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Guatemala: dolor, memoria y verdad

 

‘‘Solo me violó un soldado porque los demás agarraron a una mujer cada uno. Todas las mujeres fueron violadas, escuché cuando las mujeres gritaban. En ese tiempo tenía 16 años’’.

Estas palabras pronunciadas con valentía, llenas de dolor, de memoria y de verdad fueron parte del testimonio rendido por María Cavinal Rodríguez, una mujer indígena maya ixil sobreviviente del genocidio guatemalteco. Ella fue una de las diez valientes mujeres que en el año 2013 declararon ante un tribunal en Guatemala durante el juicio contra el ex dictador Efraín Ríos Montt por la matanza generalizada y sistemática contra el pueblo maya ixil. Allí, frente a quienes las deshumanizaron y quebraron su dignidad, sus vidas y sus cuerpos, relataron las crueldades a las que fueron sometidas.

Llegar a juicio ha sido un hito histórico para las mujeres de Guatemala. Ilustración de Mercedes Cabrera para Womens Link Worldwide.

Históricamente la violencia de género y, concretamente, la violencia sexual se ha utilizado como arma de guerra en los conflictos armados y en los ataques contra la población civil. Esta situación persiste hoy en día. Aunque se han conseguido avances importantes, aún se trata de una violencia invisibilizada y persisten serios obstáculos que impiden su investigación y su castigo. Lee el resto de la entrada »

El franquismo y las mujeres: una cuestión de derechos

Por Evelyn Recinos Contreras 

“Nuestros valientes Legionarios y Regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y, a la vez, a sus mujeres. Esto es totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricones. No se van a librar por mucho que berreen y pataleen”

Gonzalo Queipo de Llano, General Franquista.

Entrada del ejército franquista en la localidad de Constantina.

Entrada del ejército franquista en la localidad de Constantina (Sevilla). Imagen de José Antonio Bru (Blog).

En España hablar de la guerra civil es un tema incómodo. No puedo decir que genere discusiones o que sea controversial. Sencillamente no existe, no se toca. El acuerdo sobre olvido y silencio es extensivo y transmitido de generación en generación.

Si pregunto, la mayoría dice que hay que dejar el pasado en el pasado. Yo me niego rotundamente a pactar olvido.

No quiero olvidar a Matilde Landa, Margalida Jaume, Pilar Sánchez, Daria Buxadé, Mercedes Buxadé y Lidia Falcón. No quiero olvidar la historia de represión, tortura, violación, prisión, fusilamiento y ensañamiento contra las mujeres republicanas. No quiero ignorar el daño irreparable causado a todas las mujeres españolas durante el régimen franquista condenando a algunas a cumplir roles impuestos y a otras a la violencia brutal.

La historia de las mujeres españolas no puede ser condenada al olvido y la impunidad.

En España, como en el resto del mundo la guerra de los hombres no solo se pelea en el cuerpo de las mujeres sino que sus efectos y daños trascienden el nivel personal, afectan a hijas e hijos, familia, comunidad y sociedad en general, y permanecen a través del tiempo. De allí supongo nace la necesidad de los responsables de forzar a un país entero a olvidar y callar.

Es necesario evidenciar que las violencias cometidas contra las mujeres en cualquier parte del mundo nos afectan a todas, que si tocan a una nos tocan a todas, por eso no puedo ni quiero olvidar a las mujeres republicanas que por su participación política, ideales o nexos afectivos fueron humilladas, rapadas, purgadas, difamadas, violadas, torturadas, privadas de libertad, cuyos hijos e hijas fueron robados, mujeres desaparecidas y ausentes. No quiero olvidar que las tropas franquistas tenían órdenes y total libertad para hacer con las mujeres enemigas lo que quisieran,  y usaron todo su poder para destruirlas y acabar con su dignidad por todos los medios.

Porque hay muchas heridas que siguen abiertas aunque las tumbas estén cerradas. Porque la memoria es importante para cambiar la historia, porque las palabras mueven y transforman, porque ya basta de vivir en miedo, estas líneas finalmente son una invitación a recordar a las mujeres ausentes y de alguna manera hacerles justicia. Una invitación a hacer tu parte.

Desde Women’s Link Worldwide estamos contribuyendo a que estos terribles crímenes cometidos durante la dictadura no sean olvidados ni invisibilizados, para ello hemos presentado la primer querella sobre crímenes de género durante el franquismo para que en la investigación penal que se lleva a cabo en Argentina se incluyan los crímenes cometidos contra las mujeres.

Por Evelyn Recinos Contreras, abogada de Women’s Link Worldwide @WomensLink

Violencia sexual: ¿La culpa es de la víctima, señor juez?

Por Tania Sordo Tania-blogRuz 

Si ya de por sí es grave tener conocimiento de casos de violencia sexual hacia mujeres y niñas en todo el mundo, resulta devastador escuchar comentarios que justifican estas agresiones culpándolas a ellas, ya sea por su forma “provocadora” de vestir, por su conducta “poco apropiada”, por salir de noche, o por beber, entre otras presuntas ‘razones’. Estas afirmaciones que se comete en su contra, mientras justifican las agresiones y a los agresores (cuando el único responsable es quien comete el crimen y las autoridades deben investigar y sancionar los delitos).

Pintada en un muro en Berlín. Imagen de Women's link Worldwide.

Pintada en un muro en Berlín. Imagen de Women’s link Worldwide.

Asimismo, es indignante cuando nos enteramos de que ellas acuden al sistema judicial buscando protección, justicia y reparación y lo que se encuentran son decisiones judiciales basadas en prejuicios, mitos y estereotipos que les trasladan la responsabilidad de lo sucedido. Esto continúa sucediendo en distintos países del mundo, ya que sin importar los diversos sistemas políticos o tradiciones, seguimos teniendo conocimiento de decisiones judiciales que en lugar de proteger los derechos de las mujeres, van en contra de ellos.

Por ejemplo, a finales de 2015 en Reino Unido, un tribunal exculpó a un hombre multimillonario de la violación de una mujer joven admitiendo el argumento de que él no la violó, sino que se tropezó y la penetró “accidentalmente”. Por las mismas fechas, en España, el Tribunal Supremo absolvió a un hombre acusado de abusar sexualmente de una joven de origen peruano sosteniendo que los abusos no se podían comprobar a “ciencia cierta” y que además podía haber una motivación económica en la denuncia ya que “al tipo de cambio en su país de origen” significaría un “inesperado ingreso de dinero” para ella. En Canadá, en un caso de violencia sexual hacia una mujer que vivía en la calle, el juez le preguntó ¿por qué no pudiste mantener las rodillas juntas? Y absolvió al acusado, al que le dio consejos de cómo “tratar gentilmente a las mujeres” (posteriormente un tribunal superior ordenó un nuevo juicio para este caso por los estereotipos utilizados por el juez).

Todos estos casos tienen en común el uso de mitos sobre la violencia sexual, estereotipos sobre las víctimas de esta violencia y prejuicios de género contrarios a los derechos humanos en el razonamiento de las juezas y los jueces, quienes como personas que viven en sociedades que históricamente han discriminado a las mujeres por ser mujeres, no se encuentran exentas de tener ideas preconcebidas de lo que significa ser una mujer en la sociedad y el comportamiento que consideran que ellas deben tener. Estas decisiones justifican a los agresores y culpan a las víctimas de esta violencia.

Las autoridades y los sistemas de justicia no pueden trasladar la responsabilidad a las víctimas y sobrevivientes de las distintas manifestaciones de las violencias machistas, ya que esto se traduce en impunidad y la impunidad genera más violencia. Es necesario que las personas que intervienen en estos casos tengan una formación adecuada en donde la clave estará en aplicar una perspectiva de género y en poder detectar las ideas preconcebidas sobre cómo se cree que debe ser una víctima ideal, para desmontar los mitos, estereotipos y prejuicios que impiden el acceso de las mujeres a la justicia.

También es importante que como sociedad tomemos conciencia de lo que ocasionan las ideas que culpan a las víctimas y justifican a los agresores, ya que estas no deben ser minimizadas, no son simples palabras o ideas, sino que tienen consecuencias brutales y generan un imaginario social negativo que impide que avancemos hacia la igualdad de género. De manera especial, cuando estas ideas y mitos se encuentran en decisiones judiciales, es necesario hacerlas visibles debido al impacto tremendo que tienen en la vida de las mujeres, y con ellas, de toda la sociedad de la cual son más de la mitad.

Si conoces decisiones judiciales de cualquier país del mundo igual de indignantes y discriminatorias que éstas, las puedes nominar a los Premios Género y Justicia al Descubierto 2016 hasta el 18 de abril aquí.

Tania Sordo Ruz es abogada de Women’s Link Worldwide 

¿Tribunales sin hombres?

Por Marisa Kohan Marisa Kohan

Imaginemos por un momento que no hubiera ningún hombre representado en los órganos de decisión judiciales. Me refiero a que ninguno o casi ninguno de los jueces que los forman sean del sexo masculino. Que todos los miembros de la Corte Interamericana de Derechos Humanos fueran mujeres. Imaginemos que la Corte Internacional de Justicia estuviera formada por juezas y que se hubiera vetado el acceso a sus colegas del sexo opuesto.

Composición actual de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Imagen oficial de la CIDH.

Composición actual de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Imagen oficial de la CIDH.

¿Por qué? Creo escuchar decirle mientras lee estas líneas. ¿Por qué? es lo que me pregunto yo mientras las escribo. ¿Es que las mujeres quieren dejar afuera a los hombres? ¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Qué medidas deberíamos adoptar para subsanar esta injusticia?.

Los seres humanos tenemos una gran capacidad de imaginación, pero muchas veces la realidad equipara o supera nuestras ficciones. La realidad es que hoy y siempre los máximos órganos de decisión (judiciales o no) han estado sobre-representados por hombres. O lo que es lo mismo: sub-representado de mujeres. Sin embargo, raramente surge la pregunta de ¿por qué? O ¿qué tenemos que hacer para remediarlo?

Esto es precisamente lo que hace la campaña Gqual (igualdad de género), que se lanzó el jueves pasado en Nueva York y que busca promover una mayor paridad en los tribunales de justicia y en los órganos de decisión internacionales. Los datos recopilados por estas organizaciones (unas 12 que promueven la campaña, entre las que está Women´s Link Worldwide), son demoledores.

Sólo cuatro de los 106 jueces que ha tenido la Corte Internacional de Justica desde que se fundó en 1945 han sido mujeres. De los 15 jueces que la forman hoy en día, sólo 3 son juezas. Más sangrante es la situación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la  que todos sus miembros (7) son hombres, situación que cambiará ligeramente en 2016 cuando se una a ella una única mujer. Desde que comenzó a andar en 1979 sólo cuatro de sus 35 miembros han sido mujeres.

El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia tiene 17 jueces permanentes y sólo dos son mujeres; en el Tribunal Penal de Ruanda, responsable de juzgar el genocidio en aquel país del que muchas mujeres fueron víctimas por las violaciones masivas, sólo dos de sus 10 miembros son juezas.

La campaña #Gqual desvela que hasta septiembre de 2015, sólo 17% de todas las posiciones dentro de los principales tribunales internacionales estaban ocupadas por mujeres y en los tribunales regionales de derechos humanos sólo 25%. Naciones Unidas no se escapa de esta cuenta negativa. De las 52 Relatorías Especiales de la ONU, 19 nunca han sido ocupadas por una mujer.

Decenas de representantes de Estado, miembros de la sociedad civil, activistas, periodistas y juristas internacionales estuvieron presentes en su lanzamiento y se han sumado a esta campaña que pide a los Estados que cuando nominen y voten a sus miembros lo hagan con el objetivo de promover la igualdad de género y que trabajará con todos los actores necesarios para desarrollar mecanismos, directrices y normas para promover una representación más paritaria.

Cientos de personas se han unido a este llamado firmando la declaración de la campaña. Porque no sería justo que existan tribunales sin hombres y por lo tanto, tampoco lo es que sigan como hasta ahora.

Marisa Kohan es Directora de Comunicación de Women´s Link Worldwide.