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La cooperante y el guerrillero, o cómo atraer la atención hacia Sudán del Sur

Por Laura HurtadoLaura Hurtado

Hace unos días terminé de leer La guerra de Emma (Ed. Marbot, 2011) donde la periodista norteamericana Deborah Scroggins cuenta la historia de Emma McCune, una británica de buena familia que lo dejó todo para impulsar un proyecto de educación en Sudán del Sur, cuando todavía no se había separado de Sudán. En medio de la guerra más larga de África y de una de las primeras hambrunas mediáticas, Emma se enamoró de Riek Machar, entonces un líder guerrillero del Ejército Popular de Liberación de Sudán (EPLS). Machar terminaría ocupando la vicepresidencia del nuevo país independiente en 2011 como representante de la etnia nuer, pero actualmente permanece escondido tras ser acusado por el presidente Salva Kiir -de la etnia dinka- de encabezar un golpe de Estado el pasado mes de diciembre.

La británica Emma McCunne con su marido guerrillero, Riek Machar, en Sudán del Sur

La británica Emma McCunne con su marido guerrillero, Riek Machar, en Sudán del Sur. Imagen: www.theage.com.au

Como os podéis imaginar, la relación entre la cooperante inglesa y el guerrillero sursudanés nunca fue fácil. Por un lado, los cooperantes extranjeros que eran colegas de Emma no entendieron que se casara y se fuera a vivir con un ‘señor de la guerra’ y de esta forma tomara partido en el conflicto, poniendo en riesgo la neutralidad que deben tener las personas que trabajan para las ONG con el fin de garantizar su labor en el país: ayudar a la población civil a sobrevivir en medio de la brutalidad. Por otro lado, los miembros del EPLS afines a Riek Machar insinuaban que no era suficiente duro para disciplinar a sus tropas debido a la influencia de su esposa ‘khawaja’ (término árabe que usan los sudaneses para referirse a los blancos). De hecho, ‘la guerra de Emma’ fue el nombre que algunos miembros del EPLS dieron a la guerra que estalló en 1991 entre los seguidores de la John Garang, el líder del EPLS, y los de sus lugartenientes Riek Machar, Lam Akol y Gordon Kong, como si ella fuera la culpable de todo. Un clásico, por cierto, como Eva en el Paraíso, por citar un ejemplo.

Emma McCune fue una mujer comprometida con la población afectada por la guerra en Sudán del Sur

Emma McCune fue una mujer comprometida con la población afectada por la guerra en Sudán del Sur. Imagen: louderthanwar.org

De todas formas, la intención del libro no es ni mucho menos contar una historia de amor. El controvertido romance solo sirve como excusa para intentar comprender la guerra civil sudanesa que, exceptuando pequeños paréntesis de paz, duró más de 50 años (1955-2005) y dejó millones de muertos (sí, millones). Todo ello para conseguir  ‘atraer el interés de los lectores occidentales’, según confiesa la autora en las primera páginas.

A lo largo del libro, Scroggins relata escenas horripilantes que vivió en su propia piel cuando viajó a Sudán del Sur para cubrir la hambruna en 1988 o la guerra en 1990 para un periódico de Atlanta (EEUU). Miles de personas hambrientas peleándose por la comida que distribuían unas pocas ONG, en un país abandonado a su suerte por Occidente y víctima de los ‘señores de la guerra’ locales, que sacan partido de sembrar el caos.

Pero lo peor de todo es que, mientras leía el libro, los enfrentamientos en Sudán del Sur estallaron de nuevo. De repente, la historia se repetía. Y el horror también. Casi un millón de personas (1 de cada 8 sursudaneses) ha tenido que abandonar su hogar repentinamente, atemorizadas, dejando atrás sus tierras y su ganado, es decir, su medio de subsistencia. Se calcula que 5 millones de personas necesitan alimentos, agua y refugio, mientras Occidente mira a otro lado. De los 1,27 billones de dólares que pidió Naciones Unidas a la comunidad internacional para esta emergencia solo se ha conseguido una tercera parte.

Por suerte, algunas ONG seguimos allí, dispuestas a salvar vidas.

 

Laura Hurtado es periodista, feminista y trabaja en Oxfam Intermón. Si quieres, puedes ayudarnos a responder a la emergencia en Sudán del Sur.

El Gobierno de El Salvador, responsable de la vida de Beatriz

Por María del Pozo María del Pozo

La vida de Beatriz está ahora firmemente y únicamente en las manos del gobierno. El Presidente de El Salvador y la Ministra de Salud deben actuar ya sin demora para cumplir de inmediato con las medidas provisionales dictadas por la Corte Inteamericana y proveer el tratamiento que necesite Beatriz.

El anuncio del Gobierno de El Salvador de tomar medidas orientadas a salvar la vida de Beatriz es una muy buena noticia. Lo importante es que las medidas que se tomen sean las que recomienden los médicos, y que a éstos se les den todas las garantías de que no habrá consecuencias penales.

La presión internacional funciona. Beatriz no esta sola. Las naciones unidas, la CIDH, y miles y miles de personas estamos preocupados por la situación de ella, y estamos exigiendo que el gobierno muestre a Beatriz ahora lo que deberian haberle mostrado desde el principio: humanidad.

Imagen de Mariana Moisa

Las manos de Beatriz, en el video de Mariana Moisa

 

María del Pozo es responsable de relaciones institucionales y política exterior de Amnistía Internacional

Nota de las editoras: Esta entrada es una actualización sobre el caso de Beatriz, una joven salvadoreña de 22 años enferma y embarazada cuya vida está en riesgo. Más de 81.000 personas se han sumado a la petición dirigida al Gobierno de El Salvador para garantizar el tratamiento médico adecuado. Más información de la campaña de Amnistía Internacional para apoyar a Beatriz. 

A vueltas con el mundo

Por Gema Castilla Gema Castilla

El mundo está del revés. Y en muchas de sus acepciones semánticas: como infortunio, como golpe con la mano vuelta, como parte opuesta de algo… pero a los problemas se les puede dar un giro. Y así, convertir la enfermedad, en salud. La desigualdad, en integración. Los conflictos, en paz. El analfabetismo, en educación. La pobreza, en bienestar.

Soy testigo del dolor en la mirada de las personas más gravemente excluidas que pasan cada día por @RAISfundacion. Si esa mirada calase, seguro que el giro sería más contundente. Porque cada euro invertido en solidaridad tiene un impacto real sobre el futuro de millones de personas tanto en nuestro país como en todo el planeta. Cabe destacar que, según un estudio de la Asociación Española de Fundraising y Bain & Company, los fondos donados a las ONG tienen una repercusión en la sociedad nueve veces superior a su valor, es decir, por cada euro recibido, las organizaciones pueden llegar a generar una media de nueve euros de impacto económico a largo plazo.

Por eso, quiero agradecer a la ciudadanía sus donaciones, y en especial a las contribuciones de sus socios regulares, que en los últimos dos años han crecido un 10%, alcanzando los 3,5 millones. Una cifra que representa el mayor colectivo de personas que colaboran con una aportación económica al sostenimiento de su organización, por delante de sindicatos, partidos políticos o clubes de fútbol. Porque en un momento en el que la economía es el ojo del huracán y los fondos públicos se han visto cercenados contundentemente, es cuando más valor tiene la participación ciudadana y su compromiso con los más vulnerables. Así que por pequeña que sea la aportación, sin lugar a dudas, todo suma.

7,5 millones de personas colaboraron con las organizaciones sociales españolas en 2012

Infografía de la campaña SOMOS sobre el apoyo económico a las ONG en España

El seleccionador nacional Vicente del Bosque, el campeón del Mundo de moto GP Jorge Lorenzo, el deportista Juanma López Iturriaga, la periodista Ana Pastor, los presentadores Christian Gálvez, Carlos Sobera, Sandra Sabatés y Anne Igartiburu, las actrices Marta Etura y Macarena Gómez o los músicos Antonio Carmona y Carlos Jean son algunos de los ciudadanos que han querido demostrar su compromiso. Pero tú también puedes hacerlo. El próximo 24 de mayo todos podemos salir a la calle con una prenda del revés para celebrar el Día SOMOS o bien participar en las quedadas a las 12 de la mañana de ciudades como Badajoz, Guadalajara, Huesca, Madrid, Palma de Mallorca o Pamplona.

Gracias en nombre de los beneficiarios de programas de empleo para personas en riesgo de exclusión, gracias por contribuir a la investigación en la leucemia, gracias por dar asistencia a personas con discapacidad, gracias por contribuir a aquella catástrofe del otro lado del océano, gracias por dar acceso a la educación a cientos de niños. GRACIAS eterno y en mayúsculas. Porque estoy convencida que unidos podemos cambiar el mundo, entre todos vamos a darle la vuelta a los problemas y hacer de este planeta un lugar mejor para vivir.