Casi enteros Casi enteros

Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Archivo de junio, 2013

Gracias Julián, gracias Augusto

Ayer se celebró la Asamblea anual de la Academia de la Publicidad.

Hace algo más de cuatro años un pequeño grupo de publicitarios, encabezados por Julián Bravo, Augusto Macías y Paco González tuvieron una idea que, pese a su complicación, han sido capaces de poner en marcha, llenar de contenido y hacer que circule ya con velocidad de crucero.

La finalidad principal de la Academia de la Publicidad es el reconocimiento a aquellas personas que se hayan distinguido profesionalmente en el ejercicio de la Publicidad española (entendida en sentido amplio). Desde entonces ha distinguido a 37 Miembros de Honor, su selección es una tarea que encomienda cada año a un Jurado independiente. La entrega de estos reconocimientos es el acto central que cada año realiza la Academia.

Pero la Academia quiere reunir no sólo el pasado sino también el presente y el futuro de la profesión que representa. Para identificar ese futuro organiza y entrega cada año un Premio Joven, entre estudiantes de las diversas facultades españolas de la actividad.

Otra tarea en la que se encuentra inmersa en este momento es la de tratar de llevar a un Publicitario a la RAE. Entre los publicitarios se pueden encontrar algunas de las personas con mayor capacidad para definir nuevos conceptos y los autores de muchas de las frases más recordadas por el conjunto de la población.

Hace dos años tuve el honor de que la Academia contara conmigo como miembro del Jurado. Fue un momento muy interesante.

El año pasado me llamaron para formar parte de la Junta Directiva como vocal. Me gustaría decir que he hecho una gran aportación, pero no sería cierto.

Ayer en la Asamblea Julián, el Presidente, y Augusto, el Vicepresidente, no se presentaron a la reelección, por razones personales.

Julián, Augusto, muchas gracias por vuestra idea y por haber sido capaces de llevarla a cabo. Los primeros tiempos de una gran idea siempre son difíciles; a vosotros os ha tocado en plena crisis económica, algo que, seguro, no ha ayudado precisamente.

Ahora veréis, desde fuera de la Junta, cómo vuestra idea crece y sigue consiguiendo los objetivos que vosotros soñásteis.

Desde ayer el nuevo presidente de la Academia es Fernando Herrero. Fernando, te deseo todo lo mejor en esta nueva etapa que se emprende. Sabes que, si quieres, puedes contar conmigo.

La publicidad como materia prima

Roberto es uno de mis mejores amigos.

Se ha jubilado hace poco. Era el Presidente para toda Europa de una multinacional norteamericana de productos farmacéuticos. Dirigía desde aquí las compañías de su grupo en Inglaterra, en Italia, en Alemania y unos cuantos países más, incluso, en los últimos años, en Rusia. Además formaba parte de la dirección mundial de su empresa.

Todos los años, incluso en estos de crisis, consiguió que su cifra de negocio y sus beneficios fueran mayores que los del año anterior.

Roberto era un triunfador; desconocido, como tantos otros directivos de empresa, como muchos empresarios, pero un triunfador.

Hace ya muchos años Roberto me confesó: mi mayor proveedor, el principal componente de mi producto, son los medios. Cada vez que se vende un tubo de medicina un porcentaje de su precio corresponde al principio activo, otro a los excipientes, otro al envase, al transporte, a la farmacia…pero la parte mayor corresponde a los medios. Pero es la más imprescindible y la que más a gusto pago.

Esa es la primera idea que quiero transmitir: La publicidad, los medios, funcionan

 Por supuesto que los productos que vendía la empresa de Roberto eran buenos, solucionaban los problemas para los que se habían desarrollado. Esa es la primera condición de la comunicación: tienes que tener algo bueno que comunicar: tu producto es bueno para alguien; lo que digas ha de ser verdad. Si no es así en poco tiempo se volverá contra ti. Mucho más ahora cuando las críticas, las buenas y las malas, se transmiten por internet a gran velocidad.

La segunda idea: Hay que tener un buen producto; si es malo mejor no se lo cuentas a nadie y te dedicas a mejorarlo

 Si nuestro producto es bueno se acabará vendiendo. El buen paño en el arca se vende, decían nuestros abuelos. Pero para que se venda, los posibles consumidores, los posibles clientes tendrán que conocerlo y además tendrán que acordarse de él cuando les surja la necesidad. Hay muchos productos buenos; puede que no sean tan buenos como el nuestro, pero si son más conocidos es muy probable que nuestros potenciales clientes se acuerden de los otros antes que del nuestro. Y será el suyo el que se venda.

Tendremos que conseguir que nuestro producto se conozca y, sobre todo, que se recuerde. Busquemos un mensaje memorable para comunicarlo.

Tercera idea: Elegir un  mensaje memorable para comunicarlo

 Ya tenemos el producto; también tenemos el mensaje pero necesitamos hacerlo llegar a esos potenciales compradores, estén donde estén, de la mejor manera posible. Ese es el papel de los medios. Aquí hay mucho donde elegir, en función de lo que necesitemos y del dinero que estemos dispuestos a invertir.

Podríamos pensar: yo quiero llegar a todo el mundo, estén donde estén. Se podría hacer. Hoy día estar accesible es fácil: si estamos en Internet siempre existe la posibilidad de que nos encuentren; pero si sólo estamos, si no lo comunicamos, la probabilidad de un encuentro casuales muy pequeña. Será como el paño en el arca.

Lo normal es que empecemos por nuestro país, por nuestra ciudad o, incluso, por una zona de nuestra ciudad. Sea lo que sea, seguro que existe el medio, o la combinación de medios, adecuado para llegar a nuestro objetivo. Si no los conoces, para eso están, estamos, los especialistas.

Cuarta idea: Buscar los medios más adecuados

 Ya tenemos un buen producto, tenemos el mensaje que lo va a hacer memorable y los medios que vamos a utilizar para comunicarlo. Ya están los ingredientes, las materias primas, principales. La publicidad en los medios adecuados funciona como un acelerador de los negocios; es la gasolina que les hace avanzar, las vitaminas que les dan las fuerzas que necesitan para seguir con vida y no languidecer.

Quinta idea: La publicidad es un acelerador, la gasolina, las vitaminas 

Sí; pensaréis. Pero ahora estamos en crisis. ¿De dónde saco yo el dinero para hacer esa publicidad y pagar a los medios?

Si tienes claro, como mi amigo Roberto, que la publicidad es el principal ingrediente de tu producto, no pondrás en marcha el negocio sin antes tener el dinero para comprar todos los ingredientes. ¿Te dedicarías a fabricar chocolate si no pudieras comprar cacao?

Una superproducción cinematográfica americana nunca se pondrá en marcha si no dispone de un gran presupuesto para su promoción. Puede llegar a suponer tanto como el resto de los ingredientes de la película. Esa es la diferencia con el cine de otras nacionalidades. Ese es el principal secreto del cine americano: el marketing es un ingrediente tan importante como el guión o los actores.

¡Ah! Que hablábamos de la crisis. Las compañías que durante las crisis siguen comunicando los valores de sus productos (y se aprovechan de que los costes de la publicidad son menores) cuando llegue la recuperación (y aunque ahora nos parezca mentira, si hay algo seguro es que la recuperación llegará) estarán mejor situadas, tendrán una mayor cuota de mercado, que antes del comienzo de la crisis. Esa puede ser una buena enseñanza:

Sexta idea: Podemos aprovechar las crisis para mejorar la posición

En resumen:

Si tenemos un buen producto

Lo contamos con un mensaje memorable

En los medios adecuados

Ni siquiera la crisis podrá con nosotros

La publicidad, la buena comunicación es uno de los ingredientes claves del éxito.

 Este post recoge, aproximadamente, el contenido de la charla que pronuncié el martes 25 de junio en el acto organizado por el periódico El Distrito, que publica diversas ediciones para las diferentes zonas de Madrid.

Grecia:¡qué buena idea!

Ayer por la noche se consumó la noticia: Grecia echó el cierre a su televisión pública.

Esta podría ser la tercera parte del artículo que vengo dedicando a la desaparición de TVE. Como dice nuestro viejo refrán: cuando las barbas de tu vecino veas pelar

Para mí se trata de una verdadera tragedia griega.

También podría estar relacionado con otro post de este mismo blog: Un país gaseosa.

La fiebre ultraliberal que viven las instituciones europeas y que está dispuesta a acabar con todo lo público, ya se ha cobrado su primera víctima importante: Grecia será el primer país europeo que no tenga televisión pública ¿total para qué?

2.700 personas se quedaron ayer sin trabajo inesperadamente; eso sin contar con el trabajo indirecto que, seguro, también generaría la cadena pública.

Esta mañana, en la conferencia de GfK me he encontrado con un directivo de RTVE.

¿Estaréis preocupados con lo de ayer?, le he dicho.

Bueno, España no es Grecia, ha sido su respuesta.

Ya vimos en Chipre que se puede hacer una quita a los ahorradores sin que pase nada. En todo caso se difunde que a quienes afecta de verdad es a los inversores y especuladores rusos y santas pascuas.

Vamos a ver ahora qué ocurre cuando se cierra una televisión pública de un país de tamaño medio. Si tampoco pasa nada, o si sus competidoras privadas aplauden la noticia, el siguiente caso puede ocurrir en un país más grande.

¿Por qué no?

Si total nunca pasa nada. ¿Para qué queremos televisiones públicas si Gran Hermano 3000 o Un príncipe para Marisa ya nos lo dan las cadenas privadas?

TVE: lentamente hacia su desaparición (II)

Instrucciones para destruir una actividad pública:

1: Hable mal de todo lo público. Los funcionarios son todos unos gorrones que viven a costa del pueblo, sin hacer nada. Eso incluye a los maestros, los policías o los médicos de la sanidad pública. Por supuesto también a los trabajadores de los canales públicos de televisión.

2: Proponga un sistema de financiación imposible, que haga muy difícil la supervivencia.

3: Si la financiación es de verdad imposible ya habrá dado un gran paso: el producto se deteriorará y tendrá al personal desmotivado.

4: Haga que los políticos decidan en contra de los criterios profesionales.

5: Insista: Ya lo decía yo: lo público es malo.

6: No se le ocurra hacer una comparación real con lo privado, no vaya a ser que lo privado no sea tan bueno (*).

7: Si alguien dice que hay cosa públicas mejores que las privadas dígale que disparan con pólvora del Rey; que así cualquiera.

8: Insista en que utilizan más personal (aunque sepa que lo que hacen no es comparable). (**)

(*) Si alguien le dice que Cuéntame o Águila Roja son mejores programas que Gran Hermano o Con el culo al aire llámele antiguo y dígale que el negocio es el negocio y hay que hacer programas baratos y rentables.

(**) Compare una cadena de televisión con toda, o casi, la producción externalizada con un grupo que además de varias cadenas de televisión tiene cinco emisoras de radio, con corresponsalías en muchos países, una orquesta y coro, un centro de formación,…

Ahora se vuelve a hablar de la vuelta de la publicidad a RTVE. Esa puede ser una forma de financiación (que los anunciantes apoyarían sin dudar); podría haber otras, que cada vez serán más difíciles de implantar. Habría que definir también unos objetivos, que podrían llamarse, o no, contrato programa

No dejemos que acaben con la sanidad pública, ni con la educación pública, ni con la televisión pública. Busquemos sistemas de financiación sostenibles y apoyémoslos.

Si no, cuando ya no las tengamos, las echaremos de menos.