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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Grecia:¡qué buena idea!

Ayer por la noche se consumó la noticia: Grecia echó el cierre a su televisión pública.

Esta podría ser la tercera parte del artículo que vengo dedicando a la desaparición de TVE. Como dice nuestro viejo refrán: cuando las barbas de tu vecino veas pelar

Para mí se trata de una verdadera tragedia griega.

También podría estar relacionado con otro post de este mismo blog: Un país gaseosa.

La fiebre ultraliberal que viven las instituciones europeas y que está dispuesta a acabar con todo lo público, ya se ha cobrado su primera víctima importante: Grecia será el primer país europeo que no tenga televisión pública ¿total para qué?

2.700 personas se quedaron ayer sin trabajo inesperadamente; eso sin contar con el trabajo indirecto que, seguro, también generaría la cadena pública.

Esta mañana, en la conferencia de GfK me he encontrado con un directivo de RTVE.

¿Estaréis preocupados con lo de ayer?, le he dicho.

Bueno, España no es Grecia, ha sido su respuesta.

Ya vimos en Chipre que se puede hacer una quita a los ahorradores sin que pase nada. En todo caso se difunde que a quienes afecta de verdad es a los inversores y especuladores rusos y santas pascuas.

Vamos a ver ahora qué ocurre cuando se cierra una televisión pública de un país de tamaño medio. Si tampoco pasa nada, o si sus competidoras privadas aplauden la noticia, el siguiente caso puede ocurrir en un país más grande.

¿Por qué no?

Si total nunca pasa nada. ¿Para qué queremos televisiones públicas si Gran Hermano 3000 o Un príncipe para Marisa ya nos lo dan las cadenas privadas?

5 comentarios

  1. Dice ser TVE

    Publicidad propia de los programas TVE y más de lo mismo es tiempo de pausa. Esto es rentable no. Pero si se hiciera publicidad como las demás cadenas de televisión, solo como ahora hacen. Sería una hucha llena de oportunidades ya que poca y de calidad igual a pagar más por publicidad sería perfecto. La política debe y tiene que desaparecer, una España plural y democrática no puede gobernar a su antojo la TVE de todos los españoles.

    13 junio 2013 | 16:15

  2. Dice ser Extra

    ¿Le preguntaste a un directivo de TVE? ¿De los que proceden de las privadas y han sido contratados a dedo? Estos individuos tienen el encargo de cargarse la televisión pública. A esos no se les puede preguntar y esperar que digan la verdad. Da igual que Grecia no sea España: el liberalismo es el liberalismo, aquí y en Grecia.

    13 junio 2013 | 17:40

  3. Dice ser Mosquita Muerta

    Estremecedor documento que muestra hasta dónde puede llegar el ultraneoliberalismo salvaje; y la codicia; y la ausencia de «solidaridad con los desfavorecidos»; y la hipocresía; y la falsedad; y la mezquindad; y la carencia absoluta y absolutista de honor, decencia y vergüenza. Habrá que dedicar otra serie a investigar qué no tendrá que ver la ruina actual de TVE con la rapiña que sobre ella practicaron a trotxe y motxe otros multimillonarios ultraneoliberales, pero de la rama catalano-trotskista.

    http://www.periodistadigital.com/periodismo/prensa/2013/06/22/juan-luis-cebrian-santiago-carcar-romero-polanco-javier-moreno-junta-accionistas-prisa.shtml

    Mire a ver, jefe, que lo mismo que le sale un trabajo guapo y le dan el Pulitzer y tó.

    22 junio 2013 | 18:28

  4. Dice ser vicente gonzález g.

    En gran parte del Planeta la llamada TELEVISION PUBLICA han cerrado, algunas inclusive permaneciendo en el Aire, es igual el ¨MENSAJE ES EL MEDIO¨, y el MEDIO pertenece al PODER, el Canadiense tambien vislumbró o le informaron sobre la GLOBALIZACION ; la ¨ALDEA GLOBAL¨ ya está aquí y parece que tiene AMO. Marshall McLlugan puede haber sido el ¨Profeta del Desastre¨, observó los cielos y vió los Idus de Marzo. Quizá terminemos como los tres monitos : No Veo, No Oigo, No Hablo, defendiendonos de las acciones denunciadas en las Informaciones del Delator SNOWDEN. Algunas cosas me Atemorizan hasta el Colmo de pensar : ¡Bueno, Paciencia, ya estoy al Final del Sendero!. Saludos, Templanza y Esperanza. vgg

    24 junio 2013 | 00:40

  5. Dice ser Hoy, saqueos

    ARGENTINA
    (o Brasil, o México, Chile, Egipto, Siria, Turquía, Chipre, Portugal o España…)

    Es viernes, mediodía. Veo por la tele cómo, a treinta cuadras de mi casa, docenas de policías tiran gases y balas de goma a cientos de pibes que los llueven a piedrazos –y están tratando de volver a entrar en un depósito de Carrefour en San Fernando. Más temprano, cuentan, cientos o miles se llevaron muchas cosas; ahora, empleados del supermercado tapan la entrada con una barricada de carritos. TN lo muestra en directo; mientras, el noticiero del canal oficial entrevista a Amelita Baltar por sus cincuenta años de carrera –y un videograf anuncia que el Manchester United está interesado en Ezequiel Garay. La Ley de Medios urge. Ningún canal muestra imágenes de Rosario. En Rosario, esta mañana, murieron dos personas que trataban de llevarse mercadería de dos supermercados –pero nadie parece interesarse mucho por el tema. Va de nuevo: esta mañana mataron a una mujer y un hombre que trataban de llevarse comida o algo en un par de negocios de la segunda ciudad de la república. Mataron a un hombre y una mujer, esta mañana.
    * * *
    Siempre me sorprendió que funcionara: uno de los grandes misterios de las sociedades contemporáneas es que las personas respeten la propiedad ajena. Es difícil: supone que millones y millones se resignen a una situación donde ven todo el tiempo lo que querrían tener pero no pueden porque hay leyes y policías que lo impiden. Donde les muestran todo el tiempo lo que no pueden, les ofrecen, los invitan todo el tiempo a lo que no pueden: vestirse lindo, viajar, cogerse rubios, andar en coche, comer todos los días. Las cosas están ahí, como si al alcance de la mano; que los millones no estiren esa mano requiere una eficacia extraordinaria de dos herramientas: el miedo, la ideología. El miedo es obvio: si lo agarrás te agarran y te joden; se llama represión, y es indispensable para que todo lo demás funcione.
    Pero más todavía la ideología: consiste en justificar que algunos tienen mucho y otros muy poco a través de discursos–relatos– que van cambiando con los tiempos: que los más claros deben tener y los oscuros no: los españoles sí y los indios no, digamos; que Dios le ha dado a unos y quitado a otros; que las mujeres no están preparadas para poseer nada, como sí los hombres; que tiene el que trabaja y el que no tiene es porque es vago o tonto; que, en síntesis, es justo y necesario que quien adquirió por la forma que sea tal o cual objeto lo hace suyo y nadie más puede tenerlo a menos que le dé algo a cambio. La propiedad privada, le decían, cuando se hablaba de esas cosas. Es un milagro –es el gran milagro social de los últimos diez mil años– que tantos millones respeten esa idea, esa ilusión tan laboriosamente sostenida. Pero eso no la hace menos frágil: de vez en cuando –muy de vez en cuando– se rompen ciertos diques y la ilusión estalla. Entonces, de pronto, parece tan extraña.
    * * *
    Todo empezó ayer, en Bariloche: un descontrol que parecía localizado. La presidenta mandó 400 gendarmes; hace seis meses había dicho que nunca más iba a mandar gendarmes a reprimir al interior. Después siguió en Campana, Rosario, San Miguel. A veces, cuando alguien muestra que se puede, es como si no hacerlo no tuviera sentido. De pronto parece natural todo lo que siempre pareció prohibido –y el dique de la ideología se agrieta. El dique de la ideología no es gratis para los que lo imponen: deben mostrar cierta conducta, cierta coherencia. Para que los sectores de poder puedan imponer el respeto de la propiedad privada deben respetarla a su vez. Cuando se ve que no la toman muy en serio –que roban los bienes del Estado, por ejemplo, o lo que fuere–, se les complica un poco. Es la famosa impunidad, que hace escuela.
    * * *
    Ahora los reporteros entrevistan al señor Abal Medina, jefe de gabinete del gobierno nacional, uno que consiguió cierta notoriedad hace cinco días diciendo que la cámara judicial que juzga el tema de la ley de Medios era una “cámara de mierda”. Alguien le dice que el dirigente sindical Hugo Moyano, al que el gobierno acusó de fogonear los saqueos, negó cualquier relación con ellos.
    –Esperemos que lo pueda demostrar.
    Contesta el jefe de gabinete, invirtiendo la carga de la prueba. Y sigue hablando de los golpes cívico-militares: este gobierno ve golpes en todo lo que pasa, conspiraciones donde debería ver síntomas, problemas que enfrentar. Después retoma el cliché más usado desde anoche: que los saqueadores se llevan plasmas, y que “llevarse plasmas no es hambre, es vandalismo”.
    Es un argumento curioso, pre-económico: como si quien quiera comer solo pudiera lograrlo obteniendo comida sin más mediaciones; como si no hubiera transacciones posibles. Los que argumentan no parecen tomar en cuenta que llevarse plasmas, en principio, es llevarse la posibilidad de comer durante un mes, no durante tres días. O, incluso: llevarse la posibilidad de ver televisión en un plasma, que es lo que su sociedad les propone todo el tiempo –aunque no les ofrezca los medios para conseguirlo sino, más bien, las certezas de no poder hacerlo.
    * * *
    Es un momento –que saben breve– de inversión, de ruptura del orden, carnaval en serio: acceder a todo aquello que, todo el tiempo, les está vedado. Es la fiesta, la fiesta verdadera–que, como todas las de verdad, se paga.
    * * *
    En la televisión, en San Fernando, los cientos siguen tirando piedras aunque ya no parece que vayan a poder entrar. Es –como hace unos días en el Obelisco, cuando los hinchas de Boca– la alegría del descontrol, de la violencia como discurso pobre pero fuerte. Salgo a la calle. El chino de mi cuadra dice que está mirando los saqueos por la tele y no sabe si cerrar o no cerrar. Dice que cerraría porque le da miedo lo que puede pasarle, pero que estos días de las fiestas viene mucha gente y que si cierra va a perder mucha plata. Duda, no sabe qué hacer. Nos pasa a todos.

    Martín Caparrós| 21 de diciembre de 2012

    25 junio 2013 | 00:51

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