Casi enteros Casi enteros

Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Archivo de noviembre, 2013

¿Por qué escribo?

Escribo porque me gusta. Porque siempre me ha gustado. Y podría dejarlo aquí.

Soy uno de esos matemáticos a los que siempre les ha gustado escribir. No somos una especie tan rara como se podría pensar.

Todo parte, claro, de la lectura. Desde muy pequeño soy un lector compulsivo, que lee todo lo que cae en sus manos, o en sus pantallas, y siempre tiene unos cuantos libros abiertos, sin terminar, pero se plantea el reto de terminar todo lo que empieza. Y si te gusta leer es bastante fácil que te acabe gustando escribir.

Cuando trabajaba en RTVE y tenía que hacer informes sobre los datos de audiencia del EGM primero, luego también de Ecotel, me planteaba el reto de encontrar siempre algo nuevo que contar y siempre, también, alguna forma nueva de contarlo.

En aquella época ya escribía en algunas revistas especializadas como Mensaje y Medios, Telos, Anuncios o Campaña.

Al llegar a Zenith (que entonces, a principios de los noventa, se llamaba Central Media) una de las tareas que me encomendaron fue revitalizar unos cuadernos que ya existían: los CM Informa. Al principio lo escribía yo todo; los convertí en mensuales y tuvieron cierto éxito. Trabajar para todos los medios me permitía abrir mucho el abanico de temas. Ahora los Zenith Informa, sus sucesores, salen tres o cuatro veces al año, ya no los escribo yo (aunque sigo redactando un artículo introductorio). Son unos cuadernos mucho más profesionales, muy bien diseñados y siempre se busca la colaboración de profesionales expertos en el tema al que se dedica cada número.

Conocí a Arsenio en el primer Congreso de Prensa Gratuita que se celebró en Valencia a comienzos de este milenio, en el que expuse una ponencia con gran éxito de público: no me tiraron tomates, pero casi me echan los perros. Luego nos volvimos a ver en otras ocasiones, casi siempre porque yo daba una charla. Al salir de una en la que el que había hablado era él, me propuso escribir un blog en 20 Minutos. Lo dudé al principio pero cuando nos volvimos a ver e insistió, me decidí a intentarlo. Casi Enteros cumplirá pronto sus seis primeros años.

Llevo casi toda mi vida profesional dedicado a la Investigación de Medios y ese, el de los Medios, es el tema central del blog, aunque no quiero cerrarme a otros temas, estén relacionados o no con la Publicidad y el Marketing. Esa es la razón por la que elegí el nombre del blog y por la que firmo mis comentarios como Más que medios.

Me gusta hacerme la ilusión de que con lo que escribo aporto algo a los demás, especialmente al sector publicitario en el que me muevo.

Cuando este fin de semana me convertí en abuelo, Carlos, un antiguo compañero de los tiempos de RTVE, me decía en un tuit: Ahora ya se te puede llamar el abuelo de la investigación en España.

No sé si empecé a escribir el blog con algún objetivo, pero si estoy consiguiendo transmitir a mis colegas más jóvenes algo de mi experiencia, tendrá sentido.

He visto que alguno de mis colegas blogueros dicen que escriben por dinero. No es mi caso, pero no me importaría, sobre todo si sigo escribiendo en los próximos años cuando, ya jubilado, lo necesite más.

Escribo porque me gusta.

Santiago Microsoft Bernabeu

En este pequeño mundito nuestro del marketing, en el que tanto nos gusta introducir palabros en inglés, últimamente se habla mucho de naming.

Aunque inicialmente esa expresión se utiliza para las técnicas de creación de nombres para las empresas y las marcas (y hay empresas especializadas en eso) en estos meses lo hemos visto, sobre todo, aplicado a la utilización de marcas ya existentes para nombrar espacios públicos, en muchos casos estadios deportivos.

Sabemos que el estadio del Bayern de Múnich es el Allianz Arena, con el nombre de la compañía alemana de seguros. O que el Arsenal juega en el estadio Emirates, por las líneas aéreas del pequeño estado del Golfo.

Incluso una compañía española, Telefónica, ha dado nombre a espacios emblemáticos de Londres o Praga. En el O2 Arena se celebraron varias competiciones de los Juegos Olímpicos del año pasado.

En España vimos como Vodafone buscaba un terreno ajeno a los deportes y se apropiaba poco antes del verano de la estación de Metro de Sol.

Pero la polémica ha saltado a la opinión pública, ¡cómo no!, cuando se ha planteado el cambio de nombre del estadio Santiago Bernabéu. Nada más saltar esa posibilidad a la palestra se han conocido los nombres de tres candidatos: Microsoft, Audi y la propia Emirates. El precio que debería pagar el ganador se sitúa en torno a los 35 millones de euros anuales.

Veremos en qué queda pero parece que las marcas han encontrado otro terreno para asociarse con valores reconocidos por, al menos una parte de, la población

 

El año del móvil

Hace ya casi cinco años, el 28 de enero de 2009, escribía aquí un post con el título ¿será este el año del Marketing Móvil?

Que cinco años después sigamos haciéndonos la misma pregunta no es lo malo, lo peor es que en el texto decía que esa misma pregunta la había oído cuatro, e incluso ocho, años antes.

El Marketing Móvil sigue existiendo y crece poco a poco, demasiado poco a poco, pero sigue sin haberse producido esa gran explosión que todos estábamos seguros de que se produciría en algún momento.

Todos llevamos al menos un móvil en el bolsillo (algo que ya ocurría, casi en la misma proporción, en 2009); una gran parte de ellos son smartphones, lo que nos permite estar permanentemente conectados a Internet. Podemos ver en nuestro móvil fotos y películas con una gran calidad de reproducción. Y sin embargo no parece que la inversión publicitaria dirigida específicamente hacia el móvil crezca en la proporción esperada.

Como no escarmentamos, ahora se vuelve a decir que el año del Móvil será el 2014. De nuevo parece que se dan todas las circunstancias favorables.

Incluso un estudio de Nielsen nos dice que el Móvil superará a la Televisión tradicional en tan solo tres años. Seguro que vuelve a haber gente que se lo crea.

¿Qué nos falta? Como ya ocurrió en los primeros años de Internet, otro medio en el que se puede medir todo, nos falta conseguir métodos de medición uniformes y consensuados por el mercado. En Móviles tenemos medidas de muchas cosas, pero no siempre de los indicadores que más interesan a los anunciantes y casi nunca proceden de una fuente imparcial y que utilice los mismos criterios para una marca y para sus competidoras.

Hace unos días Rosa Almarza, la persona que coordina la inversión digital de Procter & Gamble (el primer anunciante mundial por inversión y, desde el año pasado, el primer anunciante digital en España) dio una charla sobre este tema en la OMWeek, con un título similar al de este post, en el que profundizaba en los aspectos que siguen retardando el desarrollo de la inversión publicitaria en Móviles. El vídeo de la charla está disponible aquí.

La visión de Rosa, la de un anunciante del tamaño y la influencia de P&G es muy interesante.

El cierre de Canal Nou

Que cierre una empresa es malo. Creo que el cierre de Fagor y otras empresas del Grupo Mondragón es una muy mala noticia para el País Vasco y también para España. La debilidad de un sistema, el de las cooperativas, que durante más de medio siglo ha sido el motor de toda una zona y que había sido capaz de crear cientos de miles de puestos de trabajo a lo largo y ancho del mundo tiene una importancia mayor de la que se le está dando.

Que cierre un medio de comunicación es también, siempre, una muy mala noticia. Lo es porque cierre una empresa y porque se apague una voz. Y lo es aunque ese medio haya estado, como dicen algunos, mal gestionado y haya sido durante muchos años sólo un instrumento de manipulación.

Hace tres meses describía aquí el mecanismo que se estaba empleando para llegar al cierre de RTVE. Los valencianos han sido más rápidos pero el mecanismo empleado para cerrar Canal 9 ha sido similar: Se coloca a malos gestores; se gestiona mal; se manipula y con ello se va perdiendo audiencia; se llega a una situación imposible de financiar…y finalmente se cierra.

Si eres un enemigo declarado de todo lo público, has triunfado.

Muchas reacciones hacen hincapié en que el cierre de Canal 9 supone el fin del despilfarro. Otros, yo entre ellos, vemos el problema que supone la desaparición de cientos de puestos de trabajo entre los que se encuentran, seguro, un buen número de buenos profesionales.

La Academia de la Televisión se preocupa por lo que pueda tener de precedente. El resto de las televisiones autonómicas podrían ir cayendo una detrás de otra, destruyendo todo el tejido regional de la industria audiovisual. Sería una verdadera catástrofe para el sector.

De hecho el Presidente de la Comunidad de Madrid no ha tardado en amenazar con que Telemadrid puede ser la próxima en caer. El modelo de destrucción no está siendo muy diferente.

El resto de las televisiones autonómicas (que Telemadrid sea la excepción es todo un símbolo)  han hecho piña desde la FORTA, el organismo que las agrupa, para ratificar que el modelo de televisión autonómica está vigente y puede cubrir su papel en un momento como el actual en el que las grandes cadenas privadas se han decantado por un modelo de televisión que deja muchas tipologías de programa sin cubrir.

Borja Terán en Lainformación.es recalcaba el papel que han desempeñado los canales autonómicos durante un tiempo y el que podrían seguir cumpliendo en la información y la formación de los ciudadanos. Claro que para ello habría que renunciar a la tarea de manipulación y adoctrinamiento a la que parece que habían decidido dedicarlas muchos políticos.

Es demagógico decir, como ha hecho Fabra, que se cierra una televisión para no tener que hacerlo con un hospital (suena curioso en la voz de quien privatiza hospitales) o un colegio. Pero, como toda la demagogia, seguro que va a tener mucho eco.

Las televisiones autonómicas pueden seguir siendo útiles y desempeñando un papel, además de generar muchos puestos de trabajo en el sector.

Pero desaparecerán si se pone a la zorra al cuidado del gallinero. Los enemigos de lo público tienen un papel claro al frente de las empresas públicas: cerrarlas.

Vigía: Generación colaborativa de conocimiento

Hace unas semanas la IAB me invitó a e.show, unas jornadas que se celebraron en IFEMA, para que contara mis estudios Vigía y Zenthinela.

Ya he hablado aquí en otras ocasiones de esos estudios así que si, a pesar de lo poco que publico últimamente, aún queda algún lector del blog,  puede pensar que se trata de un tema repetido.

Pero hoy quiero contar la esencia de mi breve charla del otro día: estos estudios, que surgieron en su momento de una necesidad, son buenos ejemplos de cómo colaborando se puede construir conocimiento. Yo suelo decir que si ponemos en común las incertidumbres de un grupo de personas, el resultado no es la suma de todas las incertidumbres sino una incertidumbre menor que la de cualquiera de sus componentes.

Por muy complejo que sea un panorama, si ponemos en común lo poco que sabe cada uno de nosotros, al final del proceso todos sabremos algo más.

Vigía nació a comienzos de 2001; muy pronto cumplirá trece años. Y nació con ese enfoque.

A lo largo del año hay varios momentos en los que todos necesitamos saber cómo va el mercado, cómo les están yendo las cosas a los demás, al conjunto de nuestros competidores, que en esto son colegas. El mejor ejemplo es la época en que se elaboran los presupuestos, pero todos conocemos algunos más.

Cuando uno ya lleva un tiempo en un determinado negocio normalmente sabe algo acerca de ese negocio y también, lo que aún es más importante, el teléfono (o la dirección de e.mail, ahora) de quienes saben más.

A comienzos de 2001 se avecinaba algo, que entonces llamamos crisis (la de las punto com) y que visto desde ahora casi suena a chiste. Entonces se me ocurrió poner en una cadena de mails a algunas de las personas, que trabajaban en medios, con las que solía intercambiar impresiones sobre la marcha del mercado. Les envié un sencillo cuestionario. Con las respuestas de aquellos amigos (pocos más de diez) elaboré el primer Vigía. Yo había utilizado Vigía como seudónimo en algunos artículos anteriores.

Desde entonces el número de amigos Vigías ha crecido hasta cerca de 200, aunque en pocas ocasiones he conseguido reunir más de 100 respuestas.

En 2009, ya inmersos en la crisis de verdad de la que aún no hemos salido, añadí un nuevo panel, Zenthinela, éste de personas que trabajaran en empresas anunciantes, que hicieran algún tipo de publicidad. Mis amigos Zenthinelas son ahora cerca de 100, aunque el número de respuestas que suelo conseguir se queda en el entorno de las 40.

Como no se puede preguntar sobre cifras de las empresas (o uno se arriesga a quedarse sin respuestas) en el cuestionario se pregunta sobre opiniones acerca de la tendencia del mercado.

La evolución que han ido registrando las previsiones refleja muy bien la marcha del mercado publicitario.

Con el tiempo estos páneles se han convertido en una referencia en el mercado. Cuando los panelistas dicen que las cosas empiezan a mejorar, los medios del sector se hacen eco en sus editoriales, como en este ejemplo reciente de Marketing News.

Incluso, como recogí en el blog hace unas semanas, parece que algunos asesores de inversión tienen en cuenta las previsiones a la hora de valorar a las empresas de medios.

Yo me siento orgulloso de contribuir al mejor conocimiento de este mercado; de haber tenido la idea que ayuda a muchos a construir una información mejor que la que maneja cada uno de nosotros.

El éxito de la Fiesta del Cine

Ya hace casi dos semanas desde que se celebró la Fiesta del Cine.

Durante tres días, entre el 21 y el 23 de octubre, las salas de cine españolas recibieron más de millon y medio de espectadores,unas cifras nada habituales: casi duplicaron las conseguidas un año antes por el mismo evento y multiplicaron (por 6 o por 10 según las versiones) las cifras que habitualmente se alcanzan en tres días laborables.

La mecánica del evento, propuesta por la empresa MasCuota, es sencilla: durante el mes y medio de promoción los espectadores que quieran asistir esos días a la fiesta deben descargarse una acreditación en la web del evento, a la que aportan sus datos. Con esa acreditación se puede asistir al cine cuantas veces se quiera en cualquiera de las casi tres mil salas adheridas, a un precio inferior a los tres euros.

El evento no sólo multiplicó el número de asistentes al cine, también incrementó considerablemente la recaudación de las salas.

Podría decirse que un evento como éste prueba que a la gente le sigue gustando el Cine, en concreto el cine visto en sala. El problema podría ser el precio.

Quizá la solución a los problemas del cine sea variar el precio según las sesiones y los días de la semana.

Si con el cine a cerca de 10 euros las salas están casi vacías una buena parte de los días de la semana, variar el precio en función del día de la semana (más barato el lunes y con ligeros incrementos según se vaya acercando el fin de semana, en el que se mantendían precios similares a los actuales) podría ser una solución que se adecuara a los intereses de todos.

Supongo que la solución tiene alguna complicación técnica, pero creo que merecería la pena probar.