Entradas etiquetadas como ‘inmigrante’

Ni una más

Por Susana Martínez Novo SusanaMartinezNovo70

La sociedad vive atónita los nuevos casos de violencia machista que azotan a las mujeres de nuestro entorno. Cuatro casos de mujeres muertas en los últimos días, son cifras alarmantes e  intolerables.

Creo que es hora de dejar de alimentar la sensación de poder e impunidad que subyace  detrás de cada una de estas muertes y de buscar soluciones efectivas.

Servicios de atención y ayuda a la mujer maltratada. Imagen: www.malostratos.org

Servicios de atención y ayuda a la mujer maltratada. Imagen: www.malostratos.org

Si analizamos los casos de mujeres presuntamente asesinadas en los últimos días, comprobamos que existen características en común. Se trata de mujeres que por sus circunstancias son especialmente vulnerables.

Una de ellas inmigrante, con hijos a su cargo que quedan en situación de absoluto abandono, constituye un claro ejemplo de la vulnerabilidad en que se encuentran las mujeres migrantes en nuestro país. La falta de apoyos económicos y familiares las convierte en victimas propicias de este tipo de abuso.

Otra de ellas constituye un claro ejemplo del sometimiento a que están sujetas muchas mujeres que por su avanzada edad y por la asunción del rol que han desempeñado durante muchos años, nunca llegan a denunciar su situación.

Circunstancias como estas, unidas al azote económico que impide a muchas parejas separarse en unas condiciones mínimas de subsistencia, y obligan a la mujer a aguantar situaciones intolerables, sostienen y alimentan la violencia machista que en determinados periodos alcanzan sus cuotas más elevadas y extremas.

Desde el punto de vista de profesionales y expertos, considero que debemos extremar las alertas ante casos potenciales y reales de mujeres en situación de especial vulnerabilidad.

Asimismo es necesario poner en marcha, tanto desde la Administración pública como desde el ámbito empresarial privado- haciendo un llamamiento de solidaridad, políticas reales y efectivas de inserción laboral que faciliten la independencia personal y económica de las víctimas. La ley de medidas integrales contra la Violencia de Género se debe aplicar no solo por parte de los juzgados y tribunales, sino a través de políticas de empleo sólidas y permanentes.

Las campañas de sensibilización deben dar un giro de tuerca y fomentar el rechazo absoluto al maltratador.

Por último debemos continuar apoyando a la víctima desde su autoestima y empoderamiento personal, pues solo su propia visión de la realidad, de su dignidad como persona y de su valía, la harán reaccionar cuando todavía está a tiempo.  Crear redes de apoyo entre mujeres, talleres de autoestima mediante musicoterapia, arte y movimiento, son uno de los métodos que más éxito está teniendo en organizaciones como la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, que lleva años trabajando en ello.

De esta forma potenciaremos asimismo una relación sana de pareja, que será el valor más preciado que los padres y madres podrán transmitir a sus hijas e hijos para evitar que en un futuro que persista cualquier forma de violencia y abuso contra la mujer.

 

Susana Martínez Novo. Abogada y activista. Presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, participa también en la Asociación Española de Abogados de Familia

Trabajo doméstico: el mito de Sísifa

Por Margarita Saldaña MargaritaSaldaña

 Cuenta Homero en la Odisea que los dioses, enfadados con Sísifo, le condenaron a transportar una pesada piedra hasta la cima de una montaña. El castigo sería eterno pues, al alcanzar por fin su destino, la piedra rodaba nuevamente hacia el punto de partida y Sísifo debía volver a comenzar. Así, hasta el final de los tiempos.

Animación de Articulación Feminista Marcosur y Oxfam

Animación de Articulación Feminista Marcosur y Oxfam

Como los mitos nos ayudan a interpretar la realidad, vamos a dar el nombre genérico de “Sísifa” a un colectivo de mujeres inmigrantes cuyas identidades reales es preferible ocultar por una sencilla cuestión: están fuera de la ley. La vida de Sísifa antes de la condena no había sido fácil, pero ante ella se abría al menos un ancho horizonte de esperanza. A través de una u otra “odisea”, Sísifa había logrado lo que durante mucho tiempo parecía un sueño inalcanzable: vivir en España como residente legal, con los derechos y las obligaciones de cualquier otro ciudadano. Por fin ´tenía los papeles´, lo cual es casi una hazaña de supervivencia; que se lo dijeran a su amiga Guadalupe, por ejemplo, que todavía anda batallando para tener en la mano la cotizadísima tarjeta de residencia.

Que Sísifa sepa, no ha cometido ningún error que justifique la ira de los dioses y la condena que se le ha venido encima: “perder los papeles” o, dicho en términos jurídicos, incurrir en irregularidad sobrevenida. En resumidas cuentas, lo que a esta mujer le pasa es que la piedra se le ha resbalado ladera abajo y vuelve a encontrarse en el punto cero: otra vez irregular, otra vez sin documentación, otra vez sin derechos. Expliquemos brevemente la situación: cuando una persona inmigrante consigue regularizarse, se le otorga un permiso de residencia temporal que le autoriza a vivir en España más de 90 días y menos de 5 años, aunque después del primer año la residencia debe renovarse cada 2 años. Entre los varios requisitos necesarios para obtener la renovación es fundamental poder acreditar la existencia de una relación laboral vigente. Y aquí es donde la piedra comienza a caer a una velocidad vertiginosa, porque en la actual situación de crisis muchos extranjeros no tienen la documentación necesaria para renovar su residencia porque carecen de contrato de trabajo.

Cierto que el desempleo no afecta sólo a los inmigrantes; conocemos a muchos españoles y españolas de pura cepa que están sufriendo duramente los efectos del paro. Tampoco la crisis golpea únicamente a las mujeres, por supuesto; son muchos los varones que pierden sus puestos de trabajo o los ven peligrar todos los días. Pero debemos decir, porque también es verdad, que a estas mujeres inmigrantes la crisis les coloca en una situación de vulnerabilidad particular, pues les empuja nuevamente hacia el círculo vicioso del que creyeron haber salido para siempre: ‘sin papeles no hay trabajo, y sin trabajo no hay papeles’.  No tener papeles significa, para Sísifa, perder posibilidades reales de encontrar un nuevo empleo. Significa regresar a la economía sumergida. Significa no poder salir a la calle con tranquilidad por miedo a que la policía la detenga. Significa no poder ponerse enferma porque ya no tiene derecho a la sanidad pública. Significa… vivir bajo el peso de una condena aplastante y enfrentarse cada mañana a una piedra pesadísima con las magras fuerzas que le van quedando. ¿Tendrá que ser así hasta el final de los tiempos?

 

Margarita Saldaña trabaja en el Centro Pueblos Unidos, de Madrid.

Más de la mitad dedica durante esta semana un espacio destacado a conocer las situaciones de las personas que dependen del trabajo doméstico para vivir.