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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Sociedad de la Información: un año duro pero positivo

Esta mañana se ha presentado en el espacio Fundación Telefónica el informe La Sociedad de la Información en España 2013 (#SIE13). Se trata de la 14ª edición de un estudio siempre muy interesante.

Quizá la noticia ha saltado al final cuando el Ministro José Manuel Soria en su charla de clausura del acto ha anunciado que tiene el mandato de presentar el nuevo Plan Técnico de la TDT y acelerar la distribución del dividendo digital, lo que puede transformar el ecosistema de la televisión.

Vivimos un cambio sin precedentes, comparable al descubrimiento del uso de los metales en la Edad del Bronce o a la Revolución Industrial. Ahora estamos en plena Revolución Digital.

El entorno del estudio se podría resumir en que el año 2013 ha sido un año muy complicado por la crisis económica, lo que no ha impedido a las operadoras de telefonía evolucionar rápidamente para adaptarse a las necesidades de la sociedad. Se trata de uno de los sectores con mayor dinamismo.

El informe se ha resumido en 6 realidades, 3 megatendencias y 3 tendencias de futuro.

Las realidades:

– El modelo comercial de las telecomunicaciones se adapta a las nuevas necesidades del mercado. El mejor ejemplo son los contratos multifunción o multidispositivo que Telefónica inició con sus planes Fusión.

– Se ha producido la llegada y despliegue de la tecnología LTE (Long Term Evolution) que ofrece mayor velocidad, mejor calidad de servicio y mayor capacidad de gestionar la, cada vez más usual, situación de siempre conectado.

– Las operadoras comparten infraestructuras para ser más eficientes. La respuesta necesaria a una situación económica compleja.

– Se está produciendo una revitalización de la industria local (española) alrededor de los dispositivos móviles. Como ejemplos, la presentación del primer teléfono comercial con sistema operativo FirefoxOS (desarrollado por la Funación Mozilla y Telefónica I+D) o los dispositivos móviles desarrollados por la empresa Geekphone.

– La televisión online multidispositivo llega a los eventos en directo. El usuario accede al contenido multimedia en cualquier lugar, dentro y fuera del hogar. En paralelo la calidad del cine digital llega al salón del hogar.

– Administración y gobiernos hacia la nueva economía digital. Los ciudadanos españoles están muy dispuestos a hacer uso intensivo de las TIC en sus relaciones con la Administración. Estamos un punto por encima de la media europea.

Las megatendencias:

– Las TIC transforman la micro-economía. Tres elementos clave: Micro-uso (internet como facilitador del uso compartido de bienes: casas, coches, tiempo,…); Micro-financiación (crowdfunding, mediante plataformas que lo facilitan; avanzando cada vez más hacia el equity-crodfunding, en el que los financiadores esperan tener algún tipo de beneficio si el proyecto triunfa) y Micro-pagos (donde la novedad sería el direct operator billing: el usuario realiza sus compras a través del móvil y los cargos le llegan en la factura del operador).

– Hemos alcanzado la movilización del comportamiento: Uso creciente de dispositivos móviles para acceder a Internet, de momento con una complementariedad entre aparatos. El uso del móvil permite el aprovechamiento de periodos de tiempo que antes eran muertos.

– Se materializa el pervasive computing: la capacidad de computación está crecientemente distribuida y dispersa. Las tareas complejas, que requieran manejo de grandes cantidades de datos se desplazarán a la nube, mientras las más ligadas a la interacción con el mundo físico se ejecutarán en el dispositivo más próximo.

Las tendencias de futuro (que empiezan a estar presentes):

– Llega la inteligencia para llevar: los wearables. Ya tenemos las gafas o los relojes; pronto cualquier prenda de ropa tendrá sensores, o esos sensores se nos incorporarán en un parche o incluso en nuestro interior y nos advertirán, vía nuestro smartphone de las variaciones que se vayan produciendo en nuestros parámetros vitales.

– La fábrica del futuro es digital. Diversas tecnologías, entre las que destaca la impresión 3D están alcanzando ya un alto grado de madurez que transformará una gran parte de los procesos de fabricación.

– La digitalización y personalización cambian el modelo de educación. La iniciativa punto neutro aborda la evolución de los colegios hacia el mundo digital. La mochila digital facilitará el acceso de los alumnos a gran cantidad de contenidos digitales, a un coste mucho más reducido que el de los libros actuales. El concepto MOOC (Massive Open Online Courses) se plantea ya como un complemento, o incluso como una alternativa, a la educación superior.

Lo digital está cambiando el mundo a un ritmo muy acelerado pero muchos de los cambios más relevantes ya están aquí.

2 comentarios

  1. Dice ser Goliat

    Muchas de las tendencias parecen sacadas de aquí (convergencia de canales, banda ancha móvil, soporte continuo y rediseño de servicios, internet del yo):

    http://www.adigital.org/noticias/14-predicciones-para-2014

    Vale. Pero lo realmente divertido, de lo que quiero comentar, es el esperpéntico dividendo digital. Perdón de antemano por el ladrillo, pero quiero documentar bien que no ha habido mayor cacicada y chapuza tras chapuza, por sus dimensiones, en esta Europa «democrática». Dos sentencias del Supremo, la segunda ordenando la ejecución de la anterior que el Gobierno de nuestro Estado de Derecho llevaba más de un año pasándose por el arco del triunfo, y las dos incumplidas.

    Ambas sentencias relativas a una adjudicación «a dedazo» hecha hace ya tres años y medio por ZP, decisión adoptada ¡¡en un Consejo de Ministros!! y en última instancia anulada únicamente porque una persona denunció. Estado de Derecho, claro que sí, y vamos para bingo. Y ahora dice @jmsoria que están metiéndole prisa. ¿¿Por qué no nos cuenta, además, que…??

    * El reparto del dividendo digital obligará a modificar millones de antenas para recibir parte de los canales de tdt, costará 300 millones de euros que serán «asumidos» por los consumidores. Aproximadamente 1,2 millones de edificios tendremos que pagar unos 250 euros por antena, es decir, que vas a pagar 25 € si vives en un bloque de 10 vecinos; luego ya veremos si te sirve el sintonizador de tdt o tienes que comprar otro. ¡Olé!

    * Mientras en toda Europa los ciudadanos podrán acceder a contenidos en alta definición HD en sus televisiones privadas, aquí se va a permitir al oligopolio existente (Mediaset y ATresMedia) que emitan seis canales por cada múltiplex, en vez de los cuatro que se permitían hasta hoy. Sólo podremos ver contenidos en alta definición en TVE gracias al uso adicional de medio múltiplex tecnológico, pero con raquítico presupuesto de la TV pública, serán documentales de naturaleza y poco más. Además, en el resto de Europa tendrán una telefonía móvil 4G mejor porque aquí no van a migrarse todos los múltiplex, como se preveía originalmente. Todo para que el oligopolio se ahorre unos 600 millones de euros. Guay.

    * Además, los canales deberán verse durante un tiempo en dos frecuencias distintas (simulcast), lo que también tiene un coste de 50 millones de euros que, ¡vaya por Dios!, Mediaset y ATresMedia se niegan a asumir y pretenden que se coma Abertis, junto con otros 40 millones que tendrían que pagar TVE y los canales autonómicos. Los ingresos anuales de Abertis por el negocio de llevar la emisión de las señales, del orden de 150 millones de euros, no pueden asumir un impacto de 90 millones, de manera que como buena multinacional que es, recuperará sus ingresos por otras vías. Por supuesto, esas «otras vías» las pagaremos los de siempre. Chupi.

    * ¿Cómo puede ser que haya costes por todos lados y todo el mundo se niegue a asumir ningún coste, excepto los «paganinis» de siempre a los que no nos queda más remedio, porque ni ZP antes ni Rajoy ahora nos tienen ningún respeto? Pues resulta que sí había dinero disponible, tal y como establecía la Ley de Economía Sostenible, había nada menos que 1.800 millones de euros abonados por las telecos en la subasta de frecuencias 4G, pero del mismo modo que el perro se comió mis deberes, alguien se gastó esos 1.800 millones en cualquier otra cosa (lo llaman «reducir déficit público» aunque en realidad puede ser pagar sueldos millonarios a los amiguetes contratados a dedo como «asesores», comprar armamento innecesario para tener contento a algún lobby, sanear bancos quebrados por unos gestores que se han llevado impunemente jubilaciones millonarias, etc.) y ahora el pobre @jmsoria no tiene un duro. ¡Oh, sorpresa!

    * Claro que quizá quedaría algo de dinero si ZP no hubiera sido tan «generoso» porque los 1.800 millones fue casi un regalo en comparación con las cantidades recaudadas en las subastas de Alemania (4.380 millones), Italia (3.950 millones) o Francia (3.600 millones), pero es que somo así de espléndidos. Lo que no somos es rápidos, no. Todas estas subastas ocurrieron en el año 2011 y en Alemania la implantación comenzó en ese mismo año 2011, en el Reino Unido se puso en marcha el servicio 4G en octubre de 2012 y más tarde subastaron sus frecuencias por 2.691 millones el pasado mes de febrero, poniéndolas en funcionamiento en septiembre, en Noruega y Suecia tienen 4G ¡¡desde el año 2009!!, en España…

    * En España hemos tenido 4G sólo en algunos operadores desde el pasado mes de junio, a velocidades medias y únicamente en núcleos urbanos, porque las frecuencias del dividendo digital siguen pendientes hasta que UTECA se quede contenta. Tecnológicamente, nos han adelantado países como Cazaquistán, Tayikistán, Azerbaiyán, Tanzania, Namibia, Sri Lanka, Bolivia, Isla de Guam o la República de Moldavia. En enero/13, había 154 redes de LTE en operación comercial en el mundo en 68 países. En julio de 2013, la Comisión Europea nos autorizó excepcionalmente a retrasar hasta el 1 de enero de 2014 la obligación de la asignación de frecuencias de 800 MHz para banda ancha móvil 4G, incumplida ya la obligación de hacerlo antes de enero de 2013. En palabras de la Comisaria de Telecomunicaciones, Neelie Kroes, fue «una concesión pragmática que no volverá a repetirse porque perjudica a la economía y a los usuarios». En su comunicación oficial, comm-KROES@ec.europa.eu (EC – IP/13/726) titulaba que «Los europeos sufren con la lentitud con que la mayoría de los Estados miembros liberan bandas anchas de espectro para la telefonía móvil 4G». Yo me sé de algunos europeos «que no sufren tanto». ¿Reímos o lloramos?

    * Y la traca final: el Gobierno pretende gastarse, si no se los ha gastado ya, unos 2,6 millones en un plan de comunicación que dé a conocer las ventajas del dividendo digital. Por supuesto, ya tienen ese dinero más que recuperado con el IVA que nos tocará apoquinar a los paganinis, unos 60 millones. También le llegará para otra buena campaña contándonos que tenemos que resintonizar las antenas, no vayamos a quedarnos sin recibir la propaganda del régimen en algunos múltiplex autonómicos y de TVE que tienen que mudarse por estar por encima del canal 60, por ejemplo el de Telemadrid. ¡¡Barra libre de publicidad institucional para los amigos!! Y un euro no son 100 pesetas.

    Entonces, ¿cómo era eso? Ah, sí, que a José Manuel Soria le han metido prisa. Debe de ser que, como ahora el Gobierno tiene que sacar a concurso público los nueve canales que ZP les regaló en su día a Antena 3, Telecinco, Sogecable, Veo TV, Net TV y La Sexta -una vez que los devuelvan-, quizás a «alguien» le puede haber entrado «PRISA». Y quizá ese alguien estaba anoche en la Bolsa de Madrid.

    16 enero 2014 | 14:03

  2. «Identificamos darwinismo, la idea por la cual la evolución de las especies se produce por selección natural de los individuos y se perpetúa con la herencia, más con las sociedades anglosajonas. Y hay una cierta parte de razón, ya que es en estas sociedades en las que se pone más énfasis en la responsabilidad individual y se distingue menos entre los que pueden o no salir adelante con sus propios recursos.

    Las sociedades más socialdemócratas, o las que aspiran a serlo como la nuestra, se vanaglorian de que el Estado protector les salvaguarda de la ley del más fuerte que suele identificarse como el libre mercado puro y duro. A mayor regulación, mayor protección, sería la consigna.

    La realidad es, sin embargo, un poco más poliédrica cuando uno se topa con la realidad del mundo del trabajo. A pocos de los que han trabajado en mercados foráneos del mundo desarrollado se les escapa la dureza del mundo del trabajo en España. Y no me refiero sólo a los aspectos más obvios como precariedad contractual, bajos salarios, jornadas interminables, horarios infames de jornada partida o la escasez de trabajo de calidad. Me refiero a las relaciones humanas, las condiciones en que se desarrolla el trabajo del día a día donde se ponen de manifiesto las diferencias sociales y de estatus.

    Estoy hablando de las oficinas en las que los empleados senior bajan a comerse el menú del día con sus ticket restaurant mientras que los becarios y los junior, que suelen ser la mayoría, se quedan en la oficina comiendo de tupper. Estoy pensando en aquellas que no dejan asistir a las reuniones importantes al trabajador en prácticas que se ha estado comiendo el marrón durante semanas y ha hecho todo el trabajo de carpintería. A esas incontables empresas en que becarios que trabajan por la voluntad, a los que se les obliga a vestir de traje y corbata aunque apenas les paguen, se hacinan en cubículos y sacan adelante múltiples tareas mientras que los jefes se refugian en sus peceras donde disponen de ordenadores más rápidos y mejores, sillas con respaldos más altos y mesas más grandes. Estoy recordando esas corporaciones en las que los empleados de menos rango se quedan dos horas diarias trabajando gratis sin tener la certeza de que su contrato será renovado. De esos entrañables lugares en los que a las tres de la tarde se escucha el ruido ensordecedor de las bolsas de papel reciclado de Calvin Klein, Purificación García y Tommy Hilfiger, lugares por donde sus jefes, algunos de los cuáles todavía dicen estar a la izquierda del Partido Comunista, se han dejado caer a la hora de la siesta.

    En España, el estatuto de los trabajadores, las negociaciones colectivas y la protección social son la prueba más palpable de que el papel lo aguanta todo. El mejor modo de proteger al trabajador no es la ley si esta es papel mojado, sino otro sitio a donde escapar, otro trabajo a donde largarse.

    Contra lo que suele decirse, en España se respeta, se adora el trabajo (o quizás sea mejor decir el puesto de trabajo). Los españoles mostramos una actitud timorata, cobarde en el puesto de trabajo, ante la dificultad de ganarlo y el miedo de perderlo. Una mirada, un comentario de un superior jerárquico para el mundo de muchos. Hay muchas más palabras en castellano que en inglés para designar al chupatintas, al pelota, al lameculos, al que se agarra al sueldo y al puesto como una lapa.

    Recuerdo que, con 20 años, una de las cosas que más me impresionaba de los libros de Bukowski era la cantidad de trabajos que su alter ego biográfico Chinaski encontraba y perdía, sobre todo en su libro Factotum. Trabajos industriales que entonces, antes de que la globalización de la economía lo explicara todo, nos parecían de poca calidad y que hoy serían un sueño para muchos por la seguridad y confort mental que ofrecían (sus novelas están ambientadas en los años 50 y 60).

    Quién pudiera, como Chinaski, trabajar en una fábrica de pepinillos pasando una entrevista de trabajo en la que contesta a su futuro patrón que su interés se debe a que el sitio en cuestión «le recuerda a su abuela» o mirando pasar botellas en una cadena de producción y rechazando las defectuosas con la cabeza en otra parte. Con lo difícil que ya era encontrar un trabajo, cualquier trabajo, en España a mediados de los 80, ¿como era posible que a ese borracho, desarrapado y salido de Chinaski le volvieran a contratar una y otra vez? Tengo la seguridad de que en España no se hubiera comido un colín.

    Sin idealizaciones absurdas porque también hay quien lo pasa mal, pero en el país de los workaholics la relación de mucha gente con el trabajo es bastante más tranquila y desapasionada que la de los españoles. Y eso es porque incluso en los tiempos, como estos últimos años, en que no abunda, tampoco falta. Hay un significativo número de americanos que trabajan a ráfagas, cuando les hace falta. Algunos de ellos tienen dos o tres trabajos al año que van dejando y tomando, como algunas relaciones de pareja. Es el caso de estudiantes que quieren contribuir a pagar sus estudios o a financiarse algún proyecto. También el de hombres y mujeres que no necesitan trabajar para vivir porque trabajan sus cónyuges o disponen de rentas, que buscan algo que hacer que les distraiga o algún trabajo voluntario. No tienen que aguantar tanta marea ni comerse tantos marrones. No se sulfuran, ni piensan que les vaya la vida en ello, ni que vaya a pasar el último tren en sus vidas.

    Convendría repensar qué se entiende por sociedades darwinistas».

    César García Escritor y profesor universitario
    22/10/2013 huffingtonpost.es

    18 enero 2014 | 00:40

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