmulo de contradicciones, pero no hicimos la revolución, o las que se hicieron fracasaron.

También Marte tiene su parte de razón. ¡Claro que la creatividad ha vivido tiempos mejores! Y seguro que en esta decadencia también tiene mucho que ver la crisis. ¡Maldita crisis! Nos la encontramos en todas partes.

Y Jako ¿creamos necesidades artificiales? Puede que sí, pero ¿No será que no hemos formado ciudadanos capaces de distinguir entre lo que necesitan y lo superfluo?

¡Qué curioso, Forex y mejores…! Sí la publicidad necesitaría una buena campaña de imagen. ¡Claro! igual que los buenos productos y los buenos políticos…y, como se ve aquí, hasta los buenos depósitos.

La polémica sobre la financiación de los medios, en la que entran Alt, Sergio, Saturno y puede que alguno más, es el tema al que he dedicado más post en este blog y ahora no es el momento de repetirme. Pero sí; la sociedad no sabe lo mucho que le debe a la publicidad y de eso sólo nosotros tenemos la culpa.

No tengo muchas esperanzas pero, si de aquí saliera algún movimiento para conciencienciarnos y trabajar como colectivo en nuestra propia imagen, sería una gran noticia.

La publicidad se ha vendido siempre muy mal

Hace ahora dos años y medio dediqué unos post en este mismo blog a un tema que ahora vuelve a ponerse de actualidad.

Los publicitarios tenemos como objeto principal de nuestro trabajo construir marcas para conseguir que los productos se vendan mejor.

Eso incluye hacerlos deseables y respetados.

Sin embargo se da la paradoja de que no hemos conseguido hacer de la nuestra una profesión respetada.

La semana pasada lo destacaba, en la jornada de UTECA; Marcos de Quinto, el Presidente de Coca Cola España y, él sí, uno de los pocos publicitarios que ha conseguido un reconocimiento indiscutible por parte de nuestra sociedad. 

Parece que, para muchos, nuestras autoridades incluídas, la publicidad es el enemigo, un enemigo que hay que combatir con nuevas leyes y con todas las fuerzas.

Pero la publicidad es, como dice aquí Juan Ramón Plana, Director General de la AEA, uno de los más eficaces motores de la economía . Y si algo necesita ahora nuestra sociedad es un buen motor para la economía ¡y con una buena dosis de combustible!

Ya lo dije en su momento, a comienzos de 2008, pero no me importa repetirlo ahora: la profesión publicitaria y la publicidad necesitan una buena campaña de imagen. Seguro que no faltan ideas entre nuestros creativos.

A lo mejor conseguimos también que los medios nos valoren un poco más. Al fin y al cabo una buena parte del sueldo de quienes hacen los medios la paga la publicidad.

Una marca valiente

Tengo un poco abandonado este blog.

Hace unos diez días se estropeó el ordenador de casa y no lo habíamos podido llevar a arreglar. Ayer lo llevó Carlos, pero no estará al menos hasta el lunes.

Y claro, escribir en la oficina, cuando cada día se sale muy tarde, no apetece mucho. Este fin de semana me he traído el ordenador a casa para trabajar, así que aprovecho un momento de descanso.

En estos días he tenido muchos festejos; seguro que eso también ha ayudado a mantenerme alejado del blog. Una boda en Murcia (Paco, sobrino de Maxi), otra en Madrid al día siguiente (Jorge, hijo de mi amigo Roberto), varias entregas de premios (los EFI, los del concurso 20 blogs de este periódico).

También ha habido noticias sobre inversión publicitaria que darán para otro post.

Pero ahora quería hablar de la campaña ganadora del Gran Premio en los EFI.

¿Cual ha sido la campaña más eficaz de la temporada pasada, al menos a juicio del Jurado de los Premios EFI, del que este año he tenido el honor de formar parte?

En un año caracterizado por la crisis económica y por el ataque de las empresas y las marcas de distribución contra las marcas de fabricante, el Gran Premio fue para una campaña de un producto de gran consumo.

La campaña las Elenas Salgado de Pavofrío incidía justo en esa idea: cada ama de casa, como vicepresidenta económica de su hogar, sabe en qué cosas puede ahorrar, pero nunca en la calidad de lo que da de comer a su familia. Pese a que el momento no podía ser más complicado, la campaña consiguió aumentar notablemente las ventas.

No fue el único premio conseguido esa noche por la compañía Campofrío. Otra campaña, protagonizada por los cascos azules consiguió también una plata.

Estas últimas semanas, una nueva campaña de Campofrío, esta vez de su producto Naturísimas, está siendo protagonista en los medios publicitarios. Se trata de un cortometraje, Cuatro sentidos, muy emocionante, que se ha proyectado en cines y emitido en algunas cadenas de televisión.

Se trata de una historia muy sentimental: los hijos de una pareja de ciegos quieren devolver a sus padres una parte de todo lo bueno que ellos les han dado.

Por supuesto se puede ver también en internet. Muy recomendable.

Campofrío está apostando seriamente por la marca y por dotarla de valores; una apuesta valiente en los duros tiempos que corren. No todo consiste en bajar los precios. Una apuesta por la calidad puede suponer pagar un poco más; pero merece la pena.

Si además ayuda a aumentar las ventas, se cierra el círculo virtuoso.

¿Se venderá más Tipp-ex gracias al oso?

Estos día circula por internet una campaña magnífica desde el punto de vista de la creatividad.

Es divertida, utiliza las posibilidades tecnológicas del medio y resalta las ventajas del producto: uno puede corregir sus errores e intentarlo de nuevo.

Si no la han visto todavía hagánlo ahora. Aquí tienen un enlace. Y utilicen todas las posibilidades: el oso puede hacer casi cualquier cosa que se le proponga.

LLeva muy pocos días colgado en internet: ya se aproxima a los cinco millones de visitas y he encontado varias imitaciones (que seguro que serán cientos ahora y miles dentro de unos pocos días).

Es uno de los mejores ejemplos de lo que se llama marketing viral. Una publicidad que nos gusta la reenviamos a nuestros contactos o, como estoy haciendo yo ahora, escribimos un post sobre el tema. Así multiplicamos su efecto sin coste para el fabricante del producto.

Hace ahora más o menos un año leí las declaraciones de un importante creativo español:

Ahora la misión de la publicidad es entretener.

Desde entonces he utilizado varias veces esa frase en mis charlas para contradecirla: entretener puede ser un camino, un medio, pero la misión de la publicidad, generalmente, es vender. Si no es así, si las ventas no aumentan, la publicidad, por muy entretenida que sea, habrá sido un fracaso.

Supongo que Tipp-ex, en unos tiempos en los que casi todo se escribe en ordenador y las rectificaciones se hacen sobre la marcha, no debe de estar atravesando sus mejores momentos.

Habrá que ver si esta publicidad, creativa, divertida, excelente desde muchos puntos de vista, es también eficaz y consigue aumentar las ventas.

Mañana se reune, nos reunimos, el Jurado de los Premios EFI, los premios a la eficacia de la publicidad, de este año.

La importancia de presentar bien

Ayer estuve en Innosfera. Por si no lo conocen: se trata de un evento mensual sobre Innovación que organiza Roberto Carreras. Absolutamente recomendable. Creo que hasta ahora siempre se ha celebrado en Madrid, pero ayer en el Twitter se pedía que saliera a pasear y no parece que la idea fuera mal recibida. La sesión de ayer se clebró en un local del BVVA en la céntrica Plaza de Santa Bárbara.

Ayer se trataba de Innovación en presentaciones. La presentación corrió a cargo de Gonzalo Álvarez Marañón. Como no podía ser menos, fue una presentación excelente. Yo diría que una de las mejores que he visto en mi vida. Ya está colgada en internet (se emitió en directo) y merece la pena dedicarle un rato.

Gonzalo es Ingeniero de Telecomunicaciones, Doctor en Informática y especialista en Criptografía en el CSIC. Impresiona ¿no? Supongo que cuando uno tiene que presentar cosas tan abstrusas (y puede que, aún más, escuchar presentaciones sobre esos temas) descubre la necesidad, la importancia, de hacerlo bien. No cabe duda de que él lo ha conseguido. Como además le gusta, lo ha convertido en una afición a la que dedica el blog El arte de presentar.

Muchas veces no nos damos cuenta de lo importante que es presentar bien. Muchas veces no nos damos cuenta de la cantidad de veces que presentamos a lo largo de nuestra vida y de lo que nos jugamos por hacerlo mejor o peor.

Yo soy un tímido integral. Durante mucho tiempo pensé que era la persona más tímida del mundo. Con el paso del tiempo he encontrado a gente que me supera. Además soy «de ciencias» y me dedico básicamente a analizar datos y a contarlos por escrito, lo que no se me da del todo mal. Durante mucho tiempo pensé que sería incapaz de hablar en público y me negaba a hacerlo.

Con el tiempo, y con la ayuda de buenos amigos, me dí cuenta de que si tenía algo que contar era mejor hacerlo yo mismo que dejar a otros que lo hicieran.

Aunque han pasado más de veinte años (otra vez han pasado más de veinte años) aún recuerdo bien mi primera charla. Fue en Barcelona, en la Universidad de Bellaterra, en unas jornadas sobre la libertad de información en la radio. Eduardo Matilla insistió para que fuera.

En aquella época preparaba un texto bien redactado y procuraba memorizar las ideas principales para luego improvisar lo que finalmente iba a decir.

Después he utilizado transparencias hechas a mano, transparencias impresas, diapositivas y finalmente presentaciones en power point, primero muy recargadas de texto y ahora con fotografías casi sin texto. Así he hecho varios cientos de presentaciones y conferencias en los sitios más dispares. Por supuesto me queda mucho camino, que jamás recorreré, para llegar al nivel de Gonzalo. Pero yo siento que he avanzado mucho. Y si yo he podido, está claro que cualquiera puede.

Como ya he dicho, la conferencia está ya disponible en internet. En el blog El arte de presentar están todas las principales ideas y muchas más y yo no tomé notas (ni tweets) de la conferencia, así que me limitaré a citar de memoria alguna de las ideas que se me quedaron más grabadas:

Hay que tener algo que decir, tenerlo claro, centrarlo en no más de tres ideas y co0nseguir que esas se recuerden.

No siempre se necesita apoyo visual pero, si se emplea, nunca debe ser recargado: una frase por diapositiva es suficiente. Hay que ver si pasa el test de la autopista: pensar que la diapositiva es una valla de publicidad que tenemos que leer a 120 kilómetros por hora.

En la presentación visual no tiene que estar toda la información. Si hay que entregar datos, estos estarán en el documento de apoyo.

No muestres datos; cuenta historias.

Hay que conocer bien a la audiencia y adaptar el discurso a lo que conocemos de ella. Para eso es importante utilizar lo que Gonzalo llamó backchannel, que actualmente puede ser Twitter. Siempre que sea posible hay que conseguir la interactuación con el público.

La audiencia no quiere esforzarse: simplifica todo lo que tengas que decir. La perfección no se alcanza cuando ya no tienes nada más que añadir sino cuando ya no tienes nada que se pueda suprimir.

Nuestros oyentes no saben lo que nosotros tenemos en la cabeza; mucha veces no logramos comunicar nuestras ideas porque no nos ponemos en su lugar y damos por conocidas ideas que no lo son.

El diseño también comunica.

Nos frena el miedo al fracaso. De niños sabemos (y queremos) hacerlo todo; luego desaprendemos. Lo opuesto al coraje hoy día no es la cobardía sino el conformismo.

Viste como tu público espere que vistas; adáptate al ambiente.

Creo que Gonzalo dio muchas más de tres ideas y yo las he recogido desordenadas, pero pienso que aún así pueden tener interés. Y siempre quedan el vídeo y el blog para profundizar.

El lunes tengo mi próxima presentación, No sé cuantas de estas ideas podré aplicar. Espero que salga bien.

Fiesta del pensamiento

Hace ya unos días que se celebró en el Círculo de Bellas Artes la primera Thinking party, organizada por la Fundación Telefónica como hito de clausura del ciclo Internet y las nuevas tecnologías crean nuevas profesiones. Un ciclo que, por cierto, tuvo un estrambote la semana pasada con la charla que sobre Cool Hunter impartieron Victor Gil y Manolo Serrano.

No he podido asistir a todas las charlas del ciclo, pero sí a algunas y doy fe de que han sido interesantes y el ciclo ha estado muy bien construido. Creo que Pepe de la Peña se ha gando bien el sueldo y, sobre todo, el agradecimiento de los asistentes.

Puede decirse que la Thinking party, casi nueve horas de un viernes con la sala abarrotada de público, fue todo un éxito. Quince ponentes del máximo nivel, introducidos por Mara Torres y con una fórmula inteligente (quince minutos exactos por ponente) mantuvieron en todo momento un alto nivel de interés. Otra vez la mano de Pepe de la Peña se dejó notar, siempre desde detrás del escenario, menos a la hora de los sorteos, cuando confesó que de pequeño quería ser Kiko Ledgard, el legendario presentador del Un, dos, tres, de TVE.

Es difícil resumir una jornada como esa; más aún cuando ya han transcurrido diez días, así que lo mejor que puedo hacer es poner un enlace a un post en el que se puede encontrar ese resumen.

Algunas frases se me quedaron más grabadas. Andrés Pérez, el apóstol de la marca propia para convencernos de que hay que dar el salto desde empleados a profesionales, nos hizo ver que empleado se define en el diccionario como utilizado, usado o manipulado.

Me gustaron las consideraciones de Ana María LLopis (que, por cierto, fue cliente hace ya muchos años) sobre las redes sociales. Sus análisis basados en la física (la gravitación y la relatividad) o en las matemáticas (fractales) me dieron la impresión de que abrían caminos que no se podían completar en un cuarto de hora pero pueden llevar muy lejos.

Siguiendo con las redes sociales dejo aquí una frase de Alfonso Alcántara (Yoriento en la blogosfera):

Los que piensan que las redes sociales no sirven para nada se refieren a su propia red social.

Y otras del mismo ponente que siguen la misma línea:

Nueve de cada diez personas creen que son una de cada diez.

Te contratan por lo que aparentas y te despiden por lo que de verdad eres.

O de la charla de Eduard Punset, la única más larga:

Hay vida antes de la muerte.

Hay preguntas que no tienen respuesta. Y no pasa nada.

Decidimos por intuición. La intuición es tan importante como el conocimiento. Y aunque lo más probable es que no podamos cambiar el mundo, al menos sí podemos cambiar el cerebro de la gente (de nosotros).

Me gustó también la charla de Mario Tascón, actual responsable de Lainformación.com, que anteriormente dirigió elmundo.es y elpais.com. En formato Yo confieso repasó los problemas de la prensa en papel y las posibilidades de sus hermanas electrónicas.

La verdad es que la jornada mantuvo siempre el interés: cuando Javier Celaya habló sobre el libro electrónico, o Dolors Roig sobre educación, o Juan Freire sobre innovación o Alberto Ortiz de Zárate (Alorza en la blogosfera) sobre la formación de equipos humanos o Genís Roca sobre la nube, las nubes y la Nephofobia, o Sebas Muriel desde lo alto del iceberg, o Carmen Bustos sobre diseño, o…

…una jornada fantástica que espero no perderme en futuras ocasiones, porque estoy seguro que se repetirá.